10 Consejos para la Interpretación en Museos

10 Consejos para la Interpretación en Museos

 

Este artículo está dirigido a todos los que trabajan en exposiciones, recursos de aprendizaje u otros materiales interpretativos de museos.

Consejo 1: Metas y objetivos.

Comienza tu proyecto preguntándote qué querrán los visitantes de tu museo, en lugar de hacerlo sobre lo que tú o tu museo necesitáis. La mayoría de los proyectos de interpretación son un trabajo en equipo. Puedes trabajar con un grupo del mismo, o puedes recurrir a socios externos involucrados. Al principio, todos tendrán sus propias ideas sobre lo que esperan de este proyecto. Pero, ¿quién defenderá lo mejor para sus visitantes? Si no tienes cuidado, es posible que los objetivos individuales y/o personales eclipsen lo que realmente hay que hacer. Por eso es tan importante comenzar estableciendo metas y objetivos basados en lo que sus visitantes obtendrán de él, en lugar de concentrarse únicamente en lo que a tu museo le gustaría lograr. Una vez que el objetivo esté acordado por todo el equipo, no solo lograrás producir un mejor proyecto de interpretación con una visión clara, sino también resolver cualquier diferencia individual que pudiera surgir.

Para ayudar a los museos a pensar en unos objetivos realistas para sus proyectos de interpretación, es un buen punto de partida formular las preguntas correctas:

  • Conocimiento y comprensión: ¿qué tipo de información (hechos, mensajes, ideas) obtendrán y se llevarán consigo los visitantes? ¿Cómo les ayuda esa información a entender situaciones complejas?
  • Habilidades: después de una visita, ¿qué tipo de habilidades se podrían haber desarrollado como parte de la visita? ¿Se alienta a los visitantes a probar y hacer cosas nuevas?
  • Actitudes y valores: ¿qué tipo de actitudes, percepciones y opiniones queremos que la audiencia desarrolle sobre un tema o sobre nuestra organización? ¿Cómo se sentirán las personas durante la visita?
  • Placer, inspiración, creatividad: ¿qué podemos hacer para ayudar a nuestros visitantes a pensar creativamente y ser capaces de expresarlo? ¿Cómo de divertido es este proyecto? ¿Somos capaces de sorprender y desafiar?
  • Actividad, comportamiento y progresión: ¿cómo queremos que el público se comporte durante la visita? ¿Qué nos gustaría que hicieran nuestros visitantes (de manera diferente) como resultado de su visita?

Consejo 2: Tus visitantes.

Una interpretación realmente buena debe ser accesible para todos, adaptándola a las necesidades de grupos específicos, desde niños pequeños hasta ancianos, desde entusiastas hasta descreídos. Por supuesto, queremos acceso para todos, no solo porque estamos legalmente obligados, sino también porque deseamos que disfruten de la visita. Desafortunadamente, no hay una «talla única» cuando se trata de exposiciones en museos, sin importar cuán grande o pequeño sea el proyecto. A menos que identifiques a tu visitante tipo, y adaptes tu trabajo a lo que les parezca emocionante, correrás el riesgo de que el resultado final sea simplemente «aceptable» para todos, pero no  llegue realmente a gustar.

Cuando hayas decidido cuál es tu público objetivo, podrás crear una tabla simple que te ayude a pensar en esas necesidades. Os mostramos un ejemplo de cómo podría ser dicha tabla:

  • Perfil de los visitantes: familias jóvenes, parejas jubiladas locales y turistas individuales que visitan el área.
  • Físico: seguro para niños; exposiciones con mobiliario bajo, cómodo; buen acceso físico en general; más asientos; buena orientación (señalización, planos).
  • Sensorial: énfasis en la interactividad; diseños brillantes y coloridos; replica toda la información clave para que sea sonora y textual; genera publicidad atractiva para atraer visitas.
  • Intelectual: oportunidades para el aprendizaje y el juego familiar conjunto; evita texto escrito; podría valorarse información más detallada; evita la alta tecnología; necesidad de una buena presentación; crea enlaces a eventos nacionales.
  • Otros: presiones de tiempo, podrías preferir pequeñas ráfagas de visitas; posibles visitantes repetidores; souvenirs; voluntarios potenciales; posibilidad de apreciar información sobre otros destinos locales.

