¿Puede ser habitual usar las palabras «arte» y «reducción de riesgos» en una misma frase? Por supuesto que puede serlo. Se trata de conceptos que no suelen estar conectados pero entre los que existe una relación poderosa y significativa. Los gestores de emergencias cuentan con un largo curriculum relacionado con la comunicación sobre mitigación de los riesgos que los desastres representan para los hogares, las empresas y la infraestructura crítica. La protección de nuestros recursos culturales y nuestra expresión artística comienza con el reconocimiento de que las artes constituyen una parte importante de nuestras comunidades. A partir de aquí, podemos pensar en cómo los artistas pueden colaborar a la hora de comunicar los riesgos potenciales, ayudando a construir una cultura del cuidado y prevención.
Tradicionalmente, el compromiso de comunicación de riesgos implica reunirse con las partes interesadas para comprender mejor el problema, realizar eventos de puertas abiertas para compartir recursos con el público y establecer compromisos en línea y en las redes sociales a fin de compartir información. Los mensajes se basan, a menudo, en los mejores datos disponibles, ya sea la cantidad de viviendas con alto riesgo de verse afectadas por un incendio en un bosque o tomar como referencia el desastre devastador del volcán de la isla de La Palma (España), o la guerra en Ucrania. Cabe la posibilidad de que estas estrategias tradicionales no involucren a determinados sectores de la población de manera significativa. Es fundamental comunicar el riesgo de un modo accesible y universal para que un mayor número de personas – con el objetivo de prevenir – pueda adoptar un posición alineada con la experiencia; ahí es donde creemos que las artes podrían tener su área de acción. Los artistas poseen la capacidad de expresar la vulnerabilidad a los peligros a través de experiencias narrativas y estéticas. El uso del arte comunitario para vincular los peligros con espacios y lugares contribuye a crear una identidad regional con la que las personas se puedan identificar intuitivamente. Algo tan simple como un mural pintado en una pared, tiene el poder de inspirar conversaciones y crear conciencia sobre los riesgos. Es posible, por parte de la comunidad, aumentar la percepción de una situación fomentando cierto orgullo cívico que fortalezca los esfuerzos de creación de resiliencia. Al vincular los riesgos con nuestras preocupaciones cotidianas, podemos entablar conversaciones oportunas y relevantes en un entorno cómodo y próximo. A través del arte, los servidores públicos pueden compartir información sobre los riesgos y la vulnerabilidad a los peligros dirigiéndose a una audiencia diversa sin confrontaciones.
Estamos rodeados de arte por todas partes: en murales, esculturas, literatura y música. El arte genera discusiones y une comunidades. A raíz de un desastre, las personas buscan consuelo, comodidad y conexión con aquello que les evade. El arte puede ayudar a las comunidades a sanar y a convertirse en un símbolo de resiliencia durante la recuperación. Puede, además, resonar profundamente en las personas e inspirar una creatividad cívica que sería difícil de iniciar de otra manera.
Probablemente los funcionarios locales involucrados en la mitigación de riesgos traten de encontrar maneras sencillas de involucrar al sector de las artes y la cultura de su comunidad. Esta asociación puede ampliar la estrategia de compromiso, con el objetivo de reducir el riesgo en todos los niveles de la sociedad, desde el ciudadano individual hasta la comunidad en su conjunto. En 2017, la Oficina de Análisis Económico de EE. UU. informó que la producción artística y cultural representa más de US$ 804 mil millones (4.3 %) de la economía de los Estados Unidos. Se trata de un porcentaje mayor que el de los sectores de transporte, turismo o agricultura. El de las artes aporta más de 5 millones de puestos de trabajo, hecho que los artistas pueden aprovechar contribuyendo a la reducción de riesgos, identificándolos y mitigándolos.
