El Almacenaje en Museos (Reserva Técnica)

El Almacenaje en Museos (Reserva Técnica)

La mayoría de los museos no tienen toda su colección a la vista del público. Un gran número de objetos se almacenan (se guardan en la reserva técnica del museo, dicho de forma profesional) y pueden permanecer así durante períodos prolongados de tiempo, o incluso indefinidamente. Proporcionar las condiciones de almacenamiento adecuadas para estos objetos es, por lo tanto, muy importante para su buena preservación y cuidado. Os vamos a describir de forma sencilla los aspectos que deben tenerse en cuenta al diseñar, montar o mejorar un almacén para un museo, concentrándonos en los principios generales del buen almacenamiento en los museos. 

¿Por qué tener una reserva técnica (almacén) en el museo?

Las instalaciones de almacenamiento son esenciales en el manejo de una colección porque:

  • Permiten ir variando las exposiciones, lo que ayuda a mantener el interés público por el museo.
  • Los almacenes protegen los objetos y artefactos contra los efectos nocivos de la luz, una temperatura desfavorable, humedad, polvo y el desgaste de tener el objeto en permanente exposición, asegurando la preservación de la colección para el futuro.
  • Proporcionan espacio para la expansión de la colección.
  • Permiten guardar  las colecciones de reserva y los artículos académicos o de interés educativo, pero que no son adecuados para ser exhibidos públicamente.

Si nos ponemos en una situación ideal, el almacén del museo debería construirse bajo las especificaciones más exigentes posibles. Sin embargo, los museos por lo general están obligados a adaptar las salas o edificios existentes para crear instalaciones de almacenamiento. Cualquiera que sea la situación con la que nos encontremos, existe una serie de factores que debemos abordar y que describiremos a continuación:

Requisitos esenciales para el almacén.

En la publicación «Gestión ambiental: pautas para museos y galerías» (Cassar, M. (1995) Routledge / Museums & Galleries Commission) un almacén de museo, en su forma más básica, se describe como: «un espacio limpio, hermético, accesible y libre de plagas». Si cumple con estos criterios fundamentales será adecuado para el almacenamiento de objetos que pretendan estar a salvo de malas condiciones.

Para las colecciones almacenadas que contienen material sensible, existen criterios básicos que debemos tener en cuenta, como es el uso de materiales inertes para la construcción de las estanterías y muebles, o el control de la luz y de las condiciones ambientales del espacio (a ésto último nos referiremos con más detalle a continuación). La seguridad también es importante, ya que en todos los almacenes se pueden producir problemas e incidencias.

El espacio.

La localización ideal para un almacén de un museo podría estar en el centro de un edificio, con un mínimo de paredes externas, para garantizar que las condiciones ambientales sean lo más estables posible. Los servicios como el agua y el desagüe no deben encontrarse encima o cerca del almacén. Si existe un edificio específicamente diseñado como almacén, deberá estar separado de (pero con fácil acceso a:) las áreas de exposición, oficinas y talleres. Las rutas para el transporte de objetos a los almacenes deben estar libres de obstáculos, con amplios corredores y puertas.

En muchos museos, los almacenes suelen encontrarse en áreas marginales, como áticos y sótanos. Si no se puede evitar el uso de estos espacios, es posible que se deban tomar medidas adicionales para reducir los riesgos asociados a ellos, lo que podría incluir reparaciones o mejoras sustanciales en el propio edificio (por ejemplo: mejora de la capacidad de carga del piso), por lo que tendremos que considerar que todas las intervenciones constructivas pueden generar costos elevados. En tales casos, puede ser más rentable construir un almacén en otro lugar del edificio, o considerar una ampliación del mismo para crear un nuevo almacén.

Espacio estanco.

