El futuro de los museos nos preocupa enormemente, ya que presenta problemas latentes; hay que pensar en soluciones, provocar reflexiones e interactuar con las tendencias y los fenómenos que ya vislumbramos. La demanda para conectarse con el conocimiento y sumergirse fluidamente en la cultura moderna, se cubrirá en los museos del futuro. Éstos proporcionarán una plataforma para que los individuos se comuniquen e interactúen de manera intercultural. Como resultado, el museo debería ser un activo muy importante de la sociedad, con un sistema operacional adaptado a la cultura moderna. La participación y la contribución de la audiencia a estas futuras operaciones del museo generará en ella experiencias únicas y personalizadas.
Dentro de esta operatividad, los museos del futuro deberán ser entes activos presentes en diferentes medios, trasladando sus colecciones directamente al público, con el que se conectará en una gran variedad de lugares, más allá de su propia ubicación física. El museo habrá de acercarse hasta donde esté el público, facilitándole la búsqueda activa de información y experiencias. Será más igualitario y democrático, por lo que las exposiciones se difundirán de manera más extensa en su comunidad.
En el futuro, los museos ofrecerán más efectos experienciales a sus visitantes. Permitirá que éstos descubran y obtengan conocimiento a través del entretenimiento y el compromiso emocional. No se dará por sentado su interés por la cultura, que deberá estar «activa» en cada encuentro.
Por otro lado, observamos en el público una tendencia, creciente e imparable, a compartir y comunicar experiencias diarias con otros, a través de mensajes, usando diversos tipos de medios de comunicación. Instagram puede mover al día 220.158 imágenes con el hastag #comida (lo hizo cuando se escribió este texto), 1 millón de enlaces se comparten en Facebook cada 20 minutos, y los Snapchatters ven más de 100.000 millones de videos por día. Llamemos a estos fenómenos la «co-experiencia».
Siguiendo este concepto de co-experiencia, «Mejor juntos» trata de mejorar las experiencias de nuestros museos «monologuistas», transportándolos a una nueva era de experiencia conjunta al compartir y comunicarse con todos los amantes del arte y la cultura del mundo. Los visitantes aspiran a ser embajadores activos de los museos y, por ello, se les debe alentar a confrontar diferentes culturas y pensamientos, para hacer que la sociedad sea culturalmente madura de una manera divertida. Pongamos algunos ejemplos.
En el plano de la comunicación física, «Teleport» es una plataforma en la que los visitantes de todo el mundo comparten objetos y artefactos impresos en 3D, con mensaje de voz, textos e, incluso, de forma digital o anónima. Consiste, básicamente, en utilizar herramientas de entrada: pantallas táctiles, micrófonos, teclados, cámaras, auriculares, pantallas, impresoras 2D / 3D, etcétera, para crear todo tipo de mensajes que, incluso, se puedan tocar. Un visitante español comparte sus artefactos favoritos con comentarios propios a través de la plataforma, y después, otro de Corea del Sur lo recibe, instantáneamente, a modo de regalo. Y puede funcionar de otra manera. Esos regalos podrían resaltar la experiencia en el museo como recuerdos únicos y novedosos, dentro de una experiencia conjunta y auténtica. Además, todos los bienes, comentarios y pensamientos compartidos y comunicados se archivarán en la plataforma a la que cualquier persona podrá acceder bien por diversión, bien con fines de investigación.
«Ruleta Cultural» es una pantalla interactiva en vivo, de tamaño mural, donde los visitantes pueden interactuar y comunicarse sobre temas culturales o artísticos, o simplemente saludar a otros visitantes ubicados en museos de diferentes países y regiones. El canal, sin embargo, tiene alguna limitación como herramienta de comunicación. Los equipos de audio y sonido, así como los teclados, aún no están disponibles. Por lo tanto, los usuarios deberán dibujar en la pantalla directamente o utilizar su lenguaje corporal para comunicarse, a fin de conseguir que más personas puedan participar fácil y rápidamente.
De esta manera, es posible comunicarse desde cualquier lugar sin el problema del idioma ( un español con un serbio, un ruso con un japonés). Los gestos sutiles pueden escalar las experiencias individuales hasta el nivel de experiencia conjunta para los visitantes, de manera efectiva e instantánea. Para aumentar el compromiso y la visibilidad espontánea, la pantalla también se puede instalar en otros emplazamientos públicos, como aeropuertos, estaciones de metro o, incluso, en un hospital o un parque nacional. Los individuos están dispuestas a experimentar culturas auténticas y a escuchar historias de personas reales. Y este tipo de plataformas permitirá el fácil acceso a contenidos más ricos y valiosos. Todos en el museo podrán interactuar con todos, globalmente, como embajadores culturales, dentro de estas plataformas.
«Cultura Viajera» es un modelo de negocio que permite a las instituciones privadas prestar arte que no se exhibe temporalmente en el museo. Por ejemplo, el Museo Nacional de Finlandia posee una gran cantidad de objetos y artefactos que es posible exhibir debido a la limitación de espacio. Abrir nuevas salas, o incluso nuevos museos, es una opción complicada ya que requeriría una zona adecuada y recursos adicionales. «Cultura Viajera» traslada el patrimonio cultural a diversos lugares, aunque no sean museos (centros comerciales…), logrando una mayor visibilidad. Este tipo de iniciativas basadas en la movilidad de las colecciones, genera la oportunidad de crear un nuevo flujo de ingresos a través del préstamo de arte en diferentes ámbitos.
