El museo es el Salón de la Fama de los artistas, l´must, donde el mejor arte es expuesto públicamente, aclamado, dignificado, preservado, admirado y honrado a perpetuidad mientras se mantenga allí expuesto. Fuera de toda duda, todos los artistas quisieran ver su obra expuesta en un museo, y quien diga que no estará mintiendo. Que un museo compre tu obra es la validación total y absoluta del reconocimiento a un trabajo artístico, a un inhumano esfuerzo, en ocasiones a toda una vida de lucha. Los curadores, esos seres que pululan por las alturas del Parnaso, te podrán llegar a decir: «quiero tu pieza en mi museo». Tu contestarás: «por favor, se lo ruego, hágala suya». Y el resto, como muchos bien sabemos, es otra historia.
Steinlager Beer
Eres un artista que piensa que tu obra es realmente buena, incluso mucho mejor que muy buena. Piensas que tu obra tiene la calidad más que suficiente como para estar expuesta en un museo; pero parece ser que eso no va a ser razón suficiente para que esté a la vista en ese museo, hasta ahora eso aún no ha ocurrido. Entonces, ¿qué debes hacer? ¿Cómo hacer justicia a tu obra para que la podamos disfrutar todos dentro del edificio de un museo, donde realmente debería estar?
Loquo
La parte sencilla en todo ésto es que se puede considerar al mundo del arte como algo compacto y bien definido, con principio y fin, como una historia bien escrita. En otras palabras, no hay que ir demasiado lejos para llamar la atención, pero primero debes sumergirte y hacer ruido en la escena local del arte. Es más que recomendable comenzar asistiendo a todos los eventos relacionados con el juego del arte local y sus jugadores, díganse: otros artistas jugadores, galeristas, críticos, periodistas, coleccionistas, bloggers, curadores y más… Poco a poco, hay que introducirse entre ellos y participar activamente ayudando, integrándose y ofreciéndose a ellos (en el profesional sentido del término), para que se queden con tu figura y presencia. Si eres una persona tímida, poco dada a relacionarse socialmente, que huye de la vacuidad del postureo, sin mucho encanto en el juego corto, ésto no es para ti desgraciadamente, déjalo ir, salvo que toda la serendipia se ponga de tu parte y puedas esconderte detrás de una columna. En cualquier caso, hay que estar preparado para dedicarle a este ejercicio muchísimo tiempo y paciencia.
Diamond
Nos guste o no, hacer pasillos y sumergirse en la comunidad artística juega un rol esencial en la vida activa de cualquier artista que se precie a sí mismo, para empezar. También es cierto que en esta escena hay quien lo tiene más fácil que otros. El encanto combinado con la belleza no es patrimonio de todos, desgraciadamente, algunos lo tienen y les va mejor que a otros, ley de vida. Recomendaríamos fervientemente comenzar a enseñar la nariz en este mundo del arte ya desde los primeros años de escuela artística, para ir posicionándose con tiempo y solidez en el juego, pero sin empalagar al personal. El que te tachen de la lista se puede producir tanto por defecto como por exceso. Lo fundamental al final del día es a quién conoces, su importancia y la influencia que pueda tener para ayudarte.
Leisure
Cuando llegue el momento de mostrar tu arte y hablar de él – y te llegará si has hecho bien los deberes -, la agilidad cuenta en el resultado, la pasión y la alegría con medida también, el valor diferenciado es importante y, una vez expuesto el concepto esencial de tu obra, échate atrás y deja que lo demás fluya a partir de tu arte sin palabras, sin necesidad de hablar. Si los jugadores se interesan por tu obra a primera vista, no necesitarás explicar gran cosa, si tienen alguna duda te preguntarán. Llegados a este punto, es muy importante estar inmunizado contra la vacuidad, estupidez, mala leche, sarcasmo, envidias, etcétera, incluso contra los floridos cumplidos. Hay que dominar el discurso de la técnica y el método, tener cultura artística sobre un contenido sólido, la seguridad vende. Hay que ser educado, calmo, lo suficientemente culto y estar a la page, respetuoso con la crítica aunque sea injusta, sobreponerse con agilidad ante un ejercicio de estupidez ajena, recordando lo que nos enseñaron nuestros padres cuando éramos pequeños: casi todo lo que hagas que parta del respeto a los demás.
