Museo: Educación y Acción Cultural - EVE Museos + Innovación

Si trabajas en el Departamento de Educación y Acción Cultural de algún museo, o si eres el único responsable de ese departamento – que por otra parte suele ser lo mas habitual -, o si pretendes dedicarte a ello, te vamos a ofrecer algunos consejos (disculpad la petulancia si os suenan obvios) que están basados en nuestra experiencia de unos cuantos años en este mundo.

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· Sobre gestión de programas educativos: Intentad hacer programas realistas. Si bien los programas de los grandes museos nos pueden servir como referencia, cuando los intentemos acoplar a nuestro museo nos encontraremos con la consiguiente limitación de medios materiales y económicos que pueden llegar a frustrar los ánimos más aguerridos. Debes crear y también creer en tu propio proyecto: no hay dos museos iguales, no copies ideas de otros. Puedes hacer una adaptación de aquellos que entiendas que aportan un valor añadido a tu propia experiencia – nosotros siempre decimos que está todo inventado, que lo que debemos hacer es innovar y mejorar lo existente -. Busca complicidades dentro y fuera del museo; existen posibles alianzas que pueden resultar muy valiosas. Seas de la ciudad donde esté emplazado el museo, o vengas de fuera, debes preocuparte por conocer al máximo la comunidad que te acoge a ti y a tu museo. Intenta implicar a los distintos perfiles profesionales que trabajan en tu museo como compañeros. Busca socios (partners) con aquellas instituciones públicas o privadas relacionadas con la educación formal y/o no reglada. Trata de buscar relaciones que se adapten a tu manera de entender la educación en el museo.

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Consideraciones que hay que tener en cuenta en el diseño de una propuesta educativa:

Cualquier proyecto con la comunidad educativa debe basarse en una experiencia asociativa, de colaboración entre las partes; siempre que puedas implica a los destinatarios en el desarrollo de los programas, que den su opinión y aporten ideas.
Lo sencillo es sinónimo de éxito.
Todas las actividades que lleguen a formar parte del programa educativo deben contemplar siempre criterios de accesibilidad, diversidad cultural y religión. Debes planificar la flexibilidad conveniente para que se adapten a los visitantes con necesidades educativas especiales.
Cualquier contenido que desarrolles en tu propuesta educativa debe incluir los contenidos del museo, pero buscando siempre una relación con la actualidad del momento: moda, sociedad, cine, tecnología, tendencias culturales, comunicación, etcétera.
Intenta que la visita sea lo más dinámica y participativa posible.

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6. Intenta crear identidad del museo, una marca propia, con la que se pueda sentir identificada tu comunidad: educadores y diferentes tipos de públicos. Personaliza el espacio en el website del museo – si lo tienes – para que sea muy sencillo identificar y acceder a los contenidos educativos que necesites que sean conocidos por el público.

7. La tecnología de la comunicación es tu aliada, nunca lo hemos tenido tan fácil, pero no te obsesiones con ella.

8. Promueve intercambios y experiencias con servicios educativos de otros museos.

9. Inicia estrategias de descubrimiento del museo entre los profesionales, programas de formación, etcétera.

10. Nunca dejes de aprender, nunca dejes de formarte. Conviértete en un profesional polifacético.

11. Si eres el responsable del departamento, o de la propia acción educativa del museo directamente, oblígate periódicamente a realizar visitas guiadas y talleres. Así estarás al día tanto de las necesidades del servicio con tus colaboradores y con las de los visitantes.

12. Evalúa para mejorar.

13. Arriésgate en tus propuestas, no tengas miedo a equivocarte, los errores nos hacen fuertes y nos enseñan muchas cosas si sabemos asimilar la caída.

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Finalmente, comentaros que el factor más importante del museo, aquello que sirve de unión entre el visitante y el museo, aquello que engancha verdaderamente a las personas, es que se lo pasen bien en su visita, que se diviertan, que la experiencia en el museo les resulte gratificante, no un rollo, una pesadez, no por favor, debe ser una diversión. El objetivo no es que el visitante entre en el museo, sino que a partir de su visita se sienta parte del museo, un miembro activo, que haya vivido la experiencia como algo suyo, se emocione y vuelva.

Yokohama City Board of Education