Comprender la dinámica de las familias en la relación que establecen con los museos es fundamental a la hora de diseñar y producir nuestras exposiciones. Borun et al (1997) identificaron siete características que, aplicadas a una exposición , podrían tener éxito en cuanto al aprendizaje familiar: multifacéticas, multiusuario, accesibles, con múltiples resultados, multimodales, legibles y relevantes.
Es muy importante tener en cuenta que la realidad de un niño o niña es claramente diferente a la de un adulto. Sus cerebros aún se están desarrollando y presentan formas únicas de dar sentido a las cosas (Ringel, 2005). Necesitamos ponernos en situación para observar el proceso desde un punto de vista diferente, y encontrar en ello una potente justificación para incluir a los más pequeños en los procesos de diseño de las exposiciones, tratando de captar su forma de ver el mundo.
Los niños y niñas se entusiasman más con aquello que les es familiar o de lo que tienen un conocimiento previo. Existe mucha información sobre los recorridos de niños pequeños en los museos, como, por ejemplo, la forma en que crean vínculos imaginarios o reales entre diferentes contenidos. Entregarles teléfonos móviles para que fueran tomando fotografías parecía, en un principio, la mejor manera de hacerse una idea sobre su visita (Kirk, 2013). Este estudio demostró que existen ciertos aspectos de su experiencia en el museo que resultan desconocidos para los adultos acompañantes.
La exposición «Cómo las familias usan los dioramas», fue diseñada con múltiples puntos de entrada y para diferentes edades. Se utilizaron varias alturas de observación hacia un mismo diorama, lo que proporcionó diferentes experiencias, conversaciones y conocimientos sobre la naturaleza de la visita. (Ash, 2004). El resultado de esta investigación ayudó a plantear un nuevo diseño de vitrinas de piso y a baja altura para una nueva exposición: «Wriggle: el maravilloso mundo de los gusanos».
El papel del adulto es muy importante para el andamiaje en la mediación de la visita con los peques a las exposiciones (Diamond, 1986). Es muy frecuente observar a los adultos guiando a los niños a través de exposiciones, respondiendo a preguntas y planteando problemas, por lo que es crucial que posean los recursos necesarios para poder hacerlo lo mejor posible. Las exposiciones que guían tanto a adultos como a niños pueden ser particularmente efectivas. El proyecto de maestría de Diana Kaiser en el Museo Nacional de Cardiff utilizó diferentes tipos de etiquetas para medir el tiempo que las familias dedicaban a «interactuar» con una misma exposición. Las etiquetas que fomentaban un elemento de interactividad, o «algo» que toda la familia pudiera hacer, mostraban un aumento significativo en cuanto al tiempo dedicado a la vitrina de la exposición en cuestión, en comparación con otras etiquetas didácticas y de «control y seguimiento» de la información que comunicaban sus contenidos.
Por otro lado, la autenticidad ha sido interpretada de muchas maneras diferentes. En general, los objetos auténticos los encontramos en el mundo real, fuera del museo. El artículo de Anne Land-Zandstra et al. «¿Es real?» indaga sobre la importancia de los objetos reales en las experiencias de aprendizaje, concretamente en el Centro de Biodiversidad Naturalis, un museo de historia natural localizado en Leiden (Países Bajos). Basándose en la investigación recogida y en sus propios estudios de caso, desarrollaron un marco teórico sobre la autenticidad, tomando prestados conceptos de diferentes campos, como el marketing y la psicología. Analizaron cómo los niños perciben los objetos, y observaron, a partir de estos estudios, que si la apariencia es real se produce una percepción en ellos de autenticidad.
Actualmente, los museos de historia natural tienen como objetivo involucrar al público con la investigación científica en los museos y en temas relacionados con la ciencia contemporánea, generando así experiencias auténticas para los visitantes.
La galería «Insight» del National Museum Cardiff elabora diferentes historias sobre las colecciones e investigaciones detrás de escena (backstage), para mostrar a través de ellas la naturaleza activa del museo y de la ciencia. Esta galería permite experimentar con el cómo y por qué exhibir determinados contenidos. Las exposiciones se actualizan progresivamente con nuevas investigaciones o narrativas sobre las colecciones. Se trata de un espacio ideal para experimentar con la relevancia de lo que se exhibe y conocer cuáles son las exposiciones con verdadera trascendencia para el público en general.
En ese mismo museo de Cardiff, se realizó una evaluación más reciente mediante el ejercicio de «escuchar» al público, de la que se extrajeron algunos comentarios de los visitantes realmente útiles sobre lo que funciona y lo que no: las que mejor lo hacen son las exposiciones de colecciones relevantes para los visitantes locales. Lo que ya no funciona tan bien es la transmisión del mensaje sobre la investigación «activa» que se está dando en el museo. El objetivo es llevar a cabo un estudio de los visitantes explorando el tema con más detalle y extraer de ello los mecanismos y enfoques más adecuados para poder aplicarlos al diseño de exposiciones.
Con el fin de complementar la galería Insight y proporcionar una participación más profunda, se organizaron días abiertos, programando reuniones con científicos para discutir y debatir las investigaciones recogidas dentro de su programa escolar. La verdad es que muchos museos ofrecen una experiencia de «encuentro con el científico». La evaluación del programa Nature Live del Museo de Historia Natural mostró que los visitantes y estudiantes se identificaban más estrechamente con los científicos a través del reconocimiento y la posibilidad de compartir en vivo experiencias comunes. De hecho, los maestros han comprobado los beneficios que tienen para sus alumnos la posibilidad de reunirse con científicos para discutir y debatir una investigación dentro de su visita al museo (Collins y Lee, 2005). No obstante, debemos ser cautelosos al pensar que las interacciones con los científicos tienen siempre un efecto positivo.
Todos los museos se esfuerzan por ser relevantes para su público y responder y satisfacer sus necesidades. Nuestras propias evaluaciones y estudios de visitantes revelan que éstos demandan más acción, personalzación y socialización. Pero, ¿qué entendemos por acción? Parte de las investigaciones mas importantes que se llevan a cabo en los museos consisten en preguntar qué buscan los visitantes en las salas. Una respuesta que escuchamos reiteradamente es: «queremos más interactivos». ¿Cómo podemos encontrar el nivel correcto de experiencia interactiva? ¿Cómo se consigue un equilibrio de interactivos capaz de contar la historia de la mejor manera? Este es un tema muy importante que próximamente analizaremos en profundidad.
Recurso:
LEM Working Group (2017): Invitando a los visitantes a los museos de Historia Natural. Informa de aprendizaje en grupo en el museo. NEMO – The Network of European Museum Organisations.
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