Como nosotros entendemos que hay una extendida confusión sobre el concepto de lo qué es un comisario y un conservador, y también de lo qué es un curador, vamos a intentar dar nuestra explicación sobre quién es quién, si nos lo permitís, para poner desde aquí un poco de luz sobre el tema. Respecto al concepto de curador, no vamos a añadir más de lo que ya comentamos la semana pasada.
Pasemos a hablar directamente de lo que es para nosotros un comisario/a. Los comisarios/as de un museo están a cargo de la colección de objetos expuestos en la exposición permanente o en la temporal, y no sólo en el ámbito del arte, donde parecen ser mucho mejor conocidos, sino también en áreas del conocimiento humano como son la historia, la ciencia e incluso la técnica. Su trabajo, y aquí está el quid de la cuestión, incluye exhibiciones de compra, organización de exposiciones, redacción de catálogos de exposiciones y de folletos explicativos de las exposiciones, organización del personal, respuesta a las consultas públicas y trabajo de investigación. Como veis, la línea que separa el concepto de comisario con el de curador es muy delgada.
No solo de arte vive el hombre…
La práctica del comisario independiente se inscribe en una compleja red de relaciones multilaterales y multifuncionales. El comisario media entre las instituciones públicas y privadas, los curadores de museos, los artistas, la crítica, los periodistas, los coleccionistas, los galeristas y el propio ciudadano. Sus funciones abarcan desde la investigación y concepción hasta la documentación y materialización del proyecto expositivo. Su trabajo es fundamental para la interpretación, contextualización y la difusión de las obras de arte. Con los conocimientos necesarios y una práctica profesional relacionada siempre con la responsabilidad social y cultural, comunica al ciudadano conceptos y discursos sobre el saber humano, que elabora sin coacciones de ningún tipo para enriquecer nuestra comprensión sobre el contenido de las exposiciones.
En líneas generales, la práctica profesional del comisario de exposiciones incluye distintas actividades específicas y opcionales que suelen ser objeto de debate y que están relacionadas con la concepción, dirección, supervisión y/o gestión, mediación y divulgación de un proyecto artístico u otros eventos relacionados con el arte y la cultura contemporánea.
Funciones específicas del comisario relacionadas con la concepción del proyecto expositivo:
· Investigación y desarrollo de un concepto expositivo.
· Redacción del proyecto expositivo.
· Propuestas de colecciones a exponer, (imágenes, listado de objetos, redacción de contenidos, etcétera).
· Propuesta inicial para el diseño del proyecto adaptado al espacio físico o virtual donde tendrá lugar.
Comisarios y una visión menos amable…
Psicoanalistas, artistas, investigadores, críticos, buscadores de tesoros, gestores del espacio, son las mil caras del comisario de exposiciones. Una figura adorada y denostada al mismo tiempo y cuya relevancia está hoy en tela de juicio. En muchos casos se trata de elegir un nombre, un comisario estrella que dé fulgor a la exposición. Se pierde así el fondo del comisariado: una idea o tesis que transmitir a un público determinado. No hay duda de que el espectáculo en el que se está convirtiendo el mercado del arte ha alcanzado también a los comisarios (El Cultural, «De profesión: comisario»).
A dónde se dirige la profesión según la opinión de…
Para el comisario de exposiciones no existe una escuela única para acercarse a las prácticas artísticas contemporáneas y el proceso imprescindible, si queremos definir actualmente su papel social, es el de la reinvención continua. Quién sabe, si pese a estar en su mejor momento, su profesión tiende, a la larga, a extinguirse en pos de otra cosa. “El comisario es alguien que desvela algo nuevo y sería un error – declara José Guirao – que los comisarios se conviertan en gestores.” Difuso papel social que Ferrán Barenblit ve diluirse: “Creo que la profesión del comisario tuvo su inicio, su auge y que desaparecerá”. Para entonces, habrá que preguntarse de nuevo sobre el porqué del arte, aunque mientras eso ocurre, el comisario independiente constata con su labor que existe una voluntad real y colectiva de sumar esfuerzos a fin de mejorar los sistemas de trabajo en arte. Una posibilidad a la que aferrarse con el mismo entusiasmo generacional y regenerador (El Cultural, «De profesión: comisario»).
Si quieres recibir nuestro newsletter y los artículos de EVE por correo electrónico, rellena y envía el boletín adjunto, por favor, completando el campo correspondiente en el formulario de inscripción que encontrarás a continuación. Tu dirección de correo electrónico (asegúrate por favor de escribirla correctamente), será utilizada exclusivamente para enviarte nuestros newsletters y artículos, pudiendo darte de baja en el momento que quieras.
Foto principal y para redes sociales: Daily Mail
Reblogueó esto en patrimars.
Es posible que la mayoría de esas muchas tareas enumeradas para el comisario,en mi humilde opinión,debieran ser acometidas de forma natural por el propio artista,pues el dejarlas en manos de un «extraño»,llámese comisario o como se quiera,no hace más que establecer vias indirectas hacia la obra,pudiendo disfrazarla y alejarla del contemplador.El enólogo q elabora el vino me acercará más y mejor al caldo que cualquier comercial de la marca,estará «al margen» del aspecto comercial y totalmente impregnado de su naturaleza,en tanto en cuanto debe sentir y poseer el máximo de conciencia existente sobre los objetos artísticos por sí mismo producidos.Todo proceso y principio y toda idea relacionada con la obra es fruto más o menos consciente de su mente.Esto siempre q estemos hablando de arte y no de «productos artísticos destinados al comercio».
Gracias por dejarnos tu comentario Antonio. Nosotros no estamos de acuerdo contigo ya que defendemos aquel dicho: «Zapatero a tus zapatos». El comisario es un profesional que abarca espacios dentro de la exposiciones que el artista ni puede, ni debe, ni tampoco sabe en la mayoría de los casos, te lo puedo asegurar. Las experiencias que hemos tenido con artistas que han querido ser sus propios comisarios han sido nefastas en su mayoría, ya te digo. La necesidad genera la función, y este es otro de esos casos; los comisarios son muy necesarios. El artista expresa su sentir plástico y el comisario lo ayuda a mostrar la obra de forma justa y universal. Todos sabemos que el arte en un territorio delicado, pero en este caso, y si haces una encuesta entre artistas comprobarás que prefieren poner su exposición en manos de un comisario. Muchas gracias por leernos Antonio.
Un comisario experto,con esa visión completa del fenómeno comunicativo que supone el hecho artístico-expositivo,es,sin duda,un elemento que resulta,no sólo indispensable,sino,en cualquier caso,esencial.Sólo quería poner de relieve lo poco que se involucran en ocasiones los creadores el los «cauces divulgativos».El problema es mi poca pericia literaria.Y,quizás,no querer reconocer del todo q pueda estar en un error.Es posible que,en ocasiones como esta,la virtud no esté en el término medio.
Agradezco la atención y pido perdón por mi ignorancia.
Un saludo y gracias de nuevo.
Estimado Antonio, no se trata de ignorancia o no. No creemos que sea tu caso lo primero. De todas formas, nosotros opinamos sobre 30 años de experiencia profesional y todas las demás opiniones son bienvenidas y respetadas. Concluiremos diciendo que a los conservadores-curadores les sobra erudición y les falta toneladas de humildad y, sobre todo, creatividad. Recibe un muy cordial saludo.
Un saludo y mi más sincero agradecimiento por un trato tan amable,sincero y profesional.