La información acerca de lo que realmente necesita tu público objetivo puede provenir de tu experiencia al observarlos, o de la investigación de otros sitios a los que hayas podido acceder. Si crees que necesitas hacer tu propia investigación, la mejor manera es organizar un focus group. Los grupos focales no tienen por qué ser caros ni llevarte mucho tiempo. Puedes plantear discusiones informales con una serie de personas que conozcan las necesidades de tu público objetivo. Probablemente ya cuentes con voluntarios dispuestos a ayudarte a establecer contactos entre sus amigos y familiares. Si eso no funciona, el mejor consejo es acercarte a los grupos existentes para obtener ayuda. A menudo, la promesa de tener un acceso especial a tu museo es suficiente para convencer a las personas para que te ayuden.

Consejo 3: Mensaje clave.

Decide el mensaje general que te gustaría transmitir antes de comenzar a planificar los detalles para la interpretación. Probablemente hayas visitado exposiciones en el pasado con mucha información interesante de la que, sin embargo, apenas te acuerdas

La investigación sobre la forma en que aprendemos demuestra que no recordamos hechos y cifras fácilmente. Almacenamos un máximo de cuatro mensajes, temas que eliminamos según lo aprendido. Por ejemplo, los visitantes podrían ser capaces de recordar que no les gustó la comida que se sirvió en tu museo pero no lo que comieron. La buena interpretación se beneficia de nuestra capacidad para crear exposiciones que trasmitan mensajes particulares al público, pudiendo influir en lo que aprende de manera más efectiva. Los mejores mensajes interpretativos son relevantes, reveladores y emocionantes.

  • Cuando diseñes una exposición, pregúntate qué único mensaje deseas que los visitantes recuerden después de su visita: ¿tu mensaje es relevante para los visitantes?
  • Se realista y plantéate si tu mensaje aporta algo interesante sobre un tema que la gente normalmente ya conoce.
  • Consulta con voluntarios: ¿han reconocido tu mensaje en la exposición?

Consejo 4: Narrar historias.

Para que tu interpretación sea más atractiva, puedes aprender del arte de contar historias. Hay dos verdades constantes sobre la interpretación. En primer lugar, los visitantes disfrutan escuchando historias sobre personas, más que sobre objetos o ideas abstractas. Y en segundo lugar, la interpretación memorable involucra al visitante como componente clave para la narración de esas historias… , como personas alrededor de las cuales gira la historia, especialmente enfocándose en su individualidad o características. Una trama o argumento debe tener un flujo lineal, desde el comienzo hasta la parte central en la que se suceden las acciones; y un final, que suponga una revelación o una resolución. El método de entrega, por ejemplo, podría ser una narración en primera persona o un narrador que todo lo sabe.

Al igual que en la narración, tus exposiciones pueden usar técnicas dramáticas para atraer a la audiencia hacia la historia: usar iluminación, pausas dramáticas, sonidos, imágenes, etcétera.

Formúlate las siguientes cuestiones:

  • ¿Qué tipo de emociones evocarán tus personajes en los visitantes?
  • ¿Cómo pueden ayudar tus objetivos interpretativos y tus mensajes?
  • ¿Qué le dice a un visitante el desarrollo de los principales caracteres sobre tu tema elegido?

Es probable que la investigación histórica o temática te brinde un buen comienzo (preparación de la escena) y un final adecuado (el resultado final). A partir de los personajes involucrados, traza tu historia a lo largo de los principales eventos o hitos para el desarrollo de la narración.

  • ¿Cuál es el momento más dramático en el desarrollo de tu historia?
  • ¿Como comunicas esa historia?
  • ¿Clímax?
  • ¿Ofrece tu historia una oportunidad para sorprender a tus visitantes? ¿Cómo ayudas a tus visitantes a recrear el mundo de tu historia en sus mentes? (Imágenes,  evocaciones, lenguaje, etcétera).

Consejo 5: Interpretación de personas.

Toda interpretación es comunicación; las personas bien entrenadas son los mejores comunicadores.

¿Cuánto texto leíste la última vez que visitaste un museo? Si bien apreciamos los medios interpretativos tradicionales, como paneles o cartelas, la realidad es que es más probable que los visitantes recuerden y disfruten la información si ésta es trasmitida por otra persona. Nuestros medios interpretativos sin vida son solo un sustituto. Hasta cierto punto, las nuevas tecnologías ayudan a los museos. Puedes optar por ofrecer videos interactivos o simulaciones de alta tecnología. Pero la tecnología, aunque valiosa, no es capaz de reemplazar la interacción real con otro ser humano. Un voluntario, curador o intérprete amable y conocedor podrá adaptar la información y responder directamente a los intereses de la audiencia.

