Claves sobre Aprendizaje en los Museos de Ciencia

Claves sobre Aprendizaje en los Museos de Ciencia

 

Hoy en día, disfrutamos de más de 3000 de museos y centros de ciencia en todo el mundo, que son visitados por más de 300 millones de visitantes cada año. Hace 25 años, solo existía el diez por ciento de estas instituciones. Estamos en medio de un movimiento global que continúa expandiéndose. Y no solo porque los museos y centros de ciencias sean divertidos: la sociedad valora y percibe que están realizando un servicio a sus comunidades. Persson (2000) indicó que las estimaciones de crecimiento global para este tipo de instituciones será del 5% por año, con un aumento en la asistencia de un 2% anual desde la década de 1990; a día de hoy, este nivel de crecimiento se mantiene. Todo esto está muy bien, pero analicemos, de manera un tanto esquemática, lo que estas instituciones nos aportan.

Johnson Banks Museum Branding

1. Modelos contextuales de aprendizaje en museos y centros de ciencia (Falk & Dierking, 2013).

  • El contexto personal: vivir variedad de experiencias y recibir conocimiento.
  • El contexto sociocultural: acercarse a la cultura e interacción social.
  • El contexto físico: observar la arquitectura, diseño, ambiente, tanto físico como virtual.

Science behind vodka

2. El público visita estas instituciones por diferentes motivos: las identidades de los visitantes (Falk 2009).

  • Exploradores: curiosidad.
  • Facilitadores: motivados socialmente.
  • Profesionales / Aficionados: pasión profesional.
  • Buscadores de experiencia: vivir sensaciones / emociones.
  • Recargadores: experiencia contemplativa.
  • Cautivos: alumnos/as de colegios.

La acción de aprender se considera como «un proceso de toma de significado de por vida, altamente idiosincrásico y construido personalmente». “La mayor parte de lo que aprendemos en nuestras vidas no lo hacemos porque tenemos que hacerlo, sino porque elegimos hacerlo”. (Falk et al., 2007).

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Según Falk y Dierking (2010): «los estadounidenses promedio pasan menos del 5% de su vida en las aulas escolares; y una creciente fuente de evidencia demuestra que la mayoría de las ciencias se aprenden fuera de la escuela». Esto es probablemente cierto y aplicable a muchos otros países.

Para Falk y Needham (2011): «la comprensión de un individuo sobre la física del vuelo, por ejemplo, podría representar las experiencias acumuladas al completar una tarea en el aula sobre el principio de Bernoulli, leer un libro sobre los hermanos Wright, visitar una exposición del museo o centro de ciencias sobre el despegue y la resistencia del viento, o ver un programa de televisión sobre las aves. Todas estas experiencias se combinan, a menudo sin problemas, para construir una comprensión personal del vuelo; ninguna fuente es suficiente para crear cierta comprensión, ni una sola institución que asuma esa única responsabilidad».

Flickr

3. Fuentes de información para aprender sobre ciencia y tecnología:

  • Escuela.
  • Libros y material impreso.
  • Experiencias vitales.
  • Televisión.
  • Trabajo.
  • Museos, zoológicos y centros de ciencia.
  • Internet.
  • Amigos o familiares.
  • Radio.

Los museos (como fuente) se utilizaron «en cierta medida» en un 38,2%, y «mucho» en un 22,8% , según los encuestados (Falk et al, 2007).

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Existe una amplia literatura sobre el aprendizaje en museos y centros de ciencia. Una revisión de Bitgood et al. (1994) de 150 artículos, nos muestra que se producen importantes consecuencias intelectuales, emocionales y físicas a partir del aprendizaje informal en los museos de ciencia. Las herramientas tradicionales de diseño experimental, a menudo son inapropiadas para estudiar entornos informales. La revisión de Garnett (2002), encargada por un grupo de 13 centros de ciencia de todo el mundo, explicó en 180 informes el impacto de los centros de ciencia en la sociedad. Dicha revisión indica que el 87% de esos impactos están relacionados con el «impacto personal» en lo educativo. De ese impacto personal, el 54% tiene que ver con el aprendizaje de la ciencia, el 18% con actitudes, el 14% con el disfrute y el 7% con la elección de carrera. La revisión extensa y autorizada sobre el aprendizaje científico informal que ofrece el Consejo Nacional de Investigación de EE. UU. (2009) concluye, de manera convincente, que existe evidencia de aprendizaje en entornos diseñados como centros de ciencia:

  • Evidencia de entusiasmo y respuestas emocionales positivas.
  • Evidencia clara de aprender el contenido de la ciencia.
  • Evidencia de compromiso y reflexión.
  • Evidencia de la integración del aprendizaje de la ciencia con los valores y la identidad.

El informe preparado por Frontier Economics (2009) para el gobierno británico, contiene un amplio análisis de todo lo escrito al respecto que apoya conclusiones similares. Según los estudios, los centros de ciencia son capaces de:

  • Mejorar la comprensión de las personas sobre temas científicos.
  • Cambiar las actitudes de las personas.
  • Animar a los niños para que estudien carreras de ciencia.

“Las experiencias en museos, tanto en exposiciones como en programas, son notablemente memorables. La gran mayoría de los visitantes a los museos tienen recuerdos duraderos sobre algún aspecto de su experiencia. La persistencia de las memorias de los museos es un indicador de que las experiencias de los museos promueven el aprendizaje». (Falk & Dierking 2013).

