Las organizaciones de hoy se enfrentan, como la sociedad en su conjunto, a grandes desafíos globales, desde el cambio climático hasta la digitalización en la vida privada, pública y laboral; desde la resistencia a los antibióticos hasta los microplásticos en la cadena alimentaria y los crecientes problemas de desechos; desde la disparidad de ingresos hasta la paradoja entre un mundo interconectado y las fuerzas nacientes del populismo. Las organizaciones buscan formas de abordar estos problemas y encontrar soluciones. Tienen que enfrentarse, además, a desafíos adicionales de competencia debido a los rápidos desarrollos dentro, o incluso fuera, de sus campos, que, frecuentemente, representan una amenaza de obsolescencia. Necesitan mantener un ritmo cada vez mayor en cuanto a los avances en tecnología y digitalización, al tiempo que se ven obstaculizados por los sistemas heredados, las estructuras existentes y el modo anticuado de toma de decisiones. Necesitan invertir en nuevas oportunidades y crear espacios para la innovación, además de identificar e internalizar enfoques diferentes para adaptar su cultura, estructura y sistemas de gestión a los cambios externos (Schnugg, 2014).
Las iniciativas basadas en las artes (ABI), o en las intervenciones artísticas en general, se han trasladado a contextos organizacionales (especialmente corporativos) para abordar los desafíos mencionados anteriormente. Las ABI han sido investigadas por académicos de la gestión y la organización a lo largo de las últimas dos décadas – con intervenciones e iniciativas en todos los niveles organizacionales – con el fin de agregar valor y crear cambios en áreas que incluyen recursos humanos, procesos de aprendizaje y desarrollo organizacional y de productos. Se han utilizado varios ángulos teóricos para analizar las ABI y sus efectos en las organizaciones (Antal, A.B., 2013; Barry, D., 2010). Se han explorado distintas formas de ABI en entornos organizativos: es posible incorporar la obra de arte y al artista para la colaboración directa o como consultor; o aprender y emplear el proceso artístico (Scott, J., 2006).
Un enfoque para incorporar artistas a las organizaciones es la posibilidad de establecer residencias. En este tipo de programas, los artistas son invitados a pasar cierto tiempo trabajando allí. Los períodos pueden ser cortos, durante algunas semanas, o prolongarse unos meses, incluso un año. En general, en las residencias de larga duración no se espera que los artistas estén presentes a diario en la organización. La intensidad de la colaboración varía: puede haber periodos de tiempo en los que el artista se encuentre en su propio taller o en otros proyectos, o fases de intensa colaboración y desarrollo de proyectos conjuntos. Los roles de los artistas residentes también varían: en algunas ocasiones, su presencia está relacionada con proyectos o departamentos específicos; en otras, colaboran con empleados individuales durante un período prolongado; a veces imparten talleres o apuntan a producir una obra de arte. Estas oportunidades de residencia se crean con el fin de abrir un espacio para una ABI que va más allá de la consultoría o los talleres individuales con un artista; permite conversaciones, colaboración e intercambio continuo. En la mayoría de los programas de residencia en contextos organizacionales, el artista es más que un residente que aprende y obtiene acceso a la experiencia y las oportunidades en el nuevo lugar. También co-crea y colabora y, por lo tanto, induce el aprendizaje y el cambio en la organización de acogida (Antal, A.B., 2004). Los programas de residencias con artistas son, pues, un medio ideal para fomentar procesos y colaboraciones sobre temas urgentes, innovación y desafíos organizacionales y, a menudo, tienen lugar en el marco de la investigación, el desarrollo y la ciencia.
Dado que los enfoques interdisciplinarios son esenciales para abordar problemas complejos (Klein, J.T., 2006), facilitar la colaboración entre las artes y las ciencias – aportando perspectivas artísticas relacionadas con la sociedad y la cultura – puede desempeñar un papel fundamental a la hora de tratar los deafíos a los que se enfrentan las organizaciones. La interacción resultante entre artistas y empleados organizacionales de diversos campos disciplinarios (científicos, ingenieros y gerentes) se traduce en una contribución importante para fomentar la creatividad individual, nuevas percepciones y nuevas perspectivas sobre temas dentro de los campos organizacional o científico (Edwards, D., 2008). Como una forma sistemática de posibilitar estas interacciones, los programas de artistas en residencia están ganando popularidad tanto entre los gobiernos como en organizaciones, que invierten en estas oportunidades (Styhre, A. y Eriksson, M., 2008; Hediger, I. y Scott, J., 2016) y las integran en la estructura organizativa (Antal, A.B., 2012). Entre los ejemplos más notables, la iniciativa STARTS (Ciencia + Tecnología + Artes), financiada por la Comisión Europea, es un importante primer paso gubernamental paneuropeo para apoyar este tipo de acciones interdisciplinarias. Los programas financiados por STARTS incluyen: el premio STARTS , otorgado anualmente desde 2016 a proyectos innovadores en la intersección del arte, la ciencia, la tecnología y la sociedad (STARTS Prize, 2016-2020); el proyecto Vértigo, que tiene como objetivo apoyar y financiar, al menos, 45 residencias de artes y ciencias y es el desarrollo de una plataforma web; y la actividad FEAT (Future Emerging Art and Technology) que brinda oportunidades para diferentes formatos de residencia en el campo de las tecnologías emergentes.
