Museos: Proyectos de Participación y Crowdsourcing

Museos: Proyectos de Participación y Crowdsourcing

 

En el artículo de hoy, nos gustaría aportarte algunos trucos y consejos prácticos – lo que se debe y no se debe hacer- sobre proyectos de participación y crowdsourcing en nuestros museos. Se nos han ocurrido unas 25-30 ideas – que intentaremos concentrar y explicar en pocas palabras – respecto a la puesta en marcha de proyectos de participación y estrategias de crowdsourcing aplicadas a nuestros museos.

A continuación os presentamos una lista completa con 30  propuestas y algunos conceptos adicionales que hemos querido añadir – y que creemos que vienen a cuento -. Utilízalo para tu beneficio y el de tu museo, e intenta agregar ideas de tu propia cosecha cuando consideres que nos hemos dejado algo en el tintero. Vamos allá:

  1. Formula a tus posibles participantes preguntas claras, o plantéales tareas muy bien definidas. Una pregunta clara nunca debe ser ambigua, a menos que estés buscando (y solo buscando) cierta ambigüedad deliberadamente.
  2. Organiza un par de sesiones de prueba con los participantes a partir de tu pregunta o tarea. Formúlasela a la gente de la calle, aunque de trate de un proyecto en línea, y toma buena nota de sus respuestas.
  3. Plantea  cuestiones que sean significativas. Aquellas que pueden etiquetarse como emocionales o altamente personales pueden ser interesantes. No todos serán contestadas, pero las respuestas que consigas resultarán muy valiosas.
  4. Identifica grupos muy específicos de personas a las que les gustaría participar en el proyecto. Trabaja para satisfacer sus demandas y responder a sus necesidades. Preferiblemente, involucra a este grupo objetivo en el diseño de tu proyecto antes que a otros que no se muestren tan entusiastas.
  5. Dicho esto: no excluyas a nadie de participar si realmente lo desea.
  6. Se extremadamente claro acerca de los límites de la colaboración y sobre aquello a lo que pueden, o no, contribuir, y mantén estas premisas tan claras como sea posible. El racismo, el odio, el autobombo, la falta de trabajo en equipo y lo que consideres que no se ajusta al buen espíritu de participación, son motivos suficientes para excluir al participante.
  7. Acepta todas las contribuciones como buenas en un principio, independientemente de la forma en que percibas la calidad de las mismas. Cada vez que una persona se toma la molestia de contribuir a tu proyecto, su colaboración ya es valiosa (puedes utilizar la revisión por pares para mantener una alta calidad general en la colaboración grupal).
  8. No pongas límites a la duración de una contribución, a menos que justifiquen o sean una parte explicable del proyecto. En cualquier caso, no limites la cantidad de contribuciones por visitante; diseña un protocolo de valoración de manera que otorgues a todas ellas la misma importancia.
  9. Una ventaja sobre la marcha: una contribución no deseada puede aportarte algo, así que, cuando moderes, no la elimines, simplemente hazla invisible. Algunas de las mejores ideas sobre el diseño de buenos proyectos surgen por accidente.
  10. Nunca alteres las contribuciones – ni siquiera cambies una coma – para poner en marcha el proyecto. Si tú mismo vas a contribuir, manifiéstalo públicamente; si te mantienes en el anonimato tus compañeros te acabarán descubriendo, y eso consideramos que no ayuda. Usa tu propio nombre si deseas contribuir por tu cuenta.
  11. Dicho esto: no hay nada de malo en pedirle a tu círculo íntimo que sean los primeros en participar. Anima a tus colegas y compañeros a unirse y compartir; pídeselo a tus amigos. El crowdsourcing es, de alguna manera, una forma de subcontratación, por lo que es mejor que te rodees de todas las personas que te puedan ayudar.
  12. No convoques a VIPs para poner en marcha tu proyecto. Los VIPs (un concejal de ayuntamiento, por ejemplo) que no formen parte activa y directa de la comunidad a la que va dirigido el proyecto, son totalmente irrelevantes y, además, querrán captar la atención.
  13. Si deseas tener una valoración sobre el nivel de las contribuciones de cada participante, diseña tu propio sistema. Las personas prefieren presentar sus pensamientos como una nueva contribución propia y personal, no como una reacción a la contribución de otros.
  14. Diseña un proceso sencillo para ordenar las contribuciones, lo más simple posible e integrado en las cosas cotidianas que las personas hacen por tu museo.
