El Embalaje de Objetos de Museo

El Embalaje de Objetos de Museo

 

Este texto práctico te proporcionará una introducción al embalaje de objetos de museo. Los museos generalmente empacan objetos para protegerlos de daños accidentales, contaminantes y del medio ambiente mientras están almacenados, o tal vez para moverlos dentro del edificio del museo. Empaquetar objetos para su transporte, como enviarlos a un lugar diferente como préstamo, requiere métodos y materiales especializados y, en este caso, siempre debes buscar asesoramiento profesional.

Los métodos y materiales de almacenamiento correctos son importantes para la preservación de los objetos del museo y juegan un papel fundamental en cualquier programa de cuidado de colecciones. Si se utilizan métodos y materiales incorrectos, pueden causar daños permanentes al objeto.

Si estás empaquetando un objeto previamente desempaquetado, encontrarás útil este texto sobre «cómo hacerlo». También debes considerar cualquier embalaje «antiguo» ya utilizado para tus objetos, ya que es posible que estén hechos de materiales dañinos. Si este es el caso, es recomendable que consideres cualquier proyecto de reembalaje en el contexto de una evaluación de riesgos. En dicha evaluación, se recomienda evaluar primero el riesgo de los objetos y luego priorizar el reembalaje de aquellos con mayor riesgo de daño.

Un embalaje deficiente de los objetos del museo puede provocar daños a largo plazo, como roturas y deformaciones, y también puede dar lugar a otros problemas, como la aparición de insectos y daños causados por contaminantes. Un buen embalaje nos proporcionará soporte y protección a largo plazo, además de ser un método rentable para el cuidado de las colecciones.

¿Cuáles son las propiedades deseables de los materiales de embalaje?

  1. Protección de la superficie: los materiales de embalaje deben proteger los objetos del contacto con personas, contaminantes, etc. Deben ser suaves e inertes para evitar dañar la superficie del objeto.
  2. Protección contra golpes: los materiales de embalaje deben ayudar a absorber los golpes y las vibraciones, alejándolos del objeto.
  3. Aislamiento: deben prevenir que el objeto sufra daños causados por cambios repentinos de temperatura.
  4. Prevención de la absorción de humedad: si los materiales de embalaje pueden ayudar a amortiguar el objeto contra las fluctuaciones de la humedad ambiental, esto ayudará a evitar daños.
  5. Adaptación a la forma del objeto: deben adaptarse a la forma del objeto para brindar un buen apoyo en todas las partes.
  6. Amortiguación: cuando varios objetos están en contacto cercano, las capas de amortiguación de los materiales de embalaje ayudarán a reducir la tensión localizada en los objetos.
  7. Relleno: de espacios vacíos en cajas y cajones de embalaje.
  8. Peso ligero: esto reducirá la tensión en los objetos.
  9. Económico y de fácil obtención.
  10. Capacidad de reutilización segura.

Seleccionando un contenedor para el objeto:

Al seleccionar un contenedor para empacar objetos, es importante tener en cuenta los siguientes puntos:

  1. Tamaño adecuado: ¿Es lo suficientemente grande como para alojar los objetos de manera segura y proporcionar suficiente espacio para el material de embalaje?
  2. Resistencia: ¿Es lo suficientemente resistente como para proteger los objetos o soportar el apilamiento debajo de otras cajas?
  3. Tapa protectora: ¿Cuenta con una tapa que aumente la protección y proteja el objeto de la acumulación de polvo?
  4. Compatibilidad con sistemas de almacenamiento existentes: ¿Se adapta al sistema de almacenamiento actual y utiliza el espacio de manera eficiente?
  5. Libre de ácido o inerte: ¿El contenedor está libre de ácido u otros materiales que puedan dañar los objetos? Es importante que sea un material inerte que no genere reacciones químicas perjudiciales.
  6. Historial del contenedor: Si se trata de una caja de segunda mano, es importante conocer su uso anterior. Si ha contenido productos alimenticios, flores u otros elementos propensos a albergar plagas de insectos, no se debe utilizar.

Al considerar estos puntos al seleccionar un contenedor, se asegurará de elegir una opción adecuada que proporcione la protección necesaria para los objetos del museo.

