Exposición de Museos: Técnicas de Interpretación y Comunicación

Exposición de Museos: Técnicas de Interpretación y Comunicación

 

La planificación de exposiciones ha sido un continuo foco de discusión museológica debido a su naturaleza pública; pero también por los recursos necesarios para crear y operar exposiciones, y los esfuerzos de profesionales y especialistas para definir sus roles cambiantes en procesos a veces muy complejos. Las exposiciones de arte difieren enormemente de las de ciencia o historia, igual que las de gran éxito presentan desafíos muy diferentes a los de una exposición sacada del almacén del museo. Sin embargo, podemos enumerar algunas de las fases y etapas de decisión para la planificación de exposiciones en términos más generales, pensando en una gran variedad de instituciones e instalaciones posibles.

Planificación y diseño de exposiciones.

Los equipos de trabajo establecidos para la creación de exposiciones generalmente cuentan, al menos, con las siguientes habilidades y experiencia profesionales:

  • Museología y curaduría.
  • Museografía.
  • Interpretación, mediación y diseño de experiencia.
  • Medios técnicos y producción.

Los miembros de estos equipos serán responsables del borrador detallado y del desarrollo del diseño de los componentes de la exposición. En esta etapa se debe incluir:

  • Un diseño general de la exposición, que describa la configuración general del espacio, el tratamiento visual y los aspectos más destacados de ésta.
  • Un plan para la exposición, detallando su visión y misión, contenidos y medios de comunicación particulares para cada componente de la misma, vinculados a los objetivos y temas generales de la exposición.
  • Un resumen de especificaciones de sistemas tecnológicos, que incluya descripciones y detalles de cualquier medio interactivo o audiovisual, tecnología ambiental o arte escénico propuesto para la exposición.
  • Un presupuesto y un cronograma preliminares, con un costo detallado y una estimación del tiempo de producción para los medios y sistemas propuestos.

Los sub-equipos deben reunirse regularmente con el comité directivo de la exposición para revisar todas las propuestas, y siempre que el equipo esté listo para presentar opciones que afecten el enfoque general y los principales elementos presupuestarios de la exposición. El diseño, el plan de la exposición, el resumen de sistemas tecnológicos con presupuesto preliminar y el cronograma, deberán ser revisados, aprobados o visados por el comité directivo de la exposición. Una vez que éste haya dado su aprobación, los subequipos elaborarán:

  • Bocetos de trabajo que recojan todos los aspectos de la exposición.
  • Un presupuesto y un cronograma de producción detallados, si la exposición se va a producir internamente.
  • Documentos de propuesta que incluyan un cronograma, si la fabricación de la exposición y la producción de medios se fueran a subcontratar (Hugh 1999: 158).

Producción de exposiciones.

Con la aprobación por parte del comité directivo de la exposición de los planos de trabajo, el presupuesto y el cronograma, se puede comenzar la fabricación de los diferentes componentes y la producción de los elementos de mediación. Es un proceso muy complejo y estructurado que debe involucrar a los siguientes grupos y funciones:

  • Administración: para garantizar que los recursos y el personal del museo se coordinen y desplieguen de manera oportuna.
  • Producción: ya sea para llevar a cabo la fabricación e instalación reales o para monitorear y mantener los contratos externos del museo.
  • Miembros de los subequipos: para actuar como recursos para el proyecto y mantener la continuidad con las especificaciones e intenciones originales.

El comité directivo de la exposición ha de mantener un informe de observación sobre el proceso de producción, para ayudar cuando sea necesario e informar a la alta dirección.

Operación y evaluación de exposiciones.

