Los signos gráficos pueden parecer algo insignificante en nuestra vida cotidiana. Absorbemos constantemente su información, utilizando el conocimiento sin procesar mentalmente la importancia que realmente tienen. Esa relevancia de uso y función casi invisible, según Calori (2007), es exactamente la que tienen los signos. Calori explica que «la mejor señalización es aquella casi invisible; la gente no la ve, pero se da por sentada». Si la señalización ha de pasar desapercibida, ¿cuál es exactamente su verdadero valor y función?
El concepto es muy nuevo; el término «señalización» no se estableció hasta la década de 1980, cuando fue agregado a los diccionarios de Estados Unidos (Calori, 2007); se puede definir, fundamentalmente, como signos o como un sistema de signos. Sin embargo, según Uebele (2007), «la tarea real de mostrarle a la gente el camino es tan antigua como la humanidad». Calori (2007) está de acuerdo, y explica que la señalización se remonta a los hombres de las cavernas. Esos signos prehistóricos eran lo que familiarmente llamamos pinturas rupestres, simples símbolos o ilustraciones que representaban animales y otras formas de vida. En contraste, la señaléctica que conocemos hoy, incluida su combinación única de palabras y gráficos, no apareció hasta principios del siglo XX, siendo el letrero del metro de Londres uno de los primeros de su tipo (Uebele, 2007).
Está bien acordado que la señalización sirve para muchos propósitos funcionales: «proporciona información general sobre organizaciones y estructuras y sobre las normas de seguridad y protección, así como instrucciones sobre cómo utilizar máquinas e instalaciones», y «se ocupa directamente de las necesidades humanas existenciales fundamentales», como poder viajar de manera eficaz, evitar peligros, encontrar el camino de regreso a casa, dejar que los demás sepan dónde se puede encontrar uno o escapar de manera segura cuando uno se halla en una situación peligrosa». (Smitshuijzen, 2007). Calori (2007) menciona que la señalización «comunica advertencia, información operativa e interpretativa». Pero la señalización juega un papel mucho más importante. Como afirma Uebele (2007), «un letrero puede hacer más que simplemente apuntar hacia un lugar. Puede marcar la pauta. Puede dar identidad al lugar. Puede decirnos algo sobre el producto, las personas y el edificio». Por ejemplo, si el edificio de una empresa tiene una fuente distintiva y/o una marca incorporada a su señalización, «envía una señal amigable». Hay un término francés, signaletique, cuya traducción aproximada es «señalización», que denota que se trata más de la sensación y la señal que envía que del signo físico (Uebele, 2007). La opinión similar de Calori (2007) es que «los programas de señaléctica bien diseñados sirven para unificar visualmente un sitio». Y declara: «la señalización puede desempeñar un papel de creación de lugares al construir una identidad y un sentido de lugar únicos, generando así de manera efectiva una imagen de marca en forma ambiental».
Aunque debe comunicar una marca o un mensaje, algunos autores coinciden con el fallecido arquitecto germano-estadounidense Mies van der Rohe, cuyo lema era «menos es más», cuando se trata de señalización. Calori (2007) considera que «si un mensaje es demasiado grande o demasiado fuerte visualmente, si abruma y niega otras cosas… entonces no es del todo correcto». Explica que «orientarse debería requerir poco esfuerzo y, con suerte, una señalización mínima». Esta acción se puede expresar mejor en un concepto llamado orientación, que es la señalización combinada con caminos bien definidos y el uso de otras señales visuales como puntos de referencia prominentes» (Calori, 2007), «por el que se guía, informa y ayuda» (Uebele, 2007). La Biblioteca Pública de San José (California) define la señalización como «un sistema integral de señales, planificación del espacio, puntos de referencia, arte, color, diseño de plantas, iluminación y otros elementos arquitectónicos que ayudan a los visitantes a navegar por sí mismos a través de un entorno» (Pautas de diseño de señalización, 2009). Calori (2007) defendía que «un objetivo clave de la orientación es permitir que cada persona forme un mapa mental de un sitio o entorno, de modo que cuanto más claro sea el diseño físico de un sitio, más claros serán esos mapas mentales». Debido a que los conceptos de señalización y orientación son muy nuevos, aún queda mucha investigación por hacer para descubrir los mejores métodos de implementación de sistemas señalécticos que funcionen de manera efectiva y eficiente.
