Modelos de Centro Cultural Comunitario

Modelos de Centro Cultural Comunitario

Un Centro Cultural Comunitario es un ente funcional y colaborativo que debe responder al interés cultural social y ser coherente con la representación de la cultura local a la que pertenece. Este tipo de centros puede ejercer un gran impacto positivo en la calidad de vida de su comunidad. Suelen asociarse con complejos deportivos, entidades de servicios, bibliotecas, grupos artísticos o con los propios museos. Los centros comunitarios culturales no sólo proporcionan beneficios funcionales al crear espacios útiles, sino que también sirven como escaparate de los valores de la comunidad, cuyo Patrimonio cultural puede ser integrador, justificando así la nueva creación de uno de estos centros para la defensa, conocimiento y difusión del mencionado patrimonio.

Si perteneces a un grupo de personas que desea crear un centro cultural con un fuerte enfoque patrimonial, considera primero cómo podría tu comunidad utilizar el espacio lo más eficazmente posible. Si existe presupuesto – algo que normalmente no ocurre -, lo más interesante sería construir un edificio multifuncional con zonas diseñadas y equipadas para acomodar las actividades culturales relacionadas con el patrimonio y con la cultura de tu comunidad. Otra de las opciones – que suelen tener un coste mucho más reducido – es crear un espacio al aire libre donde mostrar e interactuar con el patrimonio natural o industrial. También puede ser interesante revitalizar o restaurar una estructura patrimonial.

La creación de un centro cultural comunitario dependerá, en gran medida, de las alianzas que seamos capaces de establecer dentro de la comunidad y, sobre todo, con el gobierno y/o la administración local. Asimismo, estará en función de la conexión y el acuerdo de todas las partes interesadas y de los fondos, algo que puede conseguirse a partir del desarrollo de una buena comunicación (una vez que tengamos las ideas claras de lo que se pretende crear y seamos capaces de plasmarlas en documentos y presentaciones) y con el refrendo del consenso popular, ambos, factores fundamentales para lograr el éxito.

El deseo de crear un centro cultural comunitario podría ser la respuesta en la búsqueda del objetivo de embellecer nuestra comunidad a partir de la acción social. En esta acción cabría considerar, por ejemplo, la mejora de la calle principal o de alguna zona de nuestra villa con valor histórico; asimismo, un edificio o un parque antiguo podrían beneficiarse de un lavado de cara. ¿Cómo se puede lograr que las mejoras de la comunidad reflejen nuestra identidad y resalten una herencia patrimonial que pudiera ser única no sólo para nosotros? Quizás una posible respuesta esté en otorgar importancia al uso de la creatividad; en generar espacios de encuentro alrededor de nuestra comunidad que signifiquen y aporten algo positivo para aquellos que los usan.

Expliquemos ahora qué tipo de centros de culturales comunitarios existen y cuáles son sus perfiles:

Centros del Patrimonio.

Normalmente se generan para construir una nueva instalación o revitalizar un edificio ya existente. Podría tratarse de la creación de un centro multiusos que albergara exposiciones relacionadas con el patrimonio, actividades culturales o eventos comunitarios, como el baile, clases de cocina, reuniones, recepciones, clubes juveniles, etcétera.

Hacer que el Patrimonio sea el objetivo de centros ya existentes.

Podemos trabajar con centros comunitarios, como una biblioteca o un polideportivo, para desarrollar un programa sobre el patrimonio local o para instalar una exposición en un área pública ya existente. Podemos, asimismo, mejorar sus instalaciones creando un paisaje urbano inspirado en el patrimonio o resaltando determinadas características arquitectónicas.

Centros de Interpretación.

Los creación de centros de interpretación pueden suponer una valiosa incorporación a las comunidades que reciben muchos visitantes. Las exposiciones en estos centros dependen, en gran medida – si no tenemos presupuesto -,  de texto, gráficos, tecnología, y de un elevado grado de interactividad física en la exhibición de objetos y artefactos que puedan reforzar la narrativa de la historia o el contenido que queramos difundir. A menudo estas instalaciones se asocian satisfactoriamente con centros turísticos, oficinas del gobierno municipal o proyectos de desarrollo económico (agencias de desarrollo local que suelen depender de los ayuntamientos).

El arte como patrimonio local.

Los artistas que formen parte activa del centro pueden pintar murales históricos en muros y cercas alrededor de la comunidad. La integración de esculturas inspiradas en el patrimonio u otras expresiones artísticas también podría formar parte de nuestro paisaje local. Es interesante desarrollar programas de embellecimiento de nuestra comunidad para ayudar a financiar este tipo de proyectos, además del folclore.

Monumentos y placas.

Podemos homenajear y poner en valor nuestro patrimonio con estatuas, monumentos o placas; hacer de nuestro patrimonio comunitario una pieza central en los parques o en la misma plaza del pueblo.

Jardines del patrimonio.

Mediante el uso de jardines o parques locales es posible interpretar el patrimonio. El desarrollo de un nuevo parque puede, asimismo, dar a conocer la flora patrimonial y nuestro paisaje. Para ello, sería interesante saber, de antemano, si el diseño y la ecología del parque son significativos para nuestra comunidad. Y finalmente, en todas estas iniciativas debe contemplarse la acción de involucrar a diferentes grupos, empresas locales y residentes para que puedan participar en los diferentes programas que se quieran llevar a cabo – como pudiera ser el de la Comunidad de la Amapola, o el de la Comunidad del Sauce -.

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Fotografía: Aasa Architecture – Community centre and the town hall in Kohutovice by PLUKK.


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