Cuando éramos pequeños, nos encantaban los personajes de ficción que destacaban por su desmesurado tamaño. Éste era el caso de algunos personajes que veíamos en televisión con el bocadillo de chorizo en la mano, hablamos de: Mazinger Z con Afrodita A – si mal no recuerdo -, Godzilla, King Kong, los monstruos marinos gigantes de «Viaje al fondo del mar», las arañas del Señor de los Anillos (sobre todo para Frodo)… También por supuesto, aquellos entes gigantescos que aparecían en la literatura juvenil y en los cuentos: Moby Dick, el Kraken, el pez enorme que devoró a Jonás, los ogros, trolls, el Yeti de Tintín, además de los personajes de la mitología de cada lugar donde siempre aparecía un hombre del saco de gran tamaño o similar. Había una gran variedad de seres enormes para elegir. El tamaño enorme de esas criaturas que nos asustaban pero al mismo tiempo nos fascinaban, tenía algo de atávico. Reflexionando sobre esa extraña atracción nos dimos cuenta que esa diferencia en escala la escala de tamaño en la creación del imaginario colectivo en relación a lo pequeño que somos. El hombre ha querido siempre crear enormidad en relación a su escala, en algunos casos con un significado religioso, pero en otros no; se han creado porque la expresión humana de la naturaleza de talla desmesurada, no ha fascinado siempre.
Hay muchos ejemplos de la relación del hombre con el tamaño desmesurado de su obra sin razón aparente, o bien porque así se representaba una divinidad o creencia religiosa intentando expresar la magnitud del poder de Dios
Cristo todopoderoso se muestra en toda su grandeza haciéndonos sentir minúsculos en comparación, una sensación parecida cuando entramos en un iglesia gótica y miramos hacia arriba
No solo las de leyendas se nutren de la existencia de monstruos enormes. En ocasiones, se aumenta artificialmente la escala de la realidad porque la creación del hombre así lo demanda, necesita crear enormidades. Tenemos como ejemplo los enormes y altísimos rascacielos que incluso se hacen más altos al participar en esa extraña carrera planetaria de a ver quien tiene el edificio más alto. La reflexión gira a la hora de entender que éstas creaciones humanas, sobre todo en el arte, buscan fundamentalmente que nos veamos pequeños por comparación, otras solo buscan sorprender. Nosotros, siempre que el contexto lo justifique, y el espacio lo permita, trabajamos a gran escala: corazones gigantes, manos gigantes, ballenas gigantes… Eso sí, nuestro objetivo es exclusivamente didáctico aunque deriva, como es natural, hacia lo puramente estético. Tamaño grande siempre sorprende, no deja a nadie indiferente.
Algunas representaciones artísticas de la realidad podrían pasar absolutamente desapercibidas si no fuera por su tamaño
Es curioso observar estas representaciones artísticas que están fundamentadas en el tamaño. Hace mucho años, estando en una universidad de Florida, el escultor Christo nos pidió que le ayudáramos a cubrir de «porespán» rosa varias islas de los Cayos del sur de Florida. Nos pareció sorprendente ya en aquella época de Christo, antes incluso de su empaquetado del Puente Nuevo de París, la necesidad que tiene de expresarse usando esa «elefantiásica» escala, expresarse creando arte enorme.
En la obra de Christo en los Cayos no quisimos participar por cuestiones de respeto medioambiental
Lo que si apoyamos, porque nos gusta especialmente, es la instalación de esculturas gigantes en el medio urbano, siempre que no entorpezcan la visibilidad de algo bello; la escultura no debe interponerse en el campo de visión del paisaje. Hay ejemplos para todos los gustos y condición, pero todos tienen algo en común: son cosas cotidianas que a una escala enorme se convierten en muy especiales. No todos los ejemplos están a la intemperie; los hay que solo se muestran en exposiciones, como es el caso de la obra verdaderamente curiosa, un tanto peculiar y extraña de Ron Mueck (cabeza de bebé – señora en la cama – joven agachado -, etc.). Algunas obras son simpáticas, otros impactantes, otros inquietantes… Nosotros hemos querido hacer una selección de los que nos han parecido más curiosos y los que ya forman parte de lo emblemático para compartirlos con vosotros.