Las páginas web de los museos han cambiado su enfoque para resaltar su rol como espacios educativos para el aprendizaje cultural no formal. Es relevante mencionar que el proceso de aprendizaje en los museos no siempre es intencional, sino que surge de las interpretaciones específicas que los visitantes hacen basadas en su experiencia personal (Hooper-Greenhil, 2006: 242 -243).
En este contexto, es interesante investigar si los museos brindan estas oportunidades a todas las personas por igual o si tienen algún tipo de selección, además de mostrar cómo las nuevas tecnologías pueden mejorar el acceso de las personas con discapacidad al entorno museístico.
En el pasado, los museos han contribuido a restringir deliberadamente a ciertos grupos sociales y fomentar prejuicios en su contra. Un ejemplo de estos grupos son las personas con discapacidad. Nuestra reflexión sobre el acceso de este grupo social a las instituciones culturales, como los museos, parte de la idea de que el aprendizaje es un bien social al que todos los grupos de población deben tener acceso, independientemente de su género, situación económica, estratificación social, origen o capacidades físicas.
El concepto de «democratización de la cultura» se refiere a hacer que los recursos culturales sean accesibles para una amplia gama de grupos sociales, especialmente aquellos que han sido excluidos de la esfera pública (Reeve y Wollard, 2006). Desde esta perspectiva, garantizar que cada visitante del museo pueda participar y experimentar la visita de manera física, intelectual/espiritual y emocional, en igualdad de condiciones, se convierte en una cuestión de derechos humanos.
En este sentido, un museo inclusivo busca lograr una democratización de la experiencia museística al promover estrategias que garanticen un acceso igualitario a la cultura para todas las personas (Sandell, 1998: 407-410). En tal contexto, la experiencia de aprendizaje adquirida en el museo puede verse como un logro cultural contra la exclusión social y la discriminación social (Gibbs et al., 2007: 84).
Para satisfacer las demandas de inclusión social de las personas con discapacidad, los museos deben trabajar en eliminar las barreras tanto naturales como socioculturales, así como abordar factores estigmatizantes, como la falta de instalaciones adecuadas. Además, es importante asegurar la participación efectiva de las personas con discapacidad en la experiencia de las exposiciones y objetos mediante el uso de tecnologías digitales en las interfaces. Esto permitirá que todos los visitantes, independientemente de sus capacidades físicas o cognitivas, puedan disfrutar y beneficiarse plenamente de la experiencia cultural en el museo.
Nos centraremos en las personas con dificultades sensoriales, especialmente aquellas con pérdida parcial o total de la visión. A menudo, este grupo se siente marginado en los museos debido al diseño de las exposiciones que priorizan lo visual y excluyen otras formas de percepción (Candlin, 2003: 101).
Para mejorar el acceso sensorial e intelectual al museo, se pueden usar medios y herramientas digitales que ofrecen interpretaciones alternativas para personas con discapacidad visual y dificultades de aprendizaje.
Por ejemplo, dentro del Programa «Investigar – Crear – Innovar» del Gobierno griego, se ha desarrollado un sitio web especial que presenta todos los materiales de este proyecto usando facilidades visuales. Los usuarios con dificultades pueden navegar por el Museo Digital de Educación utilizando sistemas de comunicación auxiliares. Se utiliza el estándar WCAG 2.0, que se basa en:
- Percepción: la interfaz se presenta de forma perceptible.
- Funcionalidad: el sistema de interfaz es funcional.
- Estabilidad: los mismos resultados se consiguen de forma diferente para todos los usuarios.
De esta manera, el objetivo es proporcionar una experiencia inclusiva y enriquecedora para todas las personas, sin importar sus capacidades, asegurando que el museo sea accesible y significativo para todos.
Para lograr esto, se ha diseñado un modelo que funciona tanto en computadoras personales como en dispositivos móviles (Diseño Responsable), permitiendo el acceso desde teléfonos inteligentes y tabletas.
Se han implementado características adicionales para mejorar la lectura del texto, como el tamaño de las letras y los colores, con el propósito de mejorar la experiencia del museo digital.
El desarrollo de la barra de accesibilidad ha facilitado la navegación mediante tecnologías como la lectura acústica, el contraste de color de los textos, la ampliación de la fuente y las marcas de puntos de texto, mejorando la comprensión de la estructura del sitio web (interfaz).