Materiales de embalaje recomendados:

  1. Papel tisú libre de ácidos y cartulina libre de ácidos: La presencia de lignina y otras impurezas en la pulpa de madera utilizada para fabricar papel puede dañar los objetos del museo. El papel tisú y la cartulina libres de ácidos se producen excluyendo la lignina en el proceso de fabricación. Estos materiales son ideales para envolver y proteger objetos delicados. Es importante tener en cuenta que el papel tisú eventualmente puede volverse ácido y debe ser reemplazado cada pocos años.

El papel tisú libre de ácidos está disponible tanto con como sin tampón. El papel tisú tamponado tiene una composición alcalina y es adecuado para almacenar objetos hechos de materiales sintéticos o de origen vegetal, como el algodón y el lino. Su propiedad de tampón protege los objetos y las superficies circundantes de la acidez migratoria. El papel tisú no tamponado tiene una composición neutral y puede ser utilizado con objetos hechos de proteínas de origen animal, como plumas, pieles, seda y lana. En caso de duda, es más seguro utilizar papel tisú no tamponado, que también suele ser más económico.

  1. Película de poliéster: Algunos nombres comerciales para este material son Secol, Mylar o Melinex. Se trata de un plástico transparente, incoloro e inerte ampliamente utilizado para la fabricación de sobres en los que se alojan artículos de papel o fotografías. También se puede adquirir en rollos y está disponible en diferentes grosores. La película de poliéster es una opción segura y duradera para la protección de objetos delicados, proporcionando una barrera protectora contra el polvo y los contaminantes.

Estos materiales recomendados son ampliamente utilizados en la industria del embalaje de objetos de museo debido a sus propiedades no dañinas y su capacidad para proteger y preservar los objetos a largo plazo.

Tyvek:

Tyvek es un nombre comercial de un material hecho de poliolefina hilada, y está disponible en varios grados diferentes. Es liviano, inerte y puede ser grapado, cosido o adherido. Se utiliza comúnmente para fabricar fundas ligeras y repelentes al agua para objetos. También se utiliza frecuentemente en etiquetas de museos debido a su resistencia al agua. Es un material duradero y protector que proporciona una barrera contra el polvo y otros contaminantes.

Algodón o calicó sin blanquear y sin teñir:

El algodón o calicó sin blanquear y sin teñir son tejidos relativamente económicos y se utilizan comúnmente para fabricar perchas acolchadas para colecciones textiles y cubiertas antipolvo para objetos. Antes de su uso, es importante lavar estos tejidos para eliminar cualquier aditivo de fabricación y también porque el tejido puede encoger. Estos materiales son lavables y reutilizables, lo que los hace prácticos y sostenibles para el embalaje y protección de objetos delicados.

El uso de Tyvek, algodón sin blanquear y calicó sin teñir en el embalaje de objetos de museo permite brindar protección adecuada a los objetos, al tiempo que se considera la durabilidad y la preservación a largo plazo.

Espumas inertes:

Las espumas inertes, como Plastazote, Ethafoam o espuma Jiffy, son comúnmente utilizadas en Europa. Plastazote y Ethafoam son espumas de polietileno que vienen en una variedad de colores, densidades y espesores. Estas espumas son excelentes amortiguadores, y las densidades y espesores más altos ofrecen mayor capacidad de amortiguación para objetos más pesados. Además, pueden ser cortadas con bisturí o cuchillo para adaptarse a formas complejas.

Estas espumas inertes son utilizadas para revestir estantes de metal, ya que proporcionan amortiguación contra vibraciones y un mayor agarre para los objetos en comparación con los estantes de metal pintado. Esto ayuda a proteger los objetos del museo y minimizar el riesgo de deslizamiento o daño durante el almacenamiento.

El uso de espumas inertes en el embalaje y revestimiento de estantes brinda una capa adicional de protección y amortiguación, asegurando la seguridad y preservación de los objetos del museo.

