La integración de tecnologías digitales se ha convertido en todo un desafío para el aprendizaje en los museos, pero ¿cómo se ven éstos transformados? ¿Siguen siendo válidos los marcos de aprendizaje y los supuestos existentes? ¿Cómo influyen las tecnologías en los encuentros con diferentes públicos? ¿Qué implicaciones tienen sobre el papel de los museos en el siglo XXI, en una sociedad de conocimiento y aprendizaje permanentes? Reflexionaremos sobre el potencial del aprendizaje en los museos digitales y mencionaremos los desafíos y oportunidades que pueden afectar a su desarrollo futuro.
El aprendizaje en los museos se ha vuelto omnipresente. En respuesta a una demanda creciente, gran cantidad de contenido del patrimonio digital curado se ha hecho disponible en línea en los sitios web y plataformas culturales de los museos, en las redes sociales y plataformas de colaboración colectiva, en dispositivos móviles y en el propio museo físico. Esto hace que el conocimiento sea accesible de forma gratuita, un aprendizaje de elección, cuándo y dónde las audiencias decidan. Miles de personas consultan las colecciones en línea de los museos con fines de investigación, inspiración y aprendizaje; o para reutilizar información e imágenes. A través de los canales de las redes sociales, los museos interactúan con millones de personas: visitantes frecuentes y no frecuentes, visitantes virtuales, comunidades en línea, en una esfuerzo por construir relaciones sostenibles en torno al patrimonio cultural. Además, para aumentar la participación cultural y el aprendizaje a través de la co-creación, los museos abren sus colecciones en línea a quien quiera aportar su granito de arena, trabajando con comunidades de voluntarios en la transcripción de archivos de manuscritos para proyectos de publicación digital. Por otro lado, el aprendizaje puede volverse más inclusivo y accesible para personas con discapacidad, a través de aplicaciones digitales adaptadas a sus necesidades.
Interpretaciones innovadoras e interacciones de aprendizaje.
Los medios digitales se utilizan para una interpretación atractiva, para aumentar la motivación y para despertar el interés por aprender. Las exposiciones virtuales, las colecciones en línea y los catálogos experimentales que integran colecciones digitalizadas y de origen digital satisfacen las necesidades de información tanto de especialistas como de aficionados. El contenido y los juegos transmedia ofrecen también interacciones interesantes. Los blogs y las historias de los curadores sobre objetos personalizan las narrativas del museo y las hacen atractivas para un público más amplio. Incluso las aplicaciones «dialógicas» en los teléfonos inteligentes permiten a los visitantes charlar en tiempo real con los educadores del museo, quienes responden a sus preguntas sobre los contenidos expositivos, adaptando así la oferta de aprendizaje a los estilos de vida y preferencias de todos los visitantes. Las interfaces de usuario naturales (tacto, seguimiento ocular, gestos) estimulan las percepciones multisensoriales a través de escenarios animados y participativos inspirados en los temas y colecciones de los museos.
Participar en el contexto del aprendizaje del siglo XXI.
Las tecnologías digitales están transformando los programas educativos tradicionales para las escuelas. Las oportunidades de aprendizaje en línea ofrecen recursos educativos para prepararse una visita a un museo o para memorizarla después, manteniendo un vínculo contextual. Por otra parte, los entornos en línea con recursos y herramientas digitales permiten a los profesores y estudiantes personalizar, anotar y compartir los recursos del museo o crear sus propios materiales. Los MOOC (cursos masivos y abiertos en línea) de los museos están transformando el aprendizaje de miles de personas de diferentes edades y antecedentes de todo el mundo creando una comunidad virtual de estudiantes en línea. Los centros de aprendizaje digital y los espacios de creación dentro de los museos ofrecen, a través de diferentes niveles de alfabetización digital, tanto la experiencia en profundidad de las colecciones digitales del museo como la participación en talleres de creación digital. Dichos espacios interactivos, que con frecuencia se ponen en marcha en asociación con empresas de alta tecnología, pueden funcionar como centros para la innovación del aprendizaje digital, ya que proporcionan programas educativos bien diseñados y reflexivos que abarcan una amplia gama de habilidades del siglo XXI para estudiantes jóvenes, o lo que se ha denominado nativos digitales. Como muestran algunos estudios recientes, las nuevas generaciones de jóvenes se están convirtiendo, cada vez más, en cocreadores, coautores y coproductores de contenidos digitales, iniciando el cambio de tecnologías interactivas hacia una cultura más participativa.