La entrada de agua causada por fugas o inundaciones puede ser un hecho devastador para toda una colección. Con objeto de evitar daños causados ​​por el agua, es importante que las tuberías y el techo del edificio estén en buenas condiciones, que las canaletas y desagües se inspeccionen regularmente y que las puertas externas tengan la estanqueidad adecuada. Se deben hacer, como mínimo, inspecciones anuales de mantenimiento del edificio, así como de sus sistemas y equipos, con el fin de mantener los sistemas en buenas condiciones. Los exámenes de la construcción más detallados deben hacerse al menos una vez cada cinco años, siendo esenciales para verificar minuciosamente el estado del edificio e identificar cualquier posible problema.

Limpieza.

Para evitar la entrada de polvo y suciedad, debemos:

  • Asegurarnos de que no haya agujeros y grietas entre las baldosas, en el techo y entre las tablas del piso si es de madera, alrededor de puertas y donde las paredes se encuentran con pisos o techos.
  • Instalar filtros en las máquinas de aire acondicionado o ventilación.
  • Llevar a cabo el acabado/sellado de superficies de los pisos (hormigón), paredes y techos.
  • Limpiar los almacenes regularmente, lo que implica una limpieza mensual a fondo con aspiradora de suelos y desempolvado de estanterías, armarios y gabinetes.

Evitar las plagas.

Si queremos evitar el acceso de insectos y bichos al almacén deberemos proceder de la siguiente manera:

  • Impedir el acceso de las aves a los áticos.
  • Asegurarnos de que las puertas (y cualquier ventana) estén bien selladas.
  • Crear un área de cuarentena para los objetos recién adquiridos y que potencialmente pudieran estar infestados.
  • Usar trampas de insectos para monitorear la presencia de bichos.
  • Ocuparnos de las infestaciones como una cuestión de urgencia, pero sin que cunda el pánico.

Por lo general, transcurren varios meses antes de que aparezca la siguiente generación de insectos, por lo que encontrar uno o dos insectos adultos en un almacén no necesariamente implica que tengamos que aplicar un tratamiento de desinfectación masiva de todo el museo.

Accesos.

Es importante que las áreas de almacenamiento se utilicen solo para guardar objetos, sin convertirlas en oficinas o espacios de trabajo. Las habitaciones o salas que funcionan como una zona de tránsito (pasillos) no son adecuadas como almacén. El almacenaje de existencias de compras, vitrinas, muebles y cualquier otro material que no sea de la colección no debe llevarse a cabo en los almacenes de recolección. El material que no se necesita puede donarse, de este modo no ocupará un valioso espacio de almacenamiento. La manera más efectiva de almacenar una colección es:

  • Usar estanterías, armarios y otros sistemas de almacenamiento adecuados.
  • Mantener despejados los pasillos y zonas de paso, evitando colocar objetos en el piso.
  • Hacer uso de sistemas y materiales de almacenamiento estándar.
  • Utilizar un número limitado de tamaños de cajas que coincida con el tamaño de los estantes y armarios para que se puedan apilar de la manera más eficiente.

Un sistema que incluya estantes, cajas, armarios y registros de ubicación claramente marcados permitirá un fácil acceso a los objetos. El almacén deberá disponer de una mesa en la que poder colocar objetos y cajas. La mesa también se puede utilizar para etiquetar nuevos objetos y para realizar un breve examen de los mismos. Si la colección almacenada se emplea con frecuencia para la investigación, se debe crear una sala de estudio separada, donde los niveles de luz y las temperaturas puedan ajustarse para la comodidad de las personas que la utilicen.

La luz.

La luz del día no es recomendable en absoluto para los almacenes de los museos y debe evitarse por completo. Las ventanas al exterior también pueden provocar un aumento de calor en verano y pérdida del mismo en invierno. Los almacenes nuevos deben diseñarse y construirse sin ventanas. En los que ya existen, se puede excluir la luz haciendo uso de las propiedades aislantes, tapando o bloqueando las ventanas. En circunstancias excepcionales, cuando ésto no sea posible, usaremos cortinas pesadas o persianas opacas. Es importante proporcionar suficiente luz artificial para la manipulación y traslado seguro de los objetos. La luz, sea cual sea, solo debe utilizarse cuando haya personas dentro del almacén.

Condiciones ambientales.

