Como ya hemos comentado aquí en muchas ocasiones, los museos tuvieron su origen en la recogida y conservación de objetos valiosos – lo que hoy entendemos como bienes culturales – que, en principio sirvieron a sus poseedores para presumir y ser admirados por sus envidiosas amistades. Este afán de coleccionismo fue derivando hacia el estudio científico, y de ahí a servirse de los objetos como medio didáctico, poniéndolos al servicio de la sociedad. Este modelo de institución se ha ido desarrollando, en algunos casos más rápidamente que en otros al ritmo que marca la exigencia de la sociedad por adquirir cultura. Institucionalmente, el ICOM (International Council of Museums) define museo «como la institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, difunde y expone los testimonios materiales del hombre y su entorno para la educación y el deleite del público que lo visita». Esta es una definición que hemos utilizado aquí en algunas ocasiones y que deja bastante clara la concepción cartesiana del término museo. Siguiendo las teorías de otros teóricos de la museística moderna podemos resumir que las funciones principales del museo son las siguientes:
· Adquirir: función de museo es no dar nunca una colección por terminada, siempre adquiriendo en respuesta a la demanda del público y tratando de cubrir los huecos culturales existentes por medio de diversas formas de incrementar esa colección: herencias, compras, donaciones, transmisiones y depósitos.
· Conservar: es la función prioritaria en cualquier museo, a la que hay que añadir la de expositor, el préstamo y el estudio. El museo debe asegurar la subsistencia de sus bienes excepcionales como parte importante de la historia que son. De ahí el carácter restrictivo de los préstamos y la restauraciones, siempre subordinados a la necesidad de conservación.
· Investigar: a partir del mantenimiento y conservación de la colección permanente, hay otras dos actividades, una interior (investigar y estudiar) y otra exterior. Los museos no solo son escaparates, son centros de estudio y de ahí el doble papel que se da en sus conservadores que son expertos, estudiosos o investigadores de los bienes depositados en los museos, y, al mismo tiempo, se abren investigaciones de científicos y especialistas que viene de fuera.
· Comunicar y exhibir: lo primero que buscaban los museos era reunir, disfrutar privadamente de los bienes coleccionados, pero inmediatamente después llegó el deseo de hacer públicas sus colecciones, época coincidente con el Siglo de la Luces, cuando el pueblo es elevado a la categoría de sujeto de la Historia.
A diferencia con otros organismos difusores de cultura, el museo es una institución permanente, es decir, que se diferencia de aquellos entes que promueven manifestaciones culturales temporales: el museo cuenta con una colección de bienes cuya conservación debe garantizarse para que sea legada a las futuras generaciones. Esto le permite establecer un vínculo estable con su entorno y su comunidad. El museo tiene una función importante en el desarrollo cultural y en la formación integral de la persona. Hablamos de un valioso puente cultural, de un eficaz medio de comunicación de la cultura para llegar a la opinión pública en general, y también de un centro de estudios y de investigación para los especialistas.
A la luz de nuestras ideas sobre Democratización Cultural y Nueva Museología, al museo hoy le exigimos lo siguiente:
· Dinamismo: el museo debe adquirir también el carácter de temporal en sus colecciones, deberá adaptarse continuamente a la demanda de la opinión pública.
· Papel Socio-cultural: estudiará las necesidades de su sociedad, para promocionar e integrar a la población.
· Actitud crítica: reinterpretará sus objetos, se cuestionará su orden y naturaleza.
· Potenciará la comunicación: el público dejará de ser espectador para ser parte integrante del museo, será un actor; existirá el diálogo entre los visitantes y la propia institución de museo; se requerirán especialistas en expansión cultural.
Todo responde a que el Museo se adapte a una sociedad que evoluciona a una enorme velocidad, sobre todo por el desarrollo de la nueva sociedad de la comunicación digital. Llegados a estos tiempos que corren, se debe desarrollar un museo vivo, participativo, que mantenga un contacto directo y permanente con la opinión pública y que los objetos se acoplen a su contexto natural. Los esfuerzos que muchos museos han hecho para adaptarse a la sociedad han derivado, en algunos casos, en mutaciones o raras transformaciones; algunas creemos que son evoluciones muy poco afortunadas, otras no tanto: el museo descentralizado, local frente a nacional que actúa como un centro cultural y social al mismo tiempo; el museo supermercado, concebido como una industria del merchadising e incluso que deriva en franquicias; museos al aire libre; los tan traídos y llevados ecomuseos, que rompen con el límite de los muros del museo tradicional para salir al encuentro del patrimonio en el medio exterior; y, finalmente, el museo autónomo, cuya gestión, cada vez más enrevesada, no depende directamente de su patrimonio.
En una próxima entrada estudiaremos la delimitación del campo cultural del museo, algo que creemos es muy importante para tener una imagen clara de lo que debe ser un Museo actualmente.
Buenas tardes.En casa seguimos con atención vuestra página.he creado un archivo con las entradas más interesantes y, hace pocos días, a uno de mis hijos le sirvió para documentarse al hacer un trabajo de arte en el colegio.
Quería haceros una pregunta.He oído hablar del Museo Pasteur y quisiera saber si existen muchos museos dedicados a los grandes investigadores ¿se trata de museos locales, en lugares, por ejemplo, donde se hicieron famosos o llevaron a cabo sus investigaciones ?.
Me he fijado en que impartís cursos on line, parecen interesantes, habrá que correr la voz.Muchas gracias y un saludo. Alberto.
