Martin Roth, actual director del Museo Victoria y Alberto de Londres dice: «es importante que el museo no sea sólo una colección de objetos maravillosos, sino un trampolín hacia los ciudadanos». En estos últimos años se están produciendo enormes cambios en algunos museos y galerías de todo el mundo: de simples almacenes de objetos están transformándose paulatinamente en lugares de aprendizaje activo. Queda aun mucho por hacer, muchos museos que actualizar y los tiempos económicos no son favorables para los cambios, pero hay que hacerlos tarde o temprano. Esta actual conyuntura, no demasiado favorable para el desarrollo y mantenimiento de la cultura, está obligando a los museos a gestionarse como si fueran empresas rentables y no tanto como instituciones sin ánimo de generar ingresos. Por ello, la buena relación de los museos con nosotros, los visitantes, es más necesaria que nunca.
Es muy importante para los museos crear un vínculo divertido con los niños, ya no sólo porque ese vínculo educa, sino porque justificará la existencia y permanencia de muchos pequeños museos en el futuro.
Para los museos pequeños, museos locales fundamentalmente, esta necesidad de ser autosuficientes está siendo un gran reto. Poco a poco, los museos locales de van acercando al visitante al entender que la pasividad es un gran enemigo para la permanencia. Estamos viendo como estos museos, poco a poco, incorporan a su base de gestión estrategias de márketing y comunicación para atraer visitantes. Aunque lo primero, en todos los casos, es hacer que el museo resulte atractivo a los visitantes. También se da el caso de responsables de museos locales que se echan las manos a la cabeza al ver que los visitantes dejan progresivamente de acudir a la llamada del museo, que «la audiencia» disminuye alarmantemente. Por mucha comunicación y publicidad que pongamos en marcha, si el museo no ofrece lo que el visitante moderno espera recibir, poco van a poder hacer para tener éxito. Solo tirarán el dinero en promociones que no van a servir de mucho y que, con todo el dolor de nuestro corazón, vemos que estarán condenados próximamente al cierre si no se reacciona.
El perfil medio del visitante ha cambiado radicalmente en poco tiempo y hay que saber adaptarse a esos cambios en todos los ámbitos museísticos.
La creatividad es más necesaria que nunca a la hora de generar oportunidades. Las ideas que combinan buenos resultados con poca inversión necesaria para ejecutar mejoras y atraer visitantes son imprescindibles. Una gestión pasiva del museo local que no afronte estos retos puede provocar la desaparición de la institución. Actualmente somos testigos observando como los grandes museos del mundo se asocian con corporaciones privadas, crean fundaciones, buscan patronos, crean marca, venden por internet, etc. Todo este cambio de eestrategia obedece a que son muchas las instituciones estatales que reclaman fondos y no hay para todos. En la cola de espera de fondos estatales, el museo local es el último de la fila. Creemos que para los museos locales el posicionamiento como educador-animador será el pasaporte a su permanencia. Si el museo me enseña y divierte, me gustará, volveré.
Los museos locales deben asignarse a si mismos nuevas funciones, sobre todo la de colaborar en la educación de su comunidad.
Todos los museos, no importa el tamaño, necesitan un plan de desarrollo con el apoyo de metodologías útiles: procesos educativos, métodos de exhibición, mecenazgo, comunicación, márketing, todo ello con el objetivo de satisfacer siempre las necesidades de sus visitantes. Se dispone de mucha experiencia que nos sirve de referencia y guía; solo tenemos que observar que es lo que están poniendo en marcha algunos museos con éxito. Debe crecer la sensibilidad de los gestores del museo local hacia las nuevas actitudes que son adoptadas por la sociedad; el ser más abiertos a la innovación, mas activos a la hora de afrontar la realidad cambiante para producir esa capacidad de reacción que el museo local siempre debe tener. Hay que saber cambiar sobre todo en el ámbito tecnológico como soporte del contenido museológico, con la implantación de una museografía moderna, que no cara, entre otras cosas. Son muchos los retos, está claro, pero también es cierto que existe capacidad y ánimo profesional que ayudará a que los museos locales no corran peligro de desaparecer. Las actitudes erráticas hacia los visitantes deben ser sustituidas por sólidas estrategias de futuro. La función del museo como comunicador debe combinarse con esa identidad un tanto añeja de ser un almacén de objetos o colecciones guardadas en vitrinas y convertirse definitivamente en un generador de emociones y conocimiento.