Consolidar fuertemente un sector de las artes y la cultura puede beneficiar tanto a las economías locales como a la sociedad civil. Se sabe que las concentraciones de negocios creativos incrementan el desarrollo económico y mejoran el valor de la propiedad. Cómo también se sabe que las actividades artísticas y culturales atraen turistas, promueven el orgullo local y aumentan el compromiso cívico. La resiliencia económica y la cohesión comunitaria son especialmente importantes en cualquier escenario posterior a un desastre.
El proceso creativo puede convertirse en una poderosa herramienta de recuperación, una vez se han asegurado elementos básicos como alimentos y vivienda. Permite, además, a los residentes – en su lucha por reconectarse con su identidad anterior al desastre – reflexionar sobre lo que sucedió y expresar lo que sintieron. Introducir el ejercicio creativo y a los artistas en el proceso de mitigación puede tomar muchas formas. No tiene por qué implicar solamente, por ejemplo, traer un músico para recaudar fondos para la recuperación de desastres. La expresión creativa es capaz de estimular la curación a largo plazo e inspirar una visión común para la recuperación de la comunidad. Esto permite abordar los desafíos monumentales de reconstruir viviendas o reconectar servicios esenciales.
Las artes ayudan, pues, a construir una cultura de la prevención. Pueden ser efectivas en la recuperación después de desastres al:
- Proporcionar una oportunidad para la reflexión.
- Reducir el riesgo de conflicto causado por el estrés y la sensación de desesperanza abrumadora.
- Establecer nuevas comunidades.
- Reconectar viejas comunidades.
- Reducir los sentimientos de aislamiento.
- Fortalecer la conexión de los ciudadanos con el lugar.
- Crear un sentido compartido de esperanza y optimismo.
- Canalizar el estrés postraumático y la ansiedad en resultados comunitarios creativos y productivos.
Más allá de la recuperación, comprometerse con una amplia gama de partes interesadas es una parte fundamental del proceso de planificación de la mitigación que refuerza la resiliencia de la comunidad. Las relaciones cooperativas de ésta fortalecen los planes de mitigación de peligros y la capacidad para actuar sobre sus objetivos. Al involucrar a los sectores de las artes y la cultura en las conversaciones de planificación de mitigación, el sector público puede identificar proyectos que
no solo reducen el riesgo sino que también benefician ampliamente a la comunidad. Los artistas pueden apoyar proyectos de mitigación de riesgos aprovechando ideas, talentos y fuentes de financiación. En última instancia, las comunidades resilientes son comunidades conectadas. Las partes interesadas en las artes y la cultura, al generar un sentido de lugar y pertenencia, son capaces de unir a las personas, fortalecer sus lazos y ayudarlas a conectarse y protegerse ante un desastre.
Los artistas son visionarios. Incluso con los desafíos que afrontan nuestras comunidades para prepararse y recuperarse de un desastre, pueden imaginar posibilidades más brillantes. Algunos tienen la habilidad innata de reunir a la gente en una conversación y actuar como catalizadores del cambio. A menudo trabajan fuera de las limitaciones de la burocracia y las políticas gubernamentales, por lo que pueden experimentar libremente y generar prototipos de ideas. Los funcionarios locales deben contemplar a los artistas como socios comunitarios esenciales para comunicar y reducir el riesgo. Cada una de las siguientes secciones describe diferentes medios artísticos que se pueden utilizar para comunicar los conceptos de riesgo y mitigación.
El arte público está destinado a ser de dominio público, generalmente al aire libre, y accesible para todos. Más importante que su ubicación física es la relación entre el contenido y la audiencia, o entre lo que el arte está diciendo y a quién. Transcurrido un tiempo desde el último desastre y completados los proyectos de mitigación de peligros (un terremoto, por ejemplo), la sensación de riesgo – antes elevada – de una comunidad disminuye considerablemente. Las personas somos capaces de olvidar rápidamente la importancia de las necesidades de resiliencia continuas de nuestra comunidad. El arte público es una forma de recordar que el riesgo generalmente se reduce, no se elimina. Proporciona un espacio para nuestra ansiedad y miedo sin ser invasivo o directo. Una exposición de arte público permanente puede poner en evidencia lo vulnerables que somos, como individuos y como comunidades, empujando a tomar medidas en el momento para reducir esas vulnerabilidades y construir una cultura de resiliencia y preparación.
