En el mundo de los museos, existe una dinámica interesante donde algunos, en la medida de sus posibilidades financieras, optan por externalizar la creación y producción de exposiciones al contratar equipos de profesionales especializados. Este enfoque puede diferenciarse entre los museos que navegan a salvo de las agitaciones económicas y aquellos que enfrentan tiempos más difíciles. Dentro de este contexto, es posible discernir entre dos tipos de contrataciones: el equipo profesional «compacto» y el equipo «multidisciplinario», con sus propias ventajas y desafíos.
Los equipos compactos, a menudo utilizados cuando el presupuesto es limitado, reúnen a un grupo reducido pero altamente competente de individuos. Estos profesionales se involucran activamente en las diversas etapas de la creación de la exposición, desde el desarrollo del contenido hasta el diseño y la producción. El proceso de toma de decisiones se caracteriza por la colaboración cercana y la sinergia entre los miembros. En este tipo de equipos, cada miembro tiene una voz activa en las discusiones y contribuye a dar forma a la exposición desde su perspectiva especializada.
Por otro lado, los equipos multidisciplinarios, aunque menos comunes, también tienen su lugar. En este enfoque, los miembros desempeñan roles más especializados y puntuales. Estos roles son bien definidos y se centran en áreas específicas de expertise. A diferencia de los equipos compactos, los miembros multidisciplinarios no necesitan participar de manera continua o intensiva en todo el proceso de creación. Este enfoque puede ser beneficioso cuando se busca una diversidad de habilidades y perspectivas, y cuando ciertas tareas requieren un nivel profundo de conocimiento en áreas específicas.
Tomemos como ejemplo un museo que decide contar con un equipo compacto para la creación de una exposición. Este equipo podría estar compuesto por un gestor de proyecto experimentado, un especialista en contenido altamente informado sobre el tema de la exposición y uno o dos diseñadores creativos con habilidades en gráficos y modelado 3D. Juntos, estos profesionales asumen un papel activo en el proceso, colaborando en la concepción, diseño y producción de la exposición. Su interacción directa les permite tomar decisiones rápidas y eficaces a medida que avanzan hacia el resultado final.
Sin embargo, es importante reconocer que la estructura y el tamaño del equipo no son garantías automáticas de éxito. A pesar de tener especialistas altamente competentes, pueden surgir desafíos en la coordinación y la comunicación. En algunos casos, profesionales con especialidades bien definidas pueden tender a trabajar de manera aislada, concentrándose en sus áreas sin considerar la visión global de la exposición. Esta desconexión puede ser perjudicial para la coherencia y el impacto general de la exposición.
En el ámbito de los museos, se ha debatido ampliamente sobre cómo optimizar la colaboración en equipos de creación de exposiciones. Se ha demostrado que otorgar a los miembros del equipo un mayor sentido de propiedad y responsabilidad sobre el resultado final mejora la calidad y la efectividad del proceso. Cuando cada miembro se siente coautor del éxito, el compromiso y la dedicación aumentan, lo que se traduce en una experiencia más enriquecedora para los visitantes.
En este sentido, algunos museos han considerado la inclusión de visitantes y educadores en el proceso creativo. Esto implica la incorporación de perspectivas externas durante la concepción y el desarrollo de la exposición. Este enfoque no solo puede proporcionar ideas frescas y valiosas, sino que también puede ayudar a garantizar que la exposición sea relevante y atractiva para el público objetivo. La interacción temprana con los visitantes puede ayudar a ajustar el contenido y el diseño para que se ajusten mejor a sus necesidades y expectativas.
A pesar de estas ventajas, hay desafíos que surgen al incluir a múltiples partes interesadas en el proceso creativo. La coordinación puede volverse más compleja, y es esencial establecer un equilibrio entre las diversas voces para evitar que la exposición se desvíe de su objetivo principal. Además, la implementación de opiniones y sugerencias de diversas fuentes puede ser un desafío logístico. Es fundamental contar con un liderazgo claro que facilite la colaboración y tome decisiones informadas.
En última instancia, el proceso de creación de exposiciones en museos es un territorio en constante evolución. La elección entre equipos compactos y multidisciplinarios, así como la inclusión de educadores y visitantes en el proceso, depende de los objetivos y recursos de cada museo en particular. Independientemente del enfoque adoptado, la clave del éxito radica en la comunicación efectiva, la colaboración sólida y la dedicación compartida hacia la creación de experiencias expositivas memorables y enriquecedoras.
Bibliografía recomendada:
«Exposiciones. Concepto, montaje y guión» de José Luis Diez (Editorial T., 2010) Este libro proporciona una visión general sobre el proceso de creación y montaje de exposiciones, abordando aspectos como el diseño, el guión y la planificación.
«Museografía y museología: Técnicas y procedimientos de la exposición» de Jorge Wagensberg (Editorial T., 2003) El autor explora la relación entre museografía y museología, y proporciona un enfoque detallado sobre cómo diseñar y organizar exposiciones de manera efectiva.
«Museos: Organización y gestión» de Rafael A. Barrientos y Montserrat Durán (Editorial Síntesis, 2007) Este libro ofrece una perspectiva integral sobre la gestión de museos, incluyendo capítulos relevantes sobre la creación y producción de exposiciones.
«Gestión de proyectos culturales: Teoría y práctica» de Concha Gómez (Editorial Síntesis, 2009) Aunque no está específicamente centrado en museos, este libro proporciona una guía útil para la gestión de proyectos culturales, incluidas las exposiciones.
«La exposición: Teoría y práctica» de Beatriz Gutiérrez (Editorial UOC, 2015) Este libro aborda la teoría y la práctica de las exposiciones desde una perspectiva más académica, explorando aspectos como la curaduría, la museografía y la comunicación.
«Exposiciones: Concepto, diseño y montaje» de Alicia Durán (Editorial Gustavo Gili, 2002) Un libro que aborda los aspectos fundamentales del diseño y la creación de exposiciones, desde la planificación hasta la comunicación visual.
«Cómo hacer exposiciones» de Alex M. Alguacil y Alicia de Gregorio (Editorial Cátedra, 2002) Una guía práctica que explora los procesos creativos y técnicos involucrados en la realización de exposiciones, con ejemplos concretos.
«Manual de museografía» de José Ramón Fernández de Cano (Editorial Síntesis, 2006) Este manual ofrece un enfoque completo sobre la museografía, incluyendo la planificación, diseño y montaje de exposiciones en museos.
«Museografía y exposiciones» de Leontxo García, Ernesto Pereda y Luis Rey (Editorial Cátedra, 1997) Un libro que explora diversos aspectos de la museografía y la realización de exposiciones en museos, desde la planificación hasta la puesta en marcha.
«Museos y desarrollo local: Gestión, recursos y perspectivas» de Manel Jiménez (Editorial Ariel, 2009) Aunque aborda principalmente la relación entre museos y el desarrollo local, también toca temas relevantes sobre la planificación y ejecución de exposiciones.
ISSN | 3020-1179 |
BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA – INTERNATIONAL STANDARD SERIAL NUMBER EVE MUSEOS E INNOVACIÓN – SPAIN
Consultas: info@evemuseos.com
Fotografía: FrameWeb
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