Museos y Financiación

Museos y Financiación

«Un museo es una institución permanente, sin ánimo de lucro, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe, con fines de estudio, educación y disfrute, evidencia material de personas y su entorno».

Enunciado institucional adoptado el 6 de julio de 2001, por el Consejo Internacional de Museos, ICOM.

Today and Tomorrow

Los museos forman parte de la comunidad internacional. Son instituciones que se adhieren voluntariamente a valores, éticas y estándares comunes rigiéndose y gestionándose con profesionalismo, responsabilidad y de acuerdo con todas las leyes aplicables. Hay empresas privadas y comerciales que utilizan el nombre de «museo» para auto definirse, pero la mayoría de estas instituciones, y ciertamente aquellos que reciben fondos públicos, son organizaciones sin ánimo de lucro. Los museos se unen a asociaciones provinciales, nacionales o internacionales que brindan apoyo y recursos a sus miembros y actúan como una voz única para la comunidad museística.

Emiliano Ponzi

La confianza pública.

La confianza pública es el principio rector de todos los museos públicos, independientemente de su tamaño, tipo o presupuesto operativo. Es el concepto jurídico que obliga al museo a actuar en el mejor interés de la sociedad y se ejecuta de tres maneras:

1. Gestión: recae generalmente en una junta directiva elegida por la membresía del museo. Son los procesos legales y administrativos involucrados en la administración de una organización sin ánimo de lucro. Esto incluye la acción de definir lo que hace el museo, quién lo hace y cómo asumen sus responsabilidades a partir de documentos tales como son las Declaraciones de Misión, Estatutos, Constituciones y Políticas Institucionales.

2. Responsabilidad fiduciaria: es el deber de la junta de asegurar la sostenibilidad a largo plazo del museo, siguiendo una gestión financiera responsable y justa. También es responsabilidad personal de los directores actuar con ética y honestidad.

3. Obligaciones públicas: son las responsabilidades de los trabajadores del museo para servir al público y sus intereses, presentes y futuros, especialmente en lo que respecta al cuidado y acceso a las colecciones. El museo depende de su consejo de administración para proporcionar liderazgo. Los miembros del consejo asisten y se preparan para las reuniones, desempeñan las funciones asignadas a su puesto, actúan como embajadores de su museo y se ofrecen como voluntarios para formar parte de los comités y para desempeñar el trabajo en los museos. Los directores entregan generosamente su tiempo y experiencia porque sienten pasión por el museo y por la comunidad a la que sirven.

Kottke

¿Cuánto va a costar el museo?

  • Los comienzos: al comenzar, la planificación es lo más importante. Será necesario elaborar un estudio de viabilidad, una consulta comunitaria y un plan de establecimiento al comienzo de su proyecto. Es tentador pasar por alto esta etapa, pero los eventuales costos para el museo, en dinero, tiempo y potencial perdido, serán mucho mayores si el proyecto no está debidamente planificado. Los gestores de planificación de los museos señalan que los costos de estos planes rara vez superan el 1,5 por ciento de los costos del proyecto y deben considerarse desde la perspectiva de que «el 1,5 por ciento inicial se gasta para asegurar que el 98,5 por ciento restante se utilice bien».

    Los fondos iniciales para la planificación, consultoría, construcción, adquisición o renovación, controles ambientales, colecciones, diseño y producción de exposiciones, mobiliario, seguridad, climatización, iluminación, almacenaje, promociones, eventos de apertura, etcétera, a menudo se obtienen a través de una campaña de recaudación de fondos a gran escala o de los miembros fundadores en sí mismos. En general, los miembros de la comunidad, las empresas privadas o los gobiernos locales suelen hacer donaciones únicas, unas veces generosas y otras veces no. Se buscan donaciones de capital y se puede donar o comprar un edificio o colección a bajo costo, o incluso con una donación a coste cero.

  • Mantener el museo a flote: Los gastos operativos son los costos cotidianos de mantener un museo abierto, siendo a menudo pasados ​​por alto a la luz de las demandas iniciales del proyecto. Incluyen gastos tales como son los relacionados con los servicios públicos, hipoteca, renta o pagos de arrendamiento, mantenimiento, seguros, impuestos, salarios y gestión de los beneficios. Un museo también incurre en costos continuos para manejar su colección y para la conservación, investigación, programas, exhibiciones y publicaciones. Cada una de estas áreas requiere un gasto en materiales, equipo, contratistas, administración y promoción. Si el museo es una prioridad de la comunidad, algunos gobiernos municipales responden proveyendo fondos para cubrir algunos o todos estos gastos, pero esto con la llegada de la crisis cada vez es más raro. En la mayoría de los casos, el museo cubre sus gastos operacionales a través de un complejo y diverso arreglo de fuentes de financiación.
  • Convertir al museo en algo importante: con el desarrollo y programación de proyectos especiales, exposiciones y eventos, se mantiene al museo en el rango de lo emocionante y deben ser incluidos en su presupuesto. Un museo que simplemente existe no es probable que permanezca abierto por mucho tiempo; el público perderá rápidamente el interés si se percibe que nada cambia, que nunca sucede algo relevante en el museo. Además, los proyectos especiales permiten al museo narrar a la sociedad nuevas historias, llegar a nuevas audiencias y hacer un trabajo diferente e interesante. Esto último es algo que también resulta estimulante para los trabajadores del museo.
  • El personal: un museo es una empresa de acción intensiva de personas. Muchos museos operan principalmente con voluntarios. Son el recurso más valioso del museo, pero requieren capacitación y generan gastos para materiales, equipo y administración.

    El número y combinación entre personal y voluntarios que el museo necesita, dependerá del tamaño y alcance de su audiencia y trabajo. La mayoría de los museos tienen dificultades para operar sin contratar, al menos, personal estacional o recurriendo a consultores externos, como somos nosotros. Otros prefieren tener personal pagado durante todo el ejercicio anual. Las habilidades internas a menudo son complementadas por contratistas o consultores. Como mínimo, el personal remunerado tendrá un impacto en el presupuesto del museo a través de salarios, impuestos y beneficios.

    Encontrar a las personas adecuadas para trabajar en el museo, con la formación adecuada, las habilidades y la personalidad que se ajuste a las características de los museos, es crucial pero muy complicado. Es importante que tanto los trabajadores remunerados como los voluntarios participen en los debates actuales sobre las normas y prácticas de los museos, y tengan acceso a oportunidades de trabajo en red. La formación continua y la participación en la comunidad museística más amplia es clave para el éxito del museo.

    RECURSOS Y BIBLIOGRAFÍA:

    Parossien, Leon: Museum governance and funding: International issues requiring local analysis and informed solutions. Discurso en la Universidad de Camberra, Australia (junio 2010).

    Harrison, Julia : Shaping Collaboration: Considering institutional culture, Museum Management and Curatorship. Vol. 20, unidad 3, septiembre 2005, pgs. 195 – 212.


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Foto principal y para redes sociales: Archivo EVE

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