Midiendo el Impacto de los Museos en sus Comunidades

Midiendo el Impacto de los Museos en sus Comunidades

 

Comprender el impacto de la cultura y las artes ha sido la preocupación de varios investigadores en las últimas décadas (Evans, 2001; Matarosso, 1997; Parker, Waterston, Michaluk y Rickard, 2002; Persson, 2000; Sandell, 1998; Sheppard , 2000; Williams, 1997). El valor económico del sector de las artes y la cultura es ampliamente reconocido como una parte solo de su valor neto para una comunidad (Holden, 2004). Identificar el efecto social ha sido una forma de cambiar el enfoque de la economía para lograr una comprensión más razonable y razonada de cómo las artes y la cultura contribuyen positivamente en las comunidades. La fuerza de los estudios de investigación sobre el impacto de las artes y la cultura en general radica en el intento de desarrollar indicadores medibles. Ya se han trazado áreas donde se pueden detectar los resultados y las diferencias, pero la debilidad radica, principalmente, en la incapacidad de aplicar estos indicadores de manera que demuestre el impacto en cada persona y en una comunidad concreta. No existe un modelo que se pueda usar consistentemente con confianza en diferentes contextos y situaciones (Reeves, 2002).

Una de las investigaciones de referencia que nos parece muy interesante sobre el impacto de los museos locales en sus comunidades se hizo en Australia hace unos años. El objetivo de esta investigación era desarrollar metodologías para evaluar la gama de impactos que los museos locales tenían en sus comunidades y, a partir de aquí, poder identificar los tipos de programas o estrategias que producen los impactos positivos de los museos. Para esta investigación en concreto se adoptó un enfoque de estudio de caso utilizando una combinación de datos cualitativos y cuantitativos recopilados en tres museos diferentes. El proyecto formuló la pregunta ¿Cuáles son los impactos de los museos en su comunidad local y cómo se pueden medir?, llevándose a cabo en el contexto de iniciativas de política de inclusión social y estudios previos de impacto cultural y social sobre los beneficios de la participación cultural que ya se tenían.

A partir de la literatura revisada, se determinó que, para medir el capital social, podría ser más útil  y sencillo adoptar o adaptar metodologías que hubieran sido utilizadas por museos de ciencia o proyectos que midieran resultados asociados con la participación en las artes (Stone, 2001). Como sugiere Stone, puede ser difícil demostrar que existe una relación causal entre los museos y el impacto social que generan, pero es factible mostrar cómo contribuyen a crear dicho impacto, aunque no necesariamente lo provoquen.

Al considerar la pregunta de investigación y la definición de impacto como cambios en el sentir social y cultural, el impacto social se convierte en una variable dependiente: ¿cómo contribuyen los museos a aumentar o disminuir este impacto y cómo podemos conocerlo? El impacto depende de la presencia (programas, políticas, actividades) de los museos en su comunidad. Esto no supone que no existiera capital social antes de que se crearan; lo que se está midiendo es cómo los museos contribuyen al impacto de ese capital social, no si lo crearon. El marco adoptado para este estudio que mencionamos se basaba en los conceptos de confianza, reciprocidad y redes del capital social, y utilizaba una dicotomía creencia/comportamiento dentro del contexto del museo/comunidad.

Se establecieron límites en la naturaleza y el alcance del estudio piloto para desarrollar las metodologías apropiadas, específicamente aquellas relacionadas con el impacto de un subconjunto de museos locales (regionales) – en lugar de los principales estatales o nacionales -. Se eligió este subgrupo  porque existen entre ellos suficientes diferencias para identificar casos representativos de tipo; es más probable que los museos regionales estén estrechamente conectados con las comunidades a las que sirven, ya que los grandes suelen servir a una serie de partes interesadas dispares y complejas que requieren diferentes formas de medición. Además, en Australia, los museos regionales más pequeños a menudo dependen de la buena voluntad de los financiadores comunitarios, por lo que la medición del impacto es una alta prioridad. Así pues, se desarrolló un enfoque de estudio de caso con tres museos seleccionados:

  • Un representante de un museo metropolitano dentro de su ciudad: los impactos que crean estos museos pueden ser significativamente diferentes de los de lugares más remotos. Además, compiten con importantes museos estatales y nacionales en ubicaciones adyacentes.
  • Un representante de un pequeño museo regional; en cierto sentido, el típico museo regional dentro de las comunidades regionales y rurales que han sufrido cambios estructurales a causa de la sequía o el desplazamiento de puestos de trabajo por parte de la industria (por ejemplo, tala, pesca, minería) y que ahora se están reinventando como destinos turísticos, o tratan de desarrollar otras industrias nuevas.
  • Un representante de museos comunitarios establecidos por pueblos indígenas en sus áreas locales para albergar objetos, artefactos repatriados y exhibiciones, así como para llevar a cabo programas de educación e investigación y servir como lugar de reunión.

