Los MOOC y otras herramientas de aprendizaje y descubrimiento digitales son, sin duda, una de las oportunidades más recientes y emocionantes que la era digital puede ofrecer a los museos. Estamos observando cómo grandes museos de todo el mundo, como el MoMA o el Museo Americano de Historia Natural (entre muchos otros), se involucran en la enseñanza programando cientos de cursos en línea. Este es un gran experimento y, como David Greenfield escribe en Edgital11, todavía hay muchas cosas que no sabemos sobre el potencial de los MOOC aplicados a los museos y a la educación museística.
En los últimos meses, hemos participado en varios seminarios web, además de enseñar en nuestra propia plataforma MOOC, y nos sigue impresionando su potencial para hacer que las cosas sucedan. Pero también hemos sido conscientes, más de una vez, de los límites de estas herramientas, sobre todo en el caso de las plataformas de enseñanza, donde con demasiada frecuencia los participantes se van quedando por el camino (abandonos), y donde se reafirman las relaciones de poder existentes (es necesario tener acceso a Internet y, a menudo, hablar inglés). Un artículo de un periódico belga mencionaba que los medios digitales y la educación pueden llegar a suponer una combinación peligrosa.
Nos parece una tontería. Porque aunque fuera cierto que los MOOC contemporáneos pudieran estar limitados en escala y alcance – y en su poder de cambio mundial -, no hay forma de volver a un mundo donde imperen el papel, la tiza y las pizarras. La gran cantidad de personas inteligentes que contribuyen a la educación digital y a las iteraciones futuras de la misma idea (xMOOC, cMOOC, COOC, SOOC, o como se les llame), cumplirán, sin duda, la mayoría de las promesas y aspiraciones que se plantean actualmente.
Con más de 43 millones de personas (cifra recogida el 28/08/2019) inscritas en Coursera, y muchos millones más en programas similares – además de la gran cantidad de facilitadores que realizan seminarios web -, no solo encontramos un enorme potencial en el aprendizaje y descubrimiento digitalmente habilitado y mejorado, sino que tenemos además mucho que aprender de todas las ideas y energía que este impulso genera. Por nuestra parte, pudimos descubrir cosas muy interesantes acerca de la narración de historias y de la participación en línea observando lo que hacían, y no hacían, los demás. Pero también sobre el compromiso digital, al facilitar una amplia gama de seminarios y cursos web (especializaciones, cursos express y el LAB de Innovación Museológico, aparte de la creación de la biblioteca multimedia de museología y museografía).
Todas esas experiencias recibidas creemos que pueden aplicarse a cualquier compromiso digital de la siguiente manera:
- El compromiso digital posee un carácter masivo, pero no tiene sentido si no existe conexión personal con un profesor, por lo que se debe facilitar su aparición habitual en los foros y correos electrónicos regulares y amigables. Esto conlleva una gran cantidad de trabajo – no nos equivoquemos – para los profesores y sus equipos, al margen de la virtualidad, pero consideramos que es un requisito previo para cualquier facilitador que intente lograr un compromiso digital pleno.
- Las plataformas de formación on line son redes sociales. Podemos asegurar que el aprendizaje y el descubrimiento son principalmente actividades de carácter social, incluso cuando se realizan en línea. La elaboración de seminarios web nos ha demostrado que, para ser significativos, han de tener una conexión con el mundo real, se deben establecer pausas para el café, charlas entre facilitadores y participantes, chismes entre sesiones… y todas esas cosas que hacen que el aprendizaje y el descubrimiento sean divertidos y amenos. El compromiso digital no se limita únicamente a las redes sociales, se trata de lo social para lo social. Se necesita hablar, una interacción humana, una comunicación no verbal; tal vez, incluso, tocar y oler (pero trasladándolo a un formato digital). En el compromiso digital, las redes sociales suponen una herramienta de distracción.
- Reconocimiento y recompensas. Catorce semanas, y al menos tres o cuatro horas por semana, es un plazo significativo para llevar a cabo cualquier iniciativa, especialmente para un curso voluntario en línea sobre la materia que sea. Y esto no es nada en comparación con el tiempo que la gente invierte ( a veces un año) en las comunidades en línea, la creación de perfiles y la navegación. Para evitar deserciones, los MOOC experimentan continuamente con el reconocimiento y las recompensas a fin de mantener a su audiencia comprometida. No tiene por qué ser mucho: un agradecimiento amigable y un PDF que muestre sus logros les ayudará a recorrer un largo camino en la era digital.
- «En línea» no implica estar solo. La mayor revelación es que, aunque la comunicación en línea suele establecerse «de uno hacia otro» (una organización que habla con un individuo en la audiencia), en muchos de los seminarios web, el «uno» del extremo receptor es en realidad un grupo de participantes que comparten un mismo ordenador portátil. Hemos oído hablar de grupos de estudio MOOC que miran los videos juntos. Las personas en línea no están necesariamente (físicamente) solas. Cuando nos referimos al compromiso digital, suponemos que las personas que se encuentran en el extremo receptor hablarán, debatirán e intercambiarán ideas fuera del alcance del entorno digital. Esto brinda enormes oportunidades para los facilitadores en seminarios web y en otros procesos en línea.
Trabajar con MOOCs, seminarios web (webinars) y demás herramientas digitales de aprendizaje y descubrimiento son algunas de las actividades más emocionantes que hemos llevado a cabo en los últimos meses. Creemos que los resultados que obtenemos con nuestros alumnos o usuarios que utilizan principalmente herramientas en línea son muy valiosos, y en ellos merece la pena invertir nuestro tiempo y esfuerzo. Estamos seguros de que éstas son solo algunas de las lecciones que podemos aprender, y tenemos curiosidad por conocer cuáles son las iniciativas que otros tienen (tenéis) sobre el tema. Ya sabéis que podéis opinar, nosotros estaremos encantados de recibir vuestras ideas.
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