Hibridación en Museos: Retos y Oportunidades

Hibridación en Museos: Retos y Oportunidades

 

En años recientes, hemos sido testigos de un cambio constante en las actitudes hacia las experiencias participativas en nuestros museos. Avances significativos, como la popularización de la gamificación digital, el nacimiento de la web en la década de 1990 y el auge de la llamada Web 2.0 en los años 2000, han fomentado optimismo hacia los medios participativos. Estos se perciben como catalizadores de experiencias más dialógicas e inclusivas, proporcionando a la «gente común» mayores oportunidades para expresarse. En el contexto museístico, estos ideales han sido encapsulados en la influyente obra de Nina Simon, «The Participatory Museum» (El Museo Participativo), que refleja una visión renovada y comprometida con la interactividad y la colaboración en los espacios culturales.

Aspectos Problemáticos de la Participación.

Sin embargo, en años recientes, ha surgido una creciente inquietud respecto a ciertos aspectos problemáticos de la participación, que en algunos ámbitos se ha traducido en una marcada reacción adversa contra las redes sociales y otras formas de interacción en línea. Una preocupación bastante extendida radica en el temor a que los teléfonos inteligentes, las redes sociales y otras tecnologías de comunicación estén suplantando la interacción humana directa, lo que podría llevar a un empobrecimiento de las relaciones personales. En el discurso popular, estas inquietudes frecuentemente se asocian con la percepción de que las tecnologías digitales pueden ser adictivas, llevando a muchas personas a intentar someterse a una «desintoxicación digital» para mitigar sus efectos.

Controversias.

En un ámbito paralelo pero conexo, la dinámica de facilitar comentarios y debates en línea, popularizada por las tecnologías Web 2.0 a comienzos de la década de 2000, ha enfrentado críticas crecientes por convertirse en plataformas que generan polarización, discursos de odio, ciberacoso, teorías conspirativas y las «noticias falsas» (fake news), entre otros. Ejemplos notorios incluyen el fenómeno Gamergate y las controversias asociadas al movimiento #Metoo. Tales preocupaciones han llevado a numerosos medios en línea a eliminar secciones de comentarios o a limitar su visibilidad significativamente, lo que provocó que la reconocida revista «Wired» declarara en 2015 «el fin de los comentarios». Además, el escándalo de Cambridge Analytica y su uso de datos de usuarios de Facebook intensificó la preocupación sobre el potencial impacto de las redes sociales en los procesos electorales. Este debate sobre noticias falsas y teorías conspirativas ha fomentado una desconfianza general hacia las plataformas sociales. En 2020, los directores ejecutivos de Facebook y Twitter fueron convocados en repetidas ocasiones para justificar las prácticas de sus empresas en audiencias ante el Senado de Estados Unidos, reflejando la magnitud de la preocupación pública sobre estas cuestiones.

Comentarios y Opiniones.

Estas preocupaciones subrayan que no es tarea sencilla para los museos (o cualquier entidad) establecer plataformas digitales que alienten a visitantes y usuarios a contribuir con comentarios y opiniones. Ya no es viable adherirse ciegamente a ideales utópicos sobre el potencial democratizador de la tecnología digital. En cambio, se requieren enfoques más matizados y sofisticados que gestionen cuidadosamente la participación. Es esencial diseñar métodos específicos y bien dirigidos que promuevan contribuciones constructivas y, al mismo tiempo, salvaguarden contra los múltiples desafíos disruptivos que puede presentar la participación en línea.

Interacción y Presencia Física.

Un beneficio destacado de las experiencias híbridas es que enfocan la interacción en la presencia física dentro del espacio museístico, creando un contexto específico para la interacción y amortiguando parte del potencial destructivo que puede surgir al exponerse a comunidades en línea más amplias. Además, el diseño de experiencias interpersonales aporta una ventaja significativa al concentrarse en momentos íntimos compartidos entre dos personas o pequeños grupos. Esto no solo protege a los participantes de la exposición a un público en línea más extenso, sino que también puede atenuar las consecuencias negativas. Por ejemplo, es probable que un comentario ofensivo tenga un impacto mucho menor si se comparte en un mensaje privado a un contacto conocido, en comparación con su publicación en un foro público como el sitio web de un museo.

El Significado de la Experiencia.

Por otro lado, la tecnología abre puertas a prácticas novedosas y diversas que pueden enriquecer la experiencia en el museo. De esta forma, presenta tanto desafíos como oportunidades para estas instituciones. Hemos examinado estas posibilidades y retos a través del prisma de la hibridación, una perspectiva que nos revela que las soluciones no se hallan exclusivamente en la tecnología. Más bien, residen en la minuciosa integración entre la tecnología, el espacio físico del museo, el equipo profesional a cargo, los visitantes y las dinámicas sociales que se generan en estos espacios. Por lo tanto, para lograr un diseño exitoso, es fundamental que el equipo encargado comprenda profundamente no solo el museo y su mensaje, sino también cómo los visitantes interactuarán y encontrarán significado en la experiencia, tanto de manera social como individual.

Conclusión.

En la confluencia de la tecnología y la tradición museística, navegamos entre retos y oportunidades, buscando siempre el equilibrio perfecto. Al mirar hacia el futuro, continuamos comprometidos con la creación de espacios que no solo preserven nuestra herencia, sino que también la enriquezcan con las posibilidades ilimitadas que la innovación ofrece. Juntos, forjamos un camino hacia experiencias museísticas más inclusivas, interactivas y significativas para todos.

 


Recursos bibliográficos:

Castellanos, P. y Mayorga, M. (2014): Museos y educación: Una perspectiva de cambio. Editorial T.

APA: Castellanos, P. y Mayorga, M. (2014): Museos y educación: Una perspectiva de cambio. Editorial T.

Villaespesa, E. y Domínguez, V. (editores) (2015): El papel de la tecnología en el museo. Museo Nacional del Prado.

APA: Villaespesa, E. y Domínguez, V. (Eds.). (2015). El papel de la tecnología en el museo. Museo Nacional del Prado.

Sánchez, J. A. (2022): Nuevas perspectivas en museología. Editorial Universitaria.

Hernández Hernández, F. (2016): Museografía didáctica. Ediciones T.

Cuenca López, J. M. y Martín Cáceres, M. J. (editores) (2012): Museos del siglo XXI: Nuevos enfoques, nuevos públicos. Editorial Síntesis.

Simon, N. (2010): The participatory museum. Museum 2.0.

Parry, R. (editor) (2010): Museums in a digital age. Routledge.

Falk, J. H. y Dierking, L. D. (2018): The museum experience revisited. Routledge.

Drotner, K. y Schrøder, K. C. (editores) (2013): Museum communication and social media: The connected museum. Routledge.

Hein, G. E. (1998): Learning in the museum. Routledge.


Hibridación en Museos: Retos y Oportunidades.

ISSN 3020-1179

BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA – INTERNATIONAL STANDARD SERIAL NUMBER – EVE MUSEOS E INNOVACIÓN – SPAIN.


Consultas: info@evemuseos.com

Imagen: Game Donga


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