El futuro de los museos no tiene por qué ser una elección entre lo físico y lo digital. Está bien tener un pie en ambos campos. – Catherine Devine, Business Strategy Leader-Libraries and Museums – Microsoft.
Podríamos argumentar que los matices entre presencial y digital se remarcan en nuestra cultura de la era de las redes sociales. De hecho, existe evidencia en muchos medios, tanto tradicionales como nuevos, de que el punto intermedio se está abandonando a medida que la gente aparentemente se alinea, irrevocablemente, con un extremo o con el otro. Lo vemos en muchos aspectos de nuestra vida personal y profesional, por supuesto, pero no es difícil encontrar también esta división en otras áreas. Cuando se habla, con frecuencia, de «transformaciones digitales» en el entorno de un museo, nos encontramos con uno de esos temas divisorios: lo presencial vs. los digital.
Los puristas dirán que la experiencia del museo físico ofrece algo que lo digital no es capaz de regalarnos. Otros, sin embargo, argumentan que es hora de que los museos se adapten a los tiempos y modifiquen esa reputación de «rigidez y pesadez erudita» a favor de exposiciones que puedan atraer el interés de nuestras generaciones más jóvenes.
Se trata, pues, de un tema recurrente con el que lidiamos a menudo cuando trabajamos para los museos. La posición que nosotros asumimos al respecto es que hay suficiente espacio en nuestra cultura, tanto para lo tradicional como para lo nuevo; creemos en la creatividad aplicada a todos sus formatos y en la posibilidad de que el público participe de la forma que más le atraiga y le convenga.
Expongámoslo de esta manera: podemos ser tan defensores como cualquiera de pasar horas deambulando por las salas de un museo, y respetando los protocolos antipandemia. Pero también estamos a favor de la búsqueda de nuevas formas de atraer al público, en particular a los más jóvenes, pensando en estrategias digitales innovadoras e interactivas.
La clave consiste en implementar la tecnología donde tiene un valor discernible, no donde nos lleva a priorizar el modo de entrega sobre la experiencia y el mérito cultural en sí. Esto es particularmente relevante con las experiencias de realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR). En el trabajo que desarrollamos normalmente, nuestra prioridad está en utilizar la innovación para mejorar o complementar la experiencia del visitante, y no en imponer criterios ocurrentes y recurrentes sobre la tecnología.
Un ejemplo fantástico de tecnología aplicada con razonamiento y cuidado reales se puede encontrar en el Museo Nacional Smithsonian de Historia Natural. En la exposición «Narwhal: Revelando una leyenda ártica«, los visitantes del museo no solo reciben información y explicaciones sobre estas enigmáticas criaturas, sino que, gracias al uso de la tecnología HoloLens, pueden experimentar cómo es la vida en los océanos bajo el hielo, a través de un formato de realidad mixta con narración proporcionada por, nada menos que, Meryl Streep.
Esta emocionante aplicación muestra la historia del Narwhal de una manera completamente nueva. Y, como explica Erin Henninger, directora ejecutiva de Interactive Commons de Case Western Reserve, hace que el entorno ártico «se sienta más accesible y menos abstracto».
No son aislados los ejemplos de exposiciones de Realidad Aumentada (AR) y Realidad Virtual (VR) que actualmente están ampliando los límites de la expresión artística y encontrando nuevas formas de educar. Sin embargo, el desafío al que se enfrentan los curadores es garantizar que las soluciones digitales mejoren, en lugar de interferir con la experiencia del museo.
Por supuesto, la bondad de los casos de realidad virtual y las experiencias de realidad mixta es que pueden ofrecer opciones a los usuarios. La experiencia del visitante no tiene por qué ser lineal, y aquellos que interactúan con una exposición pueden hacer uso, o no, de las diferentes características de cada experiencia multifacética.
A través de nuestro programa de experiencia mejorada para visitantes, hemos identificado cuatro oportunidades principales para la transformación digital:
- Desarrollo de exposiciones: búsqueda de formas más rápidas y eficientes de producir exposiciones de alta calidad.
- Experiencia conectada: creación de interacciones perfectas y personalizadas con contenido físico y digital, incluidas capacidades de guiado.
- Educación y comunidad: incorporación de sistemas de gestión del aprendizaje para involucrar a los estudiantes y educadores con contenido didáctico personalizado.
- Más allá de las paredes: implementación de plataformas tecnológicas modernas, con el fin de ayudar a escalar el contenido para visitas presenciales y para aquellos que nunca, o casi nunca, visitarán un edificio físico.
Al observar estas oportunidades, nos cuestionamos si estaremos brindando experiencias físicas y digitales más conectadas para los usuarios en cada uno de nuestros proyectos. Si la respuesta es no, querrá decir que la tecnología no contribuye, no se justifica su implantación, no tiene cabida en una exposición.
Otra pregunta que siempre nos planteamos es si un enfoque digital estará proporcionando datos e inteligencia que ofrezcan a las instituciones una visión valiosa para conocer ampliamente a sus visitantes y para el desarrollo mejorado de su misión. Toda la experiencia acumulada puede ayudar a impulsar la mejora en la entrega de una exposición, pero también a moldear la naturaleza de la dirección a largo plazo de un museo. El objetivo principal siempre estará en la habilitación y el empoderamiento de los museos. En este sentido, no hay duda de que ofrecer información sobre el comportamiento y la participación de los usuarios es una herramienta poderosa.
Por otro lado, pensando en la accesibilidad, siempre hablamos de construir un mundo mejor, uno en el que realmente podamos marcar la diferencia al enriquecer la vida de las personas discapacitadas. Y por ello, nos preocupamos de que aquellos con problemas de movilidad, a quienes les puede resultar logísticamente imposible acceder a instituciones físicas, puedan disfrutar de las experiencias de los museos desde sus hogares en formato digital. Si bien el papel de las tecnologías digitales dentro de un museo o galería puede ser objeto de debate, deberíamos estar de acuerdo, al menos, en una cosa: proporcionar a las personas discapacitadas o desfavorecidas una ventana digital a una institución que es posible que nunca pueda visitar es un beneficio innegable del siglo XXI que vivimos.
Aún estamos en etapas tempranas en nuestro viaje de descubrimiento digital en el sector de los museos. No hay duda de que las tecnologías innovadoras de rápido desarrollo ofrecerán nuevos y abundantes desafíos y oportunidades. Nosotros estamos comprometidos a ayudar a crear las experiencias más atractivas y memorables posibles, sin importar cuán dependientes sean de las tecnologías digitales.
Consultas: info@evemuseos.com
Recurso:
Catherine Devine (2020): The future of museums doesn’t have to be a choice between the physical and the digital. Artículo. Museum Next.
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