Revisando la expresión «signaletique», los autores observaron colectivamente que el sentimiento que provoca un signo es mucho más importante que el signo en sí mismo. Por esta razón, el proceso de diseño de la señalización es muy delicado, y sus responsables deben estar realmente en sintonía con el mensaje que desean transmitir y saber cómo reaccionará un espectador a los elementos que decidan incluir. Si se diseña con éxito, con «atención cuidadosa a los detalles, el color, los materiales compatibles y, lo que es más importante, una buena tipografía que sea fácil de leer y tenga carácter», la señalización puede contribuir enormemente a «la excelencia de cualquier entorno construido» y «reforzar el estilo y los estándares del lugar, institución o empresa que lo respalda» (Calori, 2007).
Tipografía
«La palabra escrita acompaña a la piedra erigida, y la tipografía bien elegida enriquece la arquitectura» (Uebele, 2007). Podría decirse que el aspecto más importante de un letrero es la tipografía elegida. Las letras deben seleccionarse cuidadosamente teniendo en cuenta la ubicación, porque han de adaptarse al contexto arquitectónico (Uebele, 2007). Además del edificio, ¿encaja con la imagen que el museo busca retratar o el mensaje que alguien está intentando transmitir? Hay tres factores principales que ayudan a seleccionar el tipo de letra para un programa de señalización: legibilidad, idoneidad formal y longevidad estilística (Calori, 2007).
En lo que respecta a la legibilidad, la facilidad con la que un espectador puede leer, comprender y actuar sobre la información (Calori, 2007), la tipografía debe ser sencilla, funcional, neutra y discreta (Uebele, 2007). Si está demasiado ornamentada puede provocar una confusión de letras con números u otros símbolos. Se acuerda que un diseño de tipo sans serif limpio es el más efectivo (Hermann, 2012). Uebele (2007) explica que los tallos y trazos de las serifas chocan contra los rígidos rectángulos de muchos signos. Los estilos sans serif, que son rectos y sólidos, funcionan bien porque «los sistemas puramente funcionales deben ser lo más sencillos y directos posible». Se recomiendan las tipografías con espacios abiertos y una altura de «x» bastante grande, así como las de peso medio y anchos, de trazo ni demasiado gruesos ni demasiado finos (Calori, 2007). Hermann (2012) sugería definir el ancho del trazo y la altura de la «x» para el estilo más atrevido de un tipo de letra, basándose en letras cruciales como a, e, y s. El diseñador alemán creó un nuevo enfoque de diseño llamado «Herramienta de prueba de legibilidad». Se trata de una aplicación OS X que ofrece simulaciones en tiempo real de diferentes condiciones de visualización, para probar cómo de legible son en un letrero potencial; después de todo, diseñar para letreros es muy diferente a hacerlo para la impresión. Uebele (2007) observó que se deberían utilizar fuentes grandes para una distancia de visualización lejana. Hermann (2012) afirma: «un tipo de letra en una señal que se leerá desde 100 metros tiene requisitos diferentes a otro leído en una revista, desde un sillón». Calori recomienda no utilizar los espacios reducidos entre letras – algo que afecta a la legibilidad -, evitando las mayúsculas, porque «las letras minúsculas forman una huella de palabra más distintiva que resulta más fácil de leer». En última instancia, lo que importa es el esqueleto de las formas de las letras; un diseñador debe crear un esqueleto de letra genérico que sea fácil de reconocer, pero enfatizar la individualidad de cada letra generando así diferenciación (Hermann, 2012).
Hermann (2012) explica que no podía recomendar un solo tipo de letra para la señalización en todas las situaciones. Los diferentes contextos exigen diferentes usos de la tipografía. A veces, los tipos de letra serif, que tienen connotaciones tradicionales, son más apropiados que las opciones sans serif, con connotaciones contemporáneas. Esto se conoce como idoneidad formal, o la mejor adaptación de un tipo de letra a un proyecto determinado (Calori, 2007). A menudo, los diseñadores que se centran en la creación de marcas utilizan tipos de letra específicos para crear y mantener un gráfico o una identidad coherentes en las diversas instalaciones de un cliente (Calori, 2007). Hermann (2012) introdujo la noción de variaciones en idiomas y culturas y cómo ésto podría afectar al diseño de la señalización, explicando que ciertas fuentes funcionan mejor para idiomas específicos. Además, debido a que los letreros se diseñan con mayor frecuencia para un uso a largo plazo, es importante tener en cuenta la longevidad estilística de la tipografía cuando se trabaja en un proyecto de señalización. Calori (2007) afirma que los tipos de letra de moda o novedosos generalmente se vuelven obsoletos, por lo que la mayoría de la tipografía en la señalización ha de ser limpia, simple y atemporal.