  15. Piensa en los diferentes pasos del proceso (hacer contacto, promover que las personas se interesen, involucrarlos y entusiasmarlos), asegurándote de que todos sepan lo que tienen que hacer y trabajen en armonía para alcanzar el objetivo.
  16. Pensando en tus colaboradores, divide el proyecto en fases claramente definidas.
  17. El crowdsourcing no solo implica participación. Es tan importante llegar a las personas con tu proyecto (relaciones públicas, marketing, etcétera), para mejorar y rediseñarlo continuamente (gestión del proyecto), como para evaluar e informar sobre el mismo.
  18. Diseña la adaptación del desarrollo del proyecto para los diferentes tipos de participación. No todos son creadores (descifrando palabras, contando historias); algunas personas prefieren comentar, calificar o recolectar. Asegúrate de que tu proyecto satisfaga todas estas necesidades, concediendo a cada una su lugar.
  19. Intenta que la participación sea casi invisible, integrándola a las actividades normales de tu museo, como por ejemplo contar o medir cosas que se hacen muy fácilmente, o tomar fotos.
  20. Busca formas de fusionar la participación con el mundo digital y físico. Pensamos que los mejores proyectos de crowdsourcing se integran perfectamente tanto en línea como físicamente, centrándose en el objetivo y no en la elección del medio.
  21. Crea un ambiente de contribución seguro. Hazlo privado, pero también especial. Por ejemplo, votar y seleccionar funciona mejor cuando se lleva a cabo de forma individual, mientras que crear (una vez hecho) merece un poco de la atención de la audiencia.
  22. No te centres demasiado en sitios web hermosos e instalaciones maravillosas; focalízate en un diseño altamente funcional. Algunos de los mejores proyectos de crowdsourcing se han realizado con un presupuesto muy reducido.
  23. Celebra las contribuciones con los participantes. Todas son especiales, y todos los que se atrevieron a contribuir son héroes, así que abiertamente celebra su esfuerzo.
  24. Concede crédito a los contribuyentes. A menos que la idea que hay detrás de tu proyecto sea diferente, es preferible que te excedas en la confianza que les otorgues. Mantén en todo momento sus nombres al lado de las fotos que hagas del transcurso del proyecto, y utiliza sus contribuciones en futuras publicaciones, enviándoles una copia gratuita e invitándolos a futuras inauguraciones y recorridos especiales (cuando se pase la pandemia).
  25. Valora y gestiona siempre la retroalimentación sobre los resultados y el proceso del proyecto. Mantén a las personas informadas sobre todo lo que ocurra relacionado con el proyecto. ¿Qué pasó con su contribución? ¿Qué está sucediendo con el proyecto? Y no solo después de 6 meses, sino permanentemente.
  26. Diviértete y haz divertido tu proyecto de crowdsourcing. Comparte historias optimistas – y todas aquellas cosas únicas que sucedan en el proceso – con las personas que participan; concéntrate en los pequeños éxitos.
  27. Permite que los participantes se diviertan. Incluso cuando estés buscando principalmente contribuciones serias; aquellas que pudieran estar un poco fuera de lugar pero nos hacen sonreír, forman parte de esos momentos que se recordarán (a veces esta sonrisa es una lágrima).
  28. Si crees que la ilusión por participar o tus comentarios continuos no son suficientes, genera premios o estímulos que resulten motivadores.
  29. Involucra a las personas con tu propia narrativa. Muy a menudo, una voz capaz de explicar el proyecto con pasión es la mejor herramienta para animar a que todos participen con entusiasmo.
  30. Evalúa continuamente tu proyecto de crowdsourcing, asegurándote de disponer de un presupuesto que te permita realizar cambios una vez que hayas comenzado. Como regla general, en proyectos participativos, solo 1/3 de los recursos deben gastarse en la versión de lanzamiento; el resto ha de reservarse para mejoras e iteraciones.

Es posible que estas 30 propuestas no sean aplicables o no se ajusten a tu proyecto futuro; probablemente haya innumerables ejemplos de proyectos realizados de manera diferente que tuvieron éxito, y eso es genial. Quizás por último, como «idea 31», podríamos añadir: «Deberás conocer mejor a tu audiencia, así que trabaja con ella en el diseño del proyecto en lugar de recurrir a consultores caros» (aunque puedes pedirle a un consultor amigo que te ayude con eso).

Recurso bibliográfico:

Jasper Visser (2014): The Museum of the Future. Selected blogposts about museums in times of social and technological change. Editor: Merete Sanderhoff.


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