La Museología Infantil

La Museología Infantil

 

¿Cómo pueden la participación activa y la contribución de los niños/as fomentar el cambio en la práctica de los museos?
¿Cuáles son las posibilidades y los desafíos a la hora de llevar la praxis a la museología centrada en los más pequeños?
¿Qué ejemplos y posibilidades futuras existen para que los museos involucren a los niños/as como valiosos agentes sociales, portadores de conocimientos y participantes activos, en lugar de meros receptores del contenido y de la programación que les brindan los adultos?
¿Cómo pueden los museos compartir mejor la autoridad con los niños y romper un statu quo dominado por los adultos?
¿Qué puede hacer la museología infantil? ¿Cuál es el valor y el impacto potencial de esta reflexión?

Durante las últimas décadas, miembros de la comunidad profesional de los museos han desafiado las tradiciones exclusivas en las que se basa la práctica de estas instituciones. Los llamados a desarrollar una «nueva museología» (Vergo, 1989), «crítica» (Shelton, 1990) y «post museología» (Hooper-Greenhill, 2000) han ido acompañados de numerosas intervenciones y demandas de miembros de comunidades históricamente marginadas para democratizar y diversificar todos los aspectos de la práctica museística, incluidas las colecciones, las exposiciones, la programación, el número de visitantes, el personal y los nuevos modelos de gestión de nuestros museos. A través de formas participativas de trabajo, se ha avanzado mucho en la forma en que los museos se relacionan con lo diverso, cómo aprovechan sus recursos para combatir la desigualdad y quién está facultado para participar

Los niños/as, sin embargo, rara vez han sido convocados por los museos como colaboradores o contribuyentes de manera sustantiva y no jerárquica, a pesar de su creciente visibilidad como titulares de derechos – especialmente en boca de líderes mundiales y de aquellos defensores a ultranza del necesario cambio sociopolítico -. Al margen de los espacios creativos de ciertos museos para niños/as y algunos ejemplos innovadores de coproducción, la mayoría de las instituciones culturales siguen valorando a los más pequeños como meros receptores o consumidores de conocimientos y programación o, como argumenta Elee Kirk, «pequeños aprendices», en lugar de activos participantes y co-creadores. Incluso cuando los museos incluyen las perspectivas y la producción cultural para niños/as, a menudo lo hacen como interlocutores «de mano dura», ejerciendo una gran autoridad curatorial.

Entendiendo a los niños como miembros importantes de la sociedad, con una gran capacidad para el diálogo, la creatividad y la innovación, debemos explorar el potencial – en gran medida sin explotar – de las contribuciones que pueden hacer a las instituciones culturales. Consideramos que es necesario crear un cuerpo de trabajo capaz de comprender mejor las experiencias de los niños en los museos y abogue por tomar en serio sus ideas, brindándoles los recursos y las formas más directas de participación necesarios para enriquecer la práctica del museo de manera transformadora. Sin embargo, no son solo estas colaboraciones las que pueden resultar relevantes para los niños; las nuevas y emocionantes posibilidades que surgen cuando se permite a los jóvenes reformular o descubrir historias previamente ocultas, generan un cambio duradero en la forma en que las instituciones se relacionan con sus audiencias y forjan, asimismo, espacios museísticos más inclusivos, atractivos y centrados en el ser humano.

Pero también es necesario dirigir nuestra mirada hacia ​​los ejemplos del sur global, comunidades históricamente marginadas y poblaciones desatendidas/desfavorecidas. Las contribuciones de personas BIPOC (negras, indígenas y de color), LGBTQIA2S+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, queer/cuestionadoras, intersexuales, asexuales y de dos espíritus), así como de personas con discapacidades/discapacitadas, son especialmente importantes a tener en cuenta. Se debe buscar incluir un conjunto diverso de estudios que exploren la participación activa de los niños en una amplia gama de sitios museológicos: desde galerías y museos establecidos y bien conocidos, hasta instituciones locales pequeñas e independientes – además de otras muchas -. Se han de promover presentaciones con enfoques museológicos pensados para los niños/as, y que se lleven a cabo fuera de las paredes del museo: en espacios vernáculos, festivales, eventos comunitarios, conmemoraciones, exposiciones temporales o informales, programas culturales, etc. Deberemos dar la bienvenida a las perspectivas experimentales y críticas, promoviendo contribuciones en coautoría, o que estén basadas directamente en las aportaciones de los niños. También se pueden considerar otras formas de respuesta creativa.

Necesitamos ampliar ideas que tengan repercusión en varios campos, incluidos los estudios de museos, curatoriales, patrimoniales y estudios infantiles. Las nuevas propuestas pueden explorar (pero no se limitan a) los siguientes temas:

Reflexiones críticas sobre estudios de casos, metodologías y teoría.

  • Nuevas y antiguas formas de praxis museológica centrada en los niños/as, contemplando la cocreación, la coproducción y el codiseño con niños/as, tanto dentro como fuera de los espacios del museo, así como la consideración del desarrollo de exposiciones, programación, los entornos digitales, el diseño y la arquitectura.
  • Participación de los niños en la gestión, la toma de decisiones estratégicas y el cambio institucional.
  • Proyectos interseccionales y aproximaciones a la museología infantil.
  • Perspectivas e innovación en torno a los niños/as y la discapacidad, la diferencia y la accesibilidad.
  • Idealizaciones curatoriales que imaginen futuras intervenciones o proyectos relacionados con los más pequeños (Butler y Lehrer, 2016)
  • Justicia social, conocimiento difícil e historias controvertidas.
  • Ética, incluidas las cuestiones de consentimiento, autoría y la negociación de la censura (institucional) en relación con las contribuciones de los niños.
  • Perspectivas que aborden los debates teóricos actuales sobre la agencia, la teoría del punto de vista, la discriminación por edad, los derechos del niño, la raza y el racismo, la descolonización y la curaduría.
  • El papel de lo digital, para permitir que los niños y jóvenes participen de manera más prolífica y pública.

Recurso bibliográfico:

Monica Patterson (2022): Children’s Museology. H-Folk. https://networks.h-net.org/node/3128/discussions/9866239/childrens-museology

Fotografía: Condé Nast Traveler – National Children’s Museum.


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