Defender el desarrollo de una mayor creatividad en nuestro lugar de trabajo es más que alentar a las personas a expresar su individualismo. Se trata de una estrategia innovadora para solucionar viejos problemas de nuevas maneras. Existen en el mundo museos de todo tipo que disponen de equipos de profesionales muy interesantes que hacen cosas geniales. La mayoría de nosotros luchamos todos los días para encontrar una mayor audiencia, para que nuestros fondos crezcan y para crear unos niveles profesionales cada vez más altos. Enfrentarse a los problemas y dificultades cotidianos en nuestros museos puede resultar un verdadero desafío.
¿Cuándo fue la última vez que tu museo probó algo verdaderamente nuevo, creativo e innovador? ¿Cuándo fue la última vez que emprendiste algo que podía fallar? Súmate a la creatividad: debemos dejar de temer a la posibilidad del fracaso. El fracaso es solo un paso en el camino hacia el éxito; suena a frasecica (como diría Joaquín Reyes), que lo es, pero es cierto. La creatividad no está restringida a esas pocas personas que creemos dotadas. Décadas de investigación han demostrado que todos tenemos potencial creativo. Aprender a ejercitar el «músculo creativo» puede proporcionarnos una visión más profunda de la solución a los problemas que surgen todos los días. El uso de técnicas creativas es más que un simple asalto y una lluvia de ideas. Si bien ésto forma parte de un proceso, representa solo uno de los muchos componentes para disfrutar de una mayor creatividad.
Podemos emplear métodos nuevos cuyas pautas sean diferentes. He aquí algunas de ellas:
- Polinización cruzada: revisa publicaciones y otros medios que normalmente no sigas. Es posible que te sorprendan las interesantes conexiones que podrías establecer con esos contenidos que ahora te pasan inadvertidos.
- Cambia tu estado de ánimo: tómate un descanso y trabaja en algo distinto por un tiempo. Cuando regreses, lo harás con una nueva perspectiva.
- Reformula el problema: pregúntate: «¿qué es lo que estoy tratando de lograr?»
- Presenta múltiples ideas: en lugar de focalizarte en una única respuesta, crea una lista completa de posibles soluciones, incluso aquellas que te parezcan poco probables. Este método puede ayudarte a generar una idea, o una combinación de ellas, que es justo lo que necesitas.
Lo que os mostramos no es una lista exhaustiva de procesos de pensamiento creativo. Contamos con innumerables recursos disponibles en línea, y en la biblioteca o librería local, para ayudar a convertirte en un pensador más creativo, y no son necesariamente de autoayuda.
Por ejemplo, la polinización cruzada es un método muy interesante, aunque crítico, para establecer conexiones. Toma bits de información aparentemente aleatorios y combínalos para crear algo nuevo e innovador. Pero, ¿qué habilidades realmente necesitas para convertirte en un polinizador cruzado exitoso?
- Debes ser curioso. Algo fundamental si pretendes ser más creativo e innovador. El deseo de explorar, investigar y aprender te llevará a hacer algunos descubrimientos fascinantes.
- Tener muchos intereses y seguir las tendencias en otros campos. Piensa en cómo los procesos de diferentes industrias pueden combinarse para un nuevo propósito. Tomemos, por ejemplo, las tiendas de comestibles y museos. Son dos tipos de organizaciones muy diferentes y con propósitos distintos. Sin embargo, el escáner de código de barras tan comúnmente utilizado en la tienda de comestibles puede también resultar una herramienta útil para la gestión de colecciones y el control de inventario.
- Mantén tu mente abierta. Las nuevas ideas llegan a aquellos que se hallan receptivos con otras personas, culturas, teorías, opiniones y tecnologías.
- Activa tu tiempo de ocio. No solo podrás inspirarte, sino que también serás capaz de establecer una conexión que podría ayudar a resolver un problema en el trabajo estando fuera de él. Tomar una clase maestra de jardinería podría conducir a la planificación de un nuevo jardín de reliquias para un sitio de historia viviente.
- Habla con mucha gente y comparte información activamente. Tómate un café con un colega de una división diferente, un museo diferente o que trabaje en un campo diferente. Comparte noticias interesantes con compañeros de trabajo, especialmente si provienen de una fuente que probablemente no lean.
- Valorar las limitaciones como un desafío interesante, más que como una barrera. Presta atención a Myth Busters, American Chopper, Dúo Mecánico – Mexicánicos también nos vale – o cualquiera de los cientos de reality shows de la televisión. Encontrarás algunos buenos ejemplos de cómo las restricciones pueden añadir un desafío interesante a un proyecto. Podrás aprender a hacer muchas cosas diferentes. ¿Entiendes la idea?. Los museos viven con numerosas limitaciones todo el tiempo: no gastes dinero; no dañes los artefactos; no ofendas al donante. Al final, nos convertimos en maestros en lidiar con las limitaciones.
- Ser un alumno de por vida. Mantén constante la motivación de buscar conocimiento a lo largo de toda tu vida.
Si no estás dentro de la «cultura del fabricante», te estás perdiendo algo mágico y hermoso. Desde hacer videos instructivos- o diseñar juegos para los peques- hasta crear información de código abierto. Es sorprendente lo que se puede llegar a hacer y lograr al compartir información unos con otros. Una búsqueda rápida en Internet del «movimiento del fabricante» (maker movement) te mostrará cientos de fuentes para todo, desde el uso de impresoras 3D hasta la construcción de un árbol acogedor. Si realmente quieres probar algo nuevo y divertirte, hazlo, muévete. Todo lo viejo puede convertirse en nuevo otra vez, incluso las actitudes.
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Fotografía principal: Photogrist