Kurka
No pasa nada, aún no hemos perdido la perspectiva de nuestros museos, no nos inquietemos. El principal objetivo y paso esencial a lo largo de este duro camino, además de hacer insistentemente lo que hemos mencionado anteriormente, es conseguir mostrar tu obra al público. Normalmente, este es un ejercicio en el que se comienza participando en exposiciones colectivas, ocasiones donde puedas hacer que tu presencia destaque por encima de los demás; es cierto que no es precisamente el contexto más favorable para desmarcarse de la masa mostrando nuestras capacidades, pero por ahí se empieza. Todo lleva su tiempo, no desesperes, éste es el único camino conocido para llegar a la exposición de tu obra en solitario.
The Sunday Times
Lo más interesante de todo esto es que a medida que estés instalado en la escena local y puedas hacer público un poco de tu perfil artístico, no necesariamente dependiendo de las galerías establecidas para que tu arte sea conocido, conseguirás que alguien se fije en ti. Para esa persona tu podrías llenar un espacio vacío, u ofrecer algo que aún es desconocido para la gran mayoría y que tiene valor para ese posible y potencial promotor. Si llegados a este punto puedes conseguir que esas determinadas miradas se posen en ti, la de aquellos que en su día llegaste a conocer tratándolos con cortesía y amabilidad, y si tu arte no les dejó indiferentes del todo, puede que éste sea el principio de todo lo bueno, de algo grande. Invariablemente, son las galerías con nombre en el mercado las que consolidarán tu esfuerzo artístico, y ese será el paso previo y definitivo para que tu obra acabe expuesta en un museo. Son las galerías las que tienen instalados los radares de captación del talento, de la oportunidad de éxito del artista nobel, los que tienen capacidad de convocatoria para alertar a los que finalmente deciden sobre tu talento. Las galerías son las que mostrarán la mejor parte de ti si les interesas, las que te darán la oportunidad de hablar con los Másters del Universo, éso si no hay que sacarte antes de una jaula.
Scrabble
Hay quien opina que las galerías reconocidas no son tan necesarias para conseguir promocionarse con éxito. Hay quien dice que se puede utilizar el marketing tradicional (con el uso del marketing electrónico no funciona) para llegar a las personas adecuadas desde el propio estudio de uno, sin moverse de él, sin estrechar manos. Siguiendo esta estrategia de poca movilidad personal, si queremos tener éxito con ella, deberemos ser excepcionalmente increíbles y sorprendentes con nuestro arte, además de disponer de un buen capital para invertir en los gastos de diseño, impresión y manipulación de los fantásticos packs que se deberá enviar a las galerías que nunca antes han oído hablar de ti, y añadiendo además una buena ración de la mejor de las suertes. Para que nos vamos a engañar, el porcentaje de éxito de estas estrategias convencionales es del 0,001% en el mejor de los casos, o incluso menor.
Jim Rickey
No os queremos cansar con más ideas, sólo reforzar verdades de aquello que es cierto. El mejor billete hacia el éxito se concentra en los espacios de contacto personal, las referencias de lo que se conoce de ti por haber sido mostrado por ti. Los que se conocen personalmente crean un territorio donde resulta más sencillo concretar las cosas para que salgan bien. El cuerpo a cuerpo nos ofrece la posibilidad de generar confianza en aquellos que nos pueden ayudar en nuestro esfuerzo, y a su vez genera confianza en terceros, propiciando las recomendaciones que tanta falta nos van a hacer. Actualmente, la competencia para tener un espacio en una galería, ya no en un museo, es enorme, olvidaros de enviar paquetitos.
Jim Rickey
Pero seguimos sin estar exponiendo en el museo, vaya, mil perdones. Vamos allá…
Pues hablemos de los curadores entonces. En la enorme mayoría de los casos, la ascensión a los altares del arte comienza a partir de las galerías y los marchantes, como decíamos, pero para la llegada definitiva de tu arte a los museos, debes pasar por la aduana de los curadores de estas instituciones. Primero habrás tenido que pasar por el tamiz de los anteriores. Los galeristas se pasan la vida observando obras, día tras día, viven de vender arte, y éso los hace excelentes determinando qué artistas tienen potencial y quienes no. Los curadores de los museos saben esto perfectamente. Los curadores saben también (lo mismo que deberías saber tu) que galerías son las que tienen los más sólidos criterios sobre el arte y las que más se podrían adecuar a las exposiciones de sus museos. ¿Sabrías decirnos la razón por la cual los curadores saben qué galerías son esas? Una de las explicaciones que os podemos ofrecer es que los galeristas dedican años de sus vidas, décadas enteras, haciendo el trabajo que deberías comenzar a hacer tu, justo después de leer esta entrada. Unos y otros se conectan de esa manera, conociéndose a fondo.