Consejo 6: Escritura de guiones.

La mayoría de los guiones interpretativos deben parecerse a nuestra forma de hablar, no a la de escribir.

Los museos tienen la responsabilidad de proporcionar una información bien acreditada, equilibrada y autorizada sobre un tema determinado. Después de todo, nuestros visitantes esperan, acertadamente, una investigación de alta calidad. Esto es algo que está adquiriendo cada vez más importancia, a medida que Internet ofrece un fácil acceso a gran cantidad de información, parte de la cual no se verifica tan rigurosamente como la que utilizamos para la interpretación. Sin embargo, ello no significa que nuestra interpretación deba parecerse a un artículo académico. El estilo de lenguaje que uses ha de adaptarse al medio elegido y a cómo tus visitantes acceden a la información. El público requiere un lenguaje bien estructurado y fácil de digerir, que refleje la forma en que recorren el espacio. Un visitante promedio puede pasar unos 3 segundos contemplando un panel gráfico antes de desplazarse a la siguiente zona. Si no podemos captar su atención de inmediato, es probable que acabemos ocupándonos del público más dedicado y perdamos al resto.

Escribir paneles de texto implica…

La investigación sobre el comportamiento del público muestra tres tipos de visitantes: kamikaces, pilotos y estudiosos, en función del tiempo que dedican a leer los textos de las exposiciones de museos. Para atender a estos tres tipos de usuarios, proporciona a tus paneles una jerarquía clara de texto: 1. línea única, título que capta la atención (kamikaze) 2. Resumen de no más de 50 palabras (piloto) 3. Guión con un texto en torno a 250 palabras (estudioso).

Todo está siempre activo, nunca pasivo. Nuestras fuentes históricas a menudo hablan en voz pasiva. Para crear interpretaciones interesantes y centradas en las personas, es vital cambiar a un modo activo.
Por ejemplo, pasar de decir:  «Las cimas de las colinas a menudo se elegían como lugares de asentamiento», a : «Los colonos de la Edad del Hierro decidieron vivir en las cimas de las colinas».

Que sea corto, haz que todo cuente. Antes de comenzar a programar un panel, establece un límite de palabras ambicioso: cuanto más corto, mejor. Ningún panel interpretativo único debe contener más de 300 palabras, incluidos títulos y resúmenes. Si precisas de algo más largo, entonces un panel gráfico no es el medio más adecuado. Recuerda, mantén la claridad y ve al grano. Use estructuras con oraciones simples y cortas; menos es más.

Crea un titular. Cada panel debe tener un título claramente identificable. Esto es lo primero en lo que se fijará un visitante; debes lograr dos objetivos:

  • Captar la atención.
  • Dar una idea de lo que trata el panel.

Piensa en «titular de periódico» en lugar de un «título de ensayo».

Consejo 7: Accesibilidad.

Hacer que tu interpretación sea accesible ayuda a todos, no solo a aquellos visitantes con necesidades especiales.

En primer lugar: asegúrate de que nadie sea excluido injustificadamente de tu museo; es una responsabilidad legal de acuerdo con las Leyes de Discriminación por Discapacidad. Hacer que tu interpretación resulte más accesible ayudará al conjunto: la familia con un niño en un cochecito, el visitante apurado que solo recibe la información más obvia, el grupo de amigos que buscan cosas para hacer juntos, etcétera. La mejor manera de garantizar que tus exposiciones sean accesibles es trabajar con personas que tengan experiencia sobre necesidades especiales de acceso. No podemos pensar en todo lo que hay que tener en cuenta, a pesar de que hay mucha orientación excelente disponible. Pero recuerda, el acceso es muy personal e individual. Lo que se adapta a una persona, puede no hacerlo a la siguiente.

La clave para un museo accesible es la actitud de su personal y voluntarios, desde la entrada hasta la tienda; desde los jardineros y los encargados de la limpieza hasta los directores y administradores.

Para ayudarte con tu interpretación, te mostramos algunos consejos prácticos que pueden hacerla más accesible:

Estilo gráfico:

  • Evita las fuentes complicadas.
  • Si es posible, usa fuentes «sans serif», como Verdana, Arial, Berlín, Candara o Tahoma.
  • Haz que el tamaño del texto sea lo más grande posible.
  • No capitalices sus títulos.
  • Evita las cursivas o el subrayado del texto.
  • Si deseas enfatizar sobre algo, utiliza una fuente más grande o negrita.
  • Alinea el texto a la izquierda.
  • Permite pausas visuales, como párrafos y espacios entre líneas
  • Asegúrate de que el texto contraste con el color del fondo, y que éste no sea demasiado complicado.