Las consideraciones de diseño de señalización mencionadas anteriormente son importantes, ya que el tipo de letra seleccionado juega un papel clave en la facilidad de un sistema de orientación. La información textual está en el corazón de toda orientación e instrucción (Smitshuijzen, 2007), y por esta razón «los textos para un sistema de orientación deben diseñarse con tanto cuidado como para cualquier otra tarea» (Uebele, 2007). Un diseñador ha de dar un paso atrás y considerar un proyecto como un todo, ya que las letras de una tipografía orientadora pueden parecer feas por sí mismas, pero funcionar bien como sistema (Uebele, 2007). El tipo de letra debe producir un «orden visual claro, sofisticado, refinado y coherente» (Smitshuijzen, 2007) para poder apoyar a la persona en la creación de su mapa mental explícito, ayudándole así a orientarse.
Diseño.
La disposición de un cartel va de la mano de la tipografía. Smitshuijzen (2007) explica que se debe prestar la debida atención al espacio entre palabras, al inicio y a los márgenes cuando hay una gran cantidad de texto en un letrero. Al tratar de evitar el desorden, se convierte en un acto de equilibrio entre los espacios en blanco y los ocupados por el tipo. Si se desea crear una apariencia familiar para diferentes tipos de letreros dentro de un proyecto, Smitshuijzen (2007) recomienda mantener idénticas las proporciones del panel de letreros, basándolos en una cuadrícula modular, generando orden visual y facilidad de uso. A menudo se utiliza un módulo cuadrado por este motivo. El diseño general de un letrero puede variar, desde limpio y sencillo hasta complejo y rico (Calori, 2007). El formato debe reflejar la arquitectura o el entorno en el que se encuentra – esto es especialmente delicado en el contexto de los museos -.
Color.
Además de la tipografía y el diseño, el color juega un papel muy importante en la señalización y el diseño de orientación. Las funciones principales del color son contrastar o armonizar con el entorno de los signos, aumentar el significado de los mensajes de éstos, distinguir los mensajes entre sí y ser decorativos (Calori, 2007). Al seleccionar un color, el diseñador/a debe prestar atención tanto a su valor emocional como a su legibilidad cuando se combina con otros colores.
«El color es una de las partes más empáticas de un diseño», según Smitshuijzen (2007). Uebele (2007) añade que los colores tienen significados culturales e históricos particulares que difieren mucho de un país a otro. Cuando una persona observa una señalización, simplemente el color puede evocar una emoción poderosa o traer a la mente un cierto significado o regulación. En los Estados Unidos, por ejemplo, el color amarillo se usa para las señales de advertencia, azul para las obligatorias, una banda roja para la prohibición, verde para la seguridad, etc. Asignar significados a ciertos colores se conoce como codificación de colores y es utilizado para el tráfico, la salud y la seguridad en el trabajo o en lugares públicos, como senderos (Smitshuijzen, 2007). El uso de códigos de colores a modo de orientación puede resultar eficaz porque ayuda a organizar la información de forma jerárquica. Por ejemplo, el color se puede utilizar para codificar una sección o un nivel de un edificio, mostrando cada nivel un color diferente. Sin embargo, depender únicamente del color puede ser un desafío, ya que el sistema debe aprenderse. Una mejor opción es combinar un color con un motivo, un diseño o patrón decorativo, que no requiera ningún conocimiento especial (Uebele, 2007). Uebele (2007) ofrece una postura alternativa al respecto: los colores a veces pueden tener demasiado apego psicológico y, por lo tanto, confunden a diferentes culturas; es mejor considerar los colores como valores en sí mismos.
Smitshiujzen (2007) revela que no existen colores buenos o malos. Dicho esto, un buen diseñador debe tener un conocimiento general sobre qué colores tienden a funcionar bien juntos, testándolos antes de implementarlos en un proyecto de señalización. Algunas veces, el diseñador/a tiene libertad para elegir, pero otras está restringido a los colores exigidos por los organismos oficiales (Calori, 2007). Los autores están de acuerdo en que el objetivo general es el de crear combinaciones de colores armoniosas, que pueden variar desde «atrevidas y divertidas» a «sutiles y sofisticadas» (Calori, 2007). Se ha encontrado que las mejores combinaciones son las de colores análogos, aquellos adyacentes entre sí en la rueda de colores. Un color es dominante y los demás sirven como complemento. Es mejor tener colores contrastantes o brillo contrastante; óptimamente, esto significa blanco contra colores oscuros o negro sobre colores brillantes. Las letras de colores son decorativas y deben usarse con moderación porque resultan menos expresivas que el negro o el blanco (Uebele, 2007). En proyectos donde las decisiones de orientación deben tomarse rápidamente, como cuando conducimos, el objetivo de un diseñador es hacer que el letrero se destaque de su entorno para poderse «distinguir, leer e interpretar con facilidad». El Departamento de Transporte (Estados Unidos) estableció que el contraste entre las letras en primer plano y el fondo de un letrero debe ser de al menos 50% y preferiblemente 70% (Calori, 2007).
