El Futuro de las Colecciones

El Futuro de las Colecciones

Cuando miramos hacia el futuro para intentar comprender lo que nos viene, y poder vislumbrar qué es lo que va a ocurrir en las diferentes áreas de nuestra responsabilidad profesional y en el campo de los museos de forma global, debemos comenzar por formular algunas cuestiones. Concretamente, las relacionadas con el futuro de las colecciones de los museos. Las más recurrentes que nos vienen a la mente son las siguientes: ¿Cómo deberían los museos desarrollar y utilizar sus colecciones para responder a las preocupaciones e intereses de toda una sociedad, que evoluciona a gran velocidad, de una manera más efectiva? ¿Cómo puede el sector de los museos garantizar que las oportunidades que ofrecen las TIC, los medios digitales, el acceso electrónico y la digitalización, se utilicen plenamente en beneficio de todos los usuarios y, al mismo tiempo, lleguen a los que no lo son?

Para dar respuesta a estas preguntas, y a otras muchas, nos hacemos eco de diversas opiniones profesionales, considerando que los museos necesitan trabajar mucho más para atender a las necesidades de sus comunidades y, en particular, para enfocarse en los intereses de una población local a través de trabajos de divulgación y en diferentes medios, tanto convencionales como electrónicos. Las sugerencias prácticas que se ponen encima de la mesa incluyen un trabajo más cercano con otros agentes sociales y corporativos locales – que tienen relación constante con la atención primaria y las escuelas y universidades -. Esto es, se trata de fomentar un compromiso público más amplio a través de los medios. Un ejemplo podría ser la implicación de los museos con las estaciones de televisión y radios locales para llevar a cabo la investigación con usuarios que no pertenecen al museo. De este modo, se pueden identificar las barreras que existen sobre el compromiso y verificar que la interpretación de las colecciones refleja, realmente, los intereses de la población en su conjunto, como un todo.

La información y opiniones profesionales también recogen la necesidad de mejorar la administración de las colecciones básicas subyacentes, de modo que los museos puedan servir a la población de una forma más efectiva (realizar, por ejemplo, un registro completo de todas las colecciones de los museos). Asimismo, encontramos sugerencias en cuanto al manejo de objetos, en el sentido de que debería desarrollarse, aún más, incorporando un mayor número de elementos tanto en la difusión de colecciones como en las valijas para escuelas y grupos comunitarios.

Existen diversas propuestas para que los museos trabajen en una asociación más estrecha con su comunidad y hagan un mejor uso de sus colecciones. Entre ellas, se encuentra la necesidad de crear un marco nacional que ponga en marcha un programa sostenido de exposiciones itinerantes, junto con un sistema, también de carácter nacional, de préstamos para objetos entre museos. Pero existe, además, la demanda que el gobierno desarrolle planes de fomento remunerados que contribuyan al incremento de los préstamos de colecciones dentro y fuera del país.

Por otro lado, se maneja la idea de prestar objetos de menor importancia a aquellas entidades que están fuera del contexto de los museos, quizás con el fin de ayudarles a organizar exposiciones semipermanentes – como si fuera en régimen de franquicia – y ofrecerse a lugares administrados por otro organismo público. Este tipo de préstamos puede jugar un papel importante para que la difusión de la cultura y el conocimiento llegue hasta los no usuarios de los museos. Sin embargo, la realidad es que existe muy poco apoyo para transferir permanentemente la propiedad de objetos de calidad de un museo a otro que se halle fuera del sector público. Los museos públicos no deberían ser tan celosos de la propiedad permanente.

La financiación dirigida a las adquisiciones se valora como algo fundamental para asegurar que los aspectos de la creatividad contemporánea sean incluidos en la construcción de colecciones, particularmente antes de que los precios excedan la limitada capacidad financiera disponible. Sería necesaria una cooperación más estrecha entre museos y  gobierno en materia de políticas de adquisiciones, solicitando a éste que aplicara, por ejemplo, más rebajas de impuestos e incentivos para las donaciones benéficas. De este modo, se facilita, desde el gobierno, que los museos puedan mejorar sus colecciones, o que se generen fondos sostenibles para el cuidado y mantenimiento de las ya existentes.

Encontramos la idea generalizada de que el sector de los museos debería hacer más para garantizar que se aprovecharan al máximo las oportunidades que nos ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación (TICs), el acceso electrónico y la digitalización. Creemos que existe una preocupación universal en cuanto a que el empleo de las herramientas electrónicas aún no se considera una actividad adscrita a los museos, con todo lo que esto implica en términos de dotación de personal sostenible y de limitación de presupuestos en cualquiera de sus ámbitos, incluido el de la contratación de personal. Debe existir un fuerte apoyo para generar una única estrategia de TIC que beneficie a todos por igual, con el fin de incluir su desarrollo de implantación dentro de un conjunto de estándares comunes para todos.

En los últimos años, han surgido una serie de oportunidades con relación a las TIC que permiten brindar beneficios a los usuarios y llegar a los que no lo son, atendiendo al público en general. Desde los museos, debemos crear estrategias que faciliten un mayor uso de medios manuales, televisión interactiva, un portal para docentes, mejoras en el contenido del sitio web y opciones para que el público pueda crear sus propias exposiciones virtuales que conduzcan a la creación de nuevos contenidos electrónicos. Los principales museos, los de mayor presupuesto, deberían ser los más proactivos en la adopción de tecnologías de vanguardia. Desde la administración pública se les debería facilitar el hecho de poder contar con financiación sostenida para involucrar a expertos en TIC fuera del sector. Esto no quiere decir que no debamos ser cautelosos respecto a cómo gestionar la posible inversión en TICs, especialmente en lo que tiene que ver con los costos de desarrollo de soluciones a la medida, ni que obviemos el hecho del aún elevado porcentaje de adultos que nunca han accedido a los medios electrónicos.


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Fotografía: CityLive.org

Consultas: info@evemuseos.com

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