La estabilidad del ambiente en un almacén se puede mejorar asegurando que la habitación y el edificio generen una envoltura efectiva contra condiciones ambientales desfavorables. Esto incluye:

  • Hacer exámenes de las condiciones una vez cada cinco años para asegurar que el edificio esté en buen estado.
  • Tratar con urgencia cualquier problema identificado como resultado del examen ( pérdidas de agua / polvo / suciedad / insectos).
  • Crear una especificación de buenas propiedades aislantes para paredes y puertas externas, paredes internas, puertas, techos y pisos. Esto permitirá que el almacén actúe como una celda completamente aislada, en la que las condiciones se puedan mantener estables sin el uso excesivo de equipos de control o mecánicos adicionales.

Al igual que con todas las áreas que contienen elementos de recolección y archivo, se necesita una supervisión continua que evalúe si el almacén mantiene condiciones estables dentro de los niveles recomendados.

Materiales inertes.

Es importante que todos los materiales utilizados para construir, mejorar o amueblar el almacén no produzcan polvo ni vapores dañinos. Debemos evitar:

  • Todos los materiales basados ​​en PVC (cloruro de polivinilo: un plástico).
  • El uso de madera no sellada y productos derivados de la madera.
  • Alfombras con fibras de goma o espuma y adhesivos de moquetas. De hecho, las alfombras no son necesarias en un almacén y su uso debe evitarse por completo.

Conviene asegurarse de que:

  • Las superficies de ladrillo y cemento estén selladas con una capa de pintura o yeso.
  • Se lleve a cabo el sellado del metal.

Seguridad.

Si bien podemos determinar que el cumplimiento de los requisitos anteriores crean las condiciones adecuadas para el almacenaje de los objetos, es necesario recordar algunas recomendaciones para las personas que hacen uso del almacén. Todos los elementos que forman parte del almacén (escalones, escaleras, estanterías de rodillos, estanterías, calefacción, aire acondicionado) han de cumplir con los estándares u otras reglamentaciones apropiadas y operar siguiendo las instrucciones del fabricante. Debemos asegurarnos de que todo el personal que use el equipo haya sido entrenado para su segura y adecuada manipulación.

Muchas de las operaciones de seguridad son de sentido común:

  • Asegurarse de que las unidades de estantería no sean más altas de lo que una persona de altura promedio pueda alcanzar cómodamente (con o sin el uso de escaleras).
  • Evita empacar cajas tan llenas que se vuelvan demasiado pesadas para ser manipuladas posteriormente.
  • Almacenar artículos pesados ​​o grandes en estantes inferiores en lugar de estantes superiores.
  • Usar escaleras, carritos o cestas y pedir ayuda si un objeto no puede ser manejado con seguridad por una sola persona.
  • Observar las normas de salud y seguridad para levantar, manipular y transportar artículos grandes, pesados ​​o de forma extraña.
  • Asegurarse de que la ruta utilizada al mover los elementos de la colección esté: libre de obstrucciones; que las puertas abiertas hayan sido (temporalmente) bloqueadas; y que se haya creado un espacio de recepción para el objeto.
  • Mantener los almacenes siempre limpios y ordenados, y nunca almacenar objetos en los pasillos.

Todos los esfuerzos por crear buenas instalaciones de almacenamiento podrían resultar inútiles si el almacén se muestra accesible para ladrones y vándalos. Algunos de los elementos que hemos mencionado, como la eliminación de ventanas y el mantenimiento, ayudarán a proporcionar seguridad a la colección. Por otro lado, la seguridad de los almacenes puede mejorar:

  • Creando una habitación segura o instalar una caja fuerte para objetos muy valiosos.
  • Utilizando muebles de almacenamiento con llave.
  • Manteniendo los almacenes cerrados para todo el personal, excepto profesionales autorizados.
  • Permitiendo el acceso a los investigadores solo bajo supervisión (si es que se desarrolla algún tipo de investigación).
  • Haciendo uso de productos de limpieza solo después de su examen y adecuación.

Consultas: info@evemuseos.com


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Foto principal: Zagge

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