¿Cómo visitas tu un museo? Si eres del tipo visitante explorador/a o buscador/a de experiencias, probablemente te gustaría hacerlo en plan aventura, como hace Tracy Chevalier, la autora de la novela «Girl with a Pearl Earring», quien siempre organiza su propia curaduría secreta cuando visita un museo o galería, centrándose en una pintura alrededor de la cual desarrollar posteriormente una historia. Básicamente, ella no tiene que preparar la visita. Simplemente entra y se «une» al objeto u obra que ha elegido. Crear esa historia le ayuda a personalizar su experiencia en el museo y a mantenerla en su memoria durante bastante tiempo. Tu podrias hacer lo mismo que Tracy. Sin embargo, existe un grupo mayoritario de personas que confía mucho más en «Las 1001 pinturas que debes ver antes de morir», en «Las 111 obras de arte que no debes perderte», o en las guías y mapas de los museos, a la hora de elaborar un plan y tratar de aprovechar la visita al máximo. Debemos pensar, no obstante, que toda esa información no es más que la recomendación de otros – a partir de sus experiencias y conocimientos -, no hay nada personal que compartir. Te llevará algún tiempo cambiar tu percepción del museo, sustituir esas otras impresiones por la tuya propia. Y todo este proceso puede suponerte un esfuerzo extra, sumado al intento de comprender qué es lo que se nos están mostrando.
Desde el punto de vista de un museógrafo, tratamos de pensar en cómo optimizar la experiencia en el museo y hacer que éste sea más accesible para todos. Existen pruebas fundadas a partir del uso y aplicación de la tecnología en los museos. Los grandes esfuerzos que están haciendo algunos de ellos en este sentido, merecen verdaderamente la atención del público. En diciembre de 2018, The Met se asoció con Microsoft y el Massachusetts Institute of Technology (MIT) para explorar nuevas formas de transformar la experiencia del museo, utilizando Microsoft AI (Inteligencia Artificial, a partir de ahora IA). La inteligencia artificial puede ayudar a generar una experiencia, en torno a todos los contenidos de los museos – no solo respecto al arte -, que nunca antes se dio, encontrando patrones que nuestra vida no capta normalmente y consiguiendo que aprendamos más sobre nosotros mismos.Toda esta innovación nos sugiere que los museos pudieran estar mucho más cerca de cada individuo.
El prototipo, My Life, My Met, trata de ayudar a los visitantes a entender mejor las conexiones significativas entre el arte y la vida cotidiana. Este concepto intenta sustituir las imágenes del público en Instagram por las obras de arte de acceso abierto más próximas de la colección Met, mediante el análisis de todas esas «publicaciones» diarias. En algún momento, mirando hacia atrás a lo largo de 5.000 años de historia humana, un acontecimiento conectará contigo de manera especial, y podrás visualizar la relación de las antiguas rutinas de antaño con la vida cotidiana que»retratas» en las redes. Se reduce asi, a través del reconocimiento de imágenes mediante el uso de una solución de IA, la distancia entre el público y el arte. Es probable que la imagen de una comida- entre otros ejemplos – que los usuarios suban a esas redes pueda ser reemplazada por el trabajo de un artista en algún lugar de la historia del arte de la Met Collection. La enorme cantidad de datos – más de 400.000 imágenes, a través del programa de acceso abierto del Met -, personalizará esa relación de conceptos y motivará a los exploradores habituales, o buscadores de experiencias, a intentar comprender algo más las artes.
Storyteller es otro prototipo tecnológico que fomenta la nueva práctica de «dar vida a los objetos y artefactos»; aprovecha la inteligencia artificial de reconocimiento de voz para las obras de arte en la colección del Met. Palabras clave, frases, conversaciones o discusiones que la IA haya sido capaz de captar, activarán el sistema en una aplicación de tu móvil, permitiendo, en consecuencia, compartir obras de arte relevantes. Una vez que el usuario ha escuchado la narración, puede optar por hacer participe de su experiencia con esas obras de arte a otras personas, utilizando las redes sociales.
Ambos prototipos muestran las posibilidades que existen para que los objetos se acerquen a la audiencia, determinando cuáles son los pasos críticos necesarios para atraer a más visitantes – nuevos y diversos -, y conectarlos, desde la observación de contenidos museológicos en línea hasta la experiencia de una visita al museo real. El concepto «Online 2 Offline» se utiliza para identificar los distintos sistemas que atraen al público – dentro de un entorno digital – a la hora de realizar sus compras o contratar servicios de empresas físicas. Crear una experiencia interesante de conocimiento museológico en línea ayudará, definitivamente, a los usuarios a despertar en ellos el deseo de visitar los objetos reales de un museo. Hacer que dichos objetos resulten cercanos reforzará el comportamiento de la audiencia ante la visita. Los investigadores de museos, Falk y Dierking, presentaron el Modelo de Experiencia Interactiva, que conceptualiza la experiencia del museo desde la perspectiva del visitante, involucrando la interacción en tres contextos superpuestos: el contexto personal, el social y el físico.
