Cuando creamos nuestros diseños museográficos, podemos observar que la mayoría de los proyectos están influenciados por las teorías cognitivas de la curiosidad. Se entiende por curiosidad «el deseo de saber, ver o experimentar que motiva un comportamiento exploratorio dirigido a la asimilación de nueva información». Este tipo de comportamientos tienen un atractivo obvio para los museos – no olvidemos su misión educativa para fomentar la participación y el aprendizaje de los visitantes -, particularmente en el entorno de las colecciones culturales e históricas con objetos auténticos. Sin embargo, aunque la curiosidad se ha estudiado con adultos en una gran variedad de contextos, poco se ha hecho para trasladar esa investigación a escenarios museológicos con la idea de cultivar la participación de los visitantes.
Los modelos cognitivos recientes contemplan dos aspectos de la curiosidad que se complementan: el interés y la necesidad de la búsqueda de información; cada uno arraigado en un sistema neurobiológico diferente. Podría pensarse que la curiosidad tiene cierto grado de afecto negativo (modelo de búsqueda de información) en las líneas de tensión, frustración o incertidumbre, similares a la sensación de hambre: los sentimientos de curiosidad aumentan si no se satisfacen, pero también disminuyen una vez que se ha obtenido la información. La curiosidad crece cuando uno se da cuenta de que se halla en el proceso de búsqueda de información y tiene el deseo de conseguirla. Dicha información puede ser un hecho, la respuesta a una pregunta o la solución a un problema. Los estados de curiosidad se intensifican a medida que los individuos se perciben a sí mismos como sujetos que desean eliminar su discrepancia de conocimiento y los sentimientos de tensión asociados.
Por otro lado, podemos considerar que la curiosidad tiene cierto grado de afecto positivo cuando las personas disfrutan descubriendo algo nuevo. En este sentido, la curiosidad va ligada al placer que se espera al encontrar información de carácter más casual, entretenido o estéticamente agradable. Este afecto positivo es complementario al de la búsqueda de información que genera la curiosidad.
Creemos que nuestros proyectos siempre apelan a diferentes aspectos de la curiosidad. En el caso de las grandes preguntas, plantear cuestiones confronta a los visitantes con información que no es aparentemente visible, lo que puede contribuir a la curiosidad en lo que a búsqueda de información se refiere – se resalta lo que se desconoce pero que se puede llegar a conocer -. El diseño de las «líneas de tiempo», sin embargo, resta importancia a las preguntas, degradando la información pero intentando presentar una experiencia estéticamente agradable y esencialmente atractiva. En otras palabras, en lugar de usar preguntas provocativas para resaltar lo que el visitante no sabe, apela más bien al interés y a las tendencias exploratorias. El diseño de las líneas de tiempo se acerca más al marco de las experiencias interactivas del museo, aquellas que enfatizan, sobre todo, la participación de los visitantes en los niveles sensorio-motor, estético y emocional – antes de involucrarse en un nivel cognitivo -.
Siguiendo los modelos de curiosidad, nuestra reflexión tiene que ver, fundamentalmente, con el hecho de si existen, o no, diferencias en el compromiso, la interacción y la comunicación de los visitantes con las propuestas museográficas basadas en la curiosidad. Siempre nos gusta observar si los visitantes se detienen o no ante una vitrina determinada; si interactuaron o no con los contenidos ; cuánto tiempo permanecieron en la exposición y de qué hablaron. También es interesante analizar los patrones de interacción con los contenidos en determinadas condiciones. Basándonos en los dos modelos teóricos de curiosidad que interactúan descritos anteriormente, anticipamos que la interacción y el compromiso pueden llegar a ser muy diferentes, y eso es algo que debemos tener en cuenta. Por otro lado, al intentar evocar explícitamente la curiosidad de los visitantes, nuestras propuestas basadas en preguntas importantes y Líneas de tiempo resultan, en general, más exitosas para atraer al público de todo tipo y condición, ya que mantienen su atención y estimulan las conversaciones sobre los contenidos.
