Fundada en el año 2008, la Conferencia Internacional del Museo Inclusivo reúne anualmente a una comunidad de personas relacionadas con los museos, además de profesionales investigadores y pensadores. La pregunta clave que centra el debate de las conferencias es: ¿Cómo una institución museística puede llegar a ser más inclusiva? En estos tiempos de cambios sociales fundamentales, ¿cuál es el rol del museo en la sociedad? ¿El museo forma parte del cambio social como observador y testigo? y, si no es así, ¿lo hace como miembro activo del cambio? ¿Cómo lo hace? Os vamos a transcribir, a continuación, algunos de las premisas más importantes de la difusión que hacen los responsables del concepto de «Museo Inclusivo». La entrada de hoy la presentamos a título meramente informativo; EVE no comparte, necesariamente, todas sus ideas y propuestas.
La Conferencia Internacional del Museo Inclusivo, está construida sobre cuatro pilares fundamentales: Internacionalidad, interdisciplinariedad, inclusividad e interacción. La delegación de la conferencia anual, incluye a líderes en el campo de los museos, así como a especialistas emergentes, que viajan llevando las idea de la conferencia a todos los rincones del planeta, representando una amplia gama de especialidades, disciplinas e ideas. La conferencia ofrece la posibilidad de presentar , en variados formatos y tipos de sesión, cualquier tema que se considere importante para el enriquecimiento del concepto de inclusión, ofreciendo múltiples maneras de generar lazos entre los profesionales participantes, mediante la creación de tópicos para la discusión general y para construir relaciones con especialistas de otras culturas y disciplinas.
Ilustraciones que pueden ser fantásticos tatoos
Estudio de Visitantes.
Ya no es el ciudadano individual el que centra nuestra atención, los visitantes de hoy son reconociblemente diversos y universales.
Las dimensiones de esta diversidad son materiales (clase, lugar, economía, circunstancias sociales…), personales (edad, raza, sexo, creencias…) y simbólicas (cultura, lenguaje, afinidades, aficiones…). Estos son los factores demográficos, los parámetros que, finalmente, atraen la atención del estudio general de visitantes. El enunciado central dice que, si dedicamos más tiempo a observar con atención al público de hoy, comprobaremos que están definidos por capas e identificadores, con coordenadas personales relacionadas, a su vez, con características que hay que estudiar en profundidad. La paradoja sobre el público de ahora es que, en plena era de globalización, las culturas son divergentes: actitudes, sensibilidades, valores, posturas, intereses, orientaciones, afinidades y diferencias.
Entonces, ¿cómo se puede hablar sobre las audiencias en conjunto? ¿Cómo funciona la participación? ¿Cómo podemos crear significados que sean pertinentes? La denominación »inclusividad» conlleva dos acepciones en una misma palabra: Una es la de reconocer la particularidad. ¿Quiénes deben estar representados en el museo? ¿Qué es ser un museo comprehensivo? Para responder a estas preguntas, tendremos que viajar más allá del saber en la cultura popular. Usar el conocimiento tecno-científico en contraposición con el saber puntual del día a día ; intentar acercarnos al mundo en lugar de quedarnos sólo en lo etnográfico tradicional y local. Ya no podemos resolver el problema de la diferencia del «nosotros» y «ellos», dividiendo a las personas y a los objetos en categorías separadas, diferenciándolos en espacios para sí mismos. Se debe anticipar el saber a partir del conocimiento detallado de las particularidades de todos y cada uno de los visitantes.
La otra cara del significado de «inclusividad», no sólo exige catalogar las diferencias, debemos generar también una lista de posibles puntos de disonancia. Tal vez incluso debamos crear una nueva y paradójica forma de universalidad, la universalidad de la inclusión, la universalidad de la diferenciación. ¿Cómo podemos crear un museo donde el conocimiento esté abierto, donde se permita a todos los visitantes del espacio crear sus propios significados, donde el visitante no se quede fuera? La respuesta, en parte, está en generar nuevas ideas…
Compromisos.
¿Cuál es el papel actual del lector, el espectador, el público, el ciudadano, el cliente, el trabajador?
Nuestra cultura moderna se basa en lectores relativamente pasivos,en espectadores y en el propio público; en empleados moderadamente conformes y en ciudadanos dependientes; en clientes relativamente críticos y exigentes. Para mencionar sólo unas pocas herramientas del cambio, los nuevos medios de comunicación transforman a los lectores, televidentes y al público , en usuarios, jugadores y personajes. Los trabajadores se supone que personifican a la empresa en la que trabajan, asumiendo esa responsabilidad por sí mismos. Los clientes siempre tienen la razón, y por ello, en sus demandas , los productos y servicios tienen que ser cada vez más personalizados. Del mismo modo, las peculiaridades de los clientes deben ser «patroneadas» como si se tratara de confeccionar un traje.
El cambio representa una esfuerzo de equilibrio entre la asimilación de los diferentes cambios relacionados con los museos, entre las personas al mando y los visitantes, entre productores y consumidores de conocimiento, y entre los creadores y los espectadores de la cultura.
En los museos, se debe crear una «interacción» como concepto simple, los visitantes tienen que posicionarse en relación a la exposición, formando parte activa de ese espacio del conocimiento para unirse al diálogo cultural. Para los museos, ésta es la base de un nuevo marco comunicativo de referencia y una nueva pedagogía social.
Modalidades de representación y presentación para el tema principal de la Conferencia 2016.
No sólo los museos necesitan preservar el patrimonio, que está cada vez más cerca de lo digital que de lo real. También se da el caso de que, hoy en día, no hay ningún objeto que no sea coleccionable en mundos virtuales, que no pueda ser reproducido y puesto a disposición de los «visitantes» en los extremos de la tierra , a través de medios digitales de representación.
Esta situación crea desafíos únicos en el ámbito de la propiedad intelectual. Plantea nuevos aspectos prácticos en lo relativo a los visitantes , que son más diversos que nunca. Se presenta una nueva tarea, un gran reto para los trabajadores del museo en cuanto a la exploración de las características comunicacionales del mundo multi-canal de la representación digital.
Frente a estos desafíos, los museos están destinados a reflejar su mundo cambiante, y también – a veces arriesgadamente -, a intentar cambiar, para mejor, ese mundo. La Conferencia, el Journal, la colección de libros y noticias del Weblog, están proporcionando ya un foro para la discusión de éstas y otras cuestiones fundamentales, que sin duda van a determinar la forma cambiante y el papel futuro de los museos en el mundo.
- Conferencia de 2016: 2016 Special Focus: Urbanism, Inclusion, and Cultural Freedoms.
- Fechas: 16-18 September 2016.
- Lugar: National Underground Railroad Freedom Center, Cincinnati, EE.UU.
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Foto principal: Paul Octavious
El Museo de la Nada es en realidad una exposición temporal e itinerante promovida por el artista Sebastian Benand, interpretando lo que para él es la «nada», una «nada» de color blanco. Ya no está abierta al público pero podéis visitar su página web: http://www.benandsebastian.com/?portfolio_item=museum-of-nothing
Saludos.