Para esta investigación se utilizaron enfoques tanto cualitativos como cuantitativos. La etapa cualitativa analizó los supuestos beneficios sociales y culturales que se acumularon para los usuarios, el personal, los voluntarios y los financiadores de los museos locales. Se realizaron entrevistas y debates de grupos focales con varias partes interesadas, incluido el personal, los voluntarios, los usuarios de los programas y el personal de los patronatos. El propósito de las discusiones fue identificar los impactos percibidos que los museos estaban generando entre aquellos directamente vinculados a los centros.

Se administró aleatoriamente una encuesta cuantitativa a la población local en las tres áreas, para evaluar tanto las creencias como el comportamiento en relación con el uso del museo, la obtención de información, la participación en programas, la exposición a los visitantes y la voluntad de pagar fondos adicionales al museo. Se tomaron muestras de un total de 294 residentes locales de los tres museos.

El análisis de los estudios cualitativos identificó conceptos como beneficios sociales individuales (redes, calidad de vida, interacción), beneficios sociales comunitarios (redes, servicios a la comunidad) y beneficios económicos y culturales individuales y comunitarios. En general, los hallazgos cualitativos sugirieron que el valor de los museos locales eran los vínculos con sus comunidades; las posibilidades de que la gente los visite, incluida la asistencia a eventos; las oportunidades de trabajo (tanto remuneradas como no remuneradas) que pudieran estar disponibles; y la riqueza que crea el museo en la comunidad local, lo que conduce a generar dinero que retorna a la comunidad. También se identificaron resultados más amplios, como el desarrollo de una apreciación del lugar y la cultura, el orgullo de la comunidad, los museos como valor de conservación del patrimonio y las oportunidades de aprendizaje en todos los niveles de edad.

En resumen, los hallazgos cualitativos en los tres sitios mostraron que los beneficios sociales eran evidentes cuando el museo suponía un conducto para la comunidad local a través de la integración en la misma, la existencia de vínculos creados fuera de cada institución, la expresión de la cultura local y el desarrollo de habilidades que brindan interacción social. Se reconoció ampliamente que los beneficios económicos eran importantes. También se comprobó que los museos locales necesitaban un enfoque claro de su propósito y una identidad fuerte e identificable – De lo contrario, las divisiones y tensiones de la comunidad pueden contribuir a objetivos poco claros -.

La fase cuantitativa consistió en 294 entrevistas con personas en las tres áreas locales. Se realizaron en la calle, y los encuestados respondieron preguntas abiertas y escalas de calificación que analizaban el papel de los museos y los beneficios percibidos. En general, los beneficios generales se describieron como turismo, apreciación de la historia y la cultura, y educación general, entre otros. Curiosamente, algo que resulta alentador es que ningún encuestado pudo enumerar los aspectos negativos. Al responder a una serie de afirmaciones sobre los museos locales derivadas de la revisión de la literatura, hubo un fuerte acuerdo en que los museos locales:

  • Desarrollan el orgullo por las tradiciones y costumbres locales.
  • Juegan un papel importante en el turismo.
  • Deben tener exhibiciones relevantes para la comunidad local.
  • Favorece un sentido de pertenencia e identidad.
  • Involucra a las personas en proyectos locales.
  • Promueven el contacto y la cooperación entre culturas diferentes.
  • Desarrollan comunidad, con el apoyo de redes sociales que pueden generar contacto entre diferentes grupos de edad.

