¿Cuáles son los criterios que seguimos para valorar el Arte? Esta es una pregunta que nos hemos hecho todos los aficionados a las artes plásticas en alguna ocasión. Existen muchas respuestas al respecto, casi tantas como amantes del Arte hay sobre la faz de la tierra. El tema en cuestión despierta acalorados debates, discusiones, opiniones, silencios, no deja a nadie indiferente. ¿Qué es lo que hace buena una obra de Arte? Sabemos muy bien que la consideración sobre el valor de una obra puede ser algo muy personal y dependerá, en gran parte, de lo que cada uno de nosotros entienda como «bueno». Pero, ¿debería ser ese el criterio de valoración?; ¿deberían existir unas directrices maestras que pudiéramos seguir para determinar si una obra de Arte es buena o mala?; ¿cuál habría de ser el estándar universal para que una obra de Arte lo fuera realmente?
Nosotros tenemos una idea muy personal y recurrente que, irremediablemente, nos condiciona cuando opinamos (cada vez menos) sobre este tema: llevamos casi toda la vida luchando contra el lienzo y el papel en blanco; hemos hecho innumerables cursos sobre Arte; hemos manoseado el barro; la tinta nos ha martirizado; nuestra abuela artista, maestra del carboncillo nos insistía: «hijo mío, mientras no sepas dibujar una mano, no podrás decir que sabes dibujar»… Todo esto es cierto, ¿y? Pues, que, de algún modo, determina nuestra forma de valorar el Arte, se trata de algo muy personal. Si preguntamos a los estudiantes «qué es Arte», surge una gran variedad de respuestas. Una de las que más se repite es ésta: «Arte es lo que tú quieras que sea». ¿Qué? ¿Es eso el Arte? ¿Ya está? Lo que queremos que sea será, y no hay más discusión, ¿o sí?
Este tipo de respuestas nos hacen reflexionar y, al mismo tiempo, nos generan una cierta sensación de intranquilidad. No creemos que el Arte sea lo que nosotros queramos que sea, en absoluto. Es una disciplina que requiere estudio, dedicación, práctica, lucha permanente, lágrimas, sufrimiento, placer, noches en blanco, ver mucho, mirar mucho… Se necesita una enorme maestría para producir una obra de Arte. Hay quien dijo una vez: «primero demuestra que eres un maestro de enorme talento y luego haz lo que te de la gana». Esta afirmación ¿lo relativiza todo? No creemos que sea así. ¿Sería posible evaluar la calidad artística de las obras pensando en cómo deberían, o no, ser? Tal vez podamos intentar simplificarlo un poco.
¿Qué tal jugar a evaluarnos a nosotros mismos antes de intentar valorar una obra de Arte?. ¿Apreciamos las cualidades de expresividad en el mensaje artístico y sus cargas emocionales? ¿Nos parece que las obras artísticas suponen un esfuerzo para tratar de representar el mundo real, o son/deben ser fruto de la fantasía? ¿Qué valoración le damos al uso de la teoría del color en la obra, al uso de la línea, a la composición, a la forma, y así sucesivamente? ¿Tenemos conocimientos de todas estas cosas? ¿Pensamos que nuestra valoración del Arte a partir de ese conocimiento es en realidad trascendente?¿Nos consideramos personas emocionales? Si a partir de esa sensibilidad personal entendemos que el Arte es fundamentalmente emoción como base principal, somos Emocionalistas. Los Emocionalistas buscan que la obra transmita un mensaje que cale en el sentimiento, un mensaje sensible «que no regale indiferencia en el plano de las sensaciones emocionales». Si una obra nos hace «sentir algo» ¿diremos que es una buena obra?. Esta podría ser una forma de evaluación.
Continuemos haciéndonos preguntas. ¿Somos personas que se sienten más seguras en la percepción de la realidad más concreta? ¿Consideramos que la maestría en la representación del detalle es lo más interesante en una obra? Quizás seamos del tipo de personas que observan una obra y opinan: «pues a mi eso no me parece un caballo, no lo veo». O de las que se entusiasman con el detalle foto-realista. Si te sientes aludida/o es que eres Realista y valoras la obra desde el punto de vista de la capacidad maestra del artista para representar una realidad muy nítida, incuestionable en relación a su figuración.
Pero podrías ser Formalista. ¿Consideras que el uso de la combinación de colores, la aplicación de los elementos propios de la estética artística y otras cualidades relacionadas con los principios y teorías del Arte, son la única forma de evaluar una obra? Si utilizas este criterio como el único camino hacia una valoración del Arte, definitivamente eres Formalista.
A lo que vamos, o a dónde queremos llegar. Decir que la evaluación del Arte es diferente para todos y cada uno de nosotros, es una realidad incuestionable. Observamos el Arte de forma distinta, dependiendo de cómo seamos y entendamos la vida. También apreciamos los méritos del artista de forma diferente. ¿Debería haber un criterio universal para valorar estéticamente el Arte? No tenemos ni idea. Suponemos que existen toda clase de opiniones. Tal vez ese criterio universal pudiera valora el aspecto técnico de una obra, pero no así su componente creativo de inspiración. ¿Qué piensas tú? ¿Debería haber criterios universales? ¿Eres Formalista, Emocionalista, Realista, una mezcla de todos, ninguno de ellos?
Mañana analizaremos la figura del tasador de Arte, el que pone precio a las obras. Es un tema que a nosotros nos desborda totalmente. Resulta verdaderamente complicado intentar comprender a esos profesionales que afirman que «un montículo de piedras en el suelo» constituye una obra de Arte valorada, además, en 850.000 euros, más IVA (eso si las quieres poner en el suelo de tu casa). Investiguemos un poco al respecto…
Recursos bibliográficos asociados:
Anderson, Lorin W., Krathwohl y David R., eds. (2001): A taxonomy for learning, teaching, and assessing: A revision of Bloom’s taxonomy of educational objectives. Allyn and Bacon
Hattie, J. y H. Timperley (2007): The Power of Feedback. Review of Educational Research 77.1: 81-112.
Pappas, Peter (2015): The Reflective Student: A Taxonomy of Reflection Part 2. Copy.
Hetland, Lois. (2013): Studio Thinking 2: The Real Benefits of Visual Arts Education. Nueva York: Teachers College Press ; Reston, Virginia : NAEA, National Art Education Association, 2013..
Marzano, Robert J. (2009): Designing & Teaching Learning Goals & Objectives. Bloomington, IN: Marzano Research Laboratory.
National Coalition for Core Arts Standards (2014): National Core Arts Standards. Rights Administered by the State Education Agency Directors of Arts Education. Dover, DE, EE.UU. Puedes encontrarlo en: www.nationalcoreartsstandards.org
Fotografía: The Conversation. The value of a banana: understanding absurd and ephemeral artwork.
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