Museos y Lazos Sociales

Museos y Lazos Sociales

 

 

Las guías de los museos a menudo están dirigidas unidireccionalmente hacia una perspectiva de creación de significado: brindar información de modo que coloque al visitante en el papel de receptor pasivo y aislado de información. Pero esto también supone, y quizás principalmente, un esfuerzo social y compartido. Las experiencias, narraciones e historias compartidas son recursos centrales, y la mayoría de la educación formal depende, en gran medida, de procesos de diálogo y de creación de significados compartidos. Podemos aprovechar esta comprensión para crear experiencias museísticas socialmente significativas.

Una forma útil de repensar los aspectos sociales de una visita a un museo es a través de la lente de la interpersonalización. Este concepto capta los procesos de creación de significado que tienen lugar entre las personas a través de su experiencia en un museo, en lugar de entre el museo y cada persona. La creación de significado interpersonal puede producirse durante una visita, pero también antes y después de ella – cuando las personas discuten sus planes y experiencias con amigos, familiares y colegas -. Es probable que cada visita esté influenciada por otras personas, ya sea que estén presentes, o no.

El concepto de lazos sociales se utiliza en sociología para entender cómo las personas se hallan vinculadas entre sí. Estos lazos pueden categorizarse como más débiles o más fuertes, en función de aspectos como el tiempo que pasan juntos, cuánto saben el uno del otro o las cosas prácticas que hacen el uno por el otro. Los lazos familiares representan, en teoría, el mejor ejemplo de lazos fuertes – también las amistades pueden serlo -. En comparación, el vínculo con los compañeros de trabajo es más débil. Pero esos lazos a veces cambian con el tiempo.

Las visitas a los museos se relacionan con los lazos sociales de múltiples formas. En primer lugar, una visita en compañía es una forma de pasar tiempo juntos y puede entenderse como algo que hacemos los unos por los otros y entre nosotros; de ahí que puedan servir para fortalecer los lazos sociales. Esto debe tenerse en cuenta al diseñar experiencias para grupos de visitantes: vienen al museo no solo para disfrutar de la exposición sino también para compartir experiencias, por lo que el aspecto social de la visita puede ser, al menos, tan importante para ellos como la exposición en si misma.

Los lazos sociales se crean desde y a través de acciones sociales, que están orientadas hacia otras personas, y pueden ser tanto sincrónicas como asincrónicas. Asimismo, pueden darse entre individuos o grupos, conocidos o desconocidos, presentes o ausentes. Observando cómo la acción social forma parte de la creación y el apoyo de los lazos sociales, podemos identificar prácticas particularmente propicias en el campo museístico. Las experiencias híbridas del museo se diseñan para aprovechar los lazos estrechos al pedir a los visitantes que participen en acciones sociales. De este modo, se les permite generar experiencias interpersonales. A continuación, analizaremos en detalle algunas prácticas relacionadas con los obsequios y el juego, que pueden aprovecharse de manera fructífera para el diseño de experiencias de museos híbridos.

Cuando cambiamos la perspectiva de la creación de significado desde lo individual a lo social, abrimos la posibilidad de aprovechar las prácticas sociales como vehículos, ya que presentan formas reconocibles para el público. Diseñar para lo personal y lo social implica que la voz autoritaria del museo deje de ser prioritaria y abra un espacio a las perspectivas de los visitantes. Esto está en consonancia con muchos ideales asociados tanto a los nuevos medios como a la dirección museológica conocida como nueva museología, que a menudo favorecen los formatos dialógicos sobre la comunicación unidireccional. Sin embargo, el cambio supone algunos desafíos. Los museos y los sitios del patrimonio cultural son instituciones con un fuerte significado cultural, y tanto los profesionales como los visitantes poseen ideas claras sobre su importancia, incluida la forma de comportarse en el espacio del museo.

