«Cuando no existe reflexión sobre la vida de los demás, no hay conexión humana y, por lo tanto, no hay compasión. Sin compasión, entonces comunidad, compromiso, bondad amorosa, comprensión humana, paz, todo se marchita. Los individuos se aíslan, los aislados pueden volverse crueles y lo trágico se cierne sobre ellos. El arte, y la literatura, son antídotos para eso». – Susan Vreeland, autora.
La división actual en torno a temas como la xenofobia, racismo, las desigualdades de género, las políticas de inmigración, los derechos LGTBQI +, la política populista, la polarización, el calentamiento global, la pandemia de Covid-19 y muchos otros, deja claro que nuestra falta de comprensión hacia los sentimientos y perspectivas de otras personas, están exacerbando los prejuicios, los conflictos y las desigualdades. Si deseamos desarrollar no solo una sociedad más equitativa, sino también más feliz y creativa, debemos mirar fuera de nosotros mismos e intentar identificarnos y comprender las experiencias de los demás. Esta habilidad crítica se llama empatía, que «tiene el poder de transformar las relaciones, de lo personal a lo político, y crear un cambio social fundamental» (Kznaric, 2014).
La empatía permite a las personas relacionarse con los demás de maneras que promueven la cooperación y la unidad, en lugar del conflicto y el aislamiento que tan a menudo vemos en el mundo actual. Se hace evidente que existe una necesidad creciente y urgente de empatía. Décadas de investigación científica demuestran que las personas son más amables con aquellos a los que ven como seres humanos. La razón es que, cuando hacemos el esfuerzo imaginativo de ponernos en el lugar de otro y ver las cosas desde su perspectiva, nos cuesta ignorar su sufrimiento. Al igual que la confianza y el altruismo, la empatía se ve cada vez más como un «pegamento social» y como la base evolutiva de la cooperación humana. Muchos expertos en el tema, informan de un «déficit de empatía» y una falta de compasión, con el correspondiente aumento del narcisismo (Honigsbaum, 2013).
Un estudio realizado entre 1979 y 2009 por la Dra. Sara Konrath y sus colegas, encontró que “los estudiantes universitarios de hoy tienen un 40% menos de empatía que sus contrapartes de hace 20 o 30 años, según lo medido por las pruebas estándar de estos rasgos de personalidad. Los cambios temporales en la empatía podrían ayudar a explicar ciertas tendencias interpersonales y sociales que sugieren que los individuos actuales no son tan empáticos como los de generaciones anteriores» (S. K. Konrath, 2010). Sin embargo, Konrath afirma que «el hecho de que [la empatía] esté disminuyendo no significa que no se pueda cambiar. Hay cosas que hacer y aprender. Es como un músculo que podemos ejercitar y desarrollar» (S. K. Konrath, 2017).
Y, ¿por qué el arte? El compromiso con el arte puede ayudarnos a ejercitar nuestros músculos de la empatía y proporcionarnos una forma muy poco arriesgada de observar y tomar perspectiva, así como posibilidades de cambiar el modo de ver y actuar en el mundo. El arte expande nuestra percepción y conduce a respuestas emocionales y a la empatía. El Instituto de Arte de Minneapolis (MIA) se ha propuesto crear un impacto cívico positivo mediante el uso del poder del arte para cultivar la empatía. La extensa colección de sus museos con más de 92.000 obras de arte, abarca 5.000 años de historia humana y ofrece una gama rica y compleja de material que se puede utilizar para fomentar una mayor comprensión de la humanidad y del yo.
Con el generoso apoyo de la Fundación Andrew W. Mellon, MIA estableció el Centro para la Empatía y las Artes Visuales (CEVA) en 2017, asociándose con instituciones académicas que investigan el impacto de las estrategias y prácticas para cultivar la empatía en los visitantes de museos. Los experimentos y prototipos plantean visitas guiadas a galerías, exposiciones, estrategias interpretativas y didácticas, que incluyen texto en la pared, audio y video, y experiencias prácticas interactivas. Al establecer CEVA, MIA está liderando la tarea de llevar el museo de arte a la vanguardia del movimiento de la empatía, ya que prácticamente no existe ninguna investigación cuantitativa sobre el efecto de las artes visuales en la empatía cognitiva y emocional (Winner, 2013). CEVA difundirá los hallazgos de la investigación generando herramientas fáciles de usar que guiarán a los educadores, curadores, creadores de contenido y demás en el uso de las colecciones de los museos de arte para fomentar la empatía.