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El interés por la ciencia suele producirse a una edad temprana, antes de la escuela secundaria (Maltese y Tai,2009). En una encuesta estadounidense realizada por la National Science Foundation, las personas con carreras relacionadas con la ciencia manifestaron que las visitas a los museos y centros de ciencias eran las experiencias científicas informales más memorables para los niños (Sladek, 1998). Como señala Salmi (2003), una visita al centro de ciencias es corta;  es entonces cuando el estímulo se vuelve importante. A través de sus estudios, descubrió que las visitas al centro de ciencias tenían un efecto positivo en la motivación de los estudiantes, en todos los grupos de edad. Los resultados fueron más positivos entre los alumnos de primaria. Los escolares que tenían una motivación intrínseca obtuvieron mejores resultados cognitivos y tendieron a aplicar estrategias de aprendizaje profundo en el proceso de aprender. Los estudiantes ampliamente dotados parecían sentirse más motivados que el resto durante las visitas, sin embargo, aquellos que presentaban dificultades de aprendizaje se motivaban igualmente.

Frontier Economics (2009) recoge varias estadísticas sobre entrevistas a visitantes de un centro de ciencia:

  • 59% aprendió más de lo esperado.
  • 43% evocó pensamientos sobre la ciencia.
  • 12% manifestó su cambio de actitud hacia la ciencia.

CJWHO

En un extenso estudio internacional sobre el impacto de los centros científicos en sus visitantes, Falk et al. (2014) recopiló datos de 17 centros en 13 países, entrevistando a 13.558 personas. Los resultados concluyen que aquellos individuos que visitan centros de ciencia tienen una probabilidad significativamente mayor de ser ciudadanos alfabetizados y comprometidos con la ciencia y la tecnología. Cuanto más frecuente, más larga y más reciente sea la experiencia en el centro de ciencias, mayor será la correlación de los resultados.

Este estudio muestra una relación evidente entre las visitas al centro de ciencias y:

  • El conocimiento y comprensión de la ciencia y la tecnología.
  • El interés y curiosidad por la ciencia y la tecnología.
  • La participación en actividades relacionadas con la ciencia y la tecnología.
  • La confianza en la ciencia y la tecnología.

The Modernist Nerd

Salmi (2003) realizó pruebas de conocimiento entre grupos de estudiantes que «visitaban» y «no visitaban» centros de ciencias. Encontró claros efectos positivos en el aprendizaje cognitivo relacionados con las exposiciones en el centro de ciencias. Miller (2004) descubrió que los recursos de aprendizaje informal (que incluían museos y centros de ciencia) contribuyeron a la alfabetización científica cívica en los Estados Unidos. Falk y Needham (2011) estudiaron a los visitantes del Centro de Ciencias de California en Los Ángeles durante una década, después de su inauguración en 1998. Los resultados sugieren que el centro ha tenido un impacto importante en la alfabetización científica de la zona urbana de Los Ángeles, y los datos de autoinforme de los visitantes indican que influyó fuertemente en su comprensión sobre la ciencia y la tecnología.

La evaluación del Programa de Educación Informal en Ciencias de la Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU. (Sladek, 1998) nos muestra que:

  • De las personas con carreras científicas, el 85-92.9% señalaron como actividad de educación informal más memorable sus visitas infantiles a los planetarios, acuarios, zoológicos, museos de ciencias o museos de historia natural.
  • Entre las fuentes de ideas aprendidas en jóvenes y todavía utilizadas, aquellos con carreras científicas mencionaron las visitas a centros de ciencia y museos como las más frecuentes (51.6%).
  • De todas las actividades de educación temprana con las que tuvieron conexiones con la escuela, los centros de ciencias y exhibiciones encabezan la lista (50%).

Arborvitae

Barriault y Pearson (2010) desarrollaron un modelo de participación de visitantes en Science North, Canadá, a base de observar su comportamiento en exposiciones específicas. Estos comportamientos se pueden agrupar en tres categorías que reflejan niveles crecientes de participación y aprendizaje: iniciación, transición y avance. En Science North, la transición suele alcanzarse en un 20-80% de los visitantes, y el avance en un 20-60%. Esto es una consecuencia directa del aprendizaje que se produce en las salas de exposiciones. Los resultados colectivos indican claramente que los centros de ciencia:

  • Fortalecen el aprendizaje de la ciencia.
  • Aumentan el interés por la ciencia.
  • Refuerzan la motivación para aprender ciencias.
  • Influyen positivamente en las actitudes hacia la ciencia y la tecnología.
  • Favorecen la confianza en la ciencia.
  • Afectan a las elecciones de carrera de los jóvenes.

Las visitas al centro de ciencias pueden generar recuerdos duraderos, lo que indica que causan un fuerte impacto personal en los visitantes.

Daniel Stier

Cabe mencionar que los centros de ciencia forman parte del turismo cultural y de la oferta educativa de toda la sociedad. En los esquemas de reurbanización urbana, a menudo constituyen una parte integral del mapa. Por ejemplo, en Finlandia, Heureka se construyó en un terreno abandonado que acabó convirtiéndose en un parque. Después que se estableciese Heureka, la Junta Nacional de Bosques y la Policía Criminal Central de Finlandia trasladaron su sede a ese área. Todos estos movimientos han producido un importante desarrollo urbano en la zona, y han impulsado nuevos proyectos de viviendas y oficinas. Este desarrollo continúa.

Para finalizar, decir que la evidencia científica y empírica muestran, más allá de cualquier duda, que los museos y centros de ciencia:

  • Mejoran el aprendizaje.
  • Aumentan la prosperidad local.
  • Contribuyen al desarrollo social.


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