Cuidado y Conservación de Objetos de Cerámica y Cristal

En general, la cerámica y el vidrio son materiales estables. El principal factor ambiental para el almacenamiento y exhibición que afecta a este tipo de objetos es la humedad atmosférica. Por lo tanto, la humedad relativa (HR) controlada es la consideración más importante para asegurar su estabilidad. Los niveles ideales son 45% ± 5% RH, 21° ± 2 ° C. Para agrupaciones de medios mixtos, 50% ± 5% MR es aceptable.

Algunas categorías de cerámica y vidrio son especialmente sensibles, por lo que las condiciones desfavorables pueden provocar cambios físicos y químicos. La arcilla sin cocer resulta inestable y vulnerable a daños físicos; también es soluble en agua. Las cerámicas porosas pudieran estar impregnadas de sales solubles, fruto de hallarse bajo tierra en un ambiente salino o por anteriores tratamientos de conservación. Esto las hace especialmente reactivas a los cambios de humedad, provocando ciclos de recristalización y redisolución de sales dentro del cuerpo de la arcilla. Si la cristalización se produce justo debajo de una densa superficie vidriada, puede ocasionar excamaciones o pérdidas. La decoración pintada en frío (es decir, sin cocer), o dorada, en objetos de vidrio o cerámica se raya o se borra fácilmente. Cuando la decoración (como pintura vítrea o esmalte) se ha cocido incorrectamente y no está lo suficientemente fusionada al sustrato, y/o es inusualmente porosa, se vuelve vulnerable a daños físicos y puede retener la humedad, causando daños químicos.

Algunos tipos de vidrio y esmalte poseen composiciones inherentemente inestables debido a la insuficiencia de compuestos estabilizantes en su formulación. En consecuencia, se verán afectados negativamente por el agua atmosférica, que disolverá los componentes alcalinos del vidrio y dará lugar a una solución alcalina en la superficie. Se dice que los vasos en los que se produce este hecho «lloran» (condensación). En condiciones más secas, si la solución de lloro se evapora, las sales pueden depositarse sobre el vidrio, que, posteriormente, podría volverse «arrugado», exhibiendo una red de finas grietas con una superficie oscura. No es la deposición de las sales lo que hace que el vidrio se arrugue, sino unas condiciones más secas. Para estabilizar estos y otros objetos especialmente vulnerables, es posible que se requiera la visualización en un microclima. Si la humedad relativa es extremadamente alta puede provocar un ataque biológico en todo tipo de cerámica y vidrio.

Temperatura.

La temperatura es otro factor ambiental importante para la cerámica y el vidrio, sobre todo porque afecta directamente a la HR. El choque térmico por cambios de temperatura extremos o repentinos puede causar roturas, grietas o pérdida de esmalte, por lo que mantener la estabilidad es esencial. Las vidrieras que se exhiben en un entorno arquitectónico han de protegerse de las condiciones climáticas externas con vidrios de protección. Una ventana sellada, preferiblemente de doble acristalamiento, ha de instalarse en el exterior a una distancia adecuada. La ventana histórica debería tener espacio para ventilación arriba y abajo. El control sigue siendo importante, ya que incluso el mejor acristalamiento protector no puede evitar que se produzca cierta condensación en la superficie interior del acristalamiento protector en una noche de invierno extremadamente fría.

Luz.

En general, la luz no afecta directamente a la cerámica o al vidrio, aunque puede ser perjudicial para la decoración de superficies pintadas en frío. Los vidrios a los que se les ha agregado óxido de manganeso como «decolorante» – para contrarrestar el tono verde de los óxidos de hierro naturales – pueden solarizarse, desarrollando un color violáceo fruto de una prolongada exposición ultravioleta (UV). Por esta razón, el vidrio no debería exponerse a una luz solar intensa sin los filtros UV adecuados. La luz también puede afectar negativamente a los materiales de conservación, como los epoxis y pinturas, que pudieran haberse utilizado en los tratamientos.

Los niveles de luz aceptables para objetos de vidrio y cerámica deben determinarse caso por caso. La luz es de especial interés cuando puede hacer que la temperatura suba y la humedad baje en áreas cerradas, como una vitrina o detrás de un panel de vidrio de colores iluminado por una caja de luz. En estos casos, se deben utilizar fuentes de luz más frías o proporcionar ventilación para minimizar la acumulación de calor.

Manipulación.

Antes de manipular objetos, es fundamental que no haya distracciones en el entorno y que todas las personas involucradas puedan concentrarse en la tarea en cuestión. Uno debe quitarse la ropa suelta, las tarjetas de identificación que cuelguen y las joyas que puedan golpear o rayar las superficies.