Nuestra comprensión de la empatía nació de las artes visuales. El filósofo estético alemán Robert Vischer (1847-1933) acuñó la palabra Einfühlung (literalmente «sentir en») en 1873, para describir la proyección del sentimiento humano sobre un objeto inanimado, como puede ser una obra de arte. El término fue adaptado por Theodor Lipps (1851-1914), quien postuló que el significado del arte no surgía de la obra en sí, sino que el espectador la hacía esencial al proyectarse en el objeto. En 1909, el psicólogo británico Edward Titchener (1867-1927) tradujo el concepto de Einfühlung a una nueva palabra: empatía. Viene del griego empatheia, que significa «en patetismo», es decir, en la pasión o el sufrimiento (Nowak, 2011, 301-325).
Experimentar el arte puede ayudarnos a abrirnos, sentir emociones y curiosidad, y a hacernos vulnerables y capaces de conectar con algo más grande que nosotros mismos. A través de estas experiencias, las personas son menos narcisistas y se sienten más identificadas con la humanidad. Pueden, asimismo, exhibir un comportamiento empático y generoso; y, además, estar más inclinadas a ayudar a los demás y dar de sí mismas.
Facilitar experiencias de este tipo es fundamental para la filosofía educativa de MIA y el enfoque de las estrategias de participación basadas en objetos. Usando un modelo de enseñanza de Dialogic, los educadores brindan «oportunidades para estudiantes de todas las edades para interactuar y dar sentido a las obras de arte a través de: una mirada cercana; cuestionando y preguntándose; hacer interpretaciones y formular hipótesis basadas en la evidencia; crear conexiones con cosas que ya conocen; considerar diferentes puntos de vista y perspectivas; ahondar bajo la superficie para descubrir complejidades; y sacar conclusiones» (Richart, 2006). La investigación realizada por John Falk y Lynn Dierking muestra que los museos brindan un entorno único para la enseñanza dialógica en el que la cognición, el afecto, el contexto social y el entorno están completamente integrados, lo que los convierte en lugares ideales para el pensamiento y el discurso independiente y grupal (Dierking, 1997).
Con un enfoque en el diálogo, el equipo de innovación en el aprendizaje de MIA experimenta continuamente con metodologías de enseñanza basadas en objetos que fomentan la empatía. Encontramos ejemplos como las «Rutinas de pensamiento global» desarrolladas por el Proyecto Zero de Harvard, que promueven la toma de perspectiva, el cuestionamiento, la autorreflexión, y animan a los participantes a considerarse a sí mismos y sus relaciones con los demás en un contexto global (Mansilla, 2018).
Otro marco para generar múltiples respuestas y puntos de vista es el «Protocolo de respuesta crítica», un proceso estructurado que ayuda a los alumnos a prestar más atención a una obra de arte específica. Esta práctica se centra en una serie de premisas que son esenciales para la construcción de empatía: crear un espacio seguro para que
todas las voces se presenten; alentar respuestas emocionales; honrar todas las perspectivas, inspirar pensamientos y plantear preguntas críticas; y, por último, el valor de diferir el juicio (Protocolo de respuesta crítica, n.d.).
MIA también explora el cultivo de la empatía a través de programas de asociación. En colaboración con organizaciones como el Centro de Recursos Islámicos, los Defensores de los Derechos Humanos y otros, el museo trabaja con artistas y miembros de la comunidad para crear experiencias donde compartir sus historias y visiones del mundo. A través de charlas, conferencias, poesía, literatura y actuación, el público se involucra en la exploración sobre temas de raza, islamofobia, derechos LGTBQI +, inmigración y otros temas relevantes. Al centrar las experiencias y las voces de personas históricamente marginadas, Mia puede comenzar a descolonizar el museo, resaltando el talento, la experiencia, el conocimiento y las contribuciones de artistas y miembros de la comunidad de diversas identidades y culturas.
Mediante conversaciones y actividades, personas de diferentes culturas y comunidades se unen y aprenden unas de otras. Uno de los objetivos de los programas basados en el diálogo es el puente social, que se define como las conexiones que unen a las personas a través de un cisma que típicamente divide a la sociedad, como la raza, la clase o la religión (Claridge, 2018). Estas iniciativas son cruciales para generar empatía y una mayor comprensión entre nuestras sociedades, al tiempo que se vuelven cada vez más diversas.
Nuestro mundo también se está haciendo más pequeño y complejo, lo que requiere que las personas puedan pensar de manera crítica, colaborar de forma efectiva y abordar los problemas de un modo creativo. Los investigadores creen que la empatía podría ser ahora una clave fundamental para desbloquear estas habilidades (Equipo de Educación de Bright Horizons, 2020). Con un enfoque que involucra a los adolescentes y fomenta las habilidades del siglo XXI, Mia, en asociación con los Museos Nacionales de Kenia, Nairobi, lanzó «Girls Design the World: Supporting Green Communities with STEAM» (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) en 2015. A través de una iniciativa conjunta de la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales del Departamento de Estado de EE. UU. y la Alianza Estadounidense de Museos, los adolescentes investigaron problemas ambientales en sus respectivas ciudades y abordaron creativamente estos desafíos a través del proceso centrado en la empatía del pensamiento de diseño. Y todo ello, conectado entre sí por medio de discusiones basadas en la web. Mediante viajes de intercambio, las jóvenes pudieron experimentar el mundo de las demás.