Este estudio encontró que pocos encuestados estaban de acuerdo en que los museos locales ayuden a emprender o a desarrollar carreras; son, más bien, lugares donde las personas pueden debatir problemas o son bien conocidos en la comunidad local principalmente por su educación. Al observar dónde encajan los museos cuando las personas buscan información local específica, los resultados encontraron que los encuestados accedían principalmente a Internet, y que la biblioteca y el museo locales eran el primer lugar utilizado por alrededor de una cuarta parte de ellos. En cuanto a los museos en sus comunidades locales, el 45 % de los encuestados consideraba que eran tan importantes como otras organizaciones comunitarias.

También se tomaron muestras sobre una variedad de audiencias de museos para investigar sus percepciones sobre los roles que éstos podrían desempeñar en la sociedad contemporánea. El estudio fue más allá de los detalles de las controversias de exhibición y la retórica teórica para examinar la relevancia, el éxito y el funcionamiento práctico de una amplia gama de museos como centros cívicos y para abordar temas de relevancia e importancia contemporánea. Con este fin, se buscaron respuestas a una serie de preguntas tales como:

  • ¿Cómo pueden contribuir los museos a los debates sobre cuestiones de actualidad e importancia?
  • ¿Cómo podrían abordar de manera efectiva temas polémicos de nuevas maneras que reconozcan y adopten opiniones en conflicto, que no alienen y sean aceptables para la mayoría de las audiencias?
  • ¿De qué manera pueden los museos navegar por el delicado terreno entre hechos/opinión, autoridad/conocimientos, defensa/neutralidad y censura/exposición?

Se identificaron cuatro etapas de investigación, cada una de las cuales utilizó diferentes metodologías para lograr los resultados deseados. En primer lugar, se llevó a cabo un análisis de la literatura sobre los debates museológicos y teóricos prevalecientes acerca del papel de los museos en la sociedad contemporánea y en los campos de los estudios culturales y de medios, la sociología y los estudios de paz y conflicto. El objetivo era vincular los debates contemporáneos con una variedad de disciplinas, a fin de contribuir y ampliar la comprensión de la capacidad de los museos para anticipar y comprometerse con temas polémicos fuera del pensamiento tradicional. A esto le siguió un análisis bibliográfico de las controversias sobre exposiciones en diferentes países occidentales, situándolo en un contexto histórico e investigando cómo algunas de ellas, en el pasado, se han definido como controvertidas y cómo  esa definición ha afectado a los roles y el funcionamiento de los museos. A partir de los temas identificados en esta revisión, se desarrolló e implementó una estrategia multimétodo tanto cuantitativa como cualitativa. Se investigaron los roles del museo, la comunidad, la audiencia, el personal, la administración y las expectativas y preocupaciones de las partes interesadas. El método múltiple aseguraba tanto la confiabilidad como la validez (Cohen y Manion, 1994). Se utilizaron una serie de declaraciones en todas las muestras que abordaban los problemas clave identificados en la revisión de la literatura.

En la segunda etapa, se llevaron a cabo encuestas telefónicas (también llamadas «ómnibus») a la comunidad nacional en general, tanto a los visitantes del museo como a los que no lo eran, detallando los perfiles demográficos, incluidos los datos socioeconómicos correlacionados con una serie de preguntas sobre temas y funciones del museo. A los encuestados se les preguntó si los museos deberían, o no, presentar exposiciones sobre temas polémicos, y póster se les invitó a responder a una serie de declaraciones de roles actuales y potenciales utilizando una escala Likert de cinco puntos (totalmente de acuerdo a totalmente en desacuerdo) basada en los siguientes temas:

  • ¿Son los museos fuentes de información y lugares seguros para explorar estos temas presentando una variedad de puntos de vista? O, ¿deberían asumir un papel más activo, como espacios transformadores para desafiar y cambiar opiniones?
  • ¿Deberían los museos actuar como provocadores y asumir un papel de liderazgo como activistas sociales y políticos para generar cambios y ayudar en la resolución de problemas a nivel personal o político?
  • Alternativamente, ¿el papel principal de los museos es ofrecer experiencias sociales no desafiantes?
  • ¿Pueden los museos ser todas estas cosas a la vez?

