El museo de la nueva era, nos comunica gran cantidad de contenido mediante el uso de métodos innovadores; ofrece a todo tipo de visitantes una excelente experiencia cultural, rompiendo definitivamente con el museo tradicional vacío de público, disolviendo para siempre las restricciones inherentes de lo antiguo y disfrutando de una nueva vitalidad en la transferencia del conocimiento universal.
Con la llegada de la tecnología digital en el siglo XXI, el mundo ha entrado en un período imparable de desarrollo multimedia digital. La innovación de la tecnología digital y el cambio continuo de la tecnología de visualización interactiva son hoy muy populares y reconocidos por el público de los museos de la nueva era, por lo que sus métodos de transferencia del conocimiento se enfrenta ineludiblemente a grandes cambios – si no, se verán abocados a la desaparición -. Ya sea en el ámbito de las colecciones de ciencia y cultura, de los símbolos del hombre y la naturaleza, lo multimedia digital ha accedido al territorio de diseño del museo físico, brindando a los visitantes servicios más diversificados a través de la implantación de la tecnología. El sistema de estado digital se basa en las necesidades humanas y combina múltiples experiencias científicas para crear una nueva curva de aprendizaje interactivo. En el museo inteligente, el conocimiento considera al visitante su centro de atención principal. Si bien la tecnología digital ha traído consigo una explosión de información, también proporciona cambios revolucionarios en muchos otros campos, como el desarrollo de animación multimedia, la interacción humano-ordenador, la realidad aumentada, la realidad virtual y otras múltiples tecnologías. El diseño digital de alta tecnología es, actualmente, el soporte de la nueva exposición mundial, funcionando como un espejo del progreso de la sociedad humana y siendo considerado como un signo de identidad del desarrollo humano actual. Los museos inteligentes, además de brindar a los visitantes una mejor experiencia y participación, permiten integrar un conocimiento más completo.
El uso de equipos de visualización interactivos multimedia apoyan a las exposiciones, planteando a su vez actividades especiales que atraen a los visitantes. Algunos museos de nueva construcción han comenzado a buscar la armonía entre el espacio y la exploración, añadiendo avances tecnológicos en los espacios de exposición interactivos de nueva generación. Para atraer y capturar la atención de la audiencia, a través de la realidad aumentada, la tecnología móvil y las paredes interactivas, las nuevas exposiciones también pueden encontrar un punto de vista promocional.
La tecnología del Internet de las Cosas, permite que las «cosas» físicas se conecten entre sí y con un mundo conectado a través de Internet. En el museo inteligente se puede lograr la integración «personas-colecciones-exposiciones», lo que genera un nuevo modelo de gestión y operación museística. Con la llegada de la era digital, los nuevo medios se han trasladado del campo de la tecnología al del diseño y, poco a poco, han entrado en nuestra vida cotidiana. La sociedad en rápido desarrollo no solo mejora nuestra vida material, sino que también promueve el progreso de la vida cultural, y con ello el desarrollo de actividades culturales. Como espacios públicos, con especial interés en la difusión de la cultura y el esfuerzo en la promoción de la educación informal, los museos también son apreciados por la sociedad. Su sistema de gestión, enfocado directamente hacia los visitantes, ha logrado el éxito en el diseño de medios digitales bajo la premisa de satisfacer los servicios básicos, brindando una poderosa experiencia interactiva con la expansión de información.
Actualmente, el público de los museos más modernos puede disfrutar de la tecnología de realidad virtual digital que se utiliza en las exposiciones. Puede, incluso, crear efectos especiales de luces y sombras mediante la simulación en tiempo real, recibiendo una comunicación, también en tiempo real, a través de múltiples canales sensoriales que resultan divertidos, y que avivan el uso de la vista, el tacto, el oído, el olfato e incluso el gusto – con el uso de ordenadores y otros dispositivos digitales relacionados que crean un impacto emocional en el visitante -. La simulación de alto nivel permite a éste ignorar la diferencia entre la realidad y la ilusión. Pero debemos prestar atención a la combinación de nuevas tecnologías y perspectivas de medios – tecnologías virtuales con la integración de perspectivas físicas -. Al observar los museos en esta era del big data, encontramos que cada vez son más los que asumen el modelo de operaciones digitales. Utilizan grandes datos generales para el análisis, combinados con el desarrollo de Internet – uso en salas de medios de tecnología digital como los terminales móviles, web apps, etc. -. De este modo, mejora la extensibilidad del museo convencional, alcanzando un modelo de desarrollo que transforma el «museo antiguo» en un innovador museo digital, con capacidad de convocatoria para los nuevos ciudadanos digitales.
La acción del diseño digital puede restaurar y mostrar la Historia y la ciencia para todos, lo que sin duda brinda la sensación de disponer de una visión ampliada del conocimiento y mejora, en gran medida, la experiencia del visitante del museo. En nuestra era, los museos deberán usar la tecnología digital para transmitir información cultural a la audiencia de manera más clara e intuitiva, ofreciendo al visitante una comprensión más profunda del soporte material de la cultura. El museo inteligente permite que los visitantes disfruten de una experiencia interactiva en un entorno virtual combinado con lo real, lo que mejora la eficiencia en la experiencia didáctica de la visita.