A pesar de sus diferencias geográficas, se dieron cuenta de que tenían bastantes cosas en común y aprendieron mucho sobre sí mismos. A través de encuestas posteriores al programa, el 100% de las mujeres jóvenes de Minnesota y el 86% de las mujeres jóvenes de Nairobi afirmaron que habían adquirido una mayor comprensión de las culturas de las demás (McGuire, 2015).
Mia también se centra en cultivar la empatía a través de exposiciones e interpretación, al reconocer y representar diversas áreas de experiencia y conocimiento mediante la inclusión de múltiples voces, historias, perspectivas y visiones del mundo. Living Rooms es una iniciativa en la que el museo está revitalizando las salas de época histórica. Al establecer un diálogo entre el pasado y el presente, MIa amplía la conversación para incluir narrativas que faltan, a menudo las de personas históricamente marginadas. The Many Voices of Colonial America, la reinstalación y reinterpretación de 2017 de los comedores y salones de Charleston de 1872, incluyó las historias de africanos esclavizados que cultivaban arroz en la plantación de Carolina del Sur, así como las de los descendientes cherokee del propietario, el coronel John Stuart. Agregando narraciones y obras de arte históricas y contemporáneas de artistas nativos americanos, africanos y afroamericanos – además de fotografías y entrevistas en video de artistas indígenas y de la diáspora vivos y miembros de la comunidad -, MIA se puso como objetivo «fomentar una mayor conexión entre los visitantes y las historias de los habitantes del pasado» (Ingram y Madrid, Evaluación de las reinstalaciones de salas de época del Instituto de Arte de Minneapolis, 2017).
Los hallazgos de la evaluación, financiada por el National Endowment for the Arts, indican que las reinterpretaciones de las salas «tuvieron un impacto positivo en los visitantes del museo, particularmente en lo que respecta a crear una conexión con las historias de los habitantes y estimular la sorpresa sobre la historia y los eventos de las salas». Antes de la reinstalación, un mayor número de personas hacían referencia a los objetos de artes decorativas y al espacio físico, y después de la reinterpretación, un 10% más los participantes compararon sus vidas con las de los habitantes de las habitaciones.(Ingram y Madrid, Evaluación de las reinstalaciones de salas de época del Instituto de Arte de Minneapolis, 2017). Al generar oportunidades para crear conexiones humanas en las instalaciones de la galería, MIA puede fomentar una empatía histórica que impacte en las audiencias de hoy.
En 2018, MIA colaboró en una exposición oportuna y resonante centrada en fomentar la empatía y la mayor comprensión a través de las diferencias. En asociación con Valerie Castile y un comité asesor de la comunidad, el equipo desarrolló «Arte y sanación: en el momento», con obras de arte creadas en respuesta al tiroteo mortal de Philando Castile, de 32 años, un hombre afroamericano que creció en Saint Paul, Minnesota. Un oficial de policía le disparó fatalmente el 6 de julio de 2016 después de ser detenido por una infracción de tráfico. En los meses posteriores a su funeral, los artistas de la comunidad se sintieron motivados a realizar actividades artísticas para procesar su dolor y comenzar a aliviarse, al mismo tiempo que dieron testimonio colectivo de la tragedia de su prematura muerte. La familia, conmovida por esta generosidad, se acercó a MIA con el deseo de compartir públicamente esas obras de arte. Como escribió la madre de Castile, Valerie, en el panel de texto introductorio de la exposición:
“Quería crear algo fuerte, espiritual y educativo. Debe tocar las emociones de las personas y mostrar esperanza y bondad. Para mí es importante que ayude a desarrollar conversaciones sobre las injusticias. Espero que cuando las personas se involucren con esta exposición, comiencen a comprender lo que es ser una persona negra en Estados Unidos. Los negros en este país han sido estereotipados durante generaciones y han tenido que vivir en las ideas de otros sobre quiénes son. Espero que más personas puedan comenzar a comprender esta lucha y unirse para trabajar contra las percepciones negativas y los prejuicios. Todas las cosas pueden cambiar si somos capaces de transformar nuestras percepciones entre unos y otros sobre quiénes somos».