Es importante destacar también todo lo relacionado con el uso de medios digitales para despertar la curiosidad sobre los objetos del museo y dar significado a las colecciones. Aunque las preguntas audaces y provocativas en las exposiciones interactivas resultan más atractivas para los visitantes, se trata, sin embargo, de una estrategia que podría llegar a ser contraproducente y conducir a una conversación relativamente empobrecida. Por otro lado, ofrecer exposiciones con menos textos pesados y más elementos emocionalmente atractivos empujan a los visitantes a interactuar (quizás apelando a la curiosidad basada en el interés), pero puede ocurrir que este enfoque centrara la atención en las exposiciones mismas en lugar de hacerlo en los objetos destinados a ser interpretados.
Si queremos resolver este enigma, diseñemos exposiciones para los museos que utilicen el enfoque de las grandes preguntas – fomentando la curiosidad a través de la búsqueda del conocimiento – pero pensando, a la vez, en capas de contenido que induzcan a que se formulen «preguntas de seguimiento de la exposición» en la mente de los visitantes, manteniendo así su atención – Eso sí, existe el riesgo de que comenzar con preguntas tenga un efecto nocivo en la creación de significado autodirigida -. Otra posibilidad sería diseñar soportes que potencien más una curiosidad basada en intereses (usando menos texto y medios que resulten emocionalmente atrayentes), pero que haga referencias mucho más explícitas a los objetos mismos. Se podría, incluso, formular preguntas dirigidas a la búsqueda de conocimiento, y a las que los visitantes estarían más dispuestos a contestar tras participar en una investigación más abierta y autodirigida de antemano. Nuestra experiencia sugiere que el enfoque de información bajo demanda puede funcionar bien, especialmente cuando el público muestra ya suficiente curiosidad acerca de los objetos como para tener el deseo de aprender más.
Recursos bibliográficos:
Sue Allen (2002): Looking for learning in visitor talk: A methodological exploration. En: Learning Conversations in Museums, G. Leinhardt, Kevin Crowley y K. Knutson (editores). Learning conversations in museums, pags. 259–303.
Antle, A.N., Tanenbaum, J., Seaborn K., Bevans, A. y Wang, S. (2011): Futura: Design for collaborative learning and game play on a multi-touch digital tabletop. En Proc. Tangible, Embedded and Embodied Interaction (TEI’11), ACM Press, pags. 93-100.
Ash, D. (2002): Negotiation of Biological Conversations in Informal Learning Settings. En: G. Leinhardt, K. Crowley y K. Knutson (editores) Learning Conversations: Explanation and Identity in Museums, pags. 371–400. Mahwah, NJ, EE.UU.: Laurence Erlbaum Associates.
Leslie Atkins, Lisanne Velez, David Goudy y Kevin N. Dunbar (2009): The unintended effects of interactive objects and labels in the science museum. Science Education, 93(1), pags. 161-184.
Beheshti, E., Kim, D., Ecanow, G. y Horn, M. (2017): Looking inside the wires. Understanding museum visitor learning with an augmented circuit exhibit. ACM Conference on Human Factors in Computing Systems (CHI’17).
Block, F., Hammerman, J., Horn, M.S., Phillips, B.C., Evans, E.M., Diamond, J. y Shen, C. (2015): Fluid grouping: Quantifying group engagement around interactive tabletop exhibits in the wild. ACM Conference on Human Factors in Computing Systems (CHI’15), ACM Press, 867-876.
Borun, M. (2002): Object-Based Learning and Family Groups. En: S.G. París, Perspectives on Object- Centered Learning in Museums (1st ed). Mahwah, NJ, EE.UU.: Erlbaum.
DiAngelo, S., Pollock, D.H., & Horn, M.S. (2015). Fishing with Friends: Tabletop games to raise environmental awareness in aquariums. Interaction Design and Children (IDC’15), 29-38, ACM Press.
Catherine Eberbach and Kevin Crowley. 2005. From living to virtual: Learning from museum objects. Curator: The Museum Journal 48, 3: pags. 317–338.
