Características de la Accesibilidad en los Museos

Características de la Accesibilidad en los Museos

 

Los museos deben esforzarse por ser inclusivos y crear oportunidades, ofreciendo así la participación a un público muy diverso. De esta forma, los museos se aseguran que todos sus programas sean accesibles y fomenten la participación del público más amplio posible en consonancia con su misión y recursos. A su vez, los programas de nuestros museos deben representar valores, tradiciones y contenidos pluralistas. La accesibilidad permite a todos los visitantes participar en una experiencia de museo enriquecida. Que los museos inviertan en accesibilidad, manteniendo esa inversión en el tiempo, les dota de la muy valiosa recompensa de disponer de una programación inclusiva para una audiencia nueva y diversa.

Existen muchísimos museos en el mundo con millones de objetos y especímenes vivos para involucrar al público en el aprendizaje de todo lo habido y por haber, desde las obras maestras de los artistas más conocidos, hasta mostrar cómo es la composición de un átomo o la historia del alambre de púas. Todos estos miles de museos – un término también utilizado ampliamente para referirnos a zoológicos, sitios históricos, jardines botánicos, acuarios, planetarios, museos infantiles y centros de ciencia y tecnología – varían de tamaño, y pueden ir desde una pequeña casa histórica hasta un gran museo de arte con presupuestos anuales de decenas de millones de euros.

Independientemente del tamaño o de los presupuestos, la mayoría de los museos tienen la obligación legal de proporcionar y mantener el acceso para aquellos visitantes con discapacidades: normalmente los museos operados de manera privada están contemplados en la legislación como instalaciones públicas dentro del capítulo del trato a personas discapacitadas, aunque en muchos países esa figura directamente no existe; los que se hallan operados por gobiernos estatales o locales tienen sus propias normativas; y los museos que reciben fondos regionales y/o estatales están bajo normas y leyes más estrictas con relación a la accesibilidad, pero repetimos, esto ocurre en muchos países.

Desde la década de 1970, son numerosos los museos que se esfuerzan en mejorar el acceso a sus edificios y establecer programas para visitantes con discapacidades. Hoy en día, aquellos que invierten tiempo y dinero para eliminar las barreras de sus instalaciones, diseñar exposiciones accesibles y ofrecer una comunicación efectiva en sus programas, pueden potencialmente atraer a sus puertas a millones de personas con discapacidades. Facilidades tales como entradas sin escaleras, textos que puedan leer los visitantes que están sentados o de pie, folletos de exposiciones impresos con letras grandes y programas multimedia con subtítulos, y otras muchas cosas, ayudan a los museos a llegar a este público enorme y en continuo crecimiento.

La clave para proteger las inversiones dedicadas a la accesibilidad es mantener en el tiempo el proyecto que se ha puesto en marcha, en base a las características y programas que definen en particular la experiencia de un museo. Cuando estos programas y servicios de accesibilidad son variables o las características de la accesibilidad del edificio se ven obstaculizadas por la presencia de exposiciones temporales- o han sido eliminadas durante las renovaciones-, la pérdida de tiempo y dinero invertidos puede ser sustancial.

Los edificios de los museos a menudo constituyen un hito de la ciudad y una parte tan importante de la experiencia del museo como las exposiciones y programas que se producen dentro de ellos. Os mostramos algunos ejemplos de problemas típicos de mantenimiento de accesibilidad a edificios de museos:

  • Si la entrada accesible del museo no es la entrada principal (utilizada solo cuando la entrada principal no puede ser accesible), la entrada alternativa y cualquier puerta a lo largo del recorrido debe ser desbloqueada cada vez que el edificio esté abierto para visitantes, para eventos especiales, recorrido de colegios y visitas detrás de escena. Se debe proporcionar señalización en todas las entradas inaccesibles para dirigir a las personas hacia las que sí lo son.
  • La ruta a todas las entradas accesibles debe permanecer libre de nieve, agua, hojas y escombros. También deben revisarse regularmente para garantizar que no estén bloqueadas con mobiliario exterior, equipos de jardinería, basura, etcétera.
  • Las puertas de entrada con sistemas eléctricos han de permanecer operativas durante todas las horas que el museo esté abierto al público. Si se tuvieran que cerrar por alguna razón, el museo debe tener personal disponible para abrir las puertas a las personas que no pueden hacerlo por ellas mismas.
  • Si los letreros direccionales sobre las características de accesibilidad del edificio del museo están montados sobre pedestales móviles, deben permanecer siempre en su lugar y continuar indicando las direcciones correctas, incluída la información sobre el recorrido accesible para los eventos especiales.
  • Si las rutas accesibles a través del edificio se bloquean temporalmente cuando se instalan, desinstalan, mantienen o desmontan las exposiciones para eventos especiales, deben crearse rutas alternativas con la señalización adecuada y colocada en los puntos clave de decisión direccional de la ruta.
  • Los soportes exhibidores móviles para exposiciones interactivas deben ser monitoreados para no bloquear las rutas accesibles; asimismo, no han de presentar riesgos de tropiezo en toda la exposición ni impedir el acceso a vitrinas, otros interactivos o presentaciones de información.
  • Algunas personas ciegas o con poca visión utilizan bastones para detectar barreras que sobresalen en el recorrido,  ya sea en la ruta accesible o en cualquier otro itinerario de circulación. Los objetos, letreros, accesorios de iluminación y vitrinas (o ramas de árboles y arbustos a lo largo de caminos al aire libre) pueden presentar riesgos de choque si se encuentran a 45 cm , o más, sobre el suelo. Deberemos asegurar la eliminación de los objetos que sobresalen o los que están a poca distancia sobre la cabeza fuera de la ruta de desplazamiento, así como la instalación de barreras detectables por el bastón situadas debajo de ellos.
  • Los postes que definen las colas para la compra de entradas, o que sirven como barreras en las exposiciones, también deben ser detectables por los bastones para las personas que son ciegas o tienen poca visión.
  • El museo debe permitir el paso de los perros lazarillos y disponer de platos de agua para ellos.
  • Si el público tiene que caminar entre montantes o entre una pared y un montante, el recorrido debe mantenerse a un mínimo de un metro de ancho, medido desde el borde interior hasta el exterior de las bases de los montantes o molduras, excepto en puertas donde el ancho se puede estrechar a 80 cm. para una distancia máxima de 70 cm. Si una persona ha de hacer un giro en la ruta con una silla de ruedas, el ancho de paso debe adaptarse al giro de la misma.
  • Los ascensores que se emplean en espacios públicos deben permanecer siempre operativos. Si están fuera de servicio, por reparación o mantenimiento, y proporcionan la única ruta accesible a un área, se puede ofrecer acceso alterno temporal a exposiciones y programas mediante presentaciones fotográficas, de video o en computadora.
  • Si un museo dispone de un ascensor no público para proporcionar a las personas con discapacidad acceso a oficinas públicas, la señalización debe mantenerse en los puntos clave de decisión direccional para indicar a los visitantes dónde deben ir y qué deben hacer para usar dicho ascensor como alternativa a los que no funcionan.

Una vez dentro del edificio, los visitantes con discapacidades han de poder experimentar plenamente todo lo que los museos tienen para ofrecer: exposiciones, programas, eventos especiales, publicaciones y videos. Los siguientes, son ejemplos de problemas típicos de mantenimiento del programa del museo con relación a la accesibilidad:

  • El personal y los voluntarios que trabajan en el mostrador de información, o responden a preguntas por teléfono, deben saber qué servicios de accesibilidad están disponibles y cómo deben ser solicitados, incluidos los que han de programarse con anticipación.
  • Si el museo anuncia un número especial para obtener información sobre accesibilidad, el personal y los voluntarios deben saber cómo responder y utilizar correctamente dicha información. También deben conocer el sistema de comunicación telefónica para personas sordas, con problemas de audición o discapacidades del habla, y estar preparados para usarlo correctamente.
  • La señalización y la información en los folletos sobre accesibilidad deben mantenerse al día y estar disponibles bajo pedido.
  • Los formatos alternativos a los folletos impresos y materiales del programa del museo (como, por ejemplo, Braille, CD-Rom, letra grande) estarán actualizados, en existencia y serán fáciles de encontrar para el público. En general, deben poderse utilizar el mismo día en que estén disponibles las versiones de impresión estándar, incluidos los materiales asociados con nuevos recorridos y exposiciones temporales.
  • Los dispositivos y servicios auxiliares (como dispositivos de ayuda auditiva, recorridos de descripción de audio o controles de subtítulos ocultos en exposiciones) deben permanecer operativos salvo en casos de mantenimiento o reparación. Las pruebas regulares de los equipos son esenciales para preservarlos en funcionamiento.

Si se utilizan objetos tangibles con el fin de proporcionar acceso al contenido de exposiciones y programas para personas con discapacidades, se debe tener cuidado de mantener el estado de los objetos. Si un objeto se elimina de la colección táctil por alguna razón, debe reemplazarse por otro de igual calidad que transmita, de manera táctil, la misma información sobre la exposición o los temas del programa.

Si el museo ofrece una página web sobre sus exposiciones y programas, la información ha de estar disponible para todos, empleando métodos como el diseño web accesible mediante un lector de pantalla, fuente ajustable y contraste de color, e imágenes de alto contraste. Además, si el museo utiliza su sitio web para presentar información sobre accesibilidad, o para servir como formato alternativo a los textos de las exposiciones o los mismos materiales impresos, la información debe estar actualizada y fácilmente localizable en el sitio.

Las tiendas de los museos no deben permitir que la mercadería se desparrame en los pasillos, ni colocar mercancía de manera que se reduzca el ancho del paso accesible.

Los mostradores de pago, que se habrán bajado de altura para ser accesibles, deben estar bien señalizados y sin obstrucciones para el uso de discapacitados.

El personal debe saber cómo asistir a las personas que necesitan ayuda para alcanzar o ver todos los productos que estén a la venta.

 


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