Cuando hablamos de «Museo Global», nos referimos a la comunidad universal potencial de colecciones de museos que pueden llegar a interconectarse, cada vez más, a través de la digitalización, lo que permite generar sinergias con un mayor poder de resolución de las investigaciones en cualquier campo del conocimiento humano. Con el Museo Global, los profesionales de todo el mundo podrían estudiar y hacer un seguimiento de los desarrollos científicos y técnicos de los demás – incluso sobre colecciones remotas -, realizando análisis y generando datos, con imágenes de alta resolución que permitan comparar saberes y descubrimientos.
Con el Museo Global toda la información sobre las colecciones particulares estaría disponible a gran escala desde sus bases de datos – tanto dentro como fuera del Museo Global -, lo que permitiría hacer estudios de correlación y modelado a nivel global y probar hipótesis y propuestas con un poder sin precedentes (muy útil cuando hay que luchar contra un virus desconocido, por ejemplo). Es importante mencionar que muchos museos sirven a sus comunidades regionales tratando – a través de sus colecciones – de ser un reflejo de sus intereses; de esta forma pueden dar respuesta a temas relacionados con las investigaciones locales. Dado que la creación de conocimiento debe ser, cada vez más, un esfuerzo internacional, cabría preguntarse si el saber universal se entendería mejor con una mayor capacidad para documentar y analizar patrones en todas las regiones del mundo, utilizando un banco de trabajo global y en red virtual. Esto, teóricamente, permitiría a estudiosos y profesionales armonizar el conocimiento mediante el análisis e interpretación universal de datos cruzados globales, en lugar de regionales y locales.
Los museos están, o deberían estar, cada vez menos cerrados en su espacio físico local, tratando de aumentar su alcance mediante el uso de innovaciones tecnológicas. Las bases de datos y otras herramientas en línea permiten el acceso internacional a una gran variedad de plataformas novedosas que se han creado aquí y allá y que, aunque ahora no exista conexión alguna entre ellas, una vez conectadas, podrán facilitar la participación de una amplia franja del público en el descubrimiento y la documentación, desde clases de pregrado, hasta niños pequeños participando en actividades sobre diferentes procesos científicos – alentarlos, por ejemplo, a hacer observaciones sobre la naturaleza, lo que probablemente desarrolle su sentido sobre la biodiversidad -. Otro ejemplo son los proyectos de ciencia ciudadana en los que los voluntarios ayudan a interpretar y digitalizar información sobre etiquetas de colecciones antiguas, como se ha hecho para el Herbario de París y para los fósiles de braquiópodos en el Museo Nacional de Historia Natural de Suecia.
Desde la perspectiva del Museo Global, podemos preguntarnos si fenómenos como el cambio global se han recogido efectivamente en colecciones en el pasado; ésto permitiria hacer uso de ello y pronosticar condiciones futuras. Así, por poner un ejemplo concreto, las colecciones pueden ayudar a los científicos a documentar cómo las plantas de fotosíntesis C4 se han extendido durante las últimas décadas en respuesta al aumento global en la concentración de CO2 atmosférico (Besnard et al., 2014); o cómo las extinciones de especies pueden estar sobre representadas en áreas particulares (Ricklefs, 2006). Este trabajo sería imposible sin disponer de una plataforma integrada, adecuadamente digitalizada y basada en datos que proporcione un Museo Global.
Sabemos que las grandes iniciativas internacionales de intercambio de datos (LifeWatch ERIC, GBIF, Enciclopedia de la Vida, BOLD e iBOL) permiten el acceso a las colecciones a científicos y al público que vive lejos de los centros occidentales históricos privilegiados para su investigación. Pero existen limitaciones. Por ejemplo, GBIF proporciona acceso a más de mil millones de registros de especímenes y observaciones de todo el mundo. iDigBio, GBIF y Atlas of Living Australia (ALA) y sus atlas afiliados son los agregadores y movilizadores de datos de biodiversidad más grandes y mejor desarrollados del mundo. DiSSCo es una iniciativa en desarrollo de gran importancia que pretende unificar las colecciones de ciencias naturales en Europa. Con un acceso cada vez más distribuido para grandes conjuntos de datos y portales en línea a recursos tecnológicos digitales a gran escala, el análisis de los »grandes datos» (Big Data) de los registros del conocimiento también podría ser global. La digitalización de las colecciones será cada vez más importante a este respecto. Existen muchas colecciones valiosas – particularmente fuera de los países desarrollados -, aún no digitalizadas, cuyos recursos bibliográficos se guardan en los museos bajo llave o están abandonados en un rincón.
Pero el Museo Global representa más que la recopilación de bases de datos interconectadas en todo el mundo. Para resultar efectivo y verdaderamente innovador, ha de ser ágil, accesible y útil a la hora de responder a todas las preguntas de una manera diferente a como lo hacen las colecciones de los museos individuales. Debe, por ejemplo, vincular determinados datos concretos y, en general, todos los metadatos. A través de las colecciones de muestras de museos globales sería posible probar nuevas hipótesis y correlaciones, y con una sinergia no muy diferente a la observada en los estudios convencionales.
Para que se produzca un Museo Global sinérgico en un amplio espectro de situaciones, sobre todo tipo de museos y fuentes de conocimiento, necesitaríamos una eficaz coordinación a la hora de establecer una infraestructura operativa, estructura de gobierno y estándares de datos. Cuestiones como la visibilidad y la transparencia de la propiedad de los datos podrían mejorarse utilizando tecnologías emergentes de blockchain. El nivel de financiación requerido para tal iniciativa, buscando el equilibrio más adecuado entre la financiación nacional y global, y durante el período de tiempo deseado, son preguntas que deben ser exploradas probablemente por las comunidades de museos y sus responsables, sumándose las instituciones mundiales relacionadas. Por otro lado, ¿cómo se logrará convencer a los responsables políticos y al público en general sobre la importancia de crear un Museo Global como una de las principales prioridades actuales? A menudo se establece la comparación con los astrofísicos y el poder que tienen, como comunidad unida, de aprovechar sumas de fondos sin precedentes para herramientas de exploración cada vez más «extremada y abrumadoramente» complejas. ¿Cómo pueden los científicos y los museos alcanzar objetivos comparables? ¿Qué papel juegan actualmente las plataformas digitales y los museos existentes? La mejor hoja de ruta a seguir hacia un Museo Global está más allá del alcance de nuestra reflexión de hoy. Aproximar esta idea a la realidad y hacer el concepto accesible al «público» puede ser un desafío formidable.
Recurso bibliográfico:
Bakker FT, Antonelli A, Clarke JA, Cook JA, Edwards SV, Ericson PGP, Faurby S, Ferrand N, Gelang M, Gille- spie RG, Irestedt M, Lundin K, Larsson E, Matos-Maraví P, Müller J, von Proschwitz T, Roderick GK, Schliep A, Wahlberg N, Wiedenhoeft J y Källersjö M. (2020): The Global Museum: natural history collections and the future of evolutionary science and public education. PeerJ 8:e8225 http://doi.org/10.7717/peerj.8225
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