Materiales de embalaje a corto plazo aceptables:

  1. Plástico de burbujas: El plástico de burbujas se puede utilizar para proteger y amortiguar objetos contra golpes. Sin embargo, no se debe utilizar en condiciones húmedas, ya que puede atrapar la humedad contra la superficie de los objetos. Para minimizar el riesgo de causar marcas en superficies blandas, es recomendable colocar las burbujas mirando hacia fuera, lejos de la superficie del objeto.
  2. Polietileno: Si se utilizan bolsas de polietileno, se recomienda obtener bolsas de calidad alimentaria, ya que el polietileno no estará contaminado con productos de acabado. Es importante no sellar las bolsas, a menos que sea necesario para proteger los objetos de una infestación de plagas o mantener un microclima controlado con un desecante. El polietileno puede ser útil en condiciones en las que los objetos deben protegerse del agua o del trabajo de construcción, pero es impermeable al aire y puede formar microclimas alrededor de los objetos, lo que puede atrapar la humedad y potencialmente dañarlos. Es importante tener cuidado al utilizar este material. Además, el polietileno puede sentirse grasoso debido a los aceites y contaminantes del proceso de fabricación, que también pueden dañar los objetos si entran en contacto con ellos.
  3. Poliestireno: Por lo general, no se recomienda el poliestireno como material de embalaje, ya que tiene una capacidad de amortiguación deficiente y también es estático, atrayendo el polvo. Sin embargo, los cacahuetes de poliestireno blanco (sin teñir) se pueden utilizar como relleno de huecos dentro de bolsas de polietileno selladas. El poliestireno en sí mismo es inerte y no debería causar daños directos a los objetos.

Estos materiales de embalaje a corto plazo son opciones aceptables siempre y cuando se tengan en cuenta sus limitaciones y se utilicen de manera adecuada para proteger los objetos durante un período limitado de tiempo.

Materiales que no se recomiendan:

  1. Papel tisú o cartón no libres de ácido: A medida que envejecen, se vuelven más ácidos, lo que puede dañar los objetos con los que están en contacto.
  2. Periódico (impreso o simple): El periódico se vuelve muy ácido rápidamente debido a su alto contenido de lignina. Puede grabar las superficies de los objetos y transferir tinta por manipulación.
  3. Cacahuetes de embalaje biodegradables: Estos cacahuetes están hechos de granos y son solubles en agua, lo que no proporciona una protección adecuada a los objetos.
  4. PVC Poli (cloruro de vinilo): Algunos bolsillos de plástico para archivos y películas adhesivas están hechos de PVC. El PVC puede volverse pegajoso y adherirse a los objetos, dañando sus superficies y atrayendo el polvo.
  5. Textiles teñidos: Algunos tintes en los textiles pueden ser corrosivos y otros pueden «sangrar» en presencia de humedad, lo que puede manchar irreversiblemente los objetos.
  6. Textiles de lana: Los textiles de lana pueden contener repelente de polillas que puede afectar negativamente a los objetos. Además, la lana sin tratar puede servir como fuente de alimento para algunos insectos.
  7. Espuma de poliuretano: Esta espuma envejece mal, volviéndose pegajosa, quebradiza y finalmente se desmorona con el tiempo.
  8. Algodón: El algodón contiene una cantidad significativa de lignina y se acidifica rápidamente. También puede engancharse fácilmente en superficies ásperas o delicadas.
  9. Cajas de madera para frutas o cajas de flores usadas: Estas cajas de madera pueden ser de mala calidad y pueden desprender gases que contienen ácidos orgánicos que pueden dañar los objetos. También pueden presentar problemas de insectos, como la carcoma o el escarabajo de las alfombras.
  10. Cintas adhesivas sensibles a la presión: Esto incluye cintas adhesivas, cinta adhesiva y cinta adhesiva de doble cara. Los adhesivos de estas cintas pueden traspasar el tejido y la tarjeta, y pueden adherirse accidentalmente directamente a los objetos durante el embalaje, causando daños.

El relato de los gestores de colecciones de los museos nos muestra ejemplos claros de los problemas que pueden surgir debido a un embalaje inadecuado y condiciones de almacenamiento deficientes. Estos casos resaltan la importancia de utilizar materiales de embalaje apropiados y asegurar un entorno adecuado para la preservación de los objetos.

En el primer caso, el uso de papel de periódico como envoltura para los negativos de vidrio resultó en daños significativos. La fluctuación de temperaturas en la nave industrial, junto con el papel de periódico ácido, provocó el levantamiento y deterioro de las imágenes negativas. Esto destaca la necesidad de utilizar materiales libres de ácido y de controlar el entorno de almacenamiento para proteger objetos delicados.

En el segundo caso, el uso de cajas de cartón ordinarias de supermercado para almacenar botellas resultó en filtraciones y desintegración de las cajas a largo plazo. Aunque se consideraron como una solución temporal, el almacenamiento prolongado llevó a problemas que podrían haberse evitado con el uso de cajas adecuadas para objetos líquidos y un plan de almacenamiento más adecuado.