La posibilidad de una colaboración cruzada entre los campos intelectuales del arte y la ciencia, y en gran medida con las tecnologías futuras, fue en parte lo que llevó a Xerox a presentar un programa de residencia de artistas en Xerox PARC (Centro de Investigación de Palo Alto), en su centro de innovación (el programa llamado PAIR para Artista en Residencia de PARC). La idea surgió en torno a los conocimientos, los desafíos y las nuevas perspectivas que los artistas pueden aportar al proceso de I+D; pero también debido a la dimensión estética que encontramos en piezas de arte tan innovadoras y a la demanda de los artistas que las producen.
Las piezas de arte inusuales de hoy pueden convertirse en modelos mediáticos centrales dentro de pocos años. – John Seely Brown.
Las inquietudes actuales sobre la necesidad de que las organizaciones y la administración resuelvan problemas con enfoques innovadores, se enfrenten al cambio ambiental y se mantengan al día con los desarrollos tecnológicos, tienen un agudo sentido de urgencia para la innovación y la creatividad en las economías y las políticas. Los programas de artistas en residencia que facilitan las interacciones interdisciplinarias en I+D son una oportunidad prometedora para crear intervenciones fructíferas (Antal, A.B., 2012; Styhre, A. y Eriksson, 2008). Los científicos e ingenieros deben mirar más allá de las fronteras de sus propias disciplinas para abordar cuestiones complejas en sus campos y hacer que su trabajo sea relevante para la sociedad. Por otro lado, los artistas tienen un interés creciente en la ciencia y la tecnología, tanto como nuevos medios artísticos como por sus implicaciones esenciales públicas. Estas fuerzas han alimentado la atención por las interacciones de las artes y las ciencias desde las perspectivas de los individuos y la sociedad, como se observa en el crecimiento de los festivales y simposios de arte y ciencia en todo el mundo. En la curaduría de la Trienal de Milán 2019 «Broken Nature: Design Takes on Human Survival» y en la Bienal de Venecia 2019: «Que vivas en tiempos interesantes», surgieron oportunidades de financiación en el programa STARTS de la Comisión Europea y en el movimiento “STEM to STEAM” en educación. (STEM significa las materias de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas y STEAM es la abreviatura para incorporar las artes a STEM, un enfoque especialmente recomendado en la educación para permitir el desarrollo personal y las habilidades más allá del pensamiento racional y analítico).
En sus destacados artículos de la revista IEEE Spectrum sobre el programa E.A.T., el ingeniero Nilo Lindgren señala la innovación resultante como una contribución importante de la colaboración interdisciplinaria entre artistas, científicos e ingenieros, e indica la posibilidad de cambiar las formas tradicionales de trabajo en esos tres campos. Ambos aspectos se han convertido en importantes imperativos de crecimiento y mandatos de liderazgo en el entorno empresarial actual, por lo que estas ideas encuentran hoy una audiencia más amplia. Como consecuencia, el interés y la realización de programas de artistas en residencia han crecido en la última década en diversos entornos organizacionales.
A partir de investigaciones sobre la colaboración en las ciencias del arte – de gran relevancia tanto para artistas como para científicos -, y de su relación con las necesidades y objetivos organizacionales – especialmente la innovación -, es posible dar un primer paso que lleve a alcanzar una realidad más coherente para la colaboración en las ciencias del arte en las organizaciones, especialmente en las empresas:
- Las organizaciones tienen como objetivo contratar a los mejores científicos y empleados, mantenerlos motivados y proporcionarles las estructuras y los recursos que necesiten para hacer su trabajo de la mejor manera posible.
- Las organizaciones necesitan crear servicios y productos innovadores para sus clientes y consumidores. Por ello, es importante brindarles las mejores soluciones y darlas a conocer a sus clientes actuales y futuros.
- Las organizaciones deben superar los desafíos que plantean los rápidos avances tecnológicos, los cambios del mercado y los sociales.
- La organizaciones necesitan flexibilidad y agilidad, y visiones futuras que se alineen con su medio ambiente.
Pero además, las organizaciones tienen que hacer frente a las estructuras internas inmóviles, los procesos antiguos, la ceguera organizativa, el cambio y los problemas culturales, que son aspectos que las ABI en general pueden abordar potencialmente. ¿Cómo se pueden relacionar las oportunidades de las ciencias del arte como forma específica de ABI con estos temas?