Las encuestas de salida se realizaron en dos museos nacionales en la tercera etapa, basándose en muestras estadísticamente significativas de 197 y 248 encuestados, respectivamente. Se utilizó la misma variedad de preguntas para comparar las respuestas de la comunidad en general con las audiencias y recopilar datos demográficos más detallados sobre edad, género, afiliación cultural o étnica, circunstancias sociales, económicas y familiares. Con una generosa subvención, se realizaron encuestas a los visitantes en tres museos nacionales con un total de 286 visitantes. Las encuestas y cuestionarios de salida cuantitativos fueron analizados utilizando SPSS (software de análisis de datos) para permitir comparaciones entre todos los conjuntos de datos, correlaciones cruzadas, comparación de resultados de diferentes contextos culturales, ampliando así la muestra de investigación.

La cuarta etapa fue de naturaleza cualitativa, para explorar, analizar y discutir los hallazgos de las encuestas telefónicas y de salida sobre temas relacionados con los roles cívicos y las responsabilidades sociales de los museos, así como las experiencias de visitas, funciones, actividades de éstos, autoridad, pericia, confianza y censura. Se realizaron grupos focales con visitantes de museos: adultos de 18 a 30 años sin hijos, adultos de 30 a 49 años con hijos y adultos de 50 a 64 años.

En contraste, las opiniones del personal del museo y las partes interesadas también se recopilaron mediante una encuesta en línea, entrevistas en profundidad y discusiones de grupos focales con más de 100 miembros del personal y partes interesadas en 26 instituciones de diferentes países. En los grupos focales, se pidió a los participantes que identificaran cualquier tema o problema que fuera particularmente controvertido o candente – en ese país o para ese museo en ese momento -. Esto permitió que la investigación registrara las controversias emergentes y las respuestas contemporáneas. Otras cuestiones relacionadas con los museos, las responsabilidades sociales y los roles cívicos – como fuentes de información – fueron la autoridad, la experiencia, la censura, el impacto de las controversias en el funcionamiento institucional, la programación exitosa y los arreglos de financiación. Al comparar los diferentes contextos geopolíticos, sociales, culturales e institucionales en los que opera la comunidad museística internacional, buscamos iluminar los desafíos, las limitaciones y las oportunidades que enfrentan las instituciones al presentar temas polémicos.

Los resultados que presentamos son una muestra seleccionada del proyecto más amplio, que sirve como una comparación general, con los hallazgos específicos del estudio de impacto descrito anteriormente. En general, los encuestados sintieron que los museos tienen un papel en la presentación de temas controvertidos, y más de la mitad de la población general de la muestra está de acuerdo, o muy de acuerdo, con la pregunta ¿Tienen los museos un papel en el desarrollo de exposiciones sobre temas tabú y controvertidos? El mayor apoyo provino de los encuestados de la industria, seguidos del de los visitantes internacionales de museos.

Se observó un fuerte acuerdo en las áreas de suministro de información, y menos en los museos que se centran en experiencias no desafiantes. Junto con un fuerte apoyo a los museos como lugares para explorar temas importantes, estos puntos de vista les proporcionan una retroalimentación positiva. Algunas de las preguntas clave que plantearon los visitantes en el estudio y que vale la pena pensar y reflexionar más a fondo son cuestiones sobre la autoridad, quiénes son las voces que se representan y el tema de la confianza. La consideración final fue involucrar a las audiencias en las formas en las que les gusta aprender, tratando de encontrar el equilibrio adecuado entre ser popular y ser populista; ser controvertido y crítico; entre brindar información y generar conocimiento; o reconocer la relación entre aprendizaje y entretenimiento.

¿Qué demuestran los resultados sobre las funciones de los museos? Los museos, como fuentes confiables y creíbles de información son fundamentales, especialmente en estos tiempos de cambios incesantes. Aportan, además, experiencias socialmente integradoras e inclusivas, con audiencias que desean ser desafiadas. Los museos que escuchan las voces de sus comunidades y se enfrentan al cambio social son fundamentales. Se reconoció ampliamente la confianza y la autoridad de estas instituciones. En general, sacar a relucir puntos de vista importantes, desafiantes y controvertidos en una sociedad democrática y de libre pensamiento fue contemplado, por muchos, como un papel clave para los museos, uno de los pocos lugares donde pueden ocurrir estos debates:

  • Los museos no son solo para mostrar aspectos superficiales de la cultura (visitante).
  • Los museos son un foro público para los problemas que deben plantear a la sociedad. (mujer, 30-39 años, empresaria).
  • Si los museos no lo hacen, ¿quién lo hará? (visitante).
  • La controversia es solo un factor en la diversidad, y las personas tienen la opción de asistir a una exhibición o programa (visitante)
  • Ocultar algo no ayuda a los niños ni al futuro del país. Tienes que airearlo para llegar a la verdad, sea cual sea la verdad (visitante).