En el tercer caso, los carteles de la Escuela Dominical sufrieron daños debido a su almacenamiento doblado en cajas antiguas. La falta de cuidado en el embalaje y almacenamiento adecuado resultó en grietas y deterioro de los carteles. Es importante reconocer la importancia de utilizar materiales y técnicas de embalaje adecuados para objetos frágiles y valiosos.

Estos relatos resaltan la necesidad de considerar el embalaje y el almacenamiento de objetos de manera cuidadosa y planificada, utilizando materiales y métodos adecuados para garantizar su preservación a largo plazo. Además, es fundamental buscar el asesoramiento de conservadores y profesionales en la materia para garantizar prácticas adecuadas de cuidado y protección de las colecciones.

En conclusión, la importancia del embalaje adecuado en el cuidado de las colecciones de museos no puede subestimarse. Los ejemplos compartidos por los gestores de colecciones nos demuestran los riesgos y daños que pueden surgir debido a un embalaje deficiente. Los materiales inapropiados, como el papel de periódico, el cartón ordinario o la espuma de poliuretano, pueden causar estragos en objetos valiosos y frágiles.

Es fundamental utilizar materiales de embalaje recomendados, como papel tisú y cartulina libres de ácidos, películas de poliéster, espumas inertes y otros materiales inertes y seguros. Además, es crucial considerar el entorno de almacenamiento y evitar condiciones extremas de temperatura, humedad y luz, que pueden comprometer la integridad de los objetos.

El cuidado adecuado de las colecciones requiere una planificación minuciosa y la consulta de profesionales en conservación y gestión de colecciones. El uso de materiales y técnicas de embalaje correctas no solo protegerá los objetos de daños a corto y largo plazo, sino que también preservará su valor histórico y cultural para las generaciones futuras.

En resumen, un embalaje cuidadoso y considerado es esencial para salvaguardar el legado de los museos y garantizar que las colecciones puedan ser apreciadas y estudiadas en su estado original durante muchos años.

 


Descarga el catálogo de EVE Museos e Innovación 2023 aquí.


Si quieres recibir nuestro newsletter, y/o la bibliografía y recursos asociados al artículo de hoy, rellena y envía el boletín adjunto, por favor. Si quieres recibir los artículos por correo electrónico completa el campo correspondiente en el formulario de inscripción que encontrarás en la cabecera de esta página. Tu dirección de correo electrónico será utilizada exclusivamente para enviarte nuestros newsletters, pudiendo darte de baja en el momento que quieras.


Recursos asociados:

González, M. y López, A. (2018): Embalaje y conservación preventiva de las colecciones en los museos. Museología, 12(2), 45-62.

Aguilera, J. yVillarreal, V. (2014): Manual de embalaje y almacenamiento de bienes culturales. Instituto Nacional de Antropología e Historia.

López, A. (2013): Embalaje y acondicionamiento de obras de arte. Ediciones T.

Consejo Internacional de Museos (ICOM). (2012): ICOM-CC. Normas éticas y directrices profesionales. Grupo de trabajo: Conservación y embalaje.

Fernández, R. y García, A. (2011): Conservación preventiva en museos: Embalaje y embalajes. Arqueología y Territorio Medieval, 18, páginas 187-196.

Pérez, R. y González, M. (2009): Embalaje de objetos tridimensionales: criterios de protección en el diseño del embalaje. Museología, 2(3), 127-140.

Gómez, J. y Román, M. (2017): Embalaje para transporte y almacenamiento de objetos de arte. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.

Navarro, S. y Rojo, M. (2015): El embalaje en los museos: aspectos técnicos y prácticos. Revista de Museología, 63, páginas 54-67.

Sánchez, R. y Fernández, A. (2014): Embalaje de objetos arqueológicos para su almacenamiento y exposición. Boletín del Museo Arqueológico Nacional, 32, páginas 203-216.

Marín, R. (2013): Embalaje de objetos: concepto, criterios y materiales. Boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, 79, páginas 119-135.

Universidad de Buenos Aires, Escuela de Museología. (2011): Manual de embalaje y acondicionamiento preventivo de bienes culturales. Universidad de Buenos Aires.


Consultas: info@evemuseos.com

Fotografía: Fundación Getty

 


 

Tus comentarios son muy importantes para nosotros

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.