Bench Fix
En cualquier caso, ya estamos en territorio de primera división, las grandes ligas. Cuando el propietario/a de una galería le echa el ojo a algo-alguien y se lo ofrece al curador (de una manera muy sutil y elegante, el comercio puro y duro aquí no funciona), en realidad lo que cuenta va a ser la reputación del vendedor. Pero hay más. La reputación del curador también está en juego, ya que en definitiva, es el curador el que asume el riesgo final, el que hace que el máximo responsable del museo firme el talón. Si el curriculum del curador en relación con la adquisición de arte se mantiene en los estándares de los más altos reconocimientos y adquiere la obra, posiblemente la obra y su artista se disparen hacia la galaxia del reconocimiento. Es por eso, que los curadores no asumen normalmente riesgos que puedan degradar su curriculum, por muy pequeños que estos sean. De una u otra manera, todo el mundo se deja algo la piel en el proceso, no es un negocio nada fácil vender arte a los museos, y mucho menos con la que está cayendo (hay excepciones, los museos chinos compran casi cualquier cosa para llenar enormes espacios vacíos). En el mundo occidental todo se observa con muchísimo detenimiento, cuesta tomar decisiones, todo se controla hasta el último detalle, todo se valora con calma hasta tomar una decisión final. La realidad es que se trata de un proceso donde, antes de tomar decisiones finales, se consulta también con los críticos, especialistas en Historia del Arte, periodistas, académicos y hasta con el mismo público, para asegurar el éxito.
Faber-Castell
Así es como el negocio del arte relacionado con los museos funciona. Ahora, ya que habéis llegado hasta aquí, os vamos a ofrecer grasa para las ruedas en 8 puntos, para que viajéis sin chirridos y con velocidad de crucero:
- Debes ser capaz de explicar tu arte con un discurso coherente, además de tener un sólido soporte intelectual, ésto si lo quieres manejar desde la estrategia cerebral y no dejarlo al zar del ímpetu espontáneo y la improvisación, que no os lo recomendamos para nada. Cuando las personas pregunten, debes contestar con claridad. Los galeristas y curadores no juegan al juego de rellenar espacios en blanco, olvídalo como opción, rellenar huecos es tu trabajo. Ellos quieren ver el producto terminado, incluyendo todo lo que hay que saber y tiene que ver con ese producto, ya que odian los productos sin rematar.
- Los diferentes museos (y sus curadores) adquieren varias clases de arte. Adicionalmente, las adquisiciones que hacen los curadores están dentro del contexto de la historia de la colección del museo. Hay que saber qué instituciones son las más cercanas a la clase de arte que produces. Lo mismo debes hacer con las galerías y marchantes.
- Muchos curadores (también galeristas y marchantes) tienden a seguir las decisiones de otros curadores, críticos, otros galeristas, marchantes, líderes de opinión (bloggers) y coleccionistas con reconocido prestigio en su criterio. Hay que informarse sobre la pirámide de decisiones, el quién y el qué.
- Debes leer mucho. La mayor cantidad de información a la que tengas acceso (y hoy con Google no hay excusas que valgan) te servirá para consolidar tus propios criterios y enriquecerá tu discurso formal de cara a los demás para promocionarte, sobre todo pensando en los curadores y galeristas. Conoce y muéstrate impresionado por el arte de otros, éso también puede proporcionarte un instrumento para generar interés en los demás hacia ti mismo.
- Crea un sólido historial de ti, pero que sea cierto. Cuanta mayor sea la información sobre la demanda de tu obra, el número e importancia de los marchantes que te han representado o te representan, la actividad que los galeristas desarrollan por ti, el potencial de que tu obra aparezca en certámenes reconocidos como pueden ser Basel o las bienales (hay que pensar a lo grande) y que finalmente estén allí, antes podrás exponer en un museo. A los curadores sólo les interesan lo artistas con perfil internacional. También muestran interés por los que han conseguido que lo seas.