Gracias Alberto por tus palabras, no sabes la satisfacción que sentimos siempre que nos decís que nuestras entradas han sido útiles, y sobre todo para los niños, que gran alegría. En relación tu pregunta, te contestaría que depende del país en el que nos encontremos nos será más o menos fácil encontrar museos relacionados con hombres (sobre todo) que han sido relevantes en la Historia. Normalmente esto ocurre en sus lugares de origen, como es lógico. Estados Unidos es uno de los países que inmediatamente se lanzan a construir museos monográficos o Salones de la Fama en cuanto se tercia. Francia podría ser otro que aprovecha la mínima ocasión para tener un museo en honor a alguien. En España es algo que se da menos, quizá porque no somos realmente un país con tradición museística local, que es en el entorno provincial donde los personajes han nacido, donde se han criado y donde más orgullosos están del legado correspondiente. Los que hay son de artistas: Picasso, Chillida (ya cerrado) o de modistos como Balenciaga (pasándolo mal). En cambio, tenemos al Ratoncito Pérez, trabajador del transporte (de dientes de leche) y que por la voluntad paternal o maternal, se lleva lo que hay que llevarse de debajo de las almohadas. Pues bien, el ratoncito tiene museo en Madrid para él solo, mira tu por dónde. En fin, eso sí, hay museos que llevan el nombre de prohombres pero pocos hay aquí dedicados a su legado personal y profesional. Ni tan siquiera los inventos de Isaac Peral han dado para hacer un museo monográfico y no incluirlo en un museo general (el primer submarino hasta hace poco adornaba la fuente de una rotonda), o Narcís Monturiol, lo mismo da. Somos poco dados a recordar quien ha sido importante en el desarrollo del país, habiendo muchos anónimos que han hecho mucho bien, muchos, pero nadie ha podido honrar la memoria de aquellos y a su legado con un museo. Gracias de nuevo Alberto. Saludos.
Te he nominado a Versatile Blog, que disfrute y que tengas un buen día.
Muchas gracias, todo un detalle por tu parte. Un abrazo.
Gracias por las hermosas informaciones…
Gracias a ti Susana por tu apoyo y por seguirnos fielmente. Un abrazo.
Hola buenas tardes, quiesiera saber en cuanto a las funciones de los museos cual es la bibliografia que utilizaron. Gracias
Bachman, Konstanze, ed. Preocupaciones por la conservación: una guía para coleccionistas y curadores. Washington, DC: Smithsonian Institution Press, 1992.
Buck, Rebecca A. y Jean Allman Gilmore. Los nuevos métodos de registro del museo. Washington, DC: Asociación Americana de Museos, 1998.
Caso, Mary, ed. Registradores registrados: ensayos sobre gestión de colecciones de museos. Washington, DC: Asociación Americana de Museos, 1995.
MacLeish, A. Bruce. El cuidado de las antigüedades y colecciones históricas. 2ª ed. Walnut Creek: AltaMira Press, 1995.
Reibel, Daniel B. Métodos de registro para el pequeño museo. 3ª ed. Walnut Creek: AltaMira Press, 1997.
Schultz, Arthur W., ed. Cuidando tus colecciones. Nueva York: Harry N. Abrams, Inc., 1992.
Thomson, Garry. El entorno del museo. Serie Butterworth-Heinemann en Conservación y Museología. Burlington, MA: Butterworth-Heinemann, 1994.
Servicio de Información Técnica de la Asociación Americana de Museos. La audiencia en el desarrollo de exposiciones. Serie de práctica profesional. Washington, DC: Asociación Americana de Museos, 1992.
Ames, Kenneth L., Barbara Franco y L. Thomas Frye, editores. Ideas e imágenes: Desarrollo de exposiciones de historia interpretativa. Nashville: Asociación Americana de Historia Estatal y Local, 1992.
Belcher, Michael. Exposiciones en museos. Washington, DC: Smithsonian Institution Press, 1991.
Blais, Andree. Texto en el medio de exposición. Quebec: Societe des musees Quebecois y Musee de la civilization, 1995.
Ezell, Lin. Construyendo el hangar de América: el diseño y la construcción del Centro Steven F. Udvar-Hazy. Londres: D Giles Limited, 2004.
McLean, Kathleen. Planificación para personas en exposiciones. Washington, DC: Asociación de Centros de Ciencia y Tecnología, 1993.
Neal, Arminta. Ayuda para el pequeño museo: Manual de ideas y métodos de exhibición. 2ª ed. Boulder: Pruett Publishing Company, 1987.
Serrell, Beverly. Etiquetas de la exposición: un enfoque interpretativo. Walnut Creek: AltaMira Press, 1996.
Tilden, Freeman. Interpretando nuestro patrimonio. 3ª ed. Chapel Hill: The University of North Carolina Press, 1977.
Darragh, Joan y James S. Snyder. Diseño de museos: planificación y construcción de arte. Nueva York: Oxford University Press, 1993.
Nichols, Susan K., ed. Organizando tu museo: Lo esencial. Washington, DC: Asociación Americana de Museos, 1989.
Rosso, Henry A. Rosso en Recaudación de fondos: lecciones de la experiencia de la vida de un maestro. San Francisco: Jossey-Bass Publishers, 1996.
Wolf, Thomas: Administrar una organización sin fines de lucro. Nueva York: Simon & Schuster, 1990.
Alexander, Edward P. Maestros del museo: sus museos y su influencia. Walnut Creek: AltaMira Press, 1995.
________. Museums in Motion: una introducción a la historia y funciones de los museos. Walnut Creek: AltaMira Press, 1996.
Burcaw, G. Ellis. Introducción al trabajo en el museo. 3ª ed. Walnut Creek: AltaMira Press, 1997.
Weil, Stephen E. Un gabinete de curiosidades: preguntas sobre los museos y sus perspectivas. Washington, DC: Smithsonian Institution Press, 1995.