El uso de guantes para manipular cerámica y vidrio dependerá del estado del objeto. Los guantes de algodón pueden aumentar el riesgo de deslizamiento o disminuir el tacto y la destreza; además, las fibras podrían engancharse en pequeñas protuberancias. Los guantes de látex o nitrilo proporcionan un mejor agarre, pero también pueden arrancar escamas de superficies ásperas y físicamente inestables de vidrio y cerámica deteriorados. Los puntos de agarre engomados en algunos guantes suelen desgastar las superficies frágiles. Para obras de arte delicadas, generalmente se prefiere trabajar con las manos desnudas limpias, sin loción y muy secas.

Se deberán usar guantes de látex o nitrilo cuando se manipulen objetos de cerámica y vidrio con aditamentos metálicos vulnerables a la corrosión, objetos con una superficie porosa (como loza sin esmaltar o vidrio grabado) u objetos con superficies muy sensibles a las huellas dactilares. Tocar la red de plomo de una vidriera sin guantes no conlleva ningún riesgo para la salud, siempre que se laven las manos desnudas inmediatamente después.

Los objetos han de examinarse cuidadosamente en una mesa limpia y espaciosa con un revestimiento suave, como Nalgene®, antes de ser manipulados. Deberemos notar la condición de la superficie del objeto. Así, por ejemplo, aquellos con pigmentos frágiles se manipularán mínimamente y en áreas sin decoración; otros con superficies rugosas son vulnerables a engancharse con materiales fibrosos. Deben notarse los fragmentos sueltos o las uniones y las áreas previamente restauradas – un borde de yeso grande, un asa en un jarrón de cerámica o un relleno de papel en un recipiente de vidrio -, pues estas son, a menudo, las zonas más vulnerables del objeto. Si los fragmentos vibran como resultado de un adhesivo debilitado, no uses cinta de enmascarar para asegurarlos, ya que dañarán la superficie. En este caso, un conservador debería asegurarlo antes de manipularlo. Los objetos que constan de componentes separados deben desmantelarse. Las tapas, cubiertas de copas, soportes, tapones y soportes se dejarán a un lado y se manipularán como piezas separadas.

Un objeto siempre debe ser levantado y apoyado firmemente con ambas manos, teniendo consciencia de su centro de gravedad. La forma de la pieza determinará dónde se colocan las manos, pero en general una mano en, o cerca, de la base, y la otra en un lugar apropiado del costado para estabilizarla. Nunca se debe levantar un objeto por sus manijas, pico, perillas o borde, ya que se trata de zonas relativamente débiles estructuralmente hablando. Es importante no tocar las superficies desconchadas ni las capas de pintura; cuando sea posible, el objeto debe manipularse en las zonas seguras sin decoración. Los objetos en riesgo han de colocarse en una bandeja o caja acolchada que pueda manipularse – solo un objeto cada vez -.

Cuando levantar un objeto grande requiera la ayuda de varias personas, se debe diseñar un plan de antemano que describa quién dirigirá la operación, cómo se llevará a cabo el levantamiento, dónde se colocará el objeto, quién estabilizará el carro y otras consideraciones pertinentes. La ruta ha de estar despejada y el espacio preparado para el depósito del objeto.

Las vidrieras grandes o las baldosas de cerámica enmarcadas deben levantarse y transportarse verticalmente. Generalmente, el panel será relativamente seguro si está enmarcado y apoyado sobre una tabla rígida. Para levantar el objeto debe agarrarse por una zona fuerte, como una articulación de plomo que no esté rota o dañada de otra manera. Es interesante consultar a un conservador especializado si pudiera haber roturas en el vidrio, pérdidas de pintura o daños en el plomo.

Almacenamiento.

Las condiciones ambientales estables son la consideración más importante para el almacenamiento. Las pautas de humedad relativa, temperatura e iluminación indicadas al principio de este artículo deben aplicarse durante el almacenamiento: 45% ± 5% de humedad relativa, 21°C ± 1°C son niveles generalmente aceptables. Sin embargo, la cerámica y el vidrio, que se mantienen en agrupaciones de medios mixtos, pueden almacenarse a 50% ± 5% de HR. Quizás sea necesario almacenar objetos vulnerables, especialmente vasos susceptibles, en microclimas. Los objetos de vidrio sensibles deben protegerse de los altos niveles de luz y ha de proporcionárseles ventilación para protegerlos de la acumulación de calor en los espacios cerrados. No se deben colocar objetos cerca de puertas, pasillos, conductos de ventilación o conductos de aire, ya que podrían contribuir a la acumulación de polvo.

Los objetos de cerámica y vidrio no han de apilarse ni amontonarse durante el almacenamiento. La mayoría de los objetos utilitarios y decorativos se diseñaron para sostenerse por sí solos y se pueden almacenar de esta manera. Los que presentan un centro de gravedad alto y una base pequeña se almacenan mejor boca abajo.

