Espacios de Creación en Museos: Orientación y Recursos

Espacios de Creación en Museos: Orientación y Recursos

 

En nuestro artículo de hoy, trataremos de orientar a todos aquellos museos que están considerando establecer espacios de creación (makerspaces) por primera vez. Son muchas las preguntas que nos vienen a la mente cuando tocamos este tema: ¿qué? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Cuál? Esta pequeña guía de orientación se ha elaborado a partir del Proyecto MakEY, en el que participaron varios museos de todo el mundo.

¿Qué son los espacios de creación?

Los Espacios de Creación (Makerspaces) son aquellos lugares de los museos en los que las personas pueden diseñar y fabricar una gran variedad de artefactos, utilizando las herramientas y los recursos disponibles para sus visitantes. Estos espacios ofrecen oportunidades para manipular, fabricar diferentes cosas y jugar con los materiales. En realidad, no existe un plan definitivo para su organización. Pueden limitarse a la provisión de recursos que permitan a los participantes participar en una o dos actividades, o pueden facilitar el acceso a una amplia gama de materiales y herramientas, incluidas las relacionadas con la fabricación digital, como las impresoras 3D y las cortadoras láser, entre otros sistemas.

La oferta de «talleres maker» permite a los niños y niñas adquirir valiosos conocimientos y habilidades en una gran variedad de áreas – como las relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas – e integrarlas con otras materias sobre artes y humanidades (STEAM). Además, los espacios de creación fomentan el desarrollo de habilidades transferibles, como la resolución de problemas, la colaboración y el pensamiento crítico. Asimismo, potencian la resiliencia a través de la iteración, permitiendo que los más pequeños desarrollen la autoeficacia mediante experiencias impulsadas por el propio museo. Esto refuerza el aprendizaje no formal, gracias al uso de herramientas/materiales/decisiones que quizás nunca antes se les haya confiado.

Los espacios de creación también son valiosos para los propios museos, ya que atraen a niños y familias que pudieran no haberlos visitado anteriormente, permitiéndoles el acceso práctico a una gran variedad de herramientas/materiales. Los espacios de creación ayudan a ampliar la definición de la palabra «museo», que pasa de referirse a un lugar donde las colecciones se ven y no se tocan a otro destinado a la exploración, el descubrimiento y la vivencia divertida de algunas experiencias prácticas.

¿Dónde deberían ofrecerse los espacios de creación en los museos?

Los makerspaces pueden tomar diferentes formas: un espacio dedicado y relacionado con una exposición permanente determinada, un salón de clases en el museo, un espacio móvil que sirva como vehículo de divulgación, un espacio que cambia de ubicación dentro del propio museo, una maleta didáctica que viaja de colegio en colegio, o un espacio distribuido que muestra que ciertos aspectos de un makerspace pueden existir en varias áreas y departamentos del museo. Para obtener más información y ejemplos específicos puedes consultar los recursos que te facilitamos al pie de este artículo.

¿Cuándo deberían ofrecerse los espacios de creación en los museos?

Esto depende, fundamentalmente, de los horarios que tenga el museo y de cómo esté configurado físicamente su makerspace. La programación de los creadores de estos espacios puede variar desde sesiones extracurriculares y de fin de semana hasta campamentos de verano y ofertas de excursiones escolares. Muchos cuentan con exposiciones permanentes que están abiertas al público todo el tiempo y requieren poco, o nada, del personal para funcionar, mientras que otros organizan talleres o clases que se ofrecen, como en el caso del proyecto MakEY, en entornos no formales que duran hasta dos horas.

Algunos museos prefieren pedirles a las personas que se inscriban en las sesiones. Otros, en cambio, permiten que se incorporen libremente, con un enfoque más flexible adaptado a las necesidades de las familias que los visitan.

¿Cómo podemos organizar y gestionar un makerspace?

Actividades:

El tipo de actividades que pueden llevarse a cabo en un makerspace son infinitas, el límite lo marca nuestra imaginación. En el proyecto MakEY se ofrecían algunas actividades simples, pero atractivas, como punto de partida para el trabajo con niños y niñas de tres a ocho años. Posteriormente, los museos las han ido desarrollando, introduciendo otras nuevas ideadas por ellos mismos.