Las actuaciones musicales tienen el poder de congregar a diferentes comunidades. Durante miles de años, la gente ha utilizado la música para narrar historias y explicar los misterios de la vida; es una vía para conectarse con el mundo. Cuando se trata de la mitigación, la música es capaz de convertirse en un himno en la reducción de riesgos. Una canción entusiasta puede apoyar y captar la atención para proyectos pasados por alto o metas de la comunidad. La música es un buen medio para difundir información sobre riesgos de una manera atractiva. Tras las inundaciones en el pequeño pueblo de Lyons, (Colorado, EE.UU.) en 2013, seis músicos locales se unieron para interpretar canciones que les otorgaron una sensación de resiliencia, esperanza y de comunidad unida.
El arte escénico combina las artes visuales con la interpretación dramática. El teatro foro es una actuación interactiva de los actores con el público. En este proceso, la audiencia puede sugerir diferentes acciones para que los actores las interpreten en el escenario, pudiendo cambiar así el resultado de lo que están viendo. El objetivo es llevar a la audiencia a la actuación y dar forma a conversaciones e ideas en un foro colectivo. Las artes escénicas y el teatro foro ofrecen un método completamente nuevo de participación. El compromiso público tradicional y la divulgación presentan datos de información sobre riesgos en una reunión pública y posteriormente solicitan las opiniones y comentarios del público. Comunicar el riesgo a través de una representación teatral puede aumentar el compromiso de manera significativa al interactuar con las personas de manera más personal y en su propio lenguaje.
El «placemaking» es un enfoque multifacético para la planificación, el diseño y la gestión en espacios públicos. La creación de lugares (placemaking) aprovecha los activos, la inspiración y el potencial de una comunidad local con la intención de crear lugares comunes que promuevan la salud, la felicidad y el bienestar. Placemaking es tanto un proceso como una filosofía que utiliza principios de diseño urbano. Puede tratarse de un urbanismo táctico oficial y dirigido por el gobierno, o estar impulsado por la comunidad. Se trata de un enfoque que utiliza intervenciones a corto plazo, de bajo costo y escalables a nivel de vecindario.
Con demasiada frecuencia, los proyectos de mitigación se identifican, priorizan e implementan con poca, o ninguna, preocupación por su impacto en la comunidad y por su lugar dentro de la identidad cultural. Los principios del desarrollo creativo de lugares pueden garantizar que los proyectos y planes de mitigación de peligros no solo sean efectivos para reducir el riesgo, sino culturalmente relevantes y factibles dentro de cualquier comunidad.
Recursos bibliográficos:
American Planning Association (APA) (2019): Arts, Culture & Creativity. http://www.planning.org/research/arts/
Bureau of Economic Analysis (2019): Arts and Culture. www.bea.gov/data/special-topics/arts-and-culture
Dwyer, Mary, Kelly Beavers y Kimberly Hodgson, AICP (2011): How the Arts and Culture Sector Catalyzes Economic Vitality. American Planning Association. http://www.planning.org/publications/document/9148001/
Kisida, Brian y Daniel H. Bowen (2019): New Evidence of the Benefits of Arts Education. The Brookings Institution. http://www.brookings.edu/blog/brown centerchalkboard/2019/02/12/new-evidence-of-the-benefits-of-arts-education
Knight, Cher Krause (2008): Public Art: theory, practice and populism. Oxford: Blackwell Publishing.
National Endowment for the Arts (2017): State-Level Estimates of Arts and Cultural Employment (2001-2014). https://www.arts.gov/impact/research/arts-data profile-series/adp-13
FEMA Heritage Emergency National Task Force (2020): Guide to Expanding Mitigation. Making connection to arts and culture.
Fotografía: ThoughtCo. The Most Important Functions of Art.
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