Relaciones Entre Museos e Industrias Creativas

Relaciones Entre Museos e Industrias Creativas

 

Si bien todavía hay gente que considera que los museos y las industrias creativas tienen poco en común, cabe destacar la variedad y el valor del intercambio entre estos sectores, mostrando los inicios de un cambio de actitud en la idea misma de reunirlos. Por otro lado, comprobamos que existe un creciente interés por los museos entre los creadores y los agentes de las industrias creativas, como un recurso valioso para desarrollar productos y servicios con un alto valor añadido.

Después de todo, aunque para algunos puede parecer novedoso, la cooperación entre los museos y las industrias creativas forma parte de la razón de ser de un museo moderno. En pocas palabras, trabajando juntos, tanto unos como otros crean productos y servicios que se dirigen a las audiencias en un lenguaje que entienden fácilmente.

Es imperativo que el sector de museos en el siglo XXI desarrolle competencia no solo en sus áreas de trabajo tradicionales , como las colecciones y la educación, sino también en el ámbito económico, uno de los cuatro valores fundamentales que sustentan al museo del siglo XXI. Los museos deben convertirse y ser tratados como jugadores de pleno derecho en las economías culturales y creativas.

La innovación y la creatividad deben servir como fuerza motriz para llegar a nuevas audiencias y, al mismo tiempo, convertirse en una herramienta de modernización constante. El programa Creative Europe permite elevar su perfil en el campo de las economías creativas como parte de la visión global de Europa 2020. Este pensamiento se refleja en las políticas culturales. Así, a nivel europeo y nacional, existe la posibilidad de presionar para que los gobiernos apoyen los intereses de los museos en este área.

Es alentador ser testigos, en los últimos años, de cada vez más ejemplos destacados de cooperación entre los museos con varios perfiles de creadores, autores, artistas: el sector creativo como tal, está fortaleciendo el vínculo entre las industrias creativas y los museos, demostrando la importancia de estos en la generación de una mayor cohesión económica y social. Y hay mucho más que aprender y descubrir al observar cómo los recursos de los museos se pueden utilizar para crear productos y servicios con un alto valor añadido de innovación social.

Desde Europa, la sinergia entre museos e industrias creativas es una nueva tendencia y una nueva dirección de desarrollo para los museos, que ya han alcanzado ciertas experiencias de éxito, lo que hace necesario crear una cooperación que estimule y genere un fondo informativo y público. Se impone, pues, promover las ventajas de la cooperación entre ambos campos, para su beneficio propio y el del público en general.

Un requisito previo importante para el establecimiento y el desarrollo exitoso de esta cooperación es una cultura interna abierta en los museos. Sabemos que son instituciones tradicionalmente bastante conservadoras, donde los cambios se producen lentamente. Por tanto, es muy recomendable promover la disposición a abrirse a las aportaciones de expertos externos, así como a garantizar la disponibilidad de sus colecciones.

Aunque la voluntad de cooperar depende en gran medida de la configuración y las estrategias de desarrollo de los museos, la visión de las instituciones que los gestionan, en cuanto a la necesidad de sinergia entre ellos y las industrias creativas, también es esencial. Por un lado, con tan solo una declaración institucional de un Ministerio de Cultura y/o otros ministerios sobre la importancia de esa sinergia, se facilitaría la inclusión de este tema en la agenda, además de conducir a los museos hacia el desarrollo de dicha cooperación. Por otro, la disponibilidad de diversos tipos de financiación para proyectos de cooperación ofrece un incentivo adicional para el mayor desarrollo de acciones conjuntas.

Para todo este proceso es importante asegurar la creación de plataformas informales, donde los representantes de ambas partes pueden reunirse y conectarse. Algunas de estas plataformas quizás no sean económicamente rentables en un primer momento, pero generarán varios tipos de oportunidades estableciendo redes que pueden producir beneficios a medio plazo. Estas redes pueden consistir en conferencias anuales regulares, simposios, eventos de intercambio de experiencias, etcétera. Es importante promover oportunidades para que los representantes de los museos y las industrias creativas se reúnan y se conozcan; sería un primer paso hacia la cooperación en un futuro próximo.

Opiniones expertas destacan un hecho particular: al plantear la cooperación entre los museos y las industrias creativas, existe un hecho crucial que es la disponibilidad de las colecciones de museos – más concretamente, cuando hablamos del sector del diseño -. Por lo tanto, la digitalización de las colecciones y su disponibilidad pública es una de las medidas clave que deben tomarse. Acceder a ellas debe ser algo menos burocrático, incluso totalmente público (por supuesto, no hablamos del acceso a elementos reales sino más bien a su forma digital).