El descubrimiento del nuevo concepto de mundo digital puede ayudar a los museos a hacerse más funcionales y cercanos para el ciudadano digital. Si bien la comunicación cultural, el ocio, el entretenimiento y mucho de lo convencional satisfacen el uso racional para diferentes grupos de personas, la actuación espacial digital también tiene un significado de transferencia del conocimiento cultural más profundo. Por otro lado, en el contexto puramente físico, el espacio arquitectónico del museo determina nuestra vida cultural y constituye un lugar público de ocio para la vida social. En esta era del rápido desarrollo, las audiencias ya no necesitan buscar una autoridad, sino establecer una comunicación, un diálogo y disfrutar de una experiencia. Los museos pueden proporcionar plataformas para ello. Ya sea en el diseño de exposiciones o en la planificación e implementación de actividades educativas, se debe incorporar plenamente el concepto de comunicación e interacción entre el museo y el público, y servir a la sociedad como vehículo de transmisión cultural. El nuevo diseño de exposiciones no debe establecer plantillas ni seguir un formulario convencional. Eso sí, cada museo ha de tener sus propias características destacadas y métodos de exposición. Debe existir una interacción entre los materiales históricos y científicos que hay detrás de las exposiciones. El diseño del espacio del museo mejorará con la innovación aplicada y hará que la visita sea más interesante y diversa.
La profundización gradual del concepto de percepción espacial, se ha convertido en el centro de atención de la experiencia global del museo. La experiencia interactiva presta atención a la efectividad de la difusión de información mientras se percibe, algo que mejora el interés y la eficiencia en la mediación de contenidos. El espacio del museo debe interpretar sus atributos funcionales como una manifestación básica de la forma espacial y como guía de un diseño popular, expresivo, jerárquico y creativo. A través de la planificación racional del orden espacial, el visitante se familiariza con la composición del espacio y la organización y disposición del orden del tiempo y el espacio. El procesamiento de la función y la forma espacial del museo se convierten en el principal atractivo del espacio estructural. En cualquier caso, siempre desde la perspectiva de los visitantes, todo proyecto de innovación museística necesitará un análisis comparativo de las ventajas y mejoras en diferentes aspectos, antes y después de plantear el diseño digital que conformará al museo inteligente.
Para resumir, debemos recordar siempre que los visitantes juegan un papel prioritario en cualquier planteamiento en proyectos de diseño digital. La satisfacción del público, la humanización, se ha convertido en un importante motor para el desarrollo de los museos modernos. Por ello es necesario mejorar la eficiencia de la difusión de información, en sus sistemas de mediación e interpretación, y llevar a cabo el propósito fundamental de que las actividades del museo fomenten el desarrollo integral del mismo, en cuanto a institución de bienestar público que integra la investigación, las colecciones y contenidos, la educación, el entretenimiento y otras funciones, con el diseño interactivo para crear un espacio dinámico. El desarrollo de nuevas tecnologías ha promovido completamente el diseño digital, proporcionando más formas que se implementan en circunstancias específicas ya predeterminadas. El sentido inmersivo de la verdadera interacción requerida por el museo (inmersivo no son pantallas gigantes) debe mejorarse aún más con el uso de un hardware adecuado que implique a nuestros cinco sentidos, eso sí es inmersión. Después de todo, los visitantes ya utilizan nuevos métodos interactivos en su vida cotidiana, lo que introduce una buena experiencia de aprendizaje. Para lograr interacción inmersiva e inspiración sensorial, lo más importante no es diseñar exposiciones en 3D, sino lograr comportamientos virtuales que se adapten a todas las capacidades humanas. Esto requiere capturar todos los movimientos físicos de la audiencia y transferirlos a la aplicación de realidad virtual, respondiendo en tiempo real a la audiencia, usando un proceso de transferencia a la escena virtual en el museo físico y facilitando la interacción entre la audiencia y el contexto del museo en su totalidad. Con la aplicación de la innovación tecnológica en los museos, se conseguirá un valor añadido diferenciador que atrape la atención de los visitantes. Como una nueva forma de exposiciones, el método museográfico de diseño digital utiliza la naturaleza humana para reforzar nuestra atracción por lo desconocido. Debemos potenciar la sensación de querer tocarlo todo, explorar todo lo explorable, participar en la acción y disfrutar de las emociones que nos producen las exposiciones que realmente son capaces de captar nuestro interés. Sólo así podremos comprender profundamente su connotación cultural y su valor didáctico, enriqueciendo la calidad de una experiencia basada en la difusión del conocimiento que provoca que queramos volver a nuestra infancia.
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Fotografía: Smart Museum. Fine Art Department.
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