El comité de la exposición debe continuar su trabajo después de inaugurarse la exposición:

  • Trabajando con el personal de educación, mediación, interpretación, experiencia del visitante y relaciones públicas, para evaluar si efectivamente la exposición ha logrado sus objetivos.
  • Consultando con el personal de conservación para asegurar el buen estado continuo de todas las colecciones exhibidas y la programación del reemplazo de objetos ambientalmente sensibles.
  • Colaborando con especialistas en programación para diseñar la experiencia y servicios para visitantes y para preparar eventos especiales.
  • Supervisando el funcionamiento de todos los medios y sistemas de la exposición, trabajando especialistas y miembros del equipo de producción.
  • Facilitando el uso y disfrute público a largo plazo de la exposición. Esto incluirá estudios sistemáticos de las áreas donde la exposición necesita ser revisada y actualizada y determinar cuándo ha completado su vida útil y debe ser reemplazada.

Seguidamente, podemos hacer la presentación de la exposición, que es el acto físico de colocar colecciones a la vista del público.

Presentación + Interpretación = Comunicación

(Exposición física) (Explicación y exploración) (Objetivo del expositor)

Comunicar información e ideas debe ser el objetivo primordial del creador de la exposición. La forma de lograrlo depende del tema y los recursos disponibles. Las exposiciones, por lo general, se clasifican según el tipo de colecciones y/o contenidos presentados. Sin embargo, no deben estar determinadas tanto por lo que contienen, sino por lo que pretenden lograr. Normalmente, se asocian las exposiciones de los museos con los objetos de colección o sus representaciones, como foco principal de información (Verhaar y Meeter 1989: 26).

Usar estas premisas como base para categorizar exposiciones es más útil en la planificación que confiar simplemente en su contenido. Las exposiciones varían en función de si están puramente orientadas a objetos – en un extremo – o a conceptos – en el otro -. Es decir, depende de qué es lo que domina. Si, por ejemplo, organizamos exposiciones en el museo que muestren objetos, debemos brindar un conocimiento completo y didáctico a los visitantes, y, por lo tanto, el personal del museo ha de preparar temas acordes con la misión del museo.

Diseño en exposiciones de museos.

Diseñar una exposición en un museo es el arte y la ciencia de organizar los elementos visuales, espaciales y materiales de un entorno en una composición en la que los visitantes se mueven. Esto se hace para lograr metas preestablecidas. La presentación de exposiciones en los museos nunca debe hacerse al azar. Aunque la planificación puede ser exagerada para casi cualquier proyecto, las exposiciones de un museo de calidad requieren un alto grado de desarrollo y diseño para servir al público de manera adecuada. Las decisiones de diseño deben ser deliberadas, calculadas y ejecutadas para lograr el máximo efecto. Aunque un cierto grado de serendipia influye, depender demasiado de la suerte es un error. Un conocimiento bien fundado de los conceptos básicos del diseño puede fomentar un enfoque organizado del diseño de exposiciones. Ciertos elementos del diseño son fundamentales para todas las artes visuales. Una introducción a estos elementos sería útil para comprender por qué funcionan algunas soluciones – es decir, cumplen con su función prevista – y otras no. Cuando una composición funciona, suele ser agradable a la vista, aun cuando el tema pueda no serlo. Sin embargo, cuando el diseño falla, las personas reaccionan negativamente, independientemente de lo bellos o importantes que sean los contenidos.

La lista de los elementos clave del diseño varía, según la persona que la elabora y sus intereses. Sin embargo, existen seis elementos principales: valor, color, textura, equilibrio, línea y espacio (Belcher 1991: 125-128).

Valor: es la calidad de la claridad o de oscuridad, sin hacer referencia específica al color. Las áreas que son negras tienen el valor más bajo; las blancas, el más alto. Todos los infinitos intermedios son diversos grados o matices de valor. Los valores están asociados a las características visuales de importancia. Normalmente, a los valores más oscuros se les atribuye la cualidad de pesadez; los tonos más claros se expresan como más ligeros en importancia (peso). Para propósitos de diseño, es importante enfatizar la orientación y atracción / rechazo. La combinación juiciosa de valor con los otros elementos de diseño puede afectar drásticamente al impacto visual. El valor está controlado por el pigmento, el tratamiento de la superficie y la iluminación.

