Es quizás mi museo favorito. No sólo por la maravillosa historia de la conquista del cielo y del espacio, es por la forma de mostrárnoslo. Cuando entramos en el museo y nos quedamos parados al flanquear la puerta, toda la evolución de la aviación, desde el cacharro de los hermanos Wright hasta el Space Suttle, aparecen ante nosotros de golpe. Es un museo del que hablaré más veces porque tiene mucho que contar y a mi me fascina. Para empezar hay que decir que el Museo Nacional del Aire y el Espacio de la Institución Smithsonian en los Estados Unidos, contiene la mayor colección de aviones y naves espaciales del mundo. Es el paraíso para los aficionados a los locos aviadores y sus locos cacharros voladores. Muestran hasta una réplica exacta del globo de los hermanos Montgolfier. Los responsables del museo lo cuentan de la siguiente manera: Smithsonian Air and Space Museum mantiene la colección más grande y más importante del mundo de la aviación y de los artefactos espaciales, y abarca no sólo todos los aspectos del vuelo humano, sino también las obras relacionadas con el arte y la conquista del cielo y el espacio. Cuenta con dos instalaciones históricas que, en conjunto, dan la bienvenida a más de ocho millones de visitantes al año, por lo que es el museo más visitado de Estados Unidos. También es la sede del Centro de Estudios Terrestres y Planetarios.
Y venden en su cafetería unos perritos calientes que están bien buenos. Es un museo obligatorio para todos los fans de la aviación y del espacio. Se encuentra en el Mall de Washington DC, quizás el área de museos más importante del mundo, una delicia para los museólogos y museógrafos, y, por supuesto, para todos aquellos que quieran aprender mirando. En un museo amigo de los niños, pues siempre están programando actividades de juegos y aprendizaje, todo un modelo de enseñanza que estoy seguro habrá despertado cientos de vocaciones relacionadas con la aviación. Imposible aburrirse. Uno consigue olvidarse de los muchos kilómetros que está caminando para poder verlo todo. Ya sólo la sala dedicada a los trajes espaciales es como para pasar todo un día de observación. Las películas que programan en sus salas de proyección también suelen ser todo un espectáculo, especialmente ahora ,con el uso generalizado del 3D. El problema que tiene y que ya se ha generalizado por todo lo ancho y largo del mundo del turismo, es la masificación. Imposible no chocar con alguien, ya que todo el mundo anda mirando hacia arriba. Los artefactos voladores cuelgan del techo como si fueran piñatas, hay docenas de ellos. El F. Udvar-Hazy Center Steven, ubicado cerca del Aeropuerto Internacional Washington Dulles en Chantilly, Virginia., es una enorme estructura abierta, configuración de hangar, que se usa para mostrar las grandes aeronaves y naves espaciales. También presenta colecciones enteras de la aviación y de los artefactos espaciales, muchos de ellos posados sobre el suelo, algo que nos ahorra el peligro de chocar con el que va delante.
Washington DC es injustamente tratada cuando acapara la atención con «The Capitol City».Es una ciudad que rebosa difusión de cultura por todas partes. Un viaje imprescindible.
Para más información: http://airandspace.si.edu
Soy estudiante de ingeniería areoespacial y ya antes había oído hablar del museo al que haces referencia, pero nunca antes con tanto entusiasmo.Me ha encantado tu comentario.Espero algún día poder ir a visitarlo.Es una pena que en España no tengamos recursos para crear cosas así.Enhorabuena por tu blog,me parece muy interesanteMe habló de él un buen amigo y yo también lo haré
Muchas gracias por tu comentario Álvaro. Siempre será un placer esforzarse si finalmente ese esfuerzo es apreciado como lo has hecho tu con tus palabras. La visita al museo aero-espacial de Washington me entusiasmó desde que intuí en la puerta de entrada del edificio lo que me iba a encontrar. Le recomiendo la visita a todo el mundo y sobre todo a futuros profesionales de los cielos como es tu caso. En España, ¿qué decir? El submarino de Isaac Peral formaba parte de una fuente hasta hace bien poco…