Los museos tienen que asumir que deben construir experiencias en línea, como cuando los periódicos aceptaron finalmente la necesidad de hacerlo. En comparación con lo que sucedió con éstos, la gran ventaja de los museos, si quieren explorar esta forma de comunicación, es que aún no se han conectado adecuadamente y hay muchas posibilidades para diferenciarse de los demás.
Muchas de las experiencias en línea gratuitas de los museos todavía no han sido descubiertas por un público masivo.
Dado que alrededor de un 30% de las instituciones culturales en todo el mundo podrían cerrar debido a las repercusiones del Covid-19, la industria debería unirse y pensar en su supervivencia: conectarse en línea es imprescindible. Los museos pueden manifestarse en línea con el fin de mostrar su trabajo, estableciendo estándares de veracidad, valor justo y confianza.
Esperar que el estado asuma el gasto de la cultura mientras nuestros países trabajan para recuperarse del impacto económico tremendo del coronavirus es poco realista: todos los sectores, incluidos los museos, deben valerse por sí mismos y encontrar formas de sostenibilidad valiosas para poder sobrevivir.
En este momento, los museos tienen oportunidades de carácter ético, conectadas con su misión y sin necesidad de financiación estatal. El tiempo que podría dedicarse a solicitar subvenciones para proyectos de investigación repetitivos puede invertirse en trabajar juntos para valorar nuestro sector cultural y remunerarlo adecuadamente.
Propuestas de venta únicas de los museos: colecciones y experiencia.
La narración de historias en edificios imponentes, dentro de salas etiquetadas que guían al espectador de un elemento de la colección al siguiente, con una iluminación espectacular, rodeada de misterio y, en ocasiones, acompañada por una guía humana o una audioguía, es una experiencia inmersiva del siglo XIX. Resulta muy interesante idear soluciones digitales, pero conviene recordar que el público valora los objetos y a aquellos con conocimiento suficiente como para narrar una historia sobre los mismos.
La importancia de las colecciones reside en que – dado que las personas somos visuales y táctiles – los objetos que las componen son pruebas visuales y táctiles de historias que, de otra manera, no podríamos conocer ni creer.
En una era de noticias falsas y desconfianza, de opiniones polarizadas y puntos de acuerdo cada vez menores, la verdadera experiencia tiene un peso aún mayor. Contar con expertos no politizados que nos expliquen lo que sucedió en el pasado, cómo los artistas expresaron lo invisible y lo que podría ocurrir en un futuro, nos mantiene en movimiento y en paz con los demás.
Una estrategia digital definida permite a los museos aprovechar las tecnologías digitales para conectarse con su audiencia, proteger los contenidos y los datos culturales y respaldar su misión de manera más completa; y todo ello, con un presupuesto adecuado para la colección.
Es importante construir sobre el potencial de excelencia en el museo, centrándose en los fundamentos de la publicación en su web y mejorando el acceso a las colecciones, la comunidad y el contenido en todas las plataformas.
Apoyar nuevos tipos de aprendizaje, innovación y creación de conocimiento dentro y fuera de la institución, es del todo necesario.
Se debe enfatizar el papel de una institución como facilitador principal del aprendizaje informal en audiencias nacionales y globales.
Gracias a la digitalización, los museos pueden aumentar su atractivo y relevancia para el público más joven.
Asimismo, mejora la capacidad de combinar la búsqueda, la arquitectura de la información y el diseño que permite encontrar la información digital.
El aprendizaje, como un híbrido de educación formal y descubrimiento autodirigido, puede combinarse y mejorarse mediante comunidades y herramientas en línea.
Aumentar el acceso en línea a las colecciones es parte de la ecuación para promover el aprendizaje.
El impacto de las colecciones en línea se puede potenciar, en gran medida, destacando el conocimiento y la perspectiva de los expertos del museo, con una política de propiedad intelectual que fomente la reutilización y el intercambio de activos (cuando corresponda) y en base a una matriz de herramientas, políticas y recursos que permita a las audiencias ser socios en el aumento y difusión de ese conocimiento.
Intentar monetizar directamente el acceso y el uso del contenido del museo no parece ser un modelo de negocio sostenible. A través de estas prácticas comerciales de bajo margen, los museos pueden enajenar a los usuarios, perpetuar la práctica de que las instituciones se cobren entre sí, desalentar la investigación y las publicaciones y socavar su misión cívica.
¿Se te ocurre alguna razón más? Si es así nos gustaría mucho conocerla (utiliza el formulario que encontrarás más abajo).
Recursos on line:
https://museumsdigitalculture.prattsi.org/review-of-different-museum-digital-strategies-6ec009d2f80b
https://artuk.org/shop/ https://bigsea.co/ideas/museum-marketing-tips/
https://www.artscouncil.org.uk/creative-media/digital-rd-fund-arts
https://www.artscouncil.org.uk/making-digital-work-0
Haz clic para acceder a Digital%20R%26D%20Fund%20Participants%20report%202018.pdf
Haz clic para acceder a Demographic-Change-and-the-Future-of-Museums.pdf
Haz clic para acceder a web-new-media-strategy_v1.0.pdf
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Haz clic para acceder a NPG_Digital_Strategy_Digest_v4_0.pdf
Haz clic para acceder a Demographic-Change-and-the-Future-of-Museums.pdf
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Fotografía: Floor Nature + Architecture + Surfaces.
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