Color: El color es importante a la hora de organizar el fondo de las exposiciones del museo. Se trata de un tema extenso y complejo. Intentar cubrir todos los aspectos del color sería inapropiado en este contexto. Sin embargo, es necesario abordar los principios básicos. Pocas sustancias carecen por completo de color. Aunque algunas pueden parecer incoloras o monocromáticas, todas influyen en la luz de alguna manera. El color requiere tanto de las características físicas de la energía luminosa como de la acción del cerebro humano. Los colores se perciben a través del filtro de percepción y se les atribuyen significados.

Textura: la textura es la rugosidad o suavidad visual de una superficie. En imágenes bidimensionales de la superficie real, pueden existir variaciones, pero al cambiar la densidad de los pigmentos, la calidad de la línea y la fuerza o la debilidad de los valores, la superficie puede parecer «dentada». La textura también es el resultado del tratamiento real de una superficie y por ello pudiera tener una dimensión táctil.

Equilibrio: el equilibrio es la calidad de la distribución visual del peso. Cuando la imagen o los objetos están dispuestos simétricamente (elementos de igual tamaño y peso coinciden en un punto medio), se hallan en equilibrio. Cuando no existen equivalentes, la composición es asimétrica. El equilibrio puede ser formal o informal. Entre la simetría y la asimetría hay variaciones infinitivas de equilibrio. Normalmente, la simetría es una composición formal y la asimetría informal. La dosis de equilibrio no siempre emplea un objeto equilibrado contra otro. En ocasiones, se equilibra un objeto (un elemento positivo) con un no objeto (un elemento negativo – espacio). El uso hábil del espacio negativo puede mejorar drásticamente el interés visual de una composición, al tiempo que produce un equilibrio agradable (Dean 1994: 37).

  1. Cambio del centro de equilibrio.
  2. Uso del espacio negativo.
  3. Emplear elementos múltiples vs. elementos únicos.
  4. Compensación de valores y volúmenes.

Línea-Línea es la cualidad de la linealidad. Una línea es una cadena de puntos con poco o ningún espacio entre sí y uno al lado del otro, para guiar el ojo y, por lo tanto, sugerir una dirección. La línea da un fuerte contenido direccional a la composición, pero puede variar en intensidad y densidad, afectar el peso visual, implicar direccionalidad, mostrar contención y delinear.

Forma: la forma es el elemento de contención física o espacial. Es el conjunto de todos los puntos que forman la superficie interna o externa de una composición. Tanto las formas bidimensionales como las tridimensionales se hallan en todas partes y son infinitas en variedad. Algunas son geométricas y de bordes duros, como cuadrados, cubos, rectángulos, triángulos, círculos y cilindros. Otras son más suaves, más curvilíneas, como los organismos vivos, y se denominan formas orgánicas. Contraer, unir, superponer y mezclar formas añade un interés visual importante a cualquier composición. La yuxtaposición de formas orgánicas y geométricas permite acentuar las cualidades de ambas. Estos elementos de diseño se pueden ampliar mucho más. Existen numerosas referencias que pueden aportar información futura. El uso de combinaciones tanto experimentales como tradicionales de los elementos de diseño, permite construir las composiciones. El pensamiento cuidadoso producirá diseños útiles, pero los saltos intuitivos de la imaginación a menudo inspiran la mayoría de las excepciones. Las claves son experimentar y observar.

Factores humanos en el diseño de exposiciones.

También deben tenerse en cuenta los factores humanos en los procesos de creación de las exposiciones. Esto es muy importante a la hora de organizar las salas del museo. El ser humano es una referencia de diseño que influye y se relaciona con todas las demás consideraciones vinculadas a la composición. Tiene, fundamentalmente, solo un arquetipo con variaciones menores en tamaño, peso, características y similares. El modelo básico incluye una sección principal (tronco), apéndices (brazos y piernas) y cabeza, organizados simétricamente a lo largo de la línea media de la columna vertebral. Las variaciones en la circunferencia, la altura, la longitud del pie y el tamaño de la cabeza son relativamente pequeñas, irrelevantes para la imagen de sí misma de una persona. Las mayores variaciones de tamaño existen entre los jóvenes y los adultos. Hay aproximadamente un aumento del 162% en la estatura entre los 5 y los 20 años, pero solo de un 1%, entre hombres y mujeres adultos. Las personas con necesidades especiales añaden otras dimensiones a los datos. Se han proporcionado medidas generales para personas en sillas de ruedas, ya que éstas aumentan significativamente las demandas espaciales de la persona (Dean, 1994: 36-39).