Superando barreras.
Como se destaca en una resolución reciente del Parlamento Europeo, el patrimonio cultural digital es importante para preservar nuestro pasado, pero también como «fuente de oportunidades de investigación educativa, creación de empleo de calidad, mejor inclusión social, acceso y desarrollo económico sostenible». Sin embargo, la evidencia muestra que no todos los museos están aprovechando el potencial de las tecnologías digitales para interactuar con el público y fortalecer su oferta de aprendizaje. Algunas de las razones tienen que ver con fondos insuficientes o recortes presupuestarios, falta de conciencia y capacitación en las habilidades digitales de sus profesionales. Existen diferencias significativas entre las instituciones europeas y las americanas, donde la participación digital y la generación de oportunidades de aprendizaje digital constituyen una gran prioridad. Según un informe reciente, y que nos sirve como ejemplo, en el Reino Unido aproximadamente solo un tercio de las casi mil instituciones de arte y patrimonio invierten en tecnologías digitales para la difusión de contenido, y únicamente el cuarenta por ciento están produciendo contenido para escuelas – frente al sesenta y cinco por ciento en Estados Unidos -.
Hoy en día, las estrategias digitales para enriquecer la educación y la interpretación deben formar parte de la misión del museo, adaptadas a sus objetivos y medios económicos. Las posibles asociaciones de los museos con empresas privadas, la participación en redes de aprendizaje y las colaboraciones entre las diferentes entidades abren nuevas oportunidades para llegar e interactuar con el público, aumentando así la visibilidad de sus activos digitales multimedia para su reutilización educativa. La educación museística debe considerar, además, las transformaciones actuales en la educación formal, donde se están creando nuevos modelos de aprendizaje que superan los límites de la escuela tradicional. Para convertirse en una parte instrumental del ecosistema de aprendizaje y cerrar la brecha entre el aprendizaje formal, no formal e informal, los museos deben desarrollar marcos que den forma a una pedagogía coherente y sostenible para el aprendizaje digital. Todavía se necesitan estándares de metadatos para el desarrollo de aplicaciones de aprendizaje, formatos de licencias abiertas para materiales didácticos digitales gratuitos para la creación conjunta, reutilización y remezcla, y todo ello a la vista del dominio público para el beneficio de todos los alumnos. Por último, se requiere un marco para medir y evaluar los resultados del aprendizaje con tecnologías digitales para diferentes tipos de público, algo que ayudaría a los museos a reconocer su lugar como proveedores de aprendizaje. Las tecnologías digitales, consideradas parte de la misión educativa del museo, tienen el potencial de fortalecer el valor público de los museos brindando oportunidades inspiradoras y atractivas de aprendizaje permanente para todos.
Recursos bibliográficos:
Think papers collection / 6 (2015): Museum education with digital technologies: participation and lifelong learning. Riches Resources.
NMC Horizon Report 2015 Edition: http://www.nmc.org/publication/nmc-horizon-report-2015-museum-edition
Digital Culture (2015): How arts and cultural organisations in England use technology, Report commissioned by Arts Council England, Nesta and the Arts and Humanities Research Council.
Hooper-Greenhill E (2007): Museums and Education. Purpose, Pedagogy, Performance, London: Routledge, 44-62.
Scott, C., Dodd, J., Sandell, R. (2015): Cultural Value. User value of museums and galleries: a critical view of the literature, Leicester: Research Centre for Museums and Galleries.
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