Hay muchas paletas de colores disponibles para la señalización, como el Natural Color System; el más conocido es Pantone Matching System. Todos estos sistemas de color han sido ideados por profesionales individuales o equipos, y no todos producen físicamente los colores que desarrollan (Uebele, 2007). Independientemente del contexto, un diseñador debe tener en cuenta que los colores con los que diseña han de traducirse en colores de pintura. Por lo tanto, es mejor comenzar a diseñar guiándose con bibliotecas de colores de fabricantes de pinturas para la industria de la señalización (Calori, 2007).
Digital vs. impresión.
En la cultura actual de los conocedores de la tecnología, no es sorprendente que haya un cambio notable de los letreros impresos a una cantidad, cada vez mayor, de información producida electrónicamente. De hecho, está surgiendo una revolución de la señalización digital en diferentes áreas de la sociedad: hoteles, centros comerciales, campus universitarios, museos y más. Este equipo es multifacético, combina tecnología avanzada de pantalla táctil, orientación interactiva, mapas animados en 3D, clima, noticias, información de vuelos y más. El elemento interactivo resulta beneficioso porque atrae al usuario con gráficos vistosos y mapas táctiles, lo que le permite dar forma a su propia experiencia. Esta tendencia hacia la señalización digital se puede atribuir a los enormes ahorros de costos asociados con la ausencia de impresión y la facilidad y rapidez de actualización y distribución de información.
Aunque se transmite digitalmente, el propósito clave de una señalización digital sigue siendo el mismo: ayudar a los visitantes de una instalación a orientarse. Porco (2010) declara que las soluciones digitales de orientación son capaces de muchas cosas, proporcionando una navegación más fácil y una experiencia inmersiva verdaderamente personalizada». ¿Cómo se produce ésto? Un estudio de caso de 2010 descubrió que los mapas de orientación interactivos, con puntos de inicio y finalización y flechas direccionales animadas que indicaban la ruta, así como contenido sensible al tacto o impulsado por botones (Hayes y Bodhani, 2011), tuvieron éxito porque la respuesta interactiva de las interfaces eran visualmente atractivas y proporcionaban información actualizada, junto con ese cierto factor sorpresa. «La gente ve una pantalla y quiere interactuar con ella», explica Domonell (2012). McClure (2011) señala que la interactividad es refrescante y moderna, y ayuda a las personas a acceder a una instalación de diferentes maneras. También les ofrece a los visitantes más control sobre lo que se les quiere mostrar (Hayes y Bodhani, 2011). Una ventaja es que muchos proyectos de señalización digital cooperan con dispositivos móviles para una mayor facilidad de uso (Hyun, 2012).
La señalización digital ha pasado de tratar las instalaciones como vallas publicitarias electrónicas a crear mensajes especializados. “Los sistemas más exitosos valoran las señales como un sistema de comunicación estratégico», según McClure (2011). El contenido es tan importante como el aspecto de la interactividad: tienes que saber lo que vas a decir y cómo lo vas a decir para atraer a tu audiencia. El objetivo predominante de la señalización digital es comunicar eventos importantes que están ocurriendo en un período de tiempo razonablemente corto (McClure, 2011). Un factor importante para atraer a las organizaciones hacia la adopción de la señalización digital es que cumple con múltiples requisitos en una sola solución. «Se puede transmitir contenido diferente a diversas pantallas en diferentes momentos», explican Hayes y Bodhani (2011). Hyun (2012) afirma, además, que el hecho de que los sistemas de señalización digital estén conectados entre sí, hace posible distribuir contenido de forma remota e interactuar con la audiencia simultáneamente. El estudio de caso de 2010, «Wayfinding in Action», encontró una solución bilingüe en tecnología que puede mostrar varios idiomas a la vez con traducción inmediata de texto. Además de ser algo extremadamente efectivo, lidiar con esta nueva tecnología también es simple. Porco (2010) fue muy elogioso sobre la facilidad de actualización de la señalización digital. Ahorra tiempo y dinero que, normalmente, se gasta en imprimir, editar, publicar y actualizar constantemente información. La información impresa puede resultar obsoleta rápidamente y es una molestia mantenerla actualizada. También puede ser una fuente de ingresos para las empresas cercanas que optan por anunciarse en los mapas digitales de orientación (Porco, 2010).