¿Qué le dicen estas dimensiones humanas al diseñador sobre la participación de las personas en las experiencias de aprendizaje? Nos encontramos más cómodos en espacios que permiten la libertad de movimiento, sin sentirnos demasiado confinados o expuestos. Esto tiene que ver con un sentido de escala humana. Relacionamos el espacio con nosotros mismos como unidad fija de medida. La altura de los techos en la mayoría de las casas es de entre 2,60m. y 3,0m., suficientemente alto para poder levantar los brazos por encima de la cabeza, y suficientemente bajo como para hacernos sentir cómodos. Los espacios destinados a ser impresionantes o inspiradores suelen ser mucho más grandes y altos. Piensa en lugares como templos, iglesias, bancos, edificios públicos o centros comerciales. Perderse en un vasto espacio conlleva la sensación emocional de ser menos capaz de controlar el entorno. Cuanto menos control tiene una persona sobre el espacio más impresionante e inspirador le resulta. Por otro lado, los espacios pequeños y estrechos provocan sentimientos de hacinamiento, opresión y asfixia, algo que a la gente le genera asociaciones negativas. El espacio mínimo cómodo está definido por una habitación que permite balancear los brazos extendidos de lado a lado. La importancia y la utilidad de este factor en el diseño de exposiciones varían según el impacto previsto del ritmo. Una exposición íntima requiere menos espacio que una grandiosa.

La implicación de la respuesta humana al espacio, así como los medios por los que recopilamos información se vuelven más claros a medida que se relacionan con las tendencias de comportamiento. Algunos de estos comportamientos son muy conocidos para los diseñadores y se han convertido en ciertas pautas particulares.

Tocar: las personas tienen una predisposición innata a tocar. Es una confirmación sensorial y experiencial de lo que ven y como refuerzo de la memoria si los objetos o superficies están a su alcance para ser tocados. Por supuesto, es posible erigir barreras que separen físicamente al espectador del objeto – aunque a veces no es deseable por motivos de diseño -. La separación espacial puede proteger sin crear resentimiento. Si los objetos están fuera de nuestro alcance, también lo están del comportamiento táctil. A los niños más pequeños, que no han aprendido las convenciones sociales, se les debe impedir físicamente que toquen para garantizar la seguridad de la colección.

Respuesta de entrada: las personas normalmente usamos la apertura más grande cuando se nos presenta una opción. Esta es la respuesta de entrada. Al entrar en un espacio nuevo, y en gran parte desconocido, es preferible que sea grande y esté bien iluminado. Resulta menos intimidante y deja más espacio para explorar lo que se avecina. Tendemos siempre a girar a la derecha, aunque seamos zurdos.

Altura de visualización: Nos sentimos más cómodos y pasamos más tiempo observando y leyendo cuando los materiales y objetos impresos están adecuadamente colocados . Deben situarse de manera que el centro del contenido esté al nivel de los ojos. Para los adultos, la altura promedio es de alrededor de 1,60m. El campo de visión forma un cono que comienza en los ojos y se extiende 40° por encima y por debajo del eje horizontal. La distancia de los objetos aumenta o disminuye el área de visualización cómoda dentro del cono. Colocar objetos de gráficos fuera de ese cono conlleva dificultades de visualización y fatiga. El espacio que se halla fuera del cono de visión se puede utilizar para elementos grandes y llamativos, pero debe evitarse para los más detallados.