Las reacciones a la exposición fueron emocionales y poderosas. Un muro de respuesta en la instalación ofreció a los visitantes la oportunidad de expresar y compartir sus pensamientos y esperanzas (Gardner 2019):
¿Cuándo la gente finalmente lo resolverá? ¡Todos somos humanos! Respeto por todas las personas ”.
“Perdona nuestro silencio. Muéstranos cómo mostrar empatía y cambiar de comportamiento».
«Enséñale a mi hijo a ver a la persona, no el color».
«Hacer crecer mi comprensión, sentir empatía y actuar».
«Me siento conmovido hasta las lágrimas, pero animado por este arte».
El arte es una expresión de lo que es el ser humano, y al desarrollar intencionalmente contenido y experiencias que inspiran conexiones emocionales y toma de perspectiva, los museos pueden exponer a las personas a diferentes culturas y formas de pensar. En nuestro mundo divisivo plagado de conflictos y prejuicios, tienen la oportunidad y la capacidad de usar sus colecciones, exposiciones y programas para cultivar individuos más empáticos y sociedades más comprensivas y tolerantes. A través de una visión colectiva y dedicación para fomentar la empatía mediante el arte, los museos pueden alterar la mentalidad y crear un cambio social fundamental, investigación de empatía, diálogo y recursos.
«Una vez más, estamos en un momento en el que la necesidad de las artes es cada vez más evidente. La controversia, la ira y el miedo parecen arremolinarse a nuestro alrededor en estos días. Esto ha sucedido muchas veces en nuestra historia. Hemos necesitado y buscado el poder curativo y didáctico de las artes durante mucho tiempo, quizás para siempre». – Robert Lynch, presidente y director ejecutivo de Americans for the Art (Lynch 2016).
Consultas: gestion@evemuseos.com
Recursos:
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Bright Horizons Education Team (2020): Empathy: A Skill for Future Success: https:// http://www.brighthorizons.com/family-resources/ empathy-a-skill-for-future-success
Byfield, Amber (2020). Back to School: Medical Students Practice Empathy through Art.» Alcalde.
Claridge, Tristan (2018): What is Bridging Social Capital? https://www.socialcapitalresearch.com/what-is- bridging-social-capital/
Dierking, John H. Falk y Lynn K (1997): School Field Trips: Assessing Their Long-Term Impact. Curator 40, p.211-18.
Feldman, Kaywin y Karleen Gardner (2017): Center for Empathy and the Visual Arts, Minneapolis Institute of Art. http://www.artsmia.org
Gardner, Karleen (2019): Museums as Incubators of Innovation and Social Impact». En Designing for Empathy: Perspectives on the Museum Experience, by Elif Gokcigdem, p.397- 413, Lanham: Rowman & Littlefield.
Honigsbaum, Mark (2013): The Guardian. https://www.theguardian.com/science/2013/jan/04/ barack-obama-empathy-deficit
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J. Mezirow (1997): Transformative Learning: Theory to Practice’, New Directions for Adult and Continuing Education p.5-12.
Karleen V. Gardner (2020): Fostering empathy through the visual arts. Emotions and learning in museums. NEMO – The Network of European Museum Organisations.
Konrath, Sara K. (2017): Center for Empathy and the Visual Arts Think Tank, Berkeley: Minneapolis Institute of Art.
Konrath, Sara K., O’Brien, Edward H. y Hsing, Courtney (2010): Changes in Dispositional Empathy in American College Students over Time: A Meta-Analysis’, Personality and Social Psychology Review p.180-198.
Kznaric, Roman (2014): Empathy: Why It Mattters, and How to Get It, New York: Perigee, Penguin Randon House.
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Mansilla, Veronica Boix (2018): Global Thinking Routines: Nurturing Long-Lasting Global Competence. No se ha publicado todavía.
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McLendon, Matthew (2020): Quantifying a Commitment to Representation, Washington D.C.
Musiker, Cy (2015): Fighting the Empathy Deficit: How the Arts Can Make Us More Compassionate, National Public Radio. https://www.kqed.org/arts/ 10933932/fighting-the-empathy-deficit-how-the-arts-can-make-us-more-compassionate
Nowak, Magdalena (2011): The Complicated History of Einfühlung, Semantic Scholar p.301-325.
Owen, Laura (2015): Social and Emotional Learning, Edutopia. https://www.edutopia.org/blog/empathy-classroom-why-should-i-care-lauren-owen
Richart, Ron (2006): Thinking Routines: Establishing Patterns of Thinking in the Classroom, paper presented at AERA conference, San Francisco, California, EE.UU.
Winner, Ellen, Shirley Veenema, Lois Hetland y Kimberly Sheridan (2013): Studio Thinking 2: The Real Benefits of Visual Arts Education, New York: Teachers’ College Press.
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