Las piezas pequeñas y medianas se pueden almacenar en estantes acolchados para reducir la abrasión. Se han de considerar la estabilidad, el peso y el centro de gravedad del objeto para determinar si se debe utilizar acolchado y de qué tipo. Los objetos y fragmentos muy pequeños se pueden guardar en cajones acolchados. Es posible que sea necesario almacenar objetos muy grandes en el piso, en un área segura y protegida. Los objetos deben protegerse del polvo colocándolos en armarios cerrados o, si están al aire libre, cubriéndolos con una lámina de polietileno.

Los pequeños y planos, como espejos, pequeños paneles de vidrio teñido o esmaltado (como rondas teñidas de plata) y pequeños paneles emplomados se pueden almacenar planos. Los paneles de vidrio pintado al revés sin cocer deben almacenarse planos con la superficie pintada hacia arriba. Los de mayor tamaño y los emplomados han de almacenarse verticalmente, preferiblemente descansando en el lado más largo. Idealmente, los paneles deberían almacenarse en estantes hechos con divisiones verticales para minimizar el riesgo de pandeo, pero puede ser necesario un soporte adicional para los paneles inclinados en un ligero ángulo. Se recomiendan sistemas de estanterías metálicas para el almacenamiento. Si se utiliza madera, es preferible que sea de material de baja acidez.

Transporte.

Las mismas pautas de manipulación deben aplicarse al transporte de cerámica y vidrio, observando siempre cualquier fragilidad de la superficie y si se requieren guantes para su manipulación.

Hay varias formas de transportar y mover un objeto; su tamaño, peso y forma determinarán cómo transportarlo y colocarlo de forma segura antes de trasladarlo a otro lugar. Los carros con ruedas de goma, cajas forradas de espuma y cestas acolchadas son adecuados para objetos de tamaño pequeño a mediano; los elevadores hidráulicos, carros laterales y carros de varios tamaños lo son para los más grandes.

Las mismas consideraciones para acolchar objetos mientras están almacenados se aplican a los que están en tránsito. Se puede colocar un grupo de objetos pequeños en una caja o canasta siempre que haya suficiente acolchado entre ellos; ha de evitarse que rueden o choquen entre sí durante el camino. Las bolsas de arena, las cuñas de espuma y los cojines de papel sin ácido son útiles para asegurar y proteger objetos.

Es importante colocar sacos de arena alrededor del pie y la base de los objetos grandes para su mayor estabilidad, y deben ser contratados por una segunda persona durante el camino. Cuando esto no sea posible, el objeto deberá colocarse de lado, acolchado con Ethofoam® y utilizando sacos de arena, bloques de espuma y/o cuñas para fijar todos los puntos débiles. El objeto no debe descansar sobre ningún elemento saliente, como asas o elementos decorativos. A veces, un recipiente de boca muy ancha con un pie relativamente pequeño se transporta mejor boca abajo, siempre que invertirlo sea una opción segura.

Los paneles de vidrieras, incluso si están enmarcados, siempre deben apoyarse en una tablero cuando hay movimiento. La tabla ideal para este propósito tendrá una repisa horizontal en la base y una repisa vertical a lo largo del lateral para que se cree una esquina de apoyo. Puede estar hecha de madera contrachapada, láminas de acrílico, Foamcore u otros materiales, siempre que ofrezcan apoyo y sean inflexibles. Un material de amortiguación, como plásticos de burbujas Wrap® o Nalgene, deberá colocarse entre el tablero y el vidrio, con una capa de tissue sin ácido junto al vaso. La amortiguación es fundamental para paneles con superficie irregular. Al moverse, la tabla debe inclinarse ligeramente hacia atrás desde la posición vertical, y el objeto ha de estar apoyado durante todo el proceso cuando se ajusta a una posición horizontal (o viceversa). Para paneles grandes, esta acción puede requerir de dos personas, cada una sujetando el tablero y el panel. Cuando se retira un pequeño panel de una mesa y no hay un soporte alternativo disponible, el borde de la misma se puede usar como soporte, sosteniendo el panel en la parte superior y en la base, deslizándolo fuera de la mesa hasta encontrar el punto medio y angulándolo a la posición vertical usando el borde de la mesa como eje. Se debe prestar especial atención a los puntos débiles en el diseño de la ventana; por ejemplo, un cable que recorra toda la longitud del panel paralelo al borde de la mesa podría hacer que éste se desplegara mientras se eleva a una posición vertical. Finalmente, debe evitarse colocar una ventana en su esquina. Demasiado peso en esta pequeña zona aumentaría el riesgo de dañar el panel, especialmente si no está enmarcado.

Recursos bibliográficos:

Marjorie Shelley (Editora) (2019): The Care and Handling of Art Objects: Practices in The Metropolitan Museum of Art (The MET). The Metropolitan Museum of Art. Nueva York.