Hay muchas definiciones aplicables a la creatividad y a lo que significa ser creativo. Si formulamos a los profesionales de los museos la pregunta «¿eres creativo?», algunos sacudirán la cabeza vigorosamente pensando que «creatividad» y «ser creativo» están relacionados con la capacidad para producir ideas novedosas. Podrían pensar que los «profesionales creativos» son los artistas o músicos. Sin embargo, muchos asentirán y se reconocerán como tales, pensando en todas las maneras en que se les pide que «sean creativos» en sus trabajos, haciendo presupuestos, programación, colecciones, relaciones, etcétera. Nosotros solemos definir la creatividad como: «la capacidad de trascender conceptos, reglas, patrones y relaciones de perfil tradicional para crear nuevas ideas, de manera original y con el uso de nuestro imaginación».
En el sector de los museos, los profesionales, especialmente los comprometidos con el aprendizaje y la participación de los visitantes, así como con la gestión de las colecciones, deben pensar «creativamente» en el día a día y buscar fuera del sector la inspiración, la colaboración y, ahora más que nunca, los fondos necesarios para seguir adelante.
En un «Museo Creativo» el visitante se compromete con la colección, con el edificio, y con el resto de la gente para hacer o crear algo. El proyecto del Museo Creativo es una oportunidad para aprender, experimentar e innovar, hacer nueva relaciones y conexiones. Es un proyecto que genera resultados concretos para una nueva interpretación de las colecciones.
Institucionalmente, el Museo Creativo es el resultado de una asociación estratégica de tres años de duración, que está funcionando desde 2014 y que concluirá a finales de este año 2017. Nos parece un proyecto muy interesante y por eso lo queríamos mencionar hoy aquí. Se trata de una iniciativa financiada a través de Erasmus+, Key Action 2 (Cooperación para la Innovación e Intercambio de Buenas Prácticas) y la Vocational and Educational Training (VET). El proyecto Museo Creativo evolucionó a partir de LEM, Learning Museum Network Project (2010-2013), financiado por Learning Grundtvig. Todas estas instituciones dependen de la Comisión Europea. El proyecto se creó, básicamente, como respuesta a la necesidad de proporcionar capacitación a los profesionales de los museos y a sus asociados, para acoplarse así a un cambio en los métodos de aprendizaje adscritos al programa. Se trata de una adaptación metodológica especialmente diseñada para aquellos trabajadores de los museos que proyectan también su dedicación en colaboración con otras entidades públicas y privadas fuera del sector, creando un nuevo lenguaje de participación y compromiso.
A lo largo de estos tres años de trabajo en el proyecto del Museo Creativo, se invita a los profesionales de los museos a colaborar entre ellos para poder aprender unos de otros. De esta manera se desarrollan capacidades que están relacionadas con la creación de nuevas formas de interactuar con el público ( por ejemplo, con la creación de asociaciones), compartiendo prácticas y experiencias profesionales, y difundiendo colectivamente los procesos y sus resultados.
El proyecto del Museo Creativo pretende explorar e informar sobre las posibles conexiones entre organizaciones culturales y sus comunidades, aprovechando la aparición de las nuevas y democratizadoras tecnologías digitales y la aplicación de prácticas museológicas y museográficas innovadoras. El proyecto considera que los museos son entornos dinámicos de aprendizaje en los que tanto el personal como los visitantes pueden utilizar herramientas accesibles, para explorar y razonar sobre las colecciones de una manera nueva y creativa, a través de experiencias accesibles, personalizables e individuales. «Los museos se han superado ya la mera exhibición y presentación de las colecciones para dar paso a la creación de experiencias que responden a las necesidades y expectativas cambiantes de sus visitantes» (Roussou et al 2015).
Durante los trabajos realizados en el 2016, la participación de las audiencias en el museo se centraron todo sobre en la personalización de la experiencia dentro del museo. Hablamos de cómo los visitantes construyen sus propios significados sobre las colecciones. Representa un cambio ideológico que puede traducirse en «dar la bienvenida a cada uno en vez de dársela a todos», cuando los visitantes son vistos como individuos, y no sólo como parte de diferentes grupos socio-demográficos como puedan ser familias, los jóvenes, los adultos y los grupos de escolares. Los museos desarrollan en esta etapa nuevos términos para definir a sus visitantes, empleando un lenguaje diferente para hablar de ellos. Ahora, por ejemplo, se habla de visitantes «urbanos, de mente abierta, adultos activos», algo que proporciona a los museos una forma de apertura y diversificación hacia sus audiencias, invitando a los visitantes a que respondan a su manera a las colecciones. Para facilitar esta nueva forma de ver las cosas y lograr sus objetivos los museos deben utilizar herramientas diferentes a las que se habían usado hasta el momento. Una de las formas de conseguirlo es a través del uso de la tecnología digital.
Archivo EVE
Las tecnologías digitales son omnipresentes en la vida moderna. El potencial de esta tecnología para la difusión de la información y el entretenimiento nunca ha sido tan poderoso como lo es ahora. Los términos de moda de los últimos tiempos en la práctica de los museos son: el «compromiso digital» y la «narrativa digital», pero como Jasper Visser dijo en 2012: «no hay tal cosa llamada narrativa digital. En la era digital solo existen los cuentos»; ojo al dato.
Por otra parte, son muchos los museos que han sido proactivos en la búsqueda del uso de las herramientas digitales dentro de sus muros, búsqueda que va desde la implantación de quioscos de información hasta la instalación de paneles de animación, empleando sistemas de audio y luz aplicados a los espacios expositivos, y utilizando simulaciones de ingeniería y de fenómenos a gran escala. Sin embargo, la producción de estas experiencias tiende a ser costosa, y como resultado de ello se han producido, a su vez, complejas relaciones entre los proveedores de sistemas digitales y los museos. Con la creciente miniaturización y el consiguiente ahorro de costos en tecnología personalizable, existe hoy en día una comunidad de inventores que tiene a su disposición un tremendo potencial para la expresividad digital, algo que puede ser muy útil para los museos de la nueva generación.
Archivo EVE
Igualmente importante ha sido el efecto de la recesión económica en toda Europa. El proyecto del Museo Creativo reconoce el impacto de la crisis salvaje, teniendo en cuenta que la pérdida de empleo masivo ha generado en individuos y comunidades la necesidad de una búsqueda de capacitación para auto emplearse, co-crear, involucrarse…, estableciendo sus propias iniciativas locales, para desarrollar y mostrar así una variedad de habilidades. El proyecto ha tenido como objetivo aprovechar esta creatividad e impulso para crear una plataforma donde compartir las mejores prácticas y fomentar iniciativas individuales y colectivas, adaptando el espíritu empresarial dentro del sector de los museos. Este proyecto explora así el potencial y el valor del impacto personal a pequeña escala, tratando de conectar a los profesionales independientes, las industrias digitales y el mundo académico con los museos y profesionales de los museos, rompiendo barreras, abriendo las puertas del museo para explorar nuevas formas de interpretar las colecciones.
Foto principal y para redes sociales: Dezeen