El contexto personal engloba conocimientos previos, experiencias, intereses, motivaciones y preocupaciones. El social tiene que ver con los grupos específicos que visitan el museo; y el físico se refiere al entorno material del museo. Este modelo ayuda a explicar la experiencia total del visitante, mostrando una guía clara para diseñar una nueva visita, mas positiva e interactiva. Los objetos físicos que se contemplan en el museo pueden servir de enlace a los que se accedieron en línea. El conocimiento obtenido, las experiencias de vida o las historias, se expandirán a la red del museo y construirán una conexión emocional especial. Los recuerdos de lo que vieron, de lo que hicieron y cómo se sintieron tras sus experiencias, son los aspectos más frecuentes y persistentes relacionados con el contexto físico. Todos los canales sensoriales de un individuo contribuyen a su experiencia personal y, de este modo, la visita se vuelve algo más memorable. Nuestro cerebro no es un receptor pasivo de entradas sensoriales; podemos ganar con nuestras vivencias. Al identificar el contenido a través del aprendizaje automático, la IA podría ayudar a los usuarios, dentro y fuera del museo, a explorar colecciones de maneras diferentes, a ayudar a crear un compromiso interpersonal más directo, y a dar forma a una experiencia de museo multi-sensorial personalizada. Cuantos más datos se empleen para el aprendizaje automático,»más inteligentes» y rápidos se volverán sus algoritmos.
Utilizando la IA, los museos digitales podrían entender más y mejor a sus usuarios, así como aprovechar al máximo la oportunidad de probar y mapear la experiencia para cada tipo de visitante de una manera más precisa. Imagínate, cada vez que decidas visitar un museo la IA generará tu plan personal; los objetos y la exposición estarán relacionados con tu vida, tus intereses y tus preferencias. Podrás añadir o eliminar algunos elementos de la propuesta, según te parezca. Te ahorrarás mucho tiempo y te sentirás más cómodo, sin experimentar la fatiga del museo.
Otro prototipo es el Generist Maps, que ayuda a mejorar las experiencias participativas. Utiliza una tecnología llamada «redes adversas generativas» (o GAN), que funciona como una red neuronal. Una vez encontrado el objeto que desea estudiar, puede utilizar sus herramientas para detectar las coincidencias visuales más cercanas dentro de la colección y descubrir nuevas áreas de interés. Lo que termina haciendo una GAN es crear una nueva tercera imagen de un objeto u obra que aparentemente se encuentra dentro de la categoría de ese objeto u obra que a ti te interesa. El aprendizaje automático puede internalizar las características seleccionadas por la curaduría contemporánea, así como la evolución histórica de los artefactos culturales producidos de forma colectiva e iterativa. Tiene el potencial de ayudar a los visitantes de los museos a navegar y comprender su colección desde un punto de vista más alineado con las concepciones antiguas y no occidentales del conocimiento, y a la elaboración de imágenes.
Por otro lado, y pensando en el arte, es posible empezar a considerar la diversidad y complejidad de la creación artística para visualizar obras que pueden haber existido, en base a la idea de las que ya conocemos, y de ese modo obtener una comprensión más completa sobre nuestra cultura visual. Es difícil para la audiencia interactuar con los cientos, miles de piezas de un museo, aun teniendo un infinito interés por ellas, o incluso queriendo saber más sobre sus historias, la información de fondo o sus funcionalidades. Pero a través de una imagen recombinante, los mapas genéricos pueden estimular tu imaginación para generar alguna conexión entre dos cosas conocidas. Se nos ocurre, tal vez, la posibilidad de diseñar una instalación interactiva o subtítulo – o tan solo algunos tipos de juegos de rompecabezas – para maximizar el valor de esas manualidades y mejorar la experiencia participativa.
Mediante el aprovechamiento de la inteligencia artificial, los profesionales de los museos podrían atraer a más público de la red a los museos, y diseñar una experiencia más personalizada y atractiva. La amplia gama de audiencia nueva y diversa será abordada y guiada por la IA a nivel global dentro de muy poco tiempo, ya lo veréis.
Referencias:
Lin Chen (2018): Online to Offline: Artificial Intelligence helps to design a personalized museum in the digital era. Medium Magazine.
Tracy Chevalier (2012): Finding the story inside the painting (TedSalon Londres, primavera 2012). https://www.ted.com/talks/tracy_chevalier_finding_the_story_inside_the_painting?language=en
Artificial Intelligence, Like a Robot, Enhances Museum Experiences por Jane L. Levere, The New York Times https://www.nytimes.com/2018/10/25/arts/artificial- intelligence-museums.html
IRIS+ Part Two: How to Embed a Museum’s Personality and Values in AI por Elizabeth Merritt, https://www.aam-us.org/2018/06/19/iris-part-two-how-to- embed-a-museums-personality-and-values-in-ai/
The Met x Microsoft x MIT: #ArtMeetsAI https://www.metmuseum.org/blogs/now- at-the-met/2019/met-microsoft-mit-art-open-data-artificial-intelligence https://www.microsoft.com/inculture/arts/met-microsoft-mit-ai-open-access- hack/
How Artificial Intelligence Can Change the Way We Explore Visual Collections: https://metmuseum.org/blogs/now-at-the-met/2019/artificial-intelligence- machine-learning-art-authorship
My Life, My Met: https://www.microsoft.com/inculture/uploads/prod/2019/02/mylife-my-met.pdf
How Artificial Intelligence Can Change the Way We Explore Visual Collections: https://www.metmuseum.org/blogs/now-at-the-met/2019/artificial-intelligence-machine-learning-art-authorship
Impact of Machine Learning on Improvement of User Experience in Museums. En 2017 Artificial Intelligence and Signal Processing Conference (AISP), 195–200. https://ieeexplore.ieee.org/document/8324080
French, Ariana (2018): On Artificial Intelligence, Museums and Spaghetti. https://medium.com/@CuriousThirst/on-artificial-intelligence-museums-and-spaghetti-b107cf1b4dc9
Falk, John H, y Lynn D Dierking (2000): Learning from Museums : Visitor Experiences and the Making of Meaning. AltaMira Press.
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