Evans, E., Mull, M. y Poling, D. (2002): The authentic object? A child’s-eye view. Perspectives On Object-Centered Learning In Museums, pags. 55-77.
John H Falk y Lynn D Dierking (2000): Learning from museums: Visitor experiences and the making of meaning. Altamira Press.
Fosh, L., Lorenz, K., Benford, S. y Koleva, B. (2015): Personal and social? Designing personalised experiences for groups in museums. MW Museums and the Web. Chicago, Ilinóis, EE.UU..
Susanna E Hapgood y Annemarie Sullivan Palincsar (2002): Fostering an Investigatory Stance: Using Text to Mediate Inquiry with Museum Objects. In Perspectives on Object-Centered Learning in Museums, Scott G, París (ed.).
Hein, G. (1998): Learning in the museum (1st ed.). Londres: Routledge.
Hinrichs, U. y Carpendale, S. (2011): Gestures in the Wild: Studying Multi-Touch Gesture Sequences on Interactive Tabletop Exhibits. Proceedings of the SIGCHI Conference on Human Factors in Computing Systems (CHI), pags. 3023-3032.
Hinrichs, U., Schmidt, H. y Carpendale, S. (2008): EMDialog: Bringing Information Visualization into the Museum. IEEE Transactions on Visualization and Computer Graphics, 14(6), pags. 1181-1188.
Hohenstein, Jill y Lynn Uyen Tran (2007): Use of questions in exhibit labels to generate explanatory conversation among science museum visitors. International Journal of Science Education 29.12 (2007): pags. 1557-1580.
Michael Horn, Zeina Atrash Leong, Florian Block et al. (2012): Of BATs and APEs: an interactive tabletop game for natural history museums. 2012 ACM annual conference: pags. 2059–2068.
Horn, M. S., Phillips, B. C., Evans, E. M., Block, F., Diamond, J. y Shen, C. (2016): Visualizing biological data in museums: Visitor learning with an interactive tree of life exhibit. Journal of Research in Science Teaching, 53(6), pags. 895-918.
Eva Hornecker, Paul Marshall y Yvonne Rogers (2007): From entry to access: how shareability comes about.
Eva Hornecker (2008): I don’t understand it either, but it is cool – Visitor Interactions with a Multi-Touch Table in a Museum. Proc. IEEE Tabletop: 1–8.
Eva Hornecker (2010): Interactions around a contextually embedded system.
Humphrey, T. y Gutwill J. (2005): Fostering active prolonged engagement: The art of creating APE exhibits. Exploratorium.
Ichino, J., Isoda, K., Ueda, T. y Satoh, R. (2016): Effects of the display angle on social behaviors of the people around the display: A field study at a museum. En: XIX ACM Conference on Computer-Supported Cooperative Work & Social Computing (pags. 26-37). ACM.
Gaea Leinhardt y Kevin Crowley (2002): Objects of learning, objects of talk: Changing minds in museums. En: Perspectives on Object-Centered Learning in Museums.
Jordan Litman (2005): Curiosity and the pleasures of learning: Wanting and liking new information. Cognition & Emotion 19, 6: pags. 793–814.
Marti Louw y Kevin Crowley (2013): New ways of looking and learning in natural history museums: The use of gigapixel imaging to bring science and publics together. Curator: The Museum Journal, 56(1), pags. 87-104.
George Loewenstein (1994): The psychology of curiosity: A review and reinterpretation. Psychological bulletin 116, 1: pags. 75–98.
Ma, J., Liao, I., Ma, K. L. y Frazier, J. (2012): Living liquid: Design and evaluation of an exploratory visualization tool for museum visitors. IEEE Transactions on Visualization and Computer Graphics, 18(12), pags. 2799-2808.
Meisner, R., vom Lehn, D., Heath, C., Burch, A., Gammon, B. y Reisman, M. (2007): Exhibiting Performance: Co-participation in science centres and museums. Int. Journal of Science Education, 29(12), pags. 1531-1555.
