En el artículo de ayer, compartimos con vosotros una reflexión sobre la importancia del cambio de exposiciones en el museo, y cómo íbamos profundizando poco a poco en las simas cavernarias de las bases de datos, para encontrar información y sacar conclusiones. Hoy, seguiremos desarrollando esas reflexiones utilizando dos rutas para analizar la información que fuimos recabando. Veamos cuáles son:
- Examen sobre cómo los diferentes segmentos de visitantes califican la calidad de las exposiciones de «su» museo.
- Examen sobre cómo estas audiencias califican la calidad de las exposiciones de «su» museo en comparación con las de «otros» museos.
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Cómo los diferentes segmentos de audiencia valoran las exposiciones de los museos.
Deciros, en primer lugar, que lo que queríamos saber era cómo ciertos segmentos de público, y según la naturaleza de «sus» museos, valoraban las exposiciones de «sus» museos. En particular, intentamos dilucidar si los miembros que formaban parte del museo eran más positivos en sus valoraciones que los que no lo eran. Necesitábamos saber si los visitantes frecuentes diferían en sus opiniones de los no frecuentes, si el estatus de paternidad o familiaridad marcaba la diferencia, y si los que buscaban experiencias inmersivas respondían de manera diferente al resto (debemos tener en cuenta que no todos los posibles segmentos de visitantes aparecían reflejados en las encuestas).
Exposición ELP
En general, nos dimos cuenta de que los que formaban parte del museo como miembros (membresía), eran más propensos a decir que las exposiciones eran buenas que aquellos que no eran miembros, más propensos éstos a la negatividad. Además, las personas que visitan más a menudo el museo (+2 veces/año), tienden también a valorarlas como «buenas exposiciones», más que las que van al museo una vez al año o incluso menos (una vez cada 16 meses, por ejemplo). Los padres de los niños menores de edad, fueron los menos propensos a declarar que eran «buenas exposiciones». Los abuelos eran los que más valoraban las exposiciones como buenas, y los que no tenían hijos o nietos menores de edad, se quedaban en un punto intermedio (ni fu, ni fa), conforme a los patrones previamente establecidos de los padres, que son siempre los más críticos de todos los posibles segmentos de audiencia.
Fibertel
Se creaba un gran margen de separación entre los que contestaron que «su» museo colmaba sus expectativas, y los que no se sentían satisfechos con lo que visitaban; hablamos de una brecha de 21 puntos porcentuales, de un 73% frente a 52%. Por último, aquellos visitantes que buscan experiencias de inmersión (actividades) en el museo son ligeramente más propensos a decir que «su» museo tiene «buenas exposiciones».
Helsinki Region Transport
En resumen, no nos encontramos con grandes sorpresas en base a esta información. Los visitantes asiduos a los museos que son miembros tienden a estar muy satisfechos con las exposiciones que se exhiben (aunque, como veremos, siempre hay alguna excepción). Y los visitantes más felices son también más propensos a pensar bien sobre las exposiciones, algo que parece obvio. Así que vamos a ver lo que sucede cuando sólo estudiamos a los encuestados que consideran que «su» museo tiene «buenas exposiciones».
Red Cross
Aquellos que opinan: «nos gustan las exposiciones».
Mientras antes contemplábamos superficialmente cómo los diferentes segmentos de la audiencia analizada respondieron como opción que eran «buenas exposiciones», ahora, modificando nuestra perspectiva, ampliándola un poco más, observamos cómo todo el segmento de los que contestaron que «su» museo tenía «buenas exposiciones» respondían a otras cuestiones.
Haciendo un resumido análisis, se observa que los que contestaron que el museo tenía «buenas exposiciones», respondían al siguiente perfil:
- Eran ligeramente más propensos a visitar el museo a menudo.
- Dieron razones muy variadas sobre la razón de ir al museo.
- Eran miembros del museo, en su gran mayoría (membresía).
- Los que mostraron perfiles un tanto filantrópicos (por ejemplo, ayudando al museo a mejorar) y los que mencionaron temas presupuestarios (por ejemplo, preocupados por el ahorro de dinero) eran más propensos a decir que «su» museo satisfacía todas sus expectativas.
Academia de Ciencias de California
Parece ser que estos grupos de individuos son los visitantes del museo más activos y comprometidos, y los que, por otra parte, visitan una mayor variedad de museos. Aquellos que respondieron que pertenecían al grupo de museos de historia, parecían demostrar un mayor disfrute en las exposiciones que los demás, y ofrecieron respuestas mucho más positivas.
En general, no nos hemos llevado grandes sorpresas. Los que más disfrutan de las exposiciones son generalmente las personas más felices y más comprometidas con «sus» museos. Y parece ser que los visitantes asiduos a los museos relacionados con la historia, son los que mejor cuadran en este grupo de opinión positiva.
En nuestro tercer y último artículo sobre el tema, que publicaremos el próximo lunes (mañana toca Agendas Mundi), vamos a continuar con esta reflexión, examinando las respuestas de los que escribieron específicamente que demandaban más exposiciones temporales, los que estaban un tanto insatisfechos. También os mostraremos cómo las respuestas fueron variando dependiendo de la naturaleza de las colecciones permanentes de los diferentes museos.
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Foto principal: Exposición Gabriel Dawe
Reblogueó esto en Museu AfroDigital – Estação Portugal.