«Acércate a la cultura y te alejarás de la estúpida estupidez». R.C.
Diseñar, construir y montar exposiciones móviles y temporales en los museos, es una forma fantástica que estas instituciones tienen para alejarse de la endogamia expositiva, del contenido inmóvil y permanente – una vez visto, es extraño que volvamos -. Además, las exposiciones temporales empuja a los museos trabajar en red, es decir, que pueden compartir exposiciones en periodos de rotación, con el consiguiente ahorro de costes en la producción de estas exposiciones. Otra ventaja de que los museos estén en red, además, es que atrae nuevos visitantes a los museos y se fideliza al público local. Las exposiciones temporales ofrecen la posibilidad de ir recopilando opiniones y experiencias en otras zonas geográficas ajenas al propio museo promotor, algo que permite mejorar posteriormente los contenidos y la museografía, alcanzando una audiencia de visitantes diferente, siendo posible llegar a lugares dónde se les necesita por carecer de equipamientos museísticos.
La creación de exposiciones móviles o temporales, motiva al personal del museo al trabajar en el montaje de diversos contenidos, nuevos retos que se alejan de lo cotidiano. Sabemos que se necesita tiempo y dinero, que no es tan sencillo, pero se trata de un ejercicio fundamental que el museo debe afrontar sí o sí. Hay muchas formas de plantear una exposición móvil en lo que tiene que ver con los presupuestos. A todos nos gusta crear planteamientos espectaculares pero, si no tenemos dinero, habrá que conformarse con plantear la exposición de una manera digna y sencilla por encima de no plantear nada.
Exposición Under Attack – Andy Spencer
Es importante tener en cuenta que existen una serie de requerimientos que la exposición móvil tiene que cumplir. Deberemos crear una estrategia de almacenamiento seguro si la exposición está basada en la muestra de objetos. Muchas de las cajas que contendrán los contenidos habrá que diseñarlas específicamente para cada objeto, algo que encarece el presupuesto pero es inevitable. La exposición debe ser diseñada y construida para que se pueda montar y desmontar fácilmente, teniendo en cuenta que los elementos que la conforman deben entrar por puertas en ocasiones muy estrechas y, alguna que otra vez, no se podrá usar el ascensor si se monta en una planta que no esté al nivel del suelo. Todo esto suena evidente, pero hemos visto de todo lo que se pueda ver relacionado con obstáculos, experiencias que no son precisamente enriquecedoras, salvo para ampliar nuestro lenguaje barrio bajero. La iluminación suele ser otro caballo de batalla, no se puede plantear una exposición móvil que necesite una potencia de vatios por encima de lo habitual. Normalmente, no conocemos de antemano todos los lugares donde se va a exponer, ya que la programación es cambiante, pero deberíamos.
El ensamblaje de todo el conjunto material de la exposición debe poder hacerse con facilidad, tipo IKEA si nos lo permitís, ya que a veces se envía la exposición sin equipo de montaje para abaratar costes. Los profesionales receptores de la exposición, en su correspondiente lugar e institución, no son montadores profesionales. Nunca se debe presuponer que el receptor tenga conocimientos de montaje de exposiciones, hay que ponérselo muy fácil. Recomendamos tener en cuenta previamente, que no todos los techos están a 5 metros de altura, ojo a ese dato, – los hay de menos 2 metros y en altillo -. El transporte de la exposición, es otra de las responsabilidades que se deben controlar perfectamente antes de que el camión arranque. Posiblemente la logística sea una de las acciones de mayor responsabilidad y atención por parte de los promotores a su cargo. Todas las cajas y embalajes deben estar pesados y medidos al milímetro, colocando una nota bien pegada con todos los detalles del contenido en cada una de ellas, bien a la vista y con el «FRÁGIL» en rojo y negrita en todas las caras de la caja, lo mismo que la posición que el embalaje debe presentar en el transporte. No poder apilar cajas también puede acarrear problemas de espacio en el transporte. Si la exposición que viaja se desplaza por países que no pertenecen a la Comunidad Europea, deberemos disponer del carnet ATA, que es un documento internacional imprescindible que se usa para el control del transporte de toda clase de mercancías, ya sea por tierra, mar o aire. Este carnet es válido en 70 países de todo el mundo, no siendo necesario dentro de los países de la Comunidad Europea si la exposición pertenece a una entidad de un país comunitario. Y no nos olvidemos de suscribir los seguros correspondientes. Todas estas gestiones pueden llegar a desanimar al promotor, pero es menos trabajo de lo que parece si nos apoyamos en un check list. Preguntar por esa lista a un piloto de avión, si conocéis alguno, anima.