Tradicionalmente, los museos han sido vistos como instituciones responsables de conservar y clasificar objetos históricos. Pero veamos qué sucede dentro del museo estándar. Algunos visitantes pueden caminar solos, leer carteles o contemplar los objetos a la vista, adaptándose a lo que perciben como la forma canónica de visita del museo. Sin embargo, los hay que hacen cosas muy diferentes; una familia puede estar reunida señalando objetos y leyendo letreros; una pareja romántica quizás busque rincones íntimos; hay visitantes que rechazan, ridiculizan y reformulan las exposiciones, bromeando y señalando algo que encuentran particularmente feo o pintoresco; alguien se toma una selfie frente a una estatua y la publica en las redes sociales. Como ya hemos planteado en ocasiones, todas estas personas están involucradas en procesos de creación de significado que, en gran medida, son sociales.

Los museos preservan, custodian y dan forma a una gran parte de nuestro patrimonio cultural. En un artículo conocido, incluso se describen como templos que consagran “Las obras de Dios a través de todas las edades; las artes del hombre a través de todos los años». Un fenómeno al que algunos se refieren como «primacía del visitante» ha comenzado a moldear la forma de organizarse de los museos, considerando al visitante un punto central cuando se hacen nuevos planes. En el caso extremo, esto se traduce en que la colección, la estructura del espacio y todos los demás elementos de la práctica del museo estén dominados por el análisis del grupo objetivo, y en que la predicción de los departamentos de marketing cambie el punto focal de las actividades del museo. Los curadores se orientan hacia el diseño para el compromiso y la accesibilidad, y el enfoque anterior de las colecciones se reduce a un segundo plano. Este desarrollo ha ido de la mano de una rápida adopción de la tecnología, en cuanto a elemento asociado a la diversión y el entretenimiento. Las soluciones digitales como pantallas, interfaces táctiles, juegos y realidad aumentada y virtual proliferan dentro de la industria del patrimonio cultural.

Un segundo y diferente desarrollo ha contribuido a esta transformación. A finales de los años 80 y principios de los 90, los cambios políticos y sociales impulsaron una perspectiva crítica sobre las prácticas del patrimonio cultural. Muchas colecciones son agregaciones de artículos de diferentes partes del mundo, algunos adquiridos a través de donaciones privadas, otros a través de compras. Pero también pueden ser bienes robados o provenientes de saqueos de guerra. Incluso los sistemas de clasificación han sido calificados de defectuosos, o de racistas, debido a su enfoque en una narrativa histórica moldeada por el mundo occidental blanco. Con el surgimiento de estos modelos poscoloniales, muchos museos han visto cuestionada su propia identidad. Para reconciliar los antecedentes históricos de los museos con el hecho de estar situados en un mundo multicultural, han vuelto a centrarse en sus contextos y comunidades locales que (al menos en las ciudades) tienden a ser étnica y políticamente pluralistas. Asimismo, inciden en las contribuciones que podrían hacer a una sociedad moderna (IBID). Una vez más, los visitantes, perspectivas, necesidades y razones para visitar el museo se han convertido en el centro de atención.

Una de las ideas surgidas de este proceso es un ideal que sugiere que se espera que las visitas a los museos sean transformadoras; el visitante debe salir de la visita cambiado, habiendo atravesado un viaje personal de creación de significado. Tanto Bell como Soren describen este hecho como una motivación frecuente entre los profesionales de los museos para lograr que los visitantes no solo aprendan algo, sino que tengan una experiencia significativa y profunda con un impacto más allá de la visita que, de alguna manera, pueda cambiarle o transformarle. Pero diseñar para experiencias transformadoras no es nada fácil. El significado que da el público del museo depende de muchas cosas que trae consigo: su historia, sentido de identidad, sus experiencias previas… La visita también es mucho más que un compromiso con los artefactos y el contenido digital. El entorno físico, las sensaciones físicas que reciben, las emociones prerreflexivas que experimentan y la forma en que interactúan con otras personas en el museo influirán en su proceso de creación de significado. Se trata de un proceso que comienza antes y termina mucho después de la visita física.