A modo de resumen, diremos que estos dos estudios han revelado una serie de resultados sobre cómo se valoran los museos, el impacto que tienen en sus comunidades locales y el papel que desempeñan en la vida de las personas. En general, muestran que las comunidades locales entienden y valoran el papel de los museos, ya que éstos actúan con una relación recíproca de beneficio mutuo. La comunidad mundial, en general, también comprende y tiene puntos de vista sólidos sobre las funciones de los museos, en particular como lugares que brindan información sobre temas que pueden ser difíciles o controvertidos.

El desafío que presentan estos estudios es utilizar la información generada para convencer a los gobiernos y a las entidades de financiación sobre el importante papel de los museos, su valor en la comunidad y el que las personas les otorgan. ¿Cómo podemos hacer esto de manera significativa para las entidades de financiación? Usar indicadores económicos clave que van más allá de los números es un comienzo. Podría materializarse, por ejemplo, destacando los beneficios sociales de los museos en áreas como la salud mental y el bienestar social, y demostrando que son una parte integral del capital social. Otro ejemplo es poner de relieve la contribución que hacen los museos al monitoreo de los indicadores ambientales, algo que se está volviendo crítico dado el mayor énfasis en el mundo de hoy en día sobre el cambio climático. Finalmente, los museos tienen la oportunidad de influir, desafiar y, en ocasiones, transformar la forma de pensar de los visitantes, inspirándolos a tomar medidas sobre grandes problemas y haciéndoles ciudadanos informados en un mundo cada vez más globalizado. Los visitantes quieren esto; pero, ¿están nuestros museos preparados y dispuestos a proporcionarlo?


Recursos:

Cameron, F. (2003): Transgressing fear- Engaging emotions and opinion- A case for museums in the 21st century. Open Museum Journal, nº: 6.

Cameron, F. (2006): Beyond surface representations: Museums, edgy topics, civic responsibilities and modes of engagement. Open Museum Journal, nº. 8.

Cohen, L. y Manion, L. (1994): Research methods in education. London: Routledge.

Ellison, J. (2003): Re-visioning the media, museums and controversy: A preliminary case study. Open Museum Journal, nº: 6.

Evans, M. (2001): Renaissance in the regions: A new vision for England’s museums. Londres: Resource: The Council for Museums Archives and Libraries.

Ferguson, L. (2006): Pushing buttons: Controversial topics in museums. Open Museum Journal, nº: 8.

Holden, J. (2004): Capturing cultural value: How culture has become a tool of government policy. Londres: Demos.

Kelly, L. (2006): Measuring the impact of museums on their communities: The role of the 21 century museum. INTERCOM 2006 Conference Paper.

Kelly, L. (2006): Museums as sources of information and learning: The decision-making process. Open Museum Journal, nº: 8.

Matarosso, F. (1997): Use or ornament? The social impact of participation in the arts. Stroud: Comedia.

Parker, S., Waterston, K., Michaluk, G. y Rickard, L. (2002): Neighbourhood renewal and social inclusion: The role of museums, archives and libraries. Glasgow: Marketing Management Services International.

Persson, P. (2000): Community impact of science centres: Is there any?. Curator (Vol. 43, págs. 9-17).

Reeves, M. (2002): Measuring the economic and social impact of the arts: A review (pag. 131). Londres: Arts Council of England.

Sandell, R. (1998): Museums as agents of social inclusion. Museum Management and Curatorship (Vol. 17, págs. 63-74).

Sheppard, B. (2000): Do museums make a difference? Evaluating programs for social change. Curator (Vol. 43, págs. 63- 74).

Stone, W. (2001): Measuring social capital: Towards a theoretically informed measurement framework for researching social capital in family and community life. Melbourne: Australian Institute of Family Studies.

Williams, D. (1997): How the arts measure up: Australian research into social impact. Stroud, Glos.: Comedia.

Fotografía: Cultural Collections – The Australian Museum.


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2 comentarios en «Midiendo el Impacto de los Museos en sus Comunidades»

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