Hola, resulta admirable el trabajo que lleváis a cabo por inculcar la importancia que tiene un buen «diseño» del museo, ya que ello se traduce en una mayor mayor afluencia de público interesado. Me parece una excelente llamada de atención para todos esos museos que, hoy por hoy, han quedado absolutamente obsoletos y para los que resulta mucho más «caro» verse desprovisto de visitantes que invertir alguna cantidad en su remodelación. Ojalá haya responsables que os lean y se pongan las pilas.¿Tenéis contacto con ellos ? ¿Están receptivos con lo que les decís ? ¿Sería tan difícil de conseguir que aceptaran alguna de vuestras propuestas? Yo, si fuera ellos, no dudaría en ponerme en vuestras manos, derrocháis preocupación y amor por la cultura y eso, en los tiempos que corren, se agradece muchísimo. Enhorabuena por esta magnífica página. Un saludo Ángel.
Muchísimas gracias a ti Ángel. Es un placer escribir para personas como vosotros que lo saben apreciar. En relación a lo que nos planteas en tu comentario, decirte que no, ningún responsable de museo alguno ha entrado en contacto con nosotros. Sin querer caer en el tópico, tenemos que decir que los tiempos son muy difíciles en lo económico y todo el mundo amarra los pocos recursos que quedan. En España concretamente, ha habido recortes presupuestarios a nivel estado que podríamos denominar «salvajes» en cultura, y los museos no se han quedado al margen de esto. Nosotros, al día de hoy, pertenecemos a uno de esos sectores profesionales que ha sacudido la crisis a base de bien, mejor dicho, que la crisis a azotado. Las ideas que aportamos deberían servir para algo, pero… Vivimos con la esperanza de que el viento un día tiene que soplar a favor, que la crisis remitirá, que volverá el dinero a la cultura y que hay mucho trabajo por hacer y lo haremos. Recibe un fuerte abrazo Ángel.
Muy buen artículo!
Es imprescindible que los «pequeños» museos se activen y comiencen a proponer al visitante causas para su asistencia, desde donde lo puedo ver los visitantes a museos «tradicionales» están perdiendo el interés porque existe una nula relación entre el objeto expuesto y la realidad del visitante, el museos tiene la gran tarea de ser un recinto de enseñanza no sólo de exposición y muestra, si al visitante no le generas ese link no va a preciar lo que, para él va a ser un objeto sin valor alguno y por lo tanto dejará de ir porque no hay un interés de por medio.
Hace unos años se presentó en el Museo Antropología e Historia de la Ciudad de México la exposición «Magna Grecia y Sicilia» fue fabulosa en verdad maravillosa el recorrido fue agradable muy explicativo con fichas muy claras, pero lo más interesante de esta exposición fue que existía un recorrido especial para los niños y las fichas para ellos hacían que el niño se involucrara «jugando» con los objetos de cada sala, les contaron la historia como un cuento y la apreciación que ellos hacían de las esculturas, las fichas, las imágenes era visible.
Desafortunadamente sólo a últimas fechas es que el público infantil ha cobrado interés para el museo y sólo los grandes museos se han dado a la tarea de crear actividades que les involucren.
Es momento de generar relación entre la cultura y las artes y el público de diferentes edades y condiciones económico-sociales, el museo ya no es exclusivo de una élite, debe abrirse a todos los sectores y debe hacerle partícipe.
Gracias Leo por tu comentario una vez más. Totalmente de acuerdo con todo lo que dices. Nosotros siempre decimos que los niños y los muy mayores son perfiles totalmente relevantes a la hora de plantear un proyecto museológico y museográfico. Nos hacen caso pero hay que hacer mucho más. Son enorme mayoría los museos que se han olvidado de los niños, de los muy adultos e incluso de las personas con algún tipo de discapacidad, incluyendo a las personas que no están bien de la vista. Gracias Leo. Un saludo.