Hoy, los museos son espacios híbridos donde los visitantes pueden hacer diferentes cosas: visitar exposiciones, aprender, disfrutar del tiempo libro con su familia, hacer fotos, tomar un refresco en la cafetería, jugar con pantallas interactivas, comprar regalos en la tienda, publicar en las redes sociales, enviar mensajes a un amigo ausente, y mucho más. Algunas de estas actividades se limitan al espacio físico y al tiempo de la visita – como discutir sobre un objeto, contenido u obra de arte con otros visitantes -; otras, van más allá de la experiencia – tomarse una selfie y publicarlo en las redes sociales -. Así pues, tecnologías digitales aparte, el espacio del museo debe servir para multitud de actividades y propósitos que se adapten a visitantes y profesionales, por lo que bien puede considerarse un híbrido social e institucional.

 


Recursos:

Asociación Americana de Museos (2002): Mastering Civic Engagement: A Challenge to Museums. Washington, DC: Asociación Estadounidense de Museos.

Bransford, J. D., A. L. Brown y R. R. Cocking (1999): Cómo aprende la gente. Washington, DC: Prensa de la Academia Nacional.

Dewey, J. (1916/1944): Democracia y Educación. Nueva York: Mc Millan.

Goode, G.B. (1888/1991): Museo de historia y museos de historia. En Los orígenes de las Ciencias Naturales en América, S. Kohlstedt, ed. Washington, D.C.: Smithsonian
Press.

Hein, G. E. (1998): Aprendiendo en el Museo. Londres: Routledge.

———. Dakota del Norte. Conferencias y artículos disponibles en línea. http://www.lesley.edu/faculty/ghein/papers_online/papers_online.html.

Hooper-Greenhill, E. (1999): El papel educativo del museo, segunda edición. Londres: Routledge.

Rennie, L. J. y D. J. Johnson (2004): La naturaleza del aprendizaje y sus implicaciones para investigación sobre el aprendizaje de los museos. Ciencias de la Educación 88: S4–S16.

Sullivan, L. E. y A. Edwards (editores) (2004): Mayordomos de lo Sagrado. Washington DC: Asociación Americana de Museos.

Wetterlund, K. y S. Sayre (2003 – 2003): Art Museum Education Programs Survey: http://www.museum-ed.org/research/surveys/2003mused/index.html

Zeller, T. (1989): Los fundamentos históricos y filosóficos de la educación en museos de arte en Estados Unidos. En Historia, teoría y práctica de la educación en museos, N. Berry y S. Mayer (editores) Reston, VA: Asociación Nacional de Educación Artística.

Fotografía: Scandinavian Standard. Be a Friend: American Friends of Statens Museum for Kunst.


El curso de especialización en Gestión de Diseño y Comunicación Visual en Museos tiene por objetivo formar a alumnos y profesionales de la museología, museografía, publicidad, diseño gráfico, etc., en el ámbito del desarrollo y control de la comunicación visual aplicada al plan de marketing de museos y centros de interpretación. En él se tratarán las especificidades del diseño de la identidad tanto en cuanto a los objetivos, análisis y planificación, recursos y materiales, como la gestión y dirección de proyectos de Identidad y Comunicación Visual: publicidad e imagen institucional. Se profundizará en el conocimiento de los usos y de las correctas aplicaciones de la Marca del Museo, la gestión y la creación de proyectos de Identidad Visual Institucional de Museos y Centros de Interpretación.

Más info del curso clica aquí.


Si quieres recibir nuestro newsletter y artículos por correo electrónico, completa el campo correspondiente en el formulario de inscripción que encontrarás en la cabecera de esta página. Tu dirección de correo electrónico será utilizada exclusivamente para enviarte nuestros newsletters, pudiendo darte de baja en el momento que quieras.

 

Tus comentarios son muy importantes para nosotros

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.