«Mirar un cuadro» fue una serie de televisión española dirigida por Alfredo Castellón, cuya finalidad era ayudar a percibir y conocer mejor, a través de los comentarios de diferentes personajes del mundo de la cultura, el valor plástico de un total de 109 obras de arte del Museo del Prado y otros museos españoles. Fue emitida por TVE1 entre 1982 y 1984 y entre los meses de febrero y octubre de 1988 (hace 25 años). Recordamos con cariño aquel programa que nos enseñó mucho, acercándonos un poco más al mundo del arte y su conocimiento. Este tipo de programas ya no existen salvo en «streaming» como es este mismo caso – http://www.rtve.es/alacarta/videos/mirar-un-cuadro/ -.
Todo esfuerzo es poco para acercar el arte a los niños
En alguna ocasión hemos oído decir a algún sociólogo, que el nivel cultural real de un país se puede medir observando que clase programas de televisión se emiten en sus canales de televisión y sus audiencias. Había quien decía que ese nivel cultural se podía comprobar también por el nivel de limpieza de los aseos de los bares y establecimientos públicos. Esto último lo mencionamos en plan boutade, aunque podría ser cierto también, pero nos quedamos con el dato sobre la televisión. Por eso, lo que nos ocupa es comprobar que un pueblo y una comunidad demanden, consuman, un tipo determinado de contenidos, o sencillamente, que solo quieran ver estupideces en televisión. ¿Qué fue de aquellos programas culturales en televisión? Para ver cultura en la caja tonta nos queda la 2 y al día de hoy tampoco es para echar voladores (tiene una audiencia ridícula porque la mayoría de los programas ya no alimentan la necesidad de saber más). Nos consuela que podemos recurrir al streaming y resucitar contenidos; que hay archivos audiovisuales en internet que nos facilitan el acceso a determinados programas y que ya nos podemos olvidar de la auténtica absurda basura que emiten por los diferentes canales de televisión en España. Incluso podemos ver «como se mira un cuadro» en la BBC, ¿qué más podemos pedir? ¿Entender el inglés?
Resulta realmente difícil describir el horror que nos produce los contenidos de los canales de televisión españoles.
«Circo para el pueblo»; está claro que observando la televisión como instrumento para la difusión de conocimiento, todo apunta a que los poderes fácticos quieren adormecer el sentido crítico del pueblo. La historia se repite una y otra vez a lo largo del tiempo. Los lobbies no están por la labor de que la gente demande contenidos de calidad porque la información veraz genera sentido crítico. En un país como este, donde la cultura ha desaparecido totalmente de los objetivos y preocupación de los gobernantes, de los políticos, ya no solo por el enorme problema que están provocando a las empresas como las nuestras, haciéndonos respirar el poco oxígeno que queda en el aire como lo hace un pez fuera del agua. Pero dejando a un lado lo que nos está pasando a nosotros, la enorme preocupación que se genera en nuestro colectivo cuando nos dicen que la gente va a seguir votando lo mismo porque no hay más que votar. Sabemos que la gente no va a tener en cuenta que este es uno de los países más corruptos del mundo y va a seguir queriendo lo mismo; lo están diciendo las estadísticas. A nosotros, en lo que nos compete, no nos va a quedar más remedio que hacerle un funeral a la cultura. Lo lamentaremos por los mas pequeños, por las generaciones que vienen detrás, porque la libertad se disfruta desde el conocimiento, incluso podríamos llegar mucho más lejos afirmando que la cultura nos genera felicidad. Lo lamentamos porque la cultura la han transformado en un ocio cerrado, exquisito y exclusivo, apta para muy pocos.
En estos días hemos asistido al vergonzante final de un canal de televisión que comprobó que lo de «circo para el pueblo» y la manipulación tienen un límite; se les fue de las manos.
Nos gustaría que la cultura hablara, que el arte hablara y clamara piedad. Si la cultura y el arte hablaran, pedirían auxilio, gritarían socorro. Miramos los cuadros con tristeza porque los cuadros ya no nos hablan; los cuadros guardan silencio. Da igual que las pinacotecas se llenen de turistas, de visitantes, porque solo se oyen sus propias voces. Los cuadros han dejado de hablar porque tienen miedo. Las esculturas están más inmóviles que nunca; aspiran a vivir entre sombras para pasar desapercibidas, no les vayan a meter mano. Hay mucho miedo porque una vez que se ha tomado el control sobre la educación, puede llegarles la tentación de meter mano a otras cosas. No les interesa entender, no quieren comprender porque no les interesa, que la cultura es el camino a la libertad. Para ellos los cuadros no hablan, son objetos inanimados que cuelgan de las paredes y que deben existir, por que para eso están los museos, ¿no? Para cobrar una entrada más el 21% de IVA.
No queremos que este foro se convierta en una plataforma de protesta, pero hay cosas que nos encienden y no podemos dejar de opinar.
Hola, ante todo ,felicitaros por esta página.Al hilo de lo que decís hoy, sería una auténtica gozada disfrutar de ideas como la vuestra en un medio como la televisión ,creo que vuestra propuesta museográfica es estupenda.Yo era un poco joven en la época de la que habláis ( «Mirar un cuadro») pero he curioseado en internet a través de vuestro enlace, parece un programa interesante , sin duda (igualito que los que se hacen ahora).
Aún no tengo hijos pero una de las razones por las que de momento ni me lo planteo , es por el tipo de sociedad que les estaría obligando a sufrir.Es cierto que hay otras muchas cosas que merecen la pena pero , si somos realistas ,bastante tenemos con intentar sobrevivir nosotros como para ayudar a otros ( los peques ) a tener también que hacerlo.
En cuanto al artículo que publicasteis el otro día ,acerca de los «Gigantes», comentaros que aún guardo con cariño el recuerdo de aquellos meses en los que Madrid se pobló de estatuas de Botero.Mis padres me llevaron a visitarlas y todas me parecían una «pasada » (Esas Gordas me resultaban increíbles y divertidas).Alguien me dijo que la de la plaza Colón fue un regalo de Botero a la ciudad de Madrid.El resto de las que se pueden ver , son adquiridas.No conozco la del aeropuerto de Palma , e ignoro las razones de por qué está allí.Un abrazo .Alberto.