Disposición física:

  • Todas las rutas a través de la exposición deben tener al menos 1200 mm de ancho.
  • Una inclinación adecuada para una rampa es 1:15, lo que significa que una rampa de 1 m generará aproximadamente 67 mm de altura.
  • Intenta mantener toda la interpretación a una altura de visualización de entre 800 mm y 1800 mm.
  • El alcance de una persona sentada se halla aproximadamente entre 600 mm y 1200 mm.
  • Trata de evitar cualquier resplandor o sombra de iluminación. A la mayoría de las personas les resulta difícil adaptarse a diversos niveles de luz por sí mismos.
  • Cuanto más variada sea tu interpretación, aunque eso implique decir lo mismo dos veces, ¡mejor!

Consejo 8: Enfoque de diseño.

Tenemos muchas buenas razones por las que querer introducir el máximo posible en nuestras vitrinas. Desafortunadamente, las que están superpobladas raramente resultan divertidas, si bien suele ser una señal de que hemos elegido sustituir la interpretación por el beneficio de generar un almacenamiento. Considera tus objetivos en relación a tus visitantes. A continuación, decide sobre dos o tres principios rectores que te gustaría que siguiera su visualización. Por ejemplo, si estás contando la historia de un científico famoso a un público joven, es posible que desees elegir un enfoque visual de «brillante, claro, divertido». Por el contrario, una vida familiar puede mostrarse utilizando principios de diseño de «espectáculo, comodidad y privacidad».

Elegir el enfoque de diseño adecuado proporcionará a la vitrina una unidad que la hará más atractiva, al tiempo que te ayudará a decidir cuál es la cantidad correcta de objetos para cada una. Verifica, cuando hayas terminado, si has logrado tus objetivos preguntándole a un colega. Si él o ella no pueden adivinar tus principios básicos, podría valer la pena que los reconsiderases.

  • Cada objeto que se selecciona para su visualización requiere un mantenimiento, así que pregúntate, ¿qué aporta realmente este objeto?
  • Cada centímetro cuadrado cuenta, por lo que cuando coloques algo en una vitrina, analiza qué aporta ese objeto a la interpretación general. Seguir este simple truco te permitirá darte cuenta de dónde se duplican los objetos, y si existe algún desequilibrio entre lo que deseas comunicar y lo que realmente estás mostrando.
  • La iluminación puede marcar la diferencia. Elige tus objetos estelares dentro de la vitrina y verifica que estén bien iluminados.
  • El diseño de exposición más cuidadoso puede perder su impacto si la iluminación no es la correcta. No necesitas necesariamente un equipo costoso para lograr un buen resultado: simplemente añade fuentes de luz cuando puedas, y asegúrate de que la posición de los objetos se relaciona con la luz disponible.
  • Usa soportes y cables para mostrar los objetos y mejorar su visibilidad.
  • Es posible que ya tengas una selección de soportes acrílicos especializados disponibles, lo que puede aumentar enormemente tu capacidad para mostrar objetos. Si no es así, existen muchas formas alternativas de crear soportes. Solo asegúrate de que se ajusten a sus principios visuales originales para cada caso.

Consejo 9: Educación.

Si deseas que tu interpretación sea utilizada con grupos escolares, trasmite con suficiente claridad qué es aquello que los niños pueden aprender en la exposición y que no reciben en el aula.

Como regla general, los maestros de escuela tienen poco tiempo, pero mucha presión. Organizar un viaje a tu museo significa encontrar dinero para pagar un autocar, planificar el viaje y preocuparse de que nada salga mal. E incluso aquellos maestros que cuentan con la energía necesaria, pueden encontrarse con una gran variedad de opciones: no solo museos, sino también centros de ciencia y vida silvestre, atracciones agrícolas, proveedores de actividades y otros muchos espacios que compiten por el mercado educativo. Para captar la atención de los docentes y superar esa competencia, tienes que ofrecer a las escuelas algo diferente. Algo que los niños no puedan experimentar en el aula. Si eres capaz de comunicar -usando un lenguaje adecuado- a los maestros qué beneficios especiales conseguirán los niños en tu museo, tendrás muchas más posibilidades de captar visitas escolares.