National Research Council (2009): Learning Science in Informal Environments: People, Places, and Pursuits. Committee on Learning Science in Informal Environments. Philip Bell, Bruce Lewenstein, Andrew W. Shouse y Michael A. Feder, editores. Washington, DC: The National Academies Press.
Scon G. Paris (1997): Situated Motivation and Informal Learning. The Journal of Museum Education 22, 2/3: pags. 22–27.
Poling, Devereaux A. y E. Margaret Evans (2002): Why do birds of a feather flock together? Developmental change in the use of multiple explanations: Intention, teleology and essentialism.» British Journal of Developmental Psychology 20.1: pags. 89-112.
Quintana, C. (2012): Pervasive science: Using mobile devices and the cloud to support science education anytime, anyplace”. Interactions, 19, 4, pags. 76-80
Jessica Roberts, Leilah Lyons, Francesco Cafaro y Rebecca Eydt (2014): Interpreting Data from Within: Supporting Human-Data Interaction in Museum Exhibits Through Personalization. En: XIII International conference on Interaction Design & Children. Aarhus, Dinamarca.
Roberts, Jessica y Leilah Lyons (2017): Scoring Qualitative Informal Learning Dialogue: The SQuILD Method for Measuring Museum Learning Talk. Filadelfia, PA, EE.UU.: International Society of the Learning Sciences.
Rowe, J. P., Lobene, E. V., Mott, B. W. y Lester, J. C. (2014): Play in the museum: Designing game-based learning environments for informal education settings.
Beverly Serrell (2015): Exhibit labels: An interpretive approach. Rowman & Littlefield.
Shaffer, H., Fisher, R. y Davidson, C. (1998). The role of natural history collections in documenting species declines. Trends in Ecology & Evolution, 13(1), 27–30.
Steven McGee, Michael Horn, Matt Matcuk, Jessica Roberts, Amartya Banerjee y Annette Hong (2018): Digital Exhibit Labels in Museums: Promoting Visitor Engagement with Cultural Artifacts. CHI 2018, celebrado del 21 al 26 de abril, 2018, Montréal, QC, Canadá.
Scott S Snibbe y Hayes S Raffle (2009): Social immersive media: pursuing best practices for multi- user interactive camera/projector exhibits. Proceedings of the Conference on Human Factors in Computing Systems: pags. 1447–1456.
Stevens, R. y Hall, R. (1997): Seeing tornado: How video traces mediate visitor understandings of (natural?) phenomena in a science museum. Science Education, 81(6), pags. 735-747.
Tran, L. (2008): The work of science museum educators. Museum Management and Curatorship, 23(2), pags. 135-153.
Xambó, Anna, et al. (2013): Let’s jam the reactable: Peer learning during musical improvisation with a tabletop tangible interface. ACM Transactions on Computer- Human Interaction (TOCHI) 20.6 (2013): 36.
Xambó, A., Hornecker, E., Marshall, P., Jordà, S., Dobbyn, C. y Laney, R. (2016): Exploring social interaction with a tangible music interface. Interacting with Computers, 29(2), pags. 248-270.
Yoon, S. A., Elinich, K., Wang, J., Steinmeier, C. y Tucker, S. (2012): Using augmented reality and knowledge-building scaffolds to improve learning in a science museum. International Journal of Computer-Supported Collaborative Learning, 7(4), pags. 519-541.
Zimmerman, H., Reeve, S. y Bell, P. (2008): Distributed expertise in a science center: Social and intellectual role-taking by families. Journal of Museum Education, 33(2), pags. 143–152.
Fotografía: David Delgado. Curiosity Wall.
Si quieres recibir nuestro newsletter y artículos por correo electrónico, puedes solicitarlo rellenando y enviando el formulario de inscripción que encontrarás más abajo. Tu dirección de correo electrónico será utilizada exclusivamente para enviarte nuestros newsletters y/o artículos, pudiendo darte de baja en el momento que quieras.