Estas herramientas tecnológicas, alineadas con la visión centrada en el visitante y la museología/educación museística moderna, pueden contribuir a la participación activa, interactiva y empoderadora de las personas con discapacidad en la experiencia y aprendizaje del museo. Sin embargo, es importante que se cumplan ciertas condiciones. En primer lugar, las exposiciones del museo deben representar la existencia misma de estas personas, permitiéndoles recuperar y reconstruir sus propias experiencias y narrativas de vida (Dodd, et al., 2008). En segundo lugar, es crucial tratar a las personas con discapacidad como individuos con experiencias y conocimientos valiosos, evitando clasificarlas como un público «especial» en contraste con los visitantes «normales». Esto implica que el museo debe reconocer que las barreras físicas que enfrentan las personas con discapacidad son el resultado de una sociedad que no está adecuadamente adaptada para ellas (modelo social), y esas barreras deben ser eliminadas para lograr una verdadera inclusión.
En conclusión, la democratización de la cultura y el acceso inclusivo a los museos son fundamentales para promover una sociedad más equitativa y enriquecedora. Al eliminar barreras y adoptar tecnologías digitales, podemos asegurar que todas las personas, incluidas aquellas con dificultades sensoriales o discapacidades, tengan la oportunidad de disfrutar y participar plenamente en la experiencia cultural. Un enfoque centrado en el visitante y una museología moderna nos guían hacia un futuro donde todos puedan acceder a la riqueza del patrimonio cultural y disfrutar de una experiencia museística significativa. Con estas acciones, estamos construyendo un mundo más inclusivo, donde el aprendizaje y la cultura sean un derecho universal para todos.
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Recursos bibliográficos:
Hooper-Greenhill, E. (2006): Museos y educación: Propósito, pedagogía, desempeño. Ediciones Akal.
Reeve, M., & Wollard, J. (2006): Democracia y participación cultural. Arts Council England.
Sandell, R. (1998): Los museos como agentes de inclusión social. Revista de Museología, 13, páginas 48-66.
Candlin, F. (2003): Arte, museos y tacto. En El museo multisensorial (páginas 89-122). Ediciones Istmo.
Dodd, J., Sandell, R. y Garland-Thomson, R. (editores) (2008): Museos inclusivos: Perspectivas sobre museos, galerías e inclusión social. Ediciones T.
Walsh, S. M. (2010): Medios interactivos para museos: Una perspectiva europea. Revista Internacional del Museo Inclusivo, 3(1), páginas 135-146.
Hsi, S. (editor) (2010): Pautas de diseño inclusivo para la interacción humano-computadora. Lawrence Erlbaum Associates.
Kavanagh, E. J., y Brown, A. D. (2010): Diseño inclusivo para museos: Proporcionar mejores experiencias a los visitantes. Curator: The Museum Journal, 53(4), páginas 435-452.
Dodd, J. (2010): El contexto social de las experiencias de museo accesibles e inclusivas. En El Manual del Aprendizaje en Museos (páginas 310-328). Ediciones T.
Sandell, R. (2003): Inclusión social, el museo y la dinámica del cambio sectorial. Museo & Sociedad, 1(1), páginas 45-62.
Candlin, F. (2003): Blindness, art and exclusion in museum galleries. The international journal of art & design education, páginas 100-110.
Dodd, J., Sandell, R., Jolly, D. y Jones, C. (2008): Rethinking Disability Representation in Museums and Galleries. RSMG: Leicester
Gibbs, Κ., Sani, M, Thompson, J. (2007): Lifelong Learning in Museums. A European Handbook: http://online.ibc.regione.emiliaromagna.it/I/libri/pdf/LifelongLearninginMuseums.pdf , accessed 16/4/2019).
Hooper-Greenhill, E. (2006): The power of museum pedagogy. En: H. Genoways (editor). Museum philosophy for the twenty-first century. Altamira Press, páginas 235-245.
Reeve, J., Woollard, V. (2006): Influences in Museum Practice. En: C. Lang, J. Reeve, V. Woolard (editores) (páginas 5-18), The Responsive Museum. Working with Audiences in the Twenty-First Century. Ashgate: Surrey
Sandell, R. (1998): Museums as Agents of Social Inclusion. Museum Management and Curatorship, 17:4, páginas 401-418.
A. Hourdakis, J. Ieronimakis, M. Souka, M. Kounalakis (2020): Distance learning for people with disabilities. European Union and Greek national funds through the Operational Program Competitiveness, Entrepreneurship and Innovation, under the call RESEARCH – CREATE – INNOVATE (project code: T1EDK-04930).
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Fotografía: American Alliance of Museums – Museum Accessibility: An Art and a Science.