- Debes ser consciente, a partir de tus méritos artísticos, que los curadores y galeristas también tomarán decisiones que estén relacionadas con tu forma de ser, tu personalidad, que te preguntarán precios (el pasado jueves hablamos sobre este tema), y querrán saber cómo es tratar directamente contigo.
- Los artistas ocasionalmente reciben apoyos en forma de becas en residencias basadas en el potencial que tengas para producir arte excepcional. Si aún crees que no estás al alcance de ese territorio, pero sabes que algún día lo podrás conseguir, debes visualizar el camino para conseguirlo. Diseña una hoja de ruta que te pueda transportar allí, un plan maestro, y haz que sea conocido por los que deciden quién llega allí. Que los que deciden especulen sobre ti con posibilidades a medio y largo plazo, también forma parte del juego.
- Los marchantes, galeristas, coleccionistas, críticos y otros jugadores implicados siempre están buscando nuevos talentos que proporcionen aire fresco a un medio a veces rancio. Por otra parte, ellos evalúan constantemente a los artistas ya reconocidos en función de cómo evolucionan sus carreras, qué les mantiene en el ranking, cómo progresan, dónde exponen, etcétera. En otras palabras, todo el mundo observa al otro todo el tiempo, sin parar, sin pausas, y tu, deberás estar en ese espectro del radar de observación.
Ray-Ban
«Todos conocen mi arte, pero sigo sin exponer en un museo. ¿Que está ocurriendo»
Es el momento de echar un paso atrás y observar cuáles son tus expectativas con perspectiva real. ¿Quieres tener perspectiva? Hazte con una revista especializada de arte de hace 5 años, mejor si son 10. Es muy posible que compruebes, a partir de la lectura de esa revista, que los que fueron goleadores ahora son los waterboys o los utilleros, como prefiráis, mientras que nuevas estrellas brillan en un cielo hiperestrellado. Por cada uno de los artistas que logra mantenerse allí arriba, muchísimos se han apagado. La realidad en la existencia de los museos también funciona así. Los museos de arte no se mantienen impasibles ante los cambios: los estilos cambian, las tendencias evolucionan, las personas van dando paso a otras, lo que hoy es caca mañana se convierte en un elefante blanco, los galeristas cometen errores, los curadores también, algunos artistas son mejores vendedores que creadores de arte, y se necesita tiempo para saber lo que se mantiene y lo que desaparecerá sin dejar rastro.
Denver Art Club
Puede que la realidad sea que estás muy lejos de rozar la posibilidad de formar parte del juego, que te vengas abajo antes de que alguien se de cuenta del potencial de tu existencia como artista. No te pongas triste si eres consciente de ésto, no te desmorones, es posible que estés equivocado en esa tóxica percepción de ti mismo, ten fe. Si por el contrario eres consciente de que tu arte está a las puertas de exponerse en el MoMa, de que no hay mortal que pueda acercarse a ti y quitarte el sol, que tu eres el más bello/a, es muy posible que tu caso no tenga solución y mejor te dediques a otra cosa, no pierdas el tiempo y atiende tus neuras, ponte cura. ¿Las buenas noticias? Puede que tengas más posibilidades de ascender cuando estés criando malvas, es una cuestión estadística. Hay más artistas muertos exponiendo en los museos que los vivos, es cruel, pero es una realidad. Que esto no deje de desanimarte, trabaja duro, cree en ti y en tu obra, debes ser inteligente y práctico, no te dejes deslumbrar por hadas madrinas que te harán perder tiempo y dinero, maneja la humildad con precisión, haz el mejor arte que pueda salir de ti, trabaja duro y no te desesperes, existe un margen de éxito que sólo se produce si se sigue el camino para intentar llegar al final, cueste lo que cueste. Otros lo han hecho y les ha salido bien, tu puedes ser el siguiente.
Tzabar
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Foto principal y para redes sociales: MS Society
Reblogueó esto en Liceus's Blog.
♡♥♡:-D
Hola, quiero apoyar a mi papá el es artista tiene esculturas de bronce y piedra magníficas, pero no encuentro galerías donde pueda hacerlo.
Espero puedan apoyarme, gracias.
Estimada Jessica, lamentamos no poder ayudarte, ese no es nuestro cometido ya que somos museólogos y no marchantes. Te deseamos la mejor de las suertes. Te recomendamos que te pongas en manos de un especialista marchante que te asesore. Un cordial saludo.