Son muchos los museos y organizaciones relacionadas con el patrimonio que buscan colaboración con los académicos. Además de las investigaciones que se llevan a cabo cotidianamente con las colecciones de museos, ya sean realizadas por el personal del museo, voluntarios o investigadores visitantes, muchos de ellos están formalizando sus objetivos de investigación como parte de sus planes maestros, misiones, creando nuevas formas de asociación entre museos y universidades. Una de las muchas formas en que los académicos pueden colaborar es a través de la creación de exposiciones. Temporales o permanentes, de gira o en línea, las exposiciones proporcionan una salida para la investigación que tiene el potencial de llegar a una audiencia amplia y diversa, comprometiendo al público con un conocimiento nuevo y emergente.
Las exposiciones colaborativas no son sólo una gran oportunidad para académicos y universitarios. Los investigadores también aportan conocimiento, saber y experiencia a museos y galerías. En los grandes museos y galerías nacionales, existe un importante potencial para la formación y para desarrollar nuevas asociaciones de investigación y participación en grandes proyectos, que de otra manera no serían posibles ni para los estudiantes de doctorado ni para los investigadores. En el caso de los pequeños museos, la incorporación de un académico de carrera temprana para trabajar con el voluntariado y/o los grupos de acción local, puede tener un impacto muy positivo en el futuro de la organización. Al trabajar juntos en una exposición, ambas partes pueden beneficiarse en las áreas de investigación, desarrollo, financiación y gestión de los proyectos.
Los programas de exposiciones en los museos se ven ampliamente potenciados por colaboraciones académicas, que proporcionan una forma sostenible de ofrecer un programa innovador. Pensando sobre todo en los museos locales, las futuras exposiciones programadas en los museos podrían ser fruto del trabajo de académicos actuando como co-curadores de las mismas, diseñando conjuntamente un ambicioso programa de exhibiciones «caseras» adaptadas a las necesidades y expectativas de la comunidad local. Esta posible programación sería inviable sin las colaboraciones académicas.
La co-curaduría con el museo puede hacer que los socios académicos se involucren en la selección de material para la investigación, enmarcando la historia que quieren contar, seleccionando y desarrollando contenidos, con el apoyo visual del diseño gráfico en 3D para la exposición, colaborando con curadores y diseñadores de exposiciones. Si los académicos trabajaran mano a mano con los curadores podrían dar forma a la yuxtaposición de objetos e interpretación, seleccionando material de audio, visual e interactivo y redactando los textos. Estarían guiados y apoyados por estos curadores del museo con los que se podría acordar el contenido y definir el público objetivo. Por su parte, los curadores gestionarían la entrega de la exposición, realizarían las solicitudes de préstamo, se pondrían en contacto con los diseñadores, editarían los textos y gestionarían la producción e instalación de la exposición.
El programa de exposiciones de los museos pueden ofrecer la oportunidad de explorar aspectos del material presentado en sus galerías permanentes, pero con una mayor profundidad. Trabajar con los académicos aporta conocimientos y experiencia al sector de los museos, ampliando el alcance de la investigación académica a audiencias locales, proporcionando contenidos para crear exposiciones ricas y profundas dedicadas a las nuevas investigaciones, y a otra amplia gama de temas que van mucho más allá de la experiencia inmediata de la sociedad. Esto puede conducir a los museos a que se embarquen en la aventura de trabajar con la universidad, a crear un programa de exposición universal, atractivo, accesible y sostenible, que aborde temas tan diversos como cercanos a la experiencia y a la capacidad de asimilación de toda clase de personas, incluidos los más pequeños.
Las colaboraciones pueden surgir a través de enfoques directos de los académicos hacia el museo, aportando propuestas y viceversa. Las exposiciones son muy positivamente recibidas por los visitantes cuando se aportan enfoques de múltiples capas experienciales, invitándoles a explorar un espacio para el aprendizaje atractivo e innovador. La colaboración entre museo y universidad, además de brindar el beneficio de generar un contenido rico para que los visitantes exploren, marcan conexiones culturales y muestran capacidades. A su vez, esa colaboración desarrolla modelos innovadores para la representación y exhibición de la práctica de la curadoría aplicada al espacio, proporcionando la oportunidad de probar y desarrollar técnicas expositivas de última generación. Si se trabaja con departamentos relacionados con la tecnología y el Internet de las cosas, se pueden diseñar acontecimientos que icontemplen la interacción con objetos reales y la inclusión de experiencias inmersivas, si es que se justifican.
Por nuestra parte decir que el trabajo con las universidades siempre ha producido una colaboración particularmente exitosa, en parte porque en todo momento ha existido la conciencia de que una exposición necesita equipos multidisciplinares que estén motivados por el entusiasmo. Los alumnos voluntarios siempre aportan ese nivel de alegría que hace que el trabajo se convierta en un placer. Los visitantes se benefician de todo ésto de múltiples formas, ofreciéndoles la oportunidad de vivir experiencias formativas diferentes, aprendiendo a sentir emociones al conocer más y mejor, asimilando un sentimiento que hace del saber algo que se aleja del puro texto académico.