Sentarse e inclinarse: las personas nos sentamos en cualquier superficie que esté a una altura al trasero cómoda o próxima a él, y cerca de la horizontal. Si la altura es adecuada, apoyaremos los pies. Estas acciones son automáticas, sin pensarlas, a menudo en respuesta a la fatiga. El espacio, tal como nosotros lo percibimos, tiene asociaciones emocionales además de físicas. Diferentes tipos de espacios evocan respuestas emocionales adecuadas y, en gran medida, predecibles. Esto puede resultar útil en el diseño. Así por ejemplo, para promover la visión cercana de objetos pequeños se invita al escrutinio y se estimula la curiosidad. Un objeto pequeño en una gran sala puede parecer insignificante. El mismo objeto en un espacio más íntimo se vuelve importante y focal. Lo contrario también se da, y todas las variaciones tienen aplicaciones adecuadas dependiendo de los objetos mostrados.

Hemos de prestar atención a la protección de la exposición al hacer arreglos para sentarse e inclinarse en la sala. Se deben tomar precauciones que garanticen la menor cantidad de riesgos para las personas. Sería, pues, aconsejable proporcionar un espacio para descansar dentro de las instalaciones del museo; con sillas cómodas y acondicionadores de aire, por ejemplo. También se debe considerar una cafetería para la compra de bebidas y alimentos e instalaciones sanitarias.

El espacio ha de definirse en función de las respuestas emocionales suscitadas, como se indica a continuación:

  • Formal o informal.
  • Frío o tibio.
  • Masculino o femenino.
  • Público o privado.
  • Impresionante o íntimo.
  • Bello o vulgar.

Las personas no solo reaccionan al espacio que las rodea, sino que cada una lleva consigo una sensación de espacio como una extensión de su cuerpo y su psique. Hay comportamientos discernibles asociados con este espacio variable (Dean, 1994: 46 – 49).

Para organizar una exposición con las colecciones de los museos, los profesionales deben absorber todos los nuevos conocimientos científicos y tecnológicos del mundo de la creación de exposiciones. El uso de esos conocimientos ha hecho que las exposiciones y las galerías de los museos sean cada vez más atractivas y agradables para sus visitantes.

Recursos bibliográficos:

Alexander, E.P. (1996): Museum In Motion, An Introduction to the History and Function of Museums, Nueva York.

Belcher, M. (1991): Exhibition in Museums, Smithsonian Institution Press, Washington D.C.

Dean, D. (1994): Museum Exhibition, Theory and Practice, Routledge, Taylor and Francis group, Londres y Nueva York.

Huge, A. D. y Spencer (1999): The Manual of Museum Planning, (Professional Museum and Heritage Series) 2ª edición, Ed .G. D. Lord & B. lord, London Stationery Office, Londres, Reino Unido.

International Council of Museums (ICOM) (1970): Ethical Rules of Acquisitions of Museum Collections. Nueva York.

Julia, B. (1998): The New Museum Registration Methods, Ed. Rebecca, A. Buck and Allman, Gilmore, American Association of Museums, Washington D.C.

Jennifer, C (1994): Museum Collection Storage Space, National Park Service, (NPS) Washington D.C.

Kapukotuwa, A. (2017): Museum Exhibition, interpretation and Communication Techniques. International Journal of Research in Economics and Social Sciences (IJRESS). Vol. 7 Issue 2, pp. 168~179.

Maclagon, E. (1993): Museum Planning, journal of the Royal institute of British Architecture, 3rd Series, Royal Publications, Reino Unido.

Verhaar, J. y Meeter, H. (1989): Project Model exhibitions, Leiden Reinwardt Academie, Leiden.

Fotografía principal: Proceso de diseño.


Si quieres recibir nuestro newsletter, y/o la bibliografía y recursos asociados al artículo de hoy, pídenoslo en el boletín adjunto, dejando claro que solicitáis la bibliografía y los recursos asociados al artículo, por favor. Si quieres recibir los artículos por correo electrónico completa el campo correspondiente en el formulario de inscripción que encontrarás en la cabecera de esta página. Tu dirección de correo electrónico será utilizada exclusivamente para enviarte nuestros newsletters, pudiendo darte de baja en el momento que quieras.

 

Tus comentarios son muy importantes para nosotros

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde EVE Museos + Innovación

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo