Los visitantes no se pueden quedar solos ante los objetos: tu debes ser su intermediario.
Entendemos como museografía el conjunto de soportes y elementos de intermediación existentes en el museo entre el objeto y el visitante. Todos los soportes pertenecen, o deben pertenecer, a un proyecto museográfico previo, ya sean elementos pasivos, como interactivos, como audiovisuales, interpretativos, etcétera. En cualquier caso, consideramos que el mejor intermediario posible que existe entre el objeto y el público es el museólogo, el primer responsable del museo local. Entrar en un pequeño museo local, encontrándonos con la persona que conoce toda la colección exhaustivamente, estando dispuesto a compartir ese conocimiento con nosotros de una manera amena y divertida, ese es un privilegio casi inalcanzable. Recorrer las salas de un museo local de bellas artes por ejemplo, de la mano de quien ha hecho posible que esas pinturas y esculturas estén ahora al alcance de nuestra vista y sentidos, quien las ha catalogado, quien las ha investigado, quien mejor conoce el contenido de ese museo, es un hecho fascinante.
Porque esa persona posiblemente sabia, – sin un ego con el que castigarnos (erudito academiscista), sino todo lo contrario… Amable, modesto y cercano -, será una persona apasionada y encantada de compartir con nosotros ese saber. Por la misma razón, siendo responsables de un museo local, sin grandes recursos, deberíais facilitar que, si no vosotros mismos, el gestor o director del museo siendo el sabio conocedor de todo su contenido, fuese él mismo quien transmitiera ese conocimiento a los visitantes, evitando que los visitantes vaguen por el museo en solitario, y vosotros encerrados en vuestros despachos viéndola venir. No nos apoyemos siempre en la idea de que los folletos (si los hay) son suficiente explicación, o en los paneles de textos o incluso a sistemas informátizados. Imaginad una hipotética visita a un museo con una colección de paleontología, en donde los fósiles se hallan perfectamente etiquetados y expuestos en sus vitrinas; imaginad pues que hay un experto con su bata blanca trabajando en una mesa y se levanta para explicarnos la naturaleza de alguno de esos fósiles, comparándolos con los seres vivos actuales, explicándonos alguna curiosidad, y con amabilidad se ofrece para seguir narrando los detalles más significativos de otras piezas expuestas, las cinco o seis piezas maestras de la colección. Será una explicación corta, que no irá más allá de los 10 ó 15 minutos, pero os servirá para recordar el museo como un lugar de trabajo, un sitio agradable con un gran interés intrínseco.
Proyecto Surrealista de Vineet Radhakrishnan
Igual ocurriría si el museo fuera de arte y un técnico conservador, que estuviera restaurando una obra, interrumpiera su trabajo para explicarnos lo que está haciendo y cómo lo hace; o en un museo de la técnica, que alguien que está responsabilizado del mantenimiento de los artefactos se ofreciera a enseñarnos como funcionan sus mecanismos. Estas son las buenas experiencias diferenciadoras y memorables que pueden ofrecer los pequeños museos siendo imposible en los grandes museos. Debemos aprovechar estas ventajas para cautivar a nuestros visitantes, de modo que seamos capaces de transmitir la idea de que nuestro museo es realmente distinto a los demás.
IDEAS QUE CUESTAN POCO DINERO:
La idea de sacar el museo al exterior es muy importante: si no vienen, vete tu a por ellos. La labor de visitar los colegios de la localidad para progresivamente explicar a los alumnos/as de la aulas en que consiste nuestro museo y que contiene, creemos que es una labor fundamental. Nuestra localidad tendrá varios colegios e institutos con los que se puede concertar presentaciones del museo con audiovisuales o diapositivas y trasladar así a los alumnos una invitación formal a que lo visiten con sus compañeros de la mano del colegio, o bien independientemente con sus familias o amigos. Es importante también que esa presentación esté bien estructurada, que no exceda de los 15 minutos, que no resulte monótona y aburrida y que genere ganas de preguntar. Añadir cierto tono de humor y misterio a la presentación suele funcionar.
Humans meet friendly space travelers from other planets
Imagen principal y para redes sociales: Toy in Pink de Juan Carlos Luengo
Excelente trabajo, como es habitual. Muchas gracias.
Gracias Isabel, es un placer leer estas palabras que vienen de una persona como. Muchas gracias, nos das muchos ánimos. Un abrazo.
Excelentes entradas, excelentes ideas,excelentes profesionales (y creativos.)…sois una fuente inagotable de entusiasmo dentro del mundo de la museología y eso ,que es tan raro de encontrar, se agradece muchísimo.Enhorabuena por vuestro impecable trabajo de difusión cultural.
Un saludo.
José
Te agradecemos tus comentarios de corazón José. Nuestra motivación fundamental esta basada en el amor por los museos, asi como la difusión de ideas. Si así podemos contribuir para intentar mejorar el panorama musístico aunque sea de uno solo y minúsculo museo, nos daremos por satisfechos. Gracias de nuevo José y te enviamos un fuerte abrazo.