La señalización digital interactiva permite a una empresa rastrear las respuestas de los clientes, según Hayes y Bodhani (2011). Muchas tecnologías nuevas están integradas con software de sensores que pueden recopilar, analizar datos y configurar el contenido de señalización para adaptarse a la audiencia. Esto ayuda a las organizaciones a comunicarse con variedad de público objetivo. Hyun (2012) está de acuerdo con esto, enfatizando la importancia de brindar contenido apropiado y personalizado. McClure (2011), sin embargo, discrepa al decir que recabar comentarios puede ser difícil. Si no se está equipado con una tecnología de seguimiento tan avanzada, otras opciones para recopilar la recepción de los usuarios son las encuestas, observar la forma en que las personas interactúan con las señales y monitorear el tráfico a los sitios web que se anuncian en las señales, lo que indica que las personas están prestando atención y la señalización funciona.
Aunque la información de este tipo de señalización moderna se produce digitalmente, muchas de las consideraciones sobre diseño son las mismas que las de las señalizaciones impresas o pintadas. La tipografía incluida en la señalización digital debe coincidir con la de todos los demás tipos de señalización dentro de un determinado proyecto (Smitshuijzen, 2007). Las imágenes utilizadas han de atraer la atención de las personas hacia la pantalla y hacer que quieran tocarla; colocar varias imágenes en una pantalla resulta bastante llamativo, explica McClure (2011), pero Porco (2010) no recomienda que ésta se encuentre demasiado abarrotada, en cuyo caso abrumará al usuario y restará valor a la experiencia general. La marca se puede mantener mediante el uso de una plantilla que incluya logotipos y colores consistentes. Un diseñador de señalización digital debe determinar no solo qué mensajes se mostrarán en las señalizaciones, sino cómo encajan con la impresión y la web (McClure, 2011).
Aunque los beneficios de la señalización digital son numerosos, Smitshuijzen declara que es probable que los medios tradicionales sigan siendo herramientas importantes en los proyectos de señalización en nuestros museos. En su estudio de caso de 2010 hace referencia al hecho de que la señalización digital puede quitarle el servicio personal al cliente y transmitir una sensación algo distante a los asistentes digitales.
Recursos bibliográficos:
Calori, C. (2007): Diseño de señalización y señalización. Hoboken, Nueva Jersey: John Wiley & Sons, Inc.
Estudio de caso: Wayfinding en acción (2010, 16 de diciembre). Contratista de sonido y video, 28 (12),
44-46. http://svconline.com/digitalsignage/features/wayfinding_in_action_1216/
Domonell, K. (2012).: Toque para comenzar: inspiración para la interacción con las instalaciones de señalización digital del campus. Negocios universitarios, 15 (7), 80-87. http://www.universitybusiness.com/article/touch-begin
Hayes, J. y Bodhani, A. (2011): Signos y tiempos. Ingeniería y tecnología, 6 (8), 86-90. doi: 10.1049 / et.2011.0812
Hermann, R. (2012): El desarrollo de la tipografía de señalización Wayfinding Sans Pro. http://ilovetypography.com/2012/04/19/the-design-of-a-signage-typeface/
Hyun, W. (2012): Consideraciones sobre los procedimientos de medición de audiencia para la señalización digital servicios. Revista Internacional de Control y Automatización, 5 (2).
McClure, A. (2011): Dígalo con señalización. University Business, 14 (2), 26-31: http://www.universitybusiness.com/article/say-it-signage
Porco, M. (2010): Wayfinding 101. Contratista de sonido y video, 28 (12), 42-47. http://svconline.com/digitalsignage/features/wayfinding_101_1216/
Directrices de diseño de señalización (2009): Biblioteca Pública de San José. http://www.olis.ri.gov/services/ce/presentation/SJW-SignageDesignGuidelines.pdf
Smitshuijzen, E. (2007): Manual de diseño de señalización. Baden, Suiza: Lars Müller Publishers.
Uebele, A. (2007): Sistemas de señalización y gráficos de información. Londres, Reino Unido: Thames Y Hudson, Ltd.
Weiss, A. (2013): Diseño e implementación de señalización de museos. Graphic Communication Department. College of Liberal Arts California Polytechnic State University.
Fotografía principal: The Baltic Times: Praises for winning concept design for new 30-million-euro Latvian Museum of Contemporary Art.
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