Modelos de Mediación en los Museos Modernos

Modelos de Mediación en los Museos Modernos

 

Comencemos revisando los conceptos de «mediación», «mediación cultural», «mediación de museo». La profesión de mediador nació en la antigua Grecia. Etimológicamente, la palabra «mediación» proviene de la palabra «medio». Hoy en día, el término se utiliza en diferentes contextos. Por ejemplo, desde el punto de vista legal, la «mediación» es el método de investigación previa al juicio del conflicto, donde el mediador actúa como un tercero neutral. La «mediación» constituye la noción central en la filosofía hermenéutica y reflexiva de Paul Ricoeur: es a través de la mediación de la propia cultura que se percibe y comprende el mundo y su propia identidad (Ricoeur, 2008). En el campo de la cultura, el concepto de «mediación» se utiliza, por regla general, en el análisis de formas de difusión de ideas y productos culturales, es decir, en las actividades mediáticas. Según los investigadores, el término «mediación cultural» se empleó por primera vez en Quebec (2000) para definir la estrategia de actividad cultural dirigida al intercambio y conocimiento entre personas y objetos culturales (Sinicyna, 2017, p. 68). El objetivo principal de la mediación cultural es la democratización cultural de la sociedad, su inclusión en el diálogo con la cultura. Esa mediación cultural pudiera ser un componente de la política cultural como sucede, por ejemplo, en Montreal (2005), conviertiéndose en el principal método de desarrollo cultural. La filosofía de la mediación cultural en Montreal fue la siguiente:

  • Contacto cercano, directo y personal del público con un experto en cultura y también en las formas de expresión cultural (debates, trabajo creativo colectivo, excursiones, animaciones, etc.).
  • Especial atención al nivel de conocimiento y habilidad del público para adaptar la mediación a la especificidad de los diferentes grupos sociales (edad, estatus social, sistema de valores, forma de vida, tradiciones, condición física, etc.).
  • Experimentos con modelos de participación en la mediación, formas innovadoras de comunicación de información a través de la asociación y la interacción, que proporcionan comunicación entre diferentes grupos de población, expertos en cultura (Chaumier y Mairesse, 2017).

En nuestra opinión, el propósito principal de este enfoque es trabajar con diferentes grupos de personas, lo que promueve el conocimiento informal de las instituciones culturales y prevé el desarrollo de la educación cultural y la integración social.

Hoy en día, la mediación se utiliza frecuentemente en el trabajo de los museos y galerías europeas y es un ejemplo de educación para sus públicos. Por primera vez en el diccionario de la UNESCO, el término «mediación» considera nociones contiguas de comunicación y relaciones públicas de museo, correlaciona la mediación y la interpretación como sinónimos (Desvallées y Mairesse, 2010). La museología moderna define la mediación como una forma específica de comunicación en la intersección de las actividades principales:

  • Acervo científico.
  • Trabajo de investigación.
  • Actividad expositiva y educativa.

El área de comunicación del museo representa una categoría que combina las características del ámbito cultural y de información en el contexto de la actividad del museo – o de una institución cultural -, e incluye el espacio interior de comunicación del mismo, donde el discurso cultural se modela en el nivel de comprensión, creación y exhibición de las colecciones y contenidos didácticos. La mediación engloba todos los procesos de comunicación de un museo, los métodos de realización y los canales de difusión de información. La comprensión de la actividad de los museos se lleva a cabo a partir de la investigación científica en diferentes campos del conocimiento humano.

Nina Simon (2010) ilustra varios aspectos de la naturaleza y esencia del museo, concretamente como institución social, considerando la mediación como parte de la comunicación del museo basada en posiciones educativas y de comportamiento entre éste y la sociedad. Su monografía explora las nuevas formas de interacción en el espacio del museo, el surgimiento de un fenómeno como «El Museo Participativo». La experta en museos E. Hooper-Greenhill (1991) realizó una contribución fundamental al estudio de las nuevas formas de actividad educativa de los museos. La autora presta especial atención a la interpretación de la cultura visual en el contexto de los museos de arte (Hooper-Greenhill, 2000). Esta investigación examina el proceso de construcción de significados, analizando cómo se desarrollará la actividad educativa en el futuro. Hooper-Greenhill está convencida de que no sólo el experto/a en museos puede dar significado a los elementos agrupándolos y representándolos, sino que cada visitante es capaz de ampliar los límites de las interpretaciones ya existentes. Desarrollando esta teoría, E. Hooper-Greenhill (1991) afirma que los museos deben ser analizados como sistemas comunicativos artificiales que utilizan intencionalmente signos y señales que pueden ser tanto el tema de la investigación social como el de la educación social. Considerando el museo como un espacio para la educación (Hooper-Greenhill, 1991), la autora señala que la formación de un concepto fundamentalmente nuevo de la actividad educativa de la institución se convirtió en un paso importante en el camino de la interacción entre el museo y el visitante. Subraya, además, que ese cambio de dirección requiere que el museo se centre en las necesidades de los visitantes. Carmen Mörsch, directora del Instituto de Investigación para la Educación Artística de la Universidad de las Artes (Zurich, Suiza), experta en mediación cultural, también enfatiza que el museo moderno debe desarrollarse constantemente, enfocarse en las necesidades de los consumidores – en cuanto a los servicios que los involucran – y en la co-creación, utilizando decisiones creativas fuera de lo convencional (Mörsch et al, 2017).