Por otro lado, todos los proyectos entre museos y socios de la industria creativa requieren acuerdos formales y por escrito. Para proyectos complejos, es posible que se precise de un contrato formal, elaborado con la ayuda de una asesoría legal. Los proyectos más directos podrían requerir tan solo una carta de acuerdo. Lo que hay que tener en cuenta es que estos acuerdos aporten:

  • Plan y cronogramas:  qué se va a llevar a cabo, con fechas clave y plazos.
  • Plan económico: arreglos financieros.
  • Funciones: quién es responsable de qué, incluida la salud y la seguridad, la gestión de proyectos y los seguros.
  • Propiedad, derechos y exclusividad: quién será el propietario de «cualquier cosa» producida físicamente, quién tendrá los derechos de autor y otros derechos de propiedad intelectual, y si cualquiera de las partes otorga a la otra los derechos exclusivos de «lo que sea».
  • Créditos y marca: cómo las» cosas producidas» serán acreditadas y calificadas.
  • Aprobaciones: quién deberá aprobar (y por tanto tener el derecho de rechazar) cualquier «cosa producida».
  • Restricciones: sobre qué se puede hacer, o cuándo y dónde se pueden hacer las cosas.
  • Terminación: ¿puede finalizar el acuerdo antes y, de ser así, qué consecuencia tendrá para los acuerdos financieros?

Es posible que algunos acuerdos deban incluir, además:

  • Desacuerdos, responsabilidades e indemnizaciones: qué ocurrirá si las cosas salen mal.
  • Gestión de riesgos: quién es responsable de ellos y cómo se gestionarán.
  • Mantenimiento y garantías: para cualquier trabajo producido.
  • Marketing y marcas: ¿quién es responsable de marketing? ¿Puede un socio utilizar la marca de los otros?
  • Consulta: ¿quién administrará la consulta pública y cómo responderá a los hallazgos?
  • Confidencialidad: ¿qué información debe ser confidencial?
  • Alcance geográfico y derechos internacionales: ¿están sus límites geográficos para su acuerdo?
  • Seguimiento, informes y evaluación: es posible que desee establecer algunos compromisos en su acuerdo.
  • ¿Qué sucede después? Es posible que algunos acuerdos deban abordar qué ocurre con los resultados físicos de su proyecto o con la relación a largo plazo de los socios.

Otras consideraciones:

Debemos asegurarnos de que los proyectos se comercializan y promueven de manera efectiva. Tenemos que pensar en objetivos a largo plazo, y en cómo el proyecto ayuda a mejorar la reputación y la marca del museo. Hemos de tener en cuenta que cuanto mayor sea el entendimiento entre las personas, mejor funcionarán las cosas cuando se inicie el trabajo. Cuando los museos encargan trabajos a artistas, «los mayores problemas surgen como consecuencia de una comunicación, información y contrato deficientes, y el hecho de que el museo no haya entendido lo diferente que puede ser la perspectiva del artista de la del personal del museo. Es difícil administrar proyectos cuando no tienes idea de cómo quedará el artículo terminado, por lo que es importante que haya confianza entre el artista, el miembro del personal que maneja la comisión y la alta gerencia del museo».

En todas las relaciones, colaboraciones y asociaciones, es importante discutir y comprender lo que todos esperan, lo que necesitan y desean y cómo funcionan. Una buena manera de hacerlo es tomarse el tiempo necesario para desarrollar un acuerdo favorable a todos los involucrados.

Un museo creativo es un «think tank» basado en el pensamiento independiente que comparten museos e industrias creativas. Esto sirve como plataforma para intercambiar conocimientos, experiencias, innovación y creatividad. Nosotros apoyamos y recomendamos hacer frente a la rutina a partir del pensamiento crítico, aprovechando de este modo la innovación en museos a través de las colaboraciones transversales y la asociaciones, ya que todo suma.

RECURSO PARA LA REDACCIÓN DE ESTE ARTÍCULO:

Ineta Zelča Sīmansone, Raivis Sīmansons, Ineta Zelča Sīmansone, Uldis Spuriņš, Gints Klāsons, Elísabet Pétursdóttir, Krzysztof Haczewski, Christopher Bailey, Elísabet Pétursdóttir, Krzysztof Haczewski, Ineta Zelča Sīmansone, Raivis Sīmanson, Christopher Bailey y Dragoş Neamu (2017): Museums and creative industries in progress. Publicado por NEMO Working Group “Museums and Creative Industries”. Editado por Christopher Bailey y Raivis Sīmanson.


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