Para hablar el idioma de los profesores, los museos deben:

  • Desarrollar conocimiento y comprensión a través de la interacción, el juego de roles, la participación, la experiencia y la investigación de los recursos primarios.
  • Generar actitudes y valores positivos a través de una mayor autoconfianza y motivación, así como una mayor empatía y comprensión hacia otras personas y sus comunidades.
  • Mejorar el pensamiento, la comunicación y las habilidades sociales a través de debates, toma de decisiones y actividades centradas en diferentes interpretaciones de la historia, a fin de ayudar a los niños a hacer deducciones basadas en fuentes primarias.
  • Fomentar la imaginación y la creatividad a través de historias sobre tiempos y lugares nuevos y desconocidos, además de oportunidades para expresar sus ideas artísticamente.
  • Desarrollar habilidades para la vida, esenciales en el desarrollo exitoso de los niños, mostrando cómo las matemáticas y la alfabetización, la buena comunicación, así como las habilidades sociales y personales son vitales para el éxito, ya sea para moldear la historia o simplemente para cumplir con las tareas cotidianas.

Y Consejo 10: Evaluación.

Hacer una buena evaluación no te tomará mucho tiempo y te lo ahorrará en el futuro.

¿Con qué frecuencia has completado un proyecto sin reunir una sola prueba que confirme que se hizo lo que querías que se hiciera? No hay que huir del hecho de que una evaluación a menudo se planifica, y rara vez se termina. Una de las razones es que creemos que el mejor momento para evaluar nuestro éxito es al final del proyecto. Pero de una manera realista, lo último que queremos hacer al completar el proyecto es repasarlo todo de nuevo; al fin y al cabo, ya es un poco tarde para hacer mucho al respecto, aunque sí podemos empezar a planear nuestra próxima idea. La forma más sencilla de no caer en esta trampa es continuar con una evaluación simple y efectiva durante todo el proceso, y no dejarla para el final. Hacer poco, pero a menudo, te permitirá abordar las lecciones aprendidas antes de que sea demasiado tarde.

Los 3 pasos de una evaluación:

Paso 1: Front-end: si vas a seguir los consejos recomendados en este artículo, ya has completado el Paso 1. Al identificar a tu público objetivo y al considerar lo que necesita, estás estableciendo el marco de evaluación. Las soluciones y enfoques que estás desarrollando son el resultado de tu apreciación de las necesidades de ese público objetivo. Este es el punto de referencia contra el cual se puede juzgar el éxito del proyecto.

Paso 2: Formativo: tan pronto como tus planes hayan pasado a generar ideas prácticas, debes comenzar el proceso de evaluación formativa. Este debería ser clave, ya que aún estás a tiempo de hacer cambios antes de haber comprometido todos tus recursos. Lo que necesitas es dar un paso atrás y permitir que tus amigos y colegas críticos prueben tus planes. Esto puede suponer no más de 30 minutos, el tiempo de hablar con alguien sobre tus proyectos y mostrarle un boceto de la exposición. Lo que más importa es que invites a un par de «ojos nuevos» a que te ayuden a confirmar que tu propuesta coincide con sus ambiciones.

Paso 3: Finalización: la etapa final es sencilla. Simplemente verifica los planes iniciales y descubre si realmente funcionaron. Para muchos equipos, esto puede ser desalentador ya que se suelen focalizar en lo que salió mal. ¿Por qué no recibimos más visitantes? ¿Por qué no cumplimos nuestros objetivos? ¿Por qué gastamos demasiado? Por supuesto, se deben asumir errores para evitar cualquier problema en el futuro, pero es importante resaltar lo que salió bien. Independientemente de la forma de evaluación que hayas elegido, deberás resaltar las cosas buenas, aunque diseccionando también las malas, hasta el último detalle.

Recursos:

Sam Ham (2011): Interpretación: una guía para hacer una diferencia a propósito. Grupo Fulcrum.

Eilean Hooper-Greenhill (2007): Museos y educación: propósito, pedagogía, actuación. Routledge

Scottish Museums Council (2001): Una mirada más cercana: aumento del acceso a través de la interpretación. Disponible en línea en: http: // http://www.museumsgalleriesscotland.org.uk/publications/publication/38/a- closer-look. (últimamente vez que fue visitado este sitio web en febrero de 2011).

John A Veverka (1994): Planificación maestra interpretativa. Verulam Publishing.

Jaane Rowehl y Kate Vigurs (20119: 10 Top Tips for Museum Interpretation. Renaissance Yorkshire Museum Development Team.


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