Exposición Art-Crafted Creatures
Para finalizar, jugaremos con el concepto de «educashow», un palabro que nos hemos inventado y que pretende darle nombre a lo que es educación basada en el entretenimiento. Los especialistas en educashows se apoyan fundamentalmente en la creación de exposiciones temporales móviles, siendo un gran aliado para esta forma dinámica de difusión del conocimiento. Todo se basa en crear exposiciones muy contenidas en el gasto de infraestructura, de soporte, pero dándole una importancia especial a todo lo que tiene que ver con las actividades anexas a la exposición. Una caja de arena y un facsímil de fósil puede enseñar activamente a los visitantes como trabaja un arqueólogo. Una interpretación teatral breve puede contar la historia de un contenido. Para hacer este tipo de educashows, los edificios relacionados con el patrimonio industrial son fantásticos como escenarios, facilitando la exposición de todo tipo de contenidos apoyándonos en su amplia configuración arquitectónica – no son habitaciones -.
Exposición Codex Atlánticus de Leonardo da Vinci
Todos los temas son posibles para conformar una excelente exposición sin necesidad de mucho gasto; todo lo que alcance nuestra capacidad imaginativa, ya que en eso no hay límite conocido, salvo la estupidez.
Foto redes sociales: Campaña Diesel
Buenas tardes.Está visto que ni en días de fiesta descansais , sois unos fenómenos, algo casi extraño en los tiempos que corren de desmotivación y desencanto.Una vez más , felicitaros por vuestra excelente página.Me gustó mucho vuestra entrada , el tema de los museos y exposiciones itinerantes me parece una opción muy interesante en cuanto a rentabilidad y «agilidad» a la hora de mostrar cultura.Yo creo que debería publicitarse más ,buscar , incluso , un apartado dentro de la oferta de ocio o museología en cualquiera de las guías que hoy nos informan de eventos culturales.He echado un vistazo a las que tenéis en vuestra página , en el apartado exposiciones,y la verdad es que ya sólo con ver la presentación enganchan .Ojalá llegue a vosotros alguien con ganas de «invertir» en ideas como las vuestras , son malos tiempos los que corren pero creo que gente que trabaja bien y se esfuerza , tarde o temprano encuentra lo que se propone.Os auguro toda clase de éxitos , a pesar de la que está cayendo.
Me ha parecido curiosa la percepción que teneis , en vuestra Agendas MUndi, de Malasia, la imaginaba mucho más alucinante.Ahora me habeis dado que pensar a la hora de plantearmelo como destino.
Un saludo.Rodrigo.
Muchas gracias Rodrigo por tus palabras de apoyo. Comentarte que para nosotros es un placer escribir, convirtiéndose en una especie de ejercicio reconfortante, y mucho más sabiendo que nos vais a leer. Es un placer inmenso y, además, debemos decir que nunca hemos recibido una mala crítica, algo increíble en estos medios y estamos muy orgullosos tanto de vosotros por el nivel de aceptación y entendimiento que hemos visto que tenéis, como por la humanidad en vuestros agradecimientos. Nos emociona, de verdad, y eso es mucha gasolina para el motor. Hoy hemos escrito una entrada Rodrigo, sobre el varapalo económico que la cultura está recibiendo como todo lo referido a las necesidades universales que están saliendo muy mal paradas del saqueo al que nos vemos sometidos por parte de los políticos y los bancos. Es un verdadero dolor ver como se cierra un museo aunque, evidentemente, es más dolor tener desahucios, hambre y frío. Eso sí que se nos pone cuesta arriba. En fin, sobre lo que nos dices de Malasia, también nos pasó a nosotros que, con mucha ilusión al ir, nos decepcionó mucho. Hay cuatro cosas que creo que no merecen un viaje. Para el resto del mundo que no vive en Asia, esos viajes larguísimos y para permanecer solo unos cuantos días (la media es de 20), merecen otros destinos que «cunden» mucho más: Vietnam, Indonesia, Laos, Tailandia… Y recuerda que de ahí a Australia hay solo 6 horas de avión 😉 Si vives cerca sí merece la pena. Un abrazo Rodrigo.
Reblogueó esto en Museu AfroDigital- Estação Portugal.