Hablamos también de ideas vinculadas a las tendencias económicas actuales, como la economía compartida y la venta minorista emergente. Si bien la economía compartida optimiza la utilización de un objeto al compartirlo con varios usuarios, las tiendas emergentes se han convertido en una herramienta atractiva para mostrar y vender productos en espacios de venta a corto plazo, donde obtienen un mayor número de espectadores y compradores. Por otro lado, «Cultura Viajera» contempla la tendencia de las personas a explorar otras culturas mientras desarrollan su personalidad individual a través del conocimiento cultural. Este concepto permitirá, tanto a esas personas como a las instituciones, expresar y obtener conocimiento cultural en diferentes lugares fuera del museo.
La idea operativa del proyecto «Suscripción Cultural» es un modelo de negocio que maximiza el número de piezas de arte que están en exhibición para generar más ingresos. Únicamente aquellas piezas que no se exhiban temporalmente en colecciones, estarán disponibles para que otras instituciones privadas -incluídas las empresas-, puedan alquilarlas. Éstas pagarán una tarifa de suscripción anual que les permitirá elegir las piezas durante un período de tiempo determinado. La frecuencia de la sustitución de la pieza de arte y su valor dependerá del contrato. Los suscriptores deberán cumplir ciertas condiciones, como seguridad, calidad crediticia y condiciones espaciales adecuadas (humedad, temperatura, etcétera), para poder aprovechar este servicio único. Los ingresos generados cubren fácilmente los gastos de costos de operación adicionales. Los suscriptores pueden ser instituciones privadas de tamaño mediano, o más pequeñas, que, por lo general, no desean invertir en una sola obra, sino poseer y exhibir arte en sus edificios o locales para impresionar a los visitantes y mejorar sus instalaciones. Los clientes potenciales podrían ser el colectivo médico, oficinas de abogados, bancos y salas de aeropuertos, por ejemplo.
La idea de compartir propiedades exclusivas en alquiler ha tenido éxito en otros sectores, como el de la vivienda (Airbnb) o la industria automotriz. El modelo de suscripción aumentaría y garantizaría la circulación del arte temporalmente no exhibido y, como consecuencia, su visibilidad.
Otras forma de activar y conectar la cultura desde los museos:
- Cultura para todos los sentidos: exposiciones con aromas, oído, tacto y gusto. Es interesante activar todos los sentidos humanos para mejorar la experiencia de una exposición cultural. La cultura puede relacionarse con el olfato, la temperatura, el sonido y el gusto.
- Eventos Wanderlust: noches temáticas culturales organizadas dentro del museo. Conectar experiencias de viaje con patrimonio cultural y exposiciones.
- Día de la mezcla cultural: diferentes naciones presentan su cultura en un evento abierto. La comida, la música y el baile unirán culturas y aumentarán el conocimiento y el interés por ellas.
- Museo emergente: las exposiciones se ubicarán en centros públicos, donde las personas entrarán en contacto con la cultura. Los lugares potenciales podrían ser los aeropuertos, estaciones de metro, estadios y las plazas.
- Ponerte los zapatos: esta exposición aprovechará la empatía del visitante y le proporcionará un punto de vista diferente, el de otra persona.
- Compartir experiencias: los visitantes son alentados a participar en la creación de nuevas exposiciones, compartiendo sensaciones y experiencias a partir de la exhibición del arte o cultura. Este tipo de acciones ponen en valor el pensamiento diverso y activan el diálogo entre los visitantes.
- «Rostros por todas partes»: los visitantes podrán, con la ayuda de Realidad Mixta, proyectar caras de amigos, o de ellos mismos, sobre esculturas y pinturas mientras recorren la exposición.
- Búsqueda de similitudes: se animará a los visitantes a que encuentren similitudes con otros visitantes anteriores y futuros. Esta interesante exposición puede unir más a las diferentes culturas.
- Toma de decisiones culturales: es una exhibición interactiva e interesante que mueve a los visitantes a la toma de decisiones a partir de la idiosincrasia particular de otros países y culturas.
Para terminar, mencionaremos que la recopilación de datos es fundamental para futuras investigaciones, proyectos y cooperaciones. La documentación de las estadísticas y los comentarios de las partes interesadas, en particular los de los visitantes, ayudarán a comprender, adaptar y mejorar constantemente la calidad del museo. Esto supone un punto de partida para comunicar y relacionarse con las partes interesadas. Yendo más allá, podrían surgir asociaciones prometedoras que permitieran producir, por ejemplo, una futura exposición diseñada con la ayuda del público.
Recurso:
Boyoung Son, Lidia Borisova, Sarianna Niskala, Xuan Ma, Gero Klingler, Krista Kärki y Jinkyu ChoiDesigning (2018): The Future of Museums. Documento del Museo Nacional de Finlandia. Aalto University. School of Arts, Design and Architecture, Aalto, Finlandia.
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Tengo experiencia de 19 años en gestión y administración del Museo, como docente mi investigación a sido «Estrategias Educativas para la conservación de los bienes culturales del Museo Aeronáutico del Perú» , con estudio de posgrado en Escuela Taller de Conservación y Restauración de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,actualmente tengo el cargo de Conservador y Jefe del Depto. de Conservación y Exhibición de los bienes culturales del Museo Aeronáutico del Perú.
Atentamente .
Eusebio Ichaccaya Riveros
Gracias por tu comentario Eusebio y enhorabuena por tu trayectoria profesional. Recibe un cordial saludo.