A partir de experiencias en laboratorios y colaboraciones entre artes y ciencias, se establecerán conexiones entre los procesos de aprendizaje individuales, a través de experiencias personales en estas oportunidades y de las necesidades de las organizaciones que hemos mencionado. La comprensión y la gestión cuidadosas sobre cómo la apertura en los procesos artísticos y científicos / de investigación se pueden entrelazar y cosechar dentro de esta lógica organizacional – independientemente de los resultados tangibles inmediatos – ayudará a crear oportunidades para que las ciencias del arte sean relevantes para artistas, científicos, organizaciones y otras partes interesadas.
Los programas de colaboración en ciencias del arte en organizaciones como una forma específica de ABI muestran un gran potencial a nivel individual e interpersonal. Dependiendo de su diseño, pueden contribuir adicionalmente a los objetivos y necesidades de la organización de diversas formas. Sin embargo, es difícil medir los resultados directamente, y prever o determinar los efectos a largo plazo. Por tanto, los programas de colaboración en ciencias del arte no son herramientas de gestión estandarizadas; deben desarrollarse y realizarse cuidadosamente según la cultura, el contexto y las necesidades de cada organización. Por otro lado, dado que las personas solo participan en la colaboración de las artes y las ciencias cuando están interesadas, los artistas y científicos deben sentirse motivados y comprender el valor de su desarrollo personal a través de dicho proceso. Entrelazando las diferentes necesidades, la colaboración entre las artes y las ciencias puede ser extremadamente valiosa para todas las partes implicadas, para la organización como anfitriona, para su entorno y grupos de interés, y para el desarrollo de los campos artístico y científico, como muestran muchos casos ya conocidos. Una investigación más específica y una propuesta de valor amplia ayudarán a comprender y demostrar mejor dicho valor. La neurociencia podría ser una de las nuevas herramientas para validarlo y medirlo a nivel humano. Los movimientos relacionados con la innovación abierta y STEAM ayudarán a guiar el diseño de los programas de ciencias del arte de la próxima generación, materializando así, aún más, su gran potencial.
Consultas: info@evemuseos.com
Recurso:
Claudia Schnugg y BeiBei Song (2020): An Organizational Perspective on ArtScience Collaboration: Opportunities and Challenges of Platforms to Collaborate with Artists. J. Open Innov. Technol. Mark. Complex. 2020, 6, 6.
Taylor, S.S. y Ladkin, D. (2009): Understanding arts-based methods in managerial development. Acad. Manag. Learn. Educ. 8, 55–69.
Darsø, L. Artful (2004): Creation: Learning-Tales of Arts-In-Business; Frederiksberg: Samfundslitteratur, Dinamarca.
Antal, A.B. (2020): Transforming Organizations with the Arts. Research Report by TILLT Europe Project.
Schnugg, C. (2010): Kunst in Organisationen. Analyse und Kritik des aktuellen Wissenschaftsdiskurses zu Wirkung künstlerischer Interventionen im organisationalen Kontext. [Art in organizations. Analysis and critique of the scientific discourse about the effects of artistic interventions in organizational contexts]. Tesis de doctorado, Johannes Kepler University, Linz, Austria.
Biehl-Missal, B. (2011): Wirtschaftsästhetik: Wie Unternehmen die Kunst als Inspiration und Werkzeug nutzen; Gabler: Wiesbaden, Alemania.
Antal, A.B.; y Strauß, A. (2013): Artistic Interventions in Organisations: Finding Evidence of Values-added. Creative Clash Report; WZB: Berlín, Alemania.
Sköldberg, U.J. y Woodilla, J.; Antal, A.B. (2016): Artistic Interventions in Organizations: Research, Theory and Practice; Routledge: Nueva York.
Barry, D. y Meisiek, S. (2010): Seeing More and Seeing Differently: Sensemaking, Mindfulness, and the Workarts. Organ. Stud. 31, 1505–1530.
Schnugg, C. (2014): The organization as artist’s palette: Arts-based interventions. J. Bus. Strategy 35, 31–37.
Antal, A.B. (2012). Artistic intervention residencies and their intermediaries: A comparative analysis. Organ. Aesthet. 1, 44–67.
Si quieres recibir nuestro newsletter, y/o la bibliografía y recursos asociados al artículo de hoy, pídenoslo en el boletín adjunto, dejando claro que solicitáis la bibliografía y los recursos asociados al artículo, por favor. Si quieres recibir los artículos por correo electrónico completa el campo correspondiente en el formulario de inscripción que encontrarás en la cabecera de esta página. Tu dirección de correo electrónico será utilizada exclusivamente para enviarte nuestros newsletters, pudiendo darte de baja en el momento que quieras.