Las actividades iniciales pueden incluir:

  • Circuitos blandos para crear sistemas eléctricos con plastilina conductora.
  • Drawbots, a base de robots que dibujaban utilizando pequeños motores.
  • Dibujos iluminados que ayudaban a los niños a crear gráficos donde poder incrustar circuitos y LEDS.
  • Textiles electrónicos, adaptando los primeros kits de costura para niños. Esto les permitía poder hacer peces de fieltro con ojos que se iluminaban.
  • Espectáculos de luces fabricando antorchas simples que que los más pequeños podían usar para crear espectáculos de luces.

Se puede encontrar orientación sobre todas estas actividades en el sitio web del proyecto MakEY, además de folletos que nos pueden servir de guía.

Es importante señalar que lo que te ofrecemos son solo sugerencias para que tu museo pueda comenzar a desarrollar este área de trabajo. Una vez que tengas claro lo que quieres realizar, la gama de actividades que podrás emprender es amplia, dependiendo de los recursos y las habilidades del personal y los voluntarios de que dispongas.

Dotación de personal.

Una de las cuestiones clave a tener en cuenta para la creación de un espacio maker es la dotación de personal. En muchas ciudades y pueblos, existen espacios de creación de acceso abierto administrados por entusiastas y, a veces, por voluntarios. Es una buena idea comunicarse con los llamados «Fab Labs» o «Hackspaces», para visitar y hacer tantas preguntas como desees. La comunidad de makerspace suele ser muy abierta sobre sus estrategias, políticas y programación.

Pregúntale a tu personal si tienen alguna habilidad o pasatiempo que les gustaría compartir (trabajos con madera, electrónica, costura, etc.). Si vives en una ciudad o pueblo con un colegio o universidad, ponte en contacto con ellos para ver si algún estudiante estuviera interesado en hacer voluntariado en tu museo. Los estudiantes de magisterio se complacen, a menudo, en tener oportunidades de ofrecerse como voluntarios para trabajar con niños – Ten en cuenta que deberás realizar los controles habituales para garantizar la protección de los pequeños -.

Colecciones.

Si los espacios de creación se ofrecen en museos que disponen de colecciones – vinculadas con el arte o los objetos históricos, por ejemplo – existe una gran oportunidad para relacionarlas con dichos espacios. Hacer que los niños respondan a una colección, usando los objetos como inspiración para sus propias creaciones, puede alentarlos a comprometerse con la colección en mayor profundidad.

Es importante realizar una evaluación de riesgos antes de ejecutar un makerspace. Deberás contar con políticas y procedimientos que garanticen el uso seguro de cualquier herramienta, así como un plan para llevar a cabo en caso de que se produzcan accidentes.

¿Qué recursos necesitaremos?

Si estás interesado en ofrecer algunas de las actividades descritas anteriormente, los detalles completos de los recursos que se requieren se incluyen en los folletos disponibles del sitio web de MakEY.

Existen elementos generales que siempre es útil tener a mano en un makerspace. A continuación, haremos una enumeración de los mismos, junto con algunas sugerencias sobre dónde poder acceder a los materiales más especializados. No se trata de una lista exhaustiva, y en ella incluimos materiales que se encuentran en el proyecto MakEY.

También resultará interesante recoger material reciclable para los makerspaces, como cajas de cartón, toda clase de envases, botellas, etc. Puede que tengas la suerte de encontrarte cerca de un centro de chatarra, que siempre cuenta con materiales de valor para los makerspaces. Merece la pena identificar si hay empresas locales que pudieran estar dispuestas a cederte material que ya no necesitan.

Recursos útiles para makerspaces.

  • Materiales de arte y artesanía.
  • Herramientas variadas.
  • Materiales de fabricación (envases).
  • Papel.
  • Bolígrafos/lápices.
  • Pegatinas.
  • Plantillas de plástico o cartón.
  • Kits de costura.
  • Cinta adhesiva.
  • Cuerdas.
  • Cinta adhesiva de doble cara.
  • Palos de piruleta y chopsticks.
  • Cepillos y peines.
  • Plastilina.
  • Lámina de gofrado.
  • Plástico de burbujas.
  • Celofán de colores.
  • Muestras de tela.
  • Plumas, botones, formas de esponja, para que los niños pequeños los manipulen.
  • Cables y cuerdas.
  • Por supuesto, mesas grandes con sillas para niños y sus familias, con buena luz.
  • Etcétera…

Más información y recursos a tu alcance:

Fotografía: Edutopia: Starting a School Makerspace from Scratch.


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