Teniendo en cuenta el hecho de que la mediación, como modelo de actividad educativa, se encuentra en la etapa inicial de desarrollo en los museos nacionales y en las instituciones de tipo museo, en realidad no hay publicaciones científicas al respecto en la mayoría de los países. En nuestra opinión, la mediación museística como forma educativa innovadora requiere la especificación, el análisis y la introducción en la actividad educativa de los museos modernos de todo el mundo.

Las características sociales y económicas contemporáneas que influyen en el desarrollo de la sociedad exigen algunos cambios en la estrategia tanto económica como de comunicación de los museos. Para éstos, como uno de los focos de comunicación en el espacio cultural que son, el resultado más importante de su actividad es establecer un diálogo constante y constructivo con su público. La comunicación en el espacio del museo a través de las exposiciones tiene su propia especificidad, porque los temas, el estilo y los métodos de comunicación están determinados por su naturaleza, información contenida en las piezas del museo, etc. El vector de desarrollo del museo determina las direcciones y sus formas de trabajo con los visitantes. Los gestores de los museos modernos buscan crear diferentes posibilidades para que la interpretación de la colección se presente de formas diversas, de acuerdo con el nivel y el tipo de educación del público (en particular, las exposiciones que generan una impresión de multicapa, multinivel, que permite al visitante para pasar de un nivel a otro). De hecho, rechazando el modelo paternalista, el museo se constituye como un mediador que siente el ánimo y las necesidades de la sociedad; desde la institución que determina el nivel de conciencia social alcanzada, el museo se convierte en un fenómeno cultural que genera una dinámica progresiva a esta conciencia.

Un campo para la comprensión positiva de las partes (espacio expositivo, museo experto, visitante), para la búsqueda de las nuevas opciones aceptables para todos los participantes de la comunicación, se crea en el proceso de mediación del museo. Esta estrategia de comunicación específica moviliza diferentes métodos, medios y tecnologías para actualizar la comprensión de una colección y presentarla al visitante. El resultado es la formación de una actitud personal hacia el contexto histórico, que puede inspirar el proceso de autoconocimiento y dar la razón para considerar al museo como una institución cultural única donde, a través de la mediación, el autoconocimiento y el conocimiento de la realidad circundante se materializan.

La mediación como modelo de actividad educativa del museo asume que los visitantes que participan en el diálogo son iguales, y el trabajador del museo, a través de preguntas, dirige su actividad, es decir trabaja como navegante. Cabe señalar que el mediador no se posiciona como un experto, no da una evaluación preformada de las exposiciones, sino que participa en su formación con los visitantes. Así, en el proceso de discusión aparece un resultado común, en parte inesperado. El trabajo de mediador implica la improvisación, la capacidad de tomar una posición crítica en cuanto a las declaraciones de la audiencia y corregir el curso de la discusión.

Durante el contacto directo con los visitantes del museo, el mediador utiliza los siguientes enfoques:

  • Informativo (presentación razonada de información a determinada audiencia).
  • Científico (neutral, con el fin de analizar, describir, predecir, comparar, experimentar, etc.).
  • Sensible (permite que el participante de la mediación sienta, pruebe algo).
  • Cinestésico (moviliza el cuerpo y el movimiento en el espacio).
  • Juego (para construir el proceso educativo durante el juego).
  • Emocional, etc. (Sinicyna, 2017, p. 72).

El papel del mediador en el museo es la promoción adicional del diálogo e intercambio de conocimientos.

En muchos museos nacionales y en instituciones de tipo museo, la mediación como forma de actividad educativa se encuentra en la etapa inicial del desarrollo. Por ejemplo, en 2013 se introdujo el cargo de mediador en el «Pinchuk Art Center«. Su misión es trabajar directamente en la exposición y explicar a los visitantes lo que ven frente a ellos (pintura, escultura, instalación, performance). Por regla general, se trata de estudiantes de humanidades, principiantes en estudios de arte y artistas jóvenes. Los mediadores del Pinchuk Art Center deben tener un buen conocimiento de las artes (historia desde la antigüedad hasta el presente, diferentes géneros, teoría del arte, direcciones filosóficas y escuelas, cientos de nombres que deben compararse instantáneamente con sus logros creativos), ya que tendrán que hablar de ello en diferentes niveles de «inmersión» sobre el tema: desde el básico al profesional. Teniendo en cuenta el hecho de que hay muchos extranjeros entre los visitantes, es deseable conocer idiomas (principalmente inglés). El mediador ha de mantener fácilmente el contacto con el público; si es necesario, realizar una mini-excursión, conocer las peculiaridades del trabajo de la institución, resolver situaciones conflictivas, organizar a las personas, responder pequeñas preguntas. También es su deber cumplir con las normas del museo: no tocar ni acercarse a las exposiciones, llevar mochilas y bolsas en las manos, no dejar líquidos en las salas de exposición, etc. («Komanda mediatoriv», 2013).

Cabe señalar que en el mundo moderno la mediación museística como forma de actividad educativa trasciende las fronteras del espacio museístico. Los museos están creando portales de Internet y grupos en redes sociales. Este enfoque parece ser muy eficaz, ya que proporciona información para una gran audiencia de suscriptores interesados ​​en la vida del museo y en las posibilidades de obtener retroalimentación. El hecho de la existencia del museo en el espacio mediático, potencia, por regla general, su popularidad e influye positivamente en el desarrollo del área cultural en su conjunto. Los expertos en educación museística John H. Falk y Lynn Dierking afirman que todo esto facilita el diálogo abierto entre la persona y el espacio del museo; dicho diálogo está influenciado por las relaciones sociales, factores socioculturales y personales (Falk y Dierking, 2012). Así, en el ámbito museístico la mediación como forma de actividad educativa abre los caminos para la representación de los valores históricos y culturales en aquellas formas más aceptables para el visitante.

Se ha comprobado que actualmente para el museo el resultado importante de su actividad es el establecimiento del diálogo estable y constructivo con su público – como uno de los focos de comunicación en el espacio cultural -. De hecho, al rechazar el modelo paternalista, el museo se convierte en un mediador que siente el ánimo y las demandas de la sociedad. Se determina que la museología moderna considera la mediación como una forma específica de comunicación en la intersección de las principales direcciones de actividad: acervo científico, investigación, exposición y educación. En el proceso de mediación museística se crea un campo de comprensión positiva de las partes (espacio expositivo, experto en museo, visitante), para la búsqueda de nuevas opciones aceptables para todos los participantes de la comunicación. La mediación, como forma de actividad educativa del museo, facilita la movilización de diferentes métodos, medios y tecnologías para actualizar un objeto-contenido y presentarlo al visitante. El resultado es la formación de una actitud personal hacia el contexto histórico, que puede inspirar el proceso de autoconocimiento, considerando al museo como una institución cultural única donde, a través de la mediación, se realiza el autoconocimiento y el conocimiento de nuestro mundo.

Consultas: info@evemuseos.com

Recursos:

Chaumier, S. y Mairesse, F. (2017): La médiation culturelle [Cultural mediation] (2e éd.). Armand Colin [en francés].

Desvallées, A. y Mairesse, F. (2010): Key Concepts of Museology [Monograph]. Armand Colin [en inglés].

Falk, J. H. y Dierking, L. D. (2012): Learning from Museums: Visitor Experiences and the Making of Meaning. AltaMira Press [en inglés].

Hooper-Greenhill, E. (1991): A New Communication Model for Museums. In G. Kavanagh (Ed.), Museum Languages: Objects & Texts (pp. 47-62). Leicester University Press [en inglés].

Hooper-Greenhill, E. (2000): Museums and the Interpretation of Visual Culture. Routledge [en inglés].

Komanda mediatoriv [Team of mediators]. (2013): PinchukArtCentre. https:// pinchukartcentre.org/ua/about_us/mediators-team [en ucraniano].

Mörsch, C., Fürstenberg, S. y Chrusciel, A. (Eds.). (2017): Time for Сultural Mediation [en inglés].

Ricoeur, P. (2008): Konflikt interpretatcii [Conflict of Interpretation]: Essays on hermeneutics (I. S. Vdovina, Trans.). Moscow: Akademycheskyi Proekt [en ruso].

Simon, N. (2010): Participatory Museum. Museum 2.0 [en inglés].

Sinicyna,A.O. (2017): Kulturnaia mediatciia i ee formy v pedagogicheskoi nauke i praktike vo Frantcii [Cultural mediation and its forms in the pedagogical science and practice in France]. Universities for Tourism and Service Association Bulletin, 1, 11, 67-77 [en ruso].

Kliuchko, Y. (2020): Mediation in the Context of the Educational Activity of the Modern Museum. Culture and Arts in the Modern World, 21, 81-89 [en inglés].



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