Entre otras muchas apreciaciones, vale la pena tener en cuenta que los visitantes tienden a leer relativamente poco en las exposiciones y que su edad de lectura se reduce en el entorno del museo. Más de 80 palabras en un panel de texto, por ejemplo, hace – es más que probable – que el texto se quede sin leer. Por lo tanto, es fundamental evidenciar la importancia de llevar a cabo la investigación de toda la gama de técnicas de visualización y contenido que se pueda expresar: objetos, imágenes, películas, paisajes sonoros, entornos inmersivos, representaciones gráficas… Si bien es cierto que las exposiciones consumen mucho tiempo en producción, las colaboraciones museísticas y académicas ofrecen emocionantes oportunidades que permiten a ambos sectores alcanzar un mayor espectro con sus recursos haciéndolo, además, de forma más creativa, pensando siempre en el beneficio del público.
Archivo EVE
Existen estudios de caso que constituyen una rica fuente para explorar la dinámica de la asociación entre museos y universidades. Aunque la revisión de estos casos muestra una cantidad relativamente positiva de interacción y participación entre museos y universidades, se revelan también una serie de limitaciones respecto al alcance de los trabajos de asociación que quedan reflejadas en los estudios. Varias áreas parecen especialmente sorprendentes y presentan oportunidades verdaderamente importantes para la actividad futura:
Oportunidades:
Ampliación de la base disciplinaria en las colaboraciones:
- Las artes y las humanidades dominan la muestra (con casi el 40% de todos los estudios de caso presentados en esta área en relación con los museos), en contraste con el 2% de las ciencias médicas, el 5% en ciencias físicas y la ingeniería y el 6,6% en ciencias sociales).
Implicaciones para el proyecto Museo-Universidad / posible respuesta:
- Crear oportunidades para que los académicos que trabajan en áreas temáticas actualmente sub-representadas (ciencias) se conecten con colegas del museo para generar ideas de proyectos de exposición.
Apertura de colaboraciones en una gama más amplia de prácticas museísticas:
- Actualmente, la actividad está muy sesgada en áreas tradicionales y familiares de la práctica museística.
Implicaciones para el proyecto Museo-Universidad / posible respuesta:
- Alentar al personal académico y del museo a explorar el potencial de la colaboración en otras áreas de la práctica museística (por ejemplo, desarrollo de negocios).
Cambiar la consigna del «gritar al viento»a «trabajar juntos» :
- En muchos casos, los académicos sólo contactan con los museos cuando tienen resultados para difundir públicamente.
Implicaciones para el proyecto Museo-Universidad / posible respuesta:
- Crear oportunidades para que los académicos y el personal del museo se reúnan y desarrollen nuevos proyectos colaborativos con participación activa de todos; con la posible dirección única del museo.
La universidad debe trabajar más con los pequeños museos:
- Muy pocos museos pequeños se encuentran en la muestra de colaboración con las universidades.
Implicaciones para el proyecto Museo-Universidad / posible respuesta:
- Hacer un llamamiento activo a los pequeños museos desde la universidad, para ofrecerles así oportunidades de comenzar a establecer vínculos con los académicos, asegurándose que haya pequeñas cantidades de recursos disponibles para financiar su colaboración.
Ampliación y profundización del enfoque de impacto:
- Un rango relativamente pequeño de impactos es reclamado / realizado – muy sesgado al aprendizaje y a la comunicación informal entre ambas partes.
- La calidad de la evidencia y la evaluación es a menudo pobre.
Implicaciones para el proyecto Museo-Universidad / posible respuesta:
- Fomentar las colaboraciones que aborden una gama más amplia de resultados potenciales (por ejemplo, actividad comercial).
- Encontrar mejores maneras de explotar la experiencia del museo en la colaboración.
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Compromiso público:
Finalmente, revisamos algunos estudios de caso para identificar los tipos/propósitos de la participación pública en la colaboración Museo-Universidad para la producción de exposiciones. Más del 90% de la muestra que vimos* involucró un compromiso público con este tipo de colaboraciones. Se puede clasificar el compromiso público como:
- Difusión – «sensibilización»: maximizar el alcance de la colaboración mediante la difusión y la comunicación.
- Compromiso – «encuentros significativos»: crear encuentros significativos sobre investigación, ajustados a las necesidades e intereses específicos del público de los museos.
- Participación – «aportar»: involucrar al público en la formación y la influencia de la investigación de modo que sus conocimientos muestren los resultados, algo alentador, ya que hemos visto que en más del 70% de los estudios de caso había un compromiso con el público que iba más allá del simple contacto, y que la experiencia generó encuentros significativos del público con la investigación.
(*) Museum-university partnerships in REF impact case studies: a review. May 2016. Prepared by the National Co-ordinating Centre for Public Engagement.
Foto